Análisis de Danganronpa: Trigger Happy Havoc (PSVITA, PC, Android, iPhone)
No llegan demasiadas novelas visuales a Occidente, de manera que hay que valorar cada atrevido lanzamiento de este género tan popular en Japón que salvo contados casos –Ace Attorney el más relevante- no da el salto a otros continentes. Este fue el caso de Danganronpa en PSP, lanzado en 2010, pero no de su versión para PS Vita, que nos llega ahora para descubrir todo lo que se esconde detrás de su misterioso punto de partida. ¿Estás listo para entrar en el enfermizo mundo Hope's Peak Academy y sobrevivir a un curso que promete ser mortal?
Tú eres Makoto Naegi, un joven estudiante que está a punto de entrar en una elitista escuela para genios que destacan en algún aspecto, desde grandes deportistas, una promesa de la moda al super otaku o el macarra definitivo. Cada uno de los quince pintorescos personajes es una gran promesa en un campo, excepto Naegi. Por casualidades de la vida, ha sido aceptado en este exclusivo recinto para cursar sus estudios y, según se dice, conseguir un prometedor futuro laboral.
¿Quién puede negarse a ello? Pero aprobar los exámenes es el menor de los problemas que viviremos dentro de Hope's Peak cuando despertemos encerrados en lo que parecen las instalaciones del edificio sin posibilidad de escapar. Justo cuando el protagonista pensaba que su virtud era la suerte, descubre que se trata de la mala noticia. En esta situación se encuentra también el resto de compañeros con los que habrá que aprender a convivir forzosamente.
El organizador de este macabro juego es Monokuma, una especie de oso con dos caras que se presenta pronto para explicar las reglas que regirán el resto de sus vidas a partir de ese momento, ya que es imposible huir del lugar. Sólo existe una forma de salir como graduado: matar a un compañero y no ser descubierto, que automáticamente supondrá la muerte del resto de personajes; en cambio, si un consejo desenmascara al asesino, éste será matado de una manera violenta e irónica. La propuesta no parece gustar a ninguno de los reclusos y es evidente que las suspicacias empiezan a aparecer en el grupo porque es inevitable que alguien tome la iniciativa. Nuestro deber será investigar cada muerte y determinar con pruebas sólidas al culpable.
Hay que tener en cuenta un pequeño gran inconveniente con Danganronpa para el mercado hispanohablante: nos llega en completo inglés. Ninguno de los diálogos utiliza un lenguaje excesivamente complicado, a fin de cuentas los protagonistas son jóvenes que usan palabras cotidianas, pero es un requisito comprender el idioma y saber leer entre líneas. La jugabilidad es la narrativa, tendremos toneladas de textos por analizar, y en las etapas de juicio hay presión por el tiempo para tomar una decisión o contrarrestar un argumento.
Danganronpa: Trigger Happy Havoc es principalmente una novela, y por ello una de sus bases jugables es la investigación y los diálogos con nuestros compañeros. Cualquiera puede ser un asesino en potencia y dependerá de nuestras pesquisas, intuición y búsqueda de contradicciones salir victoriosos del lugar. Spike Chunsoft se ha decantado por dar a cada alumno un fuerte estereotipo muy del estilo manga, lo cual no es necesariamente algo negativo –en mayor o menor medida cualquier anime cuenta con estos arquetipos-, pero si es cierto que eso resta un poco de naturalidad al desarrollo de cada personaje porque se llevan estos rasgos hasta el extremo y se limita su evolución sicológica.
El mérito de los guionistas es dar un trasfondo y motivaciones a cada muerte de manera lógica, lo que nos harán plantearnos si realmente acusamos a un posible asesino por las pruebas o sólo por nuestra antipatía a la persona. Y es que entre tantos personajes es más que probable que algunos nos caigan gordos –y no lo decimos por el obeso friki- desde un primer momento, como el rico heredero de una fortuna, la escritora listilla que siempre se siente acosada o la mentirosa compulsiva vestida de lolita gótica.
La navegación en Danganronpa ofrece básicamente la misma libertad de movimientos que otras novelas visuales, no obstante el uso de entornos tridimensionales y pasillos para explorar en primera persona es mucho más agradable que pases de ilustraciones o navegación por menú, en las habitaciones se permite girar la cámara unos grados y buscar el mejor ángulo. Cuando disponemos de tiempo para investigar el área en nuestros ratos libres podremos interactuar con objetos del escenario, entre los que a veces se encuentran unas monedas para comprar regalos. Gracias a la pantalla táctil de PS Vita usaremos indistintamente nuestro dedo tocando el escenario o el método tradicional controlando el cursor con la palanca derecha. Hay un botón que destaca los objetos sensibles, así que no consiste en pasar el puntero o el dedo por toda la pantalla a modo de las viejas aventuras gráficas.
Cuando se comete un crimen habrá un tiempo para examinar los cambios producidos y cualquier huella que arroje luz al caso. Una vez recopilado el material comienza el juicio, la parte más entretenida del juego, donde deberemos rebatir las opiniones del resto de estudiantes, que normalmente van orientadas a acusar a una persona en concreto, y unir las piezas del puzle para defender o acusar con conocimiento. Estos juicios tienen varios sistemas interactivos con los que podemos detener una conversación atacando los puntos débiles del texto –resaltado en otro color- con las pruebas.
También hay formas de ralentizar el debate –aumentar el concentración-, y diversos minijuegos destinados a romper una coartadas o dirigir la conversación en la buena dirección: deletrear una pista mediante disparos a letras, una prueba de ritmo, conexión de pruebas con frases concretas y la definitiva reconstrucción de los hechos rellenando un cómic con viñetas. Naegi debe ganarse el liderazgo en estos juicios si quiere tener influencia en el veredicto, sobre todo a medida que avanzamos en el juego, cuando los casos se convierten en más difíciles, con menos pistas y con más aspectos que debatir. Cada acierto fortalece nuestra posición, pero los errores nos restan credibilidad, no se trata de gastar nuestras "balas" –representación de nuestras razones- a lo tonto.
Aunque Danganronpa: Trigger Happy Havoc ejecuta muy bien la tensión de este tipo de juicios improvisados en los que el traidor puede ser cualquiera de los acusadores, la facilidad de los primeros casos en los que la solución se hace evidente por una pista clarísima puede exasperar a más de un jugador porque aun así habrá que pasar por todo el proceso judicial que puede superar la hora. En otro lado de la balanza podemos poner que los crímenes están bien construidos y la solución no se extrae con suposiciones endebles: todo tiene su explicación y hay que construir todo el asesinato, no basta con detectar al culpable.
En total, tendremos unas 30 horas de diversión charlando con los superdotados en los ratos libres, prestando atención a cambios en cada habitación, atando cabos y sorprendiéndonos con los giros del argumento. Danganronpa habría ganado más, en nuestra opinión, con un planteamiento un poco más serio, con más carga de tensión durante los diálogos con el resto de estudiantes, principalmente porque en ocasiones es fácil desconectar con el ambiente y el peligro que se supone real cuando tu interlocutor es una chica con más músculos que Zangief o un motero con tupé imposible. Transmite el humor loco japonés, para lo bueno y para lo malo.
Frente al clima de humor negro y malsano del instituto impuesto por el extraño Monokuma el juego utiliza una estética pop, muy colorida y casi alegre, que nos recuerda directamente a la presentación de los últimos Persona, aunque hay que admitir que los retratos de personajes no tienen la calidad de la serie de Atlus. Es un contraste con el argumento sin duda curioso, que usa fondos poligonales con siluetas tipo diorama para personajes y algunos objetos.
Cada estudiante tiene una serie de ilustraciones para expresar emociones, por lo que sin llegar a estar realmente animados, al menos transmiten emociones. No es que sea un juego que explote las capacidades de PS Vita –nació para PSP- puesto que los entornos tridimensionales son sencillos, pero la estética salva la papeleta de los gráficos. Lo que sí que vamos a criticar es que, aceptando su poca carga gráfica, debería aplicar antialiasing y suavizar los dientes de sierra, algo que daría a la imagen un mayor aspecto de ilustración manga.
El juego nos llega doblado al inglés y japonés; no todas las líneas están leídas, sucede mucho que el personaje sólo grita una exclamación o frase que resume su comentario. La banda sonora es notable, requisito necesario para no cansar rápido al jugador porque es lo que vamos a escuchar durante toda la partida. El estilo es principalmente electrónico, incluso cañero si el evento lo requiere.
Conclusiones
Quitando el cuestionable abuso de estereotipos, que tampoco debería ser un obstáculo para su compra, los mayores inconvenientes que vemos a Danganronpa: Trigger Happy Havoc son los típicos del género: extrema linealidad, poca rejugabilidad una vez conoces la historia y un desarrollo que puede hacerse lento en contados tramos. Pero, aún con todo, no podemos negar que nos ha enganchado y sorprendido en varios giros dramáticos.
Es fácil leer a los jugadores quejándose del dominio mayoritario de géneros enfocados a la acción. Bien, para ellos aquí está un estupendo juego de intrigas, traiciones y dotes detectivescas que te mantendrán pegado a la pantalla de PS Vita sin más munición que tus pruebas y razonamientos. Si después de Zero Escape: Virtue’s Last Reward te sentías huérfano de novelas visuales de calidad, ya puedes dejar de buscar.