Análisis de Dynasty Warriors Next (PSVITA)
La saga más exitosa de Koei no ha faltado a su cita en el lanzamiento de PS Vita, así que con la nueva portátil tenemos una nueva entrega. Hablamos, por supuesto, de Dynasty Warriors, la veterana serie de acción masiva estratégica basada ligeramente en el Romance de los tres reinos que debutó en PSOne, allá por 1997 como un juego de lucha algo inspirado en Soul Blade. No sería hasta la secuela en PlayStation 2 cuando realmente gozase de fama en occidente y sentase las bases del género por el que hoy lo conocemos, las luchas masivas.
A Dynasty Warriors se le ha criticado, desde siempre, su poca evolución en muchos aspectos. Pocas mejoras gráficas incluso con el salto de sistemas, una jugabilidad muy conservadora basada en machacar botones y un diseño de personajes que ha variado muy poco en más de una década. A ojos de gran parte de los jugadores, cada secuela trae cambios superficiales mínimos y eso provoca el latiguillo fácil de "más de lo mismo" –aunque como decimos, el éxito aún mantiene viva la saga cada año-.
Con Dynasty Warriors Next Omega Force ha podido permitirse unas cuantas novedades en la mecánica que van ligadas a las características especiales de PS Vita que consiguen que esta sea una de las entregas más novedosas dentro de los Dynasty Warriors. Cambios que además le sientan bien.
Ahora los ataques especiales y otros eventos concretos aprovechan la pantalla táctil. Un ejemplo: las situaciones de emboscadas en las que varios enemigos se abalanzan hacia ti a cámara lenta. Tocamos a estos rivales, o realizamos cortes y giramos la consola –tipo realidad aumentada- para ver mejor a los soldados. Los movimientos Musou, que dependen del personaje controlado en ese momento, pueden ir de cruzar la pantalla de lado a lado con un dedo para que nuestro héroe realice espadazos que cortan a una masa rival en cuestión de segundos a agitar la consola con ritmo para potenciar impactos por el sensor de movimientos. Para otras situaciones desviamos proyectiles e incluso se utiliza el panel trasero. Tenemos también duelos, en los que nos enfrentamos cara a cara a un enemigo más duro de lo habitual al que debemos vencer haciendo barridos en diversas direcciones de la pantalla con una cámara más cercana a la acción.
Todo muy espectacular aunque nada realista como es tradición. Leónidas y los espartanos estarían orgullosos de contar con nosotros en sus filas, el ejército de Jerjes no habría durado ni diez minutos. ¿Es divertido usar este control? Por lo menos tanto como aporrear botones. En este caso, añade variedad de situaciones, y gracias a que el tiempo se ralentiza mientras usamos la pantalla, no hay queja ante imprecisiones de control como podría haber si nos hiciesen cambiar de una configuración a otra sobre la marcha. Lo que en otros juegos resulta una intromisión innecesaria, aquí se convierte en un ingrediente novedoso que sin duda mejora la experiencia, aunque no hasta el punto de renovar por completo la jugabilidad. Realmente la mayor parte del tiempo seguiremos con el control estándar, pero ahora está salpicado de este tipo de eventos que suavizan la monotonía.
Durante el resto de la partida, mientras combatimos, las novedades de Vita son menos drásticas pero igualmente útiles, como enviar subordinados a bases enemigas o propias desde el mapa para las tareas de asalto o defensa. Para la acción básica, en cambio el juego se controla de manera muy similar a cualquier otra consola, con sencillos combos de dos botones, cuadrado y triángulo, y otro para lanzar a los oponentes al aire para encadenar combos. Con el segundo stick de la consola también nos aseguramos de que la cámara no nos jugará malas pasadas, o al menos serán las menos –la agresividad de los enemigos básicos casi nunca nos pone en aprietos-, algo bastante importante en un título en el que estaremos rodeados prácticamente todo el tiempo. Es a la vez un punto fuerte y débil de Next, como del resto de Dynasty Warriors: su jugabilidad es extremadamente simple, es sencillo de controlar, pero cae en la repetición con facilidad aún con las novedades introducidas.
Dynasty Warriors Next cuenta con varios modos de juego. El principal es la campaña, típico de la saga consistente en dominar territorios de una China en transición por las guerras de reinos y el fin de la dinastía Han. Elije zona a dominar –siempre que esté conectado a otro punto-, configura a tu personaje con armas y equipamiento, y salta a la acción dominando bases del mapa acompañado por tus acólitos o cumple los objetivos ordenados siguiendo acontecimientos históricos para desbloquear nuevas armas o uniformes. El argumento, si no estás familiarizado con el trasfondo que se cuenta, quizás te suene a chino -nunca mejor dicho-, y desgraciadamente que el juego no esté traducido, ya que viene en inglés como las voces, no ayuda demasiado a seguir el hilo de los acontecimientos e incluso los tutoriales. Existe una enciclopedia de personajes y de la historia de los Tres Reinos para ayudar un poco a entender el marco histórico que puedes leer con más calma, pero también en inglés. En el peor de los casos, si no dominas el idioma, puedes olvidarte totalmente del argumento porque el juego sigue siendo divertido y no necesitas muchos motivos para repartir bofetones y golpes.
Otra opción importante es el modo conquista, donde podemos jugar con un oficial editado por nosotros o uno de los protagonistas de la historia pero sin las restricciones impuestas por los acontecimientos reales. Consiste en cumplir objetivos y dominar territorios con algo más de libertad que en la campaña, con opción de modo versus para competir contra otros jugadores. En el modo coalición en cambio podemos unirnos a tres jugadores más en cooperativo, pero sólo en modo ad-hoc. Las funciones en red, que se pueden activar durante el modo campaña o conquista, ofrecen datos descargados de otros usuarios –realmente es luchar contra sus fantasmas y no contra ellos directamente- y mejoras como bonificaciones o relleno del indicador Break. Además de varios minijuegos –que vamos desbloqueando- que también hacen uso las características de Vita, tenemos otra opción típica de realidad aumentada consistente en fotografiar con la cámara de la consola al personaje que deseemos superpuesto sobre el fondo real.
Los Dynasty Warriors no son unos juegos que destaquen principalmente en gráficos –no explotan la potencia de ninguna consola por la que han pasado-, pero sí necesitan un mínimo exigible porque la jugabilidad va ligada directamente al número de enemigos en pantalla, su inteligencia artificial, la fluidez general, y que el sacrificio realizado en los escenarios no sea tan grave como para dejar la calidad del fondo a un nivel irrisorio. PS Vita cumple sobradamente con este requisito y gracias a él, podemos disfrutar de una entrega que poco tiene que envidiar de los últimos juegos vistos en PlayStation 3 o Xbox 360 salvo precisamente en esos escenarios. Sigue sin despuntar en lo visual, pero comparando el mérito con las domésticas, nos parece un gran logro para una portátil que consiga mover a tantos personajes de manera sólida y con la habitual nitidez de la pantalla, que permite ver hasta el último rival del pelotón enemigo por lejos que esté. Si, el campo de batalla está muy desangelado, y si desvías tu mirada de la acción verás aparición de personajes o vegetación, pero son defectos asumibles. Preferimos ausencia de ralentizaciones en este tipo de juego a más árboles en el decorado.
En cuanto al sonido, encontramos ocasionales guitarreos que no pegan mucho con la ambientación histórica, aunque no son malos, y los diálogos y voces en inglés. Lo mejor: el ruido de la algarabía y el choque de espadas constante que nos rodea.
Conclusiones
Aunque no se aleja demasiado del desarrollo de otros Dynasty Warriors, Next nos sorprende con un control táctil que funciona aceptablemente y una cantidad muy numerosa de enemigos en pantalla sin recortes gráficos importantes. Si te gusta la saga, no debería haber ningún impedimento en hacerte con esta entrega portátil, que se maneja estupendamente con los botones del sistema. Acción al estilo hack’ slash que como competencia similar más directa ahora mismo sólo tiene a Ninja Gaiden Sigma Plus, enfocado a un combate más técnico y preciso. Por otro lado, está claro que si no te apasionan los Dynasty Warriors, esta entrega no cambiará tu opinión general de la saga.
Un buen juego, en definitiva, divertido y con muchas horas de combates, que arrastra las virtudes y defectos –algo paliados por las novedades provenientes de las características de Vita- que conocemos sobradamente de esta serie, ahora en tamaño de bolsillo.