Análisis de Valhalla Knights 2 (PSP)

En los inicios del otoño del año 2007, llegó a nuestras portátiles un juego de rol y acción que, pese a no contar con un excelente apartado gráfico ni aportar nada demasiado novedoso al género, produjo un cierto impacto en el público aficionado, sobre todo debido a su notable jugabilidad y al número de opciones de personalización del grupo de personajes protagonistas. Este título se llamó Valhalla Knights y, la verdad, tuvo un notable éxito entre los usuarios de PSP.

Y, desde hace unos cuantos meses, sabemos que la segunda parte de la saga estaba en camino y, ciertamente, la esperábamos con fruición, expectantes ante posibles cambios a nivel técnico y jugable que le permitieran entrar dentro del registro de las grandes sagas roleras. Cambios que, desgraciadamente, no han sucedido, al menos no de manera evidente: pese a que el juego cuenta con un trasfondo argumental un poco más denso que la primera parte de la serie, pocos cambios más observamos en un juego que, a todas luces, ofrece las mismas opciones (y los mismos errores) que su precedente. Además de poseer un apartado técnico que comienza a resultar obsoleto para los tiempos que corren...

Argumento del juego.

Una diosa malvada dormita desde los tiempos del Juicio Final, aquél fatídico momento en que los dioses abandonaron a la humanidad y todo parecía perdido. Pero ese mismo día, una poderosa bruja se enfrentó al maligno ser y consiguió herirle en la espalda, arrancándole una de sus dos alas. La diosa se batió en retirada, pero de su herida brotaron los Hostiae, deformes y malvados seres que ahora aterrorizan el mundo y sus habitantes. Entretanto, la diosa consiguió refugiarse en las profundidades del corazón del mundo, en el cual regenera su cuerpo y sana sus heridas, en espera del mejor momento para resurgir y destruir finalmente el universo. Pero en la batalla contra la bruja perdió el Cristal Blanco, un poderoso elemento que puede delatar su guarida a los mortales y, por tanto, ser su perdición.

Mil años después de la batalla contra la diosa, la tierra de Weiselheim acoge a dos facciones que luchan por la paz, aunque por medios diferentes. Por un lado, están los Obviam Deis, quienes buscan destruir finalmente a la malvada diosa. Y por el otro, los Decem Pennae, que sólo quieren poder coexistir con ella en paz, buscando un equilibrio entre la humanidad y el poder divino. Así, a pesar de ser dos facciones que luchan por el bien común, ambas entablan una batalla sin cuartel por la recuperación del Cristal Blanco, elemento que les permitirá, sin duda, alcanzar –de una manera u otra- la paz.

En el juego, encarnaremos a un huérfano que se encontrará con la posibilidad de pertenecer al ejército de los Latroci, ejército que se está reclutando entre aquellos que hayan nacido bajo el signo de la bruja que salvó el mundo en el día del Gran Juicio, y que comparten su voluntad de proteger de la diosa y los Hostiae a todos los habitantes de la tierra. Una vez encontremos nuestro lugar en esta épica batalla, nuestros pasos nos conducirán a la búsqueda de la maligna deidad, con el único objetivo de devolver, finalmente, la paz a nuestro mundo.

Sistema de juego.

Valhalla Knights 2 es un juego que contiene los patrones básicos del género de rol de mazmorras y acción, cosa que, por otro lado, ya viéramos en la primera entrega de la serie. Manejaremos, en principio, a un único personaje, y estableceremos nuestra base de operaciones en la ciudad de Biblos, pequeña aldea en la cual conseguiremos un buen número de misiones, aparte de poder comprar objetos en la armería, poder asistir a las pregarias en la iglesia para recuperar la vida de algún compañero de equipo, conversar con los habitantes de la ciudad para conseguir consejo para algunas de las misiones, o asistir a las audiencias en palacio –audiencias que, por otro lado, siempre marcarán puntos clave en el argumento del juego-.

En la armería podremos comprar tanto armas y equipamiento, como multitud de objetos, pociones y accesorios de diferentes tipos, como es usual en estos títulos. Por otro lado, podremos descansar después de una batalla y guardar nuestra partida en la posada de la ciudad. Y, por útlimo, nos encontraremos a la salida de la aldea con uno de los locales más importantes del juego: el Gremio, en el que nos encomendarán las diferentes misiones del título y en el que, además, podremos entrar en un combate cerrado en un Coliseo contra diferentes tipos de Hostiae, combates que nos permitirán aumentar nuestros ingresos, así como nuestros puntos de experiencia y fama.

En esta localización entraremos en contacto con la persona que nos dará, como ya hemos dicho, nuestras primeras misiones como miembro de los Latroci, misiones que consistirán en destruir a un número determinado de enemigos de una especie en concreto, conseguir algún objeto, o cumplir con determinados objetivos específicos en las diferentes mazmorras del juego. La primera de las misiones nos pedirá que busquemos un objeto desconocido en el bosque de Domerul. Ésta misión, en caso de llevarla a buen puerto, será la puerta que nos abra el acceso a ingresar como miembro de los Latroci en el Ejército Real, cosa con la que, por lo visto, llevamos soñando desde hace mucho tiempo.

Una vez seamos miembros de los Latroci, podremos ir aceptando las diferentes misiones del juego (solamente una por vez, cosa que, realmente, sorprende, ya que muchas de ellas comparten objetivos o localizaciones comunes, y sería mucho más sencillo que pudieran realizarse simultáneamente). Para cumplir con las diferentes misiones, contaremos con la posibilidad de reclutar miembros para nuestro equipo, hasta un máximo de seis personajes (incluyendo el protagonista). La verdad es que la diferencia entre luchar solos o luchar junto a otro u otros personajes, en muchas ocasiones, puede resultar muy relevante, ya que, hasta que no adquiramos cierto nivel de experiencia, los combates nos parecerán de muy elevada dificultad (dificultad que, por otro lado, se reduce considerablemente en caso de que contemos con más de un personaje en nuestro equipo).

Selección y personalización de nuestro grupo.

Tanto al comenzar la aventura como al elegir a un aliado para nuestras pesquisas por las diferentes mazmorras del juego, se nos dará la posibilidad de crear un personaje desde cero. Podremos elegir, al principio, entre cinco razas diferentes, cada una con dos personajes de sexo contrario. Así, contaremos con las razas siguientes: elfos, humanos, hobbits, enanos o akatoki. Cada uno de ellos cuenta con unas habilidades propias y unos atributos que les permiten destacar en unas habilidades más que en otras, a excepción de la raza humana, que es la más equilibrada en todos los aspectos. Así, por ejemplo, los elfos serán más dados a la magia, los enanos poseerán una enorme fuerza, los hobbits velocidad de movimiento y precisión en el tiro con arco, y los akatoki una gran destreza en las artes marciales.

Contaremos también con dos razas desbloqueables durante el juego, de las que preferimos no hablar para no desvelaros más de lo necesario. Una vez hayamos seleccionado la raza de nuestro personaje, podremos seleccionar su cara y su peinado entre una serie de opciones. Esta opción no está nada mal, aunque, ciertamente, no deja de ser anecdótica, ya que los gráficos del juego tampoco son tan detallistas como para que las diferencias sean notorias entre una selección u otra.

Por último, se nos permitirá elegir la profesión de nuestro personaje, profesión que determinará las habilidades y los atributos del mismo, así como la posibilidad de usar diferentes tipos de magia o no. Tendremos cinco profesiones a nuestros alcance: luchador, el cual está sobradamente preparado para el combate con armas y escudos; mago, el cual domina la magia ofensiva; clérigo, que tendrá grandes poderes mágicos de defensa y curación; ladrón, de gran rapidez de reacción, con grandes aptitudes para la evasión y un amplio dominio de las armas de largo alcance; y, por último, monje, que domina como nadie el combate cuerpo a cuerpo.

Podremos ir mejorando los diferentes atributos de nuestros personajes a medida que vayamos subiendo de nivel y se nos otorguen puntos para aumentar nuestros niveles de fuerza, vitalidad, velocidad, destreza, suerte, etc. En este aspecto, el título no difiere en absoluto con los grandes clásicos del género. Por otra parte, a medida que vayamos avanzando en el juego, podremos ir adquiriendo habilidades que podremos poner en práctica en los combates, como la habilidad de esquivar o bloquear los golpes, así como nuevos poderes mágicos para nuestros clérigos y magos.

También podremos modificar las bases del comportamiento en combate de nuestros personajes, a través de un esquema hexagonal que nos permitirá modificar de una forma muy gráfica la eficiencia de algunos habilidades genéricas de nuestros personajes, como el ataque con armas, la magia de curación, el uso de los diferentes objetos del juego, o la magia ofensiva. Esto mejorará las conc¡diciones de algunos parámetros por encima de otros, con lo que nos permitirá especializar a nuestros personajes en un determinado estilo de combate o un determinado tipo de habilidades.

Sistema de combate.

Como ya hemos dicho, los combates del juego se suceden en diferentes mazmorras, a las que accederemos una vez hayamos salido de la ciudad de Biblos. El problema es que para acceder a algunas de las localizaciones del juego, deberemos de pasar por todas las mazmorras que encontremos de por medio, con lo que nuestro deambular por el exterior de la ciudad puede convertirse en un paseo interminable por un camino repleto de enemigos. Además, las mazmorras tiene forma laberíntica, y no podremos ver más que una sección reducida del mapa durante el juego, con lo que perdernos en su interior resultará muy sencillo.

Cada vez que nos encontremos con un enemigo en el camino, entraremos en combate. El escenario de combate es un espacio de dimensiones reducidas en el que se enfrentarán un número variable de adversarios contra nuestro grupo de personajes. Al personaje principal (podemos cambiar éste en el menú de juego) lo manejaremos nosotros, mientras que al resto los manejará auntomáticamente la máquina. La verdad es que la inteligencia artificial de nuestros compañeros de equipo no está nada mal. De hecho, en general, nosotros resultaremos más dañados en combate que nuestros compañeros, cosa que, ciertamente, es de agradecer, ya que nos tendremos que ocupar fundamentalmente de nosotros mismos durante el transcurso de cada combate.

A través de los botones frontales de la consola, realizaremos los ataques de nuestros personaje, entre los que se cuentan un ataque básico y un ataque especial de gran poder. Para centrar la vista en un objetivo deberemos de mantener pulsado el botón lateral R, mientras que con el botón L y la cruceta de control accederemos a una serie de accesos directos que nos darán paso al inventario de nuestro equipo, así como a la posibilidad de usar la magia de nuestro protagonista (en caso de que pueda utilizarla) o diferentes habilidades de combate, las cuales deberemos de haber asignado previamente a cada una de las direcciones de la citada cruceta.

Cabe decir que, a medida que avance el juego, nuestro personaje podrá aprender una serie de profesiones secundarias, las cuales le permitirán acceder a un repertorio de habilidades que, en principio, no son propias de la profesión que hayamos elegido al inicio del juego. Así, un personaje que sea luchador puede aprender la profesión secundaria de mago o clérigo, cosa que le permitiría utilizar la magia durante el juego. Pero esto sólo lo podremos realizar a partir de cierto nivel de experiencia: en los primeros estadios del juego, deberemos de conformarnos con las habilidades básicas de cada personaje de nuestro equipo, cosa que nos obligará a plantearnos la elección de los diferentes personajes según los patrones tácticos que tengamos pensado desarrollar en combate.

Encontraremos enemigos de diferentes tamañoz y formas, cada uno con unos atributos y habilidades diferentes del resto. Pese a todo, la repetición de enemigos es algo habitual en el juego, como también veremos la usual diferenciación de diferentes tipos de Hostiae únicamente por su color. Encontraremos enemigos que nos envenenarán o paralizarán, o afectarán a nuestro estado de mil y una maneras, como es también habitual en estos títulos, así como enemigos de gran tamaño, como demonios y dragones, que nos harán la vida imposible en determinados momentos del juego. Como ya hemos dicho, es muy importante tener un buen repertorio de habilidades y un equipo de personajes un poco estudiado para conseguir la victoria en los combates de mayor nivel.

Valhalla Knights 2 cuenta con un modo multijugador que nos permitirá enzarzarnos en combates contra otro jugador y su plantel de personajes, así como luchar conjuntamente para resolver misiones independientes (específicas para el modo multijugador) de manera cooperativa. Para ello, cada jugador deberá contar con una copia del juego, y únicamente podremos jugar mediante la conexión ad hoc de nuestras consolas.

Apartado técnico.

Sorprende que, frente a otros juegos del género como el magnífico Final Fantasy VII: Crisis Core -el cual cuenta con un apartado técnico excelente en todos los sentidos-, aún se continúen lanzando al mercado juegos que presentan un aspecto gráfico tan mediocre como el que nos ocupa. La representación de los personajes en primer plano, así como las secuencias que utilizan el motor propio del juego, son las que mejor demuestran la calidad general del título, calidad que, realmente, no está a la altura de las circunstancias.

Otro cantar es la escena cinemática de la introducción del título, así como algunos detalles en los cambios del personaje según vayamos adaptando sus habilidades y equipamiento. Pero, en general, el juego adolece de un apartado gráfico repetitivo y poco cuidado, tanto en cuestión de modelados como de texturas y animaciones. Los escenarios son, ciertamente, muy extensos, aunque –como el resto de elementos del juego- acaban por ser repetitivos hasta la saciedad.

El apartado sonoro del título tampoco es nada del otro mundo. Frente a una gran cantidad de sonidos genéricos (algunos, incluso, inclasificables, como el sonido que hacen la multitud de liebres y conejos que pueblan las hordas de Hostiae con las que nos encontraremos) y una ausencia total de voces en el juego, nos enfrentamos a una banda sonora que no denota especial calidad, con una serie de temas demasiado parecidos entre sí (casi todos derivados del tema musical principal del juego) y que, a la larga, acabarán cansando al jugador.

Por último, el apartado jugable es notable, aunque el método de control en lo que respecta al uso de las habilidades y la magia en combate puede resultar un poco incómodo. Los combates son en tiempo real, y cuando estemos seleccionando una magia o una habilidad, nuestros enemigos no dejarán de atacarnos. El método de los accesos directos no acaba de ser tan accesible ni tan directo como debería, con lo que en muchas ocasiones pasaremos de utilizar las habilidades mágicas y de combate de nuestro personaje para enfrentarnos a nuestros enemigos cuerpo a cuerpo con nuestras armas (o en la distancia, en caso de tener un arma de largo alcance).

Conclusiones.

Valhalla Knights 2 es un título genérico de rol que no mejora en absoluto la primera entrega, aunque realmente su aventura goce de una dosis considerablemente mayor de sostén argumental. Es un título muy aconsejable para los jugadores que disfrutaran con la primera entrega y quieran un poco más de lo mismo, además de los jugadores que gusten de los juegos de rol y acción con un gran número de posibilidades de personalización de personajes. A pesar de todo, no es, ni mucho menos, un título que destaque sobre el resto de juegos del mismo género en PSP, resultando ser, al fin y al cabo, un título más del montón.