Análisis de White Knight Chronicles: Origins (PSP)
Aunque el rol japonés no está pasando por su mejor momento, no se puede negar que Sony al menos intentó cubrir este género en PlayStation 3 con la colaboración de Level-5, un estudio popular principalmente por juegos como Profesor Layton, Inazuma Eleven y algunos Dragon Quest, como VIII y IX. Entre sus proyectos más próximos se encuentra Ni no Kuni para PlayStation 3, que ya tuvo una versión en Nintendo DS.
Para la última consola doméstica de Sony, Level-5 decidió no continuar con Dark Cloud/Chronicles o Rogue Galaxy, el que era su último juego en PS2, y crear White Knight Chronicles. El éxito en críticas y ventas fueron moderados, pero ello no impidió la continuación directa en PS3 –que incluye el primer WKC- y que Sony produjese un juego de la saga en PSP, que es el que nos ocupa: White Knight Chronicles Origins. Y a pesar de la buena experiencia que tiene Level-5 en portátiles, el desarrollo corre esta vez a cargo de Matrix Software, cuyo nombre puede no sonar demasiado pero han estado implicados colaborando en títulos casi siempre relacionados con el rol: Alundra 2, Dragon Quest V, Final Fantasy IV para DS o Tales of VS para PSP.
Uno de los problemas de llevar un juego de una plataforma a otra suele ser que el público es diferente, y aunque es probable que gran parte de los usuarios de PSP disponga de una PlayStation 3, no todos cumplen esto o no han jugado al primer White Knight Chronicles de doméstica –no fue un sonado éxito de ventas-. Por suerte, Matrix ha creado una precuela que sirve como juego independiente y que no necesita conocer todos los detalles de la trama principal, puesto que está ambientada 10.000 años antes que lo contado en aquel título. Para quien sí jugó a las versiones de PS3 le servirá para conocer algunos de los hechos contados en esos juegos, ahora de primera mano.
Origins narra una época de guerras entre dos imperios, uno de ellos con el poder de los Caballeros, capaces de derribar murallas de un solo golpe. Esta batalla prepara el terreno para los, cronológicamente posteriores, White Knight Chronicles de PlayStation 3, y así empieza con un asalto en el que nuestro protagonista es víctima de la destrucción de una de estas ciudades, y tras enfrentarse al Caballero, obviamente sale derrotado. Tiempo después despertará en un convoy de mercenarios a los que se pronto se une, que viajan en tren entre las peligrosas tierras de Athwan y Yshrenia. Este vehículo será nuestra base principal de operaciones en el juego, y dispone de varios vagones que explorar para acceder a misiones o mejorar nuestro equipo, por ejemplo. Podríamos decir que equivale al poblado principal de los juegos de caza. El juego está traducido al castellano, y con buena calidad, así que el idioma no es en esta ocasión una barrera para entender menús o seguir la historia –algo ligera y con personajes un poco estereotipados-. Teniendo en cuenta que en PSP no abunda el rol traducido tanto como nos gustaría, es un punto a tener en cuenta.
Origins utiliza un sistema de combate similar al de los juegos en doméstica, es decir, se trata de combates con algo de libertad, seleccionando opciones en tiempo real para actuar, en escenarios con cierta exploración que muestran a los enemigos corriendo por el mapa. Aquí no hay combates aleatorios ni luchas estáticas por turnos, y eso es porque la saga WKC siempre ha introducido algunos elementos de juegos multijugador –de ahí que Origins permita cooperativo entre cuatro usuarios-. El primer paso de hecho es personalizar nuestro protagonista, con un editor típico de estos casos: nombre, sexo, color de piel, complexión física –altura, anchura-, color de piel, detalles de la cara, voz… Es bastante completo aunque durante el juego sólo apreciaremos realmente los rasgos elegidos en las cinemáticas y secuencias de diálogo, durante la partida la cámara está situada demasiado lejos como para apreciar realmente pequeños matices.
Antes de la batalla, en los preparativos de las misiones que se irán presentando, podemos acceder a la personalización del héroe o heroína para afrontar mejor los combates, aunque esto también se podrá realizar en cualquier momento, incluso en una lucha –eso sí, el tiempo no se detiene y nos machacarán si lo hacemos-. Lo principal será elegir los comandos para el combate, que elegimos mediante la cruceta de direcciones y X, como golpes, magias, objetos y combos. La clave está en crear listados de comandos propios listos para ser usados según nuestra estrategia, y existen muchas opciones de personalización y habilidades que adquirir. En la partida, manejamos únicamente a nuestro protagonista, mientras que la inteligencia artificial se ocupa del resto del equipo. Por supuesto, no hace falta decir que, como sus "hermanos mayores", el juego gana jugando acompañado, y esa es parte de la gracia de la saga White Knight Chronicles, moverse entre las aguas del rol en solitario y el multijugador, ofreciendo más contenido que un RPG tradicional aunque menos que un auténtico MMO –juego multijugador masivo online-.
Los gatillos se utilizan para controlar la vista, que viene a ser la solución más socorrida en PSP para este tipo de "problema" en la cámara libre, mientras que cuadrado es la defensa, necesaria para reducir gran porcentaje del daño, algo vital contra los ataques fuertes –la consola ya avisa cuando sucederá esto con algo de antelación señalando nuestro personaje-. Tras cada victoria, se obtienen los habituales materiales para mejorar equipo, y hay que avisar que algunos escasos objetos sólo se pueden conseguir en misiones online, así que es un incentivo más para saltar a la red.
La interfaz es bastante completa, demasiado dirá alguno. Sigue siendo tan intrusiva en la pantalla como en las versiones de alta definición, con líneas de texto tipo chat de los diálogos de los personajes en pantalla. Este elemento recuerda mucho a los MMO, con líneas de comandos, el mapa, estado de cada miembro del grupo, etc. También la navegación por el menú abruma inicialmente por su complejidad, pero tras unas horas estaremos dominando el arte de seleccionar comandos y superando las misiones sin demasiados problemas.
El desarrollo de Origins es el que se ha impuesto principalmente debido al éxito de Monster Hunter, es decir, el de misiones que enlazan con la historia principal. Quizás no es el desarrollo más habitual para un juego de rol, pero es la mecánica habitual de muchos juegos multijugador y parece apropiada para una portátil, en lugar de una aventura más continua, como lo era en PlayStation 3. Es algo a tener en cuenta, porque esta mecánica tiene sus seguidores y detractores. En cuanto al ritmo de los combates, se asemeja más a White Knight Chronicles II que al primero, ya que ambos juegos –la secuela y Origins- han tenido un desarrollo paralelo, y de hecho se lanzan en la misma fecha en Europa.
Realmente White Knight Chronicles no descubre nada nuevo, pero es un buen lanzamiento para los seguidores de este tipo de rol con dosis de acción, como Lord of Arcana o Phantasy Star Portable. Sólo hay dos particularidades que hacen de Origins algo especial: las transformaciones en guerreros poderosos con más ataque y defensa, y unos ataques especiales que deben ser coordinados entre todo el equipo para ser activados. En comparación con los otros juegos, podemos decir que es algo más complejo de dominar, aunque por otro lado, es muy personalizable en ataques y también tiene más aire a rol auténtico que, por ejemplo, otros clones de Monster Hunter. Las diferencias entre ataques y magias son importantes, y por lo tanto, prepararse bien antes de una misión es casi más importante que unos buenos reflejos en el campo de batalla.
A nivel gráfico, el juego no destaca demasiado pero principalmente es por la carga que tiene que mostrar en los escenarios –varios personajes de tu grupo más los enemigos-. Eso no impide que en las secuencias de cinemáticas veamos unos modelados aceptables, pero en general, no destaca demasiado en ningún aspecto gráfico, e intenta seguir el estilo de Level-5, a medio camino entre personajes manga, ambiente medieval y mechas japoneses. El resultado no es excesivamente llamativo, las animaciones son algo toscas y choca cómo en ocasiones recuerda al rol occidental, con escenarios apagados y oscuros, pero con personajes o enemigos de color vibrante, tipo anime.
Los escenarios naturales han perdido la cantidad de detalles que hacía al juego de PS3 vistoso –que tampoco excesivamente potente en el plano técnico- pero tampoco hablamos de un título malo, sólo que no es uno de los juegos más llamativos del catálogo de la consola. Muchas de las limitaciones vienen casi impuestas por la potencia de la portátil y que no hace "trampas" con cámaras fijas o combates aleatorios.
Hay algún aspecto técnico negativo, como los tiempos de carga. Por suerte existe la opción de instalación en tarjeta de memoria, pero si tiramos únicamente de UMD estos tiempos se hacen algo pesados, y son habituales para desplazarnos entre los vagones que sirven de base o por los escenarios de exploración –divididos en "salas", como Monster Hunter-. El juego carga incluso entre pequeñas habitaciones de mazmorras aparentemente iguales, es un poco molesto. Si nuestra intención es jugar en sesiones de larga duración, es más que recomendable agilizar estas pausas.
En cuanto a la música, buenas partituras con sonidos épicos y algo celtas, que quizás no son de lo más memorable que hemos oído en mucho tiempo, pero que acompañan perfectamente. En este apartado el juego cumple estupendamente. En cuanto a las voces –en inglés-, son prácticamente inexistentes, sólo para gritos durante combates y en alguna cinemática.
Conclusiones
El defecto de White Knight Chronicles: Origins es quizás el mismo de la saga desarrollada por Level 5 para doméstica: es un título correcto, que aspiraba a mucho más de lo que ofrece. Lo que en principio podía dar para una gran serie de rol épica, con combates emocionantes contra grandes enemigos, queda en un sabor agridulce. El sistema de personalización es profundo, pero los combates suelen ser un poco caóticos y la historia no es excesivamente original o interesante –los juegos de guerras entre naciones los tenemos a patadas, pese a la inclusión que hace especial a los WKC, los Caballeros-.
Existen dos principales motivos para hacerse con Origins. Uno, ser fan de White Knight Chronicles, con lo que este título será una buena opción para descubrir más detalles de la trama con una jugabilidad similar a las versiones de PlayStation 3, sólo que desarrollado en misiones, y dos, tener la opción de disfrutar de juego en red, donde la diversión siempre es mayor. Si buscas rol japonés traducido quizás esta sea una de las últimas grandes oportunidades del catálogo de PSP, que ya vislumbra su final, aunque en el fondo no sea un título indispensable.