Análisis de Tekken: Dark Resurrection (PSP)
No había duda de que las grandes franquicias de PlayStation 2, a fin de cuentas las mayores responsables de su éxito, llegarían tarde o temprano a PSP, la consola portátil de Sony tan pareja en potencia a PS2. Desde hace un año hemos visto conversiones o versiones para PSP de grandes franquicias que han sido de muy diversa factura, y aunque cada vez abundan más las creaciones originales para la máquina de Sony, no parece que a corto plazo vayan a dejar de llegar nuevas adaptaciones. Tras GTA, Need for Speed y Pro Evolution Soccer, llega otro de los grandes, Tekken, que probablemente es el juego que mejor ha dado el salto a PSP. La versión portátil de Tekken está tremendamente bien adaptada y es tan buena como cualquiera de las originales de PS2.
Tekken: Dark Resurrection ha sido diseñado desde cero para PlayStation 2, rehaciendo cada una de las animaciones de los personajes para adaptarlos al juego, pero funcionalmente es una conversión de Tekken 5 o, mejor dicho, de la última actualización de la recreativa de Tekken 5 que se llama, naturalmente, Dark Resurrection.
Como es de esperar, no solo refina la jugabilidad del Tekken 5 original, equilibrando más los personajes, sino que además incluye nuevos escenarios, movimientos y, lo que es más importante, personajes. Los usuarios de PSP jugarán con luchadores que los usuarios de PS2 no han podido disfrutar en la adaptación de Tekken 5 para esta consola y, además, todos ellos estarán disponibles desde el principio.
Los nuevos personajes son el potente Dragunov y la rápida Lili, pero lo que verdaderamente llama la atención no es la alta variedad de personajes ni los numerosos modos de juego, de los que hablaremos antes, sino sobre todo la calidad de la adaptación y el poderío gráfico del que hace gala esta adaptación de Dark Resurrection. PSP no es tan potente como una PS2, ni naturalmente como la placa arcade en la que corre el juego, pero el resultado no desmerece en absoluto y se trata simple y llanamente de uno de los mayores espectáculos que se han visto en la panorámica pantalla de PSP; Namco nos tiene muy bien acostumbrados, demostrando su capacidad para explotar el sistema desde el mismísimo Ridge Racer.
Los gráficos han sido sorprendentemente bien adaptados desde la versión arcade, y como era muy difícil adaptar las animaciones de esta versión a PSP, el equipo de Namco Bandai ha rediseñado los modelados de los personajes, haciéndolos de menor calidad, y rehecho las animaciones desde cero para que no parezca una conversión rápida en la que se han hecho cortes, sino un juego de tomo y lomo. El resultado es espectacular, y lo mismo ocurre con los escenarios, sin duda la parte que más se ha sacrificado para resaltar los luchadores, que aunque están más lejos que estos de lo visto en el arcade, también acompañan muy bien. El juego se mueve como la seda, a 60 fotogramas por segundo, sin ninguna ralentización. Únicamente las secuencias cinemáticas generadas por el motor gráfico de la consola van a 30 fotogramas por segundo, y los vídeos prerrenderizados son los mismos que los del juego original, adaptados a la pantalla de la consola portátil de Sony.
Tras alabar los gráficos que, repetimos, son de lo mejor que se ha visto en PSP, toca hablar de la jugabilidad. El sistema de lucha de la saga Tekken se ha adaptado a la perfección y, como en Tekken 5 de PS2, esta entrega de Tekken es la que tiene mayor profundidad y una curva de aprendizaje para cada luchador más constante y gratificante. También tiene el mayor equilibrio entre las diferentes formas de jugar; las llaves son poco abundantes, y los combos largos pueden pararse en numerosos momentos. Dominar tu personaje, conociendo su repertorio de golpes, y conocer al del rival, sabiendo cuándo atacar, son las claves para alzarse con la victoria en este nuevo campeonato del puño de hierro.
Los modos de juego de este Tekken Dark Resurrection siguen la misma línea que los de PlayStation 2, pero incluyen algunas novedades. Aparte del modo arcade y el modo historia, la gran novedad de esta versión PSP es el modo Dojo, en el que se usarán los perfiles de inteligencia artificial que Virtua Fighter 4 introdujo y de los que Namco Bandai no tardó en tomar nota. Es decir, hay una serie de luchadores virtuales, con todo tipo de apodos y caracterizaciones de sus personajes, que tienen un estilo definido de luchar, una habilidad, y un grado de maestría, comenzando en principiante y subiendo a lo largo de los niveles Kyu y Dan. Al escoger cada uno de los luchadores del juego crearemos un perfil que comenzará en principiante, y luchando con ellos obtendremos victorias y derrotas, e iremos subiendo su rango. Pero, al contrario que en Tekken 5, donde esta progresión del personaje no estaba estructurada, en Dark Resurrection contamos con el modo Dojo.
En este modo visitaremos una serie de dojos en una isla perdida, haciendo frente a diferentes luchadores para ir progresando en ese dojo, para finalmente acceder al torneo final de ese dojo y lograr superarlo. Para acceder al torneo final tendremos que estar entre los primeros clasificados de ese templo, y para ello tendremos que lograr hacernos con la victoria en liguillas preliminares que, dependiendo de nuestro puesto, harán subir o bajar nuestra clasificación en ese dojo –no confundir con los rangos de luchador, kyu, dan, etc…-. Aparte de los torneos y las liguillas, en cada dojo también tendremos una serie de desafíos a los que acceder, léase terminar con una serie de luchadores en un tiempo limitado; todos estos combates y desafíos nos otorgarán dinero como premio, que luego podremos utilizar en la tienda para comprar nuevos objetos con los que configurar a nuestro personaje. Hay decenas de objetos que usar, y podemos hacer que nuestro luchador preferido tenga un aspecto único, y a nuestro gusto.
También podremos hacer que nuestro "fantasma" de lucha se convierta en un jugador de inteligencia artificial, e intercambiar fantasmas con otros jugadores a través de la red sin hilos, aparte de, naturalmente, jugar contra ellos en un modo ad-hoc, como si se incorporase un jugador a una partida arcade. Los fantasmas también podremos compartirlos en la red con otros jugadores, subir nuestros datos y bajar los de otros, aunque desgraciadamente no podremos jugar online contra otros jugadores. Esto no es demasiado sorprendente considerando que la versión PS2 también carece de juego online, pese a que en su día parecían haberlo prometido.
Si hemos alabado el apartado gráfico, el sonoro no se queda lejos ni mucho menos. Tekken: Dark Resurrection tiene una muy buena banda sonora, superior a la de Tekken 5, y una gran variedad de efectos para todo tipo de golpes. Otro apartado muy positivo del juego es su larga duración, no solo por la durabilidad implícita que tienen este tipo de juegos por el modo para dos jugadores sino por el "juego" que pueden dar los fantasmas y el modo dojo, retándonos a superar nuestros registros, seguir subiendo de rango y, lo que es una gran ayuda, desbloquear nuevos contenidos como ítems o vídeos.
Tekken: Dark Resurrection es un juegazo, y lo mejor de lucha que se puede encontrar hoy en día en PSP y, presumiblemente, por mucho tiempo. Namco Bandai ha hecho un soberbio trabajo adaptando los gráficos de Tekken a la consola de Sony, y también la jugabilidad, que quizás solo se resiente por la extraña cruceta de la consola –que ha dado problemas ya con otros juegos-, y que se beneficia de unos modos de juego variados y muy duraderos. Una de la compras obligadas para la consola portátil de Sony.