Análisis de Riff Everyday Shooter (PSP)

Riff: Everyday Shooter nació como un proyecto personal del desarrollador Jonathan Mak quien, en primavera del año 2005, decidió enfrascarse en la tarea de conseguir crear un juego que destacara por lo novedoso y original de su concepto. Sin duda, en la fase experimental de esta nueva creación, las ideas que surgieron fueron ingeniosas, pero en su mayoría no resultaban aptas para jugar con comodidad o, simplemente, resultaban impracticables en el momento de probarlas dentro del juego. Finalmente, la decisión fue rotunda: el sistema de juego debía de ser lo más simple posible, reduciéndose al concepto del mata-marcianos de toda la vida. La originalidad, así, vendría por otros derroteros.

El juego salió publicado durante el año pasado para la consola PlayStation 3, a través del sistema de descargas de la PlayStation Store. Visto el éxito (traducido, claro está, por el número de descargas del juego desde el momento de su publicación) y dado que un gran número de seguidores (casi tantos como detractores, todo hay que decirlo) comenzaron a sacar a ala luz las virtudes estéticas y jugables del presente título, los chicos de Sony han decidido sacar la correspondiente versión para portátil del juego, también de venta por descarga en la tienda virtual.

Y éste es el producto que hoy os analizamos aquí, un juego de acción y disparos de toda la vida, al fin y al cabo, aunque con algunas novedades características que podrán hacer que os quedéis prendados de su encanto sin remedio... O todo lo contrario.

Música independiente y colorines psicodélicos

Como ya hemos comentado, el concepto de juego no puede ser más simple: controlaremos un punto (literalmente) que deberemos de desplazar en todas las direcciones de la pantalla mediante la cruceta de control de la consola o el mando analógico, esquivando así las ingentes hordas de enemigos de todas las formas y colores que nos asediarán durante cada uno de los ocho niveles de juego, en número creciente a medida que avanza el nivel. Algunos de ellos nos dispararán, claro está, así como nosotros deberemos de dar buena cuenta de ellos con nuestros disparos, los cuales desplegaremos en todas las direcciones del mapa mediante los cuatro botones frontales.

Esto, a priori, es así de simple. Lo original de asunto, realmente, radica en todo el diseño del juego: cada uno de los niveles del mismo tiene un diseño estético exclusivo, con unos enemigos cuyas formas, colores y patrones de comportamiento son totalmente diferentes unos de otros y, además, irán modificándose a medida que transcurra el nivel. Si bien los gráficos de Everyday Shooter no parecen estar a la altura de la presente generación, reduciéndose en ocasiones a la mínima expresión gráfica, como es el caso de nuestra "nave", el despliegue de colores y de formas que da el juego es, sencillamente, espectacular, llegando incluso a saturar al jugador en los momentos en los que los enemigos pueblan el total de la pantalla, mientras los colores y las texturas de los fondos (así como las formas de algunos de los enemigos, sobre todo los de mayor tamaño) están en constante cambio.

Esquivar a los ejércitos de naves que incesantemente irán poblando la pantalla no es tarea fácil, y requiere toda nuestra pericia el superar cada uno de los niveles del juego. Aún así, contamos con un sistema de reacciones en cadena producidos por explosiones que podremos producir de diferentes maneras. Según el nivel, las reacciones en cadena se producirán de una manera u otra, siempre siguiendo patrones diferentes: por ejemplo, en el primer nivel deberemos de destruir a un tipo de nave para producir una reacción que afecte al resto de naves circundantes en el momento de la explosión (las explosiones en el juego no nos harán ningún daño, todo lo demás sí). En el segundo nivel, por otro lado, en el que veremos una serie de manchas de color conectadas entre sí, deberemos de eliminar estas manchas para destruir a las otras. En caso de que la mancha que destruyamos sea de tamaño pequeño, su destrucción quitará parte de la energía a las manchas mayores.

El sistema de reacciones en cadena, así, nos facilitará mucho las cosas, aún más teniendo en cuenta que si disparamos sobre la explosión en el momento en el que esta ocurra, podremos aumentar su tamaño y duración, con lo que aumentarán también las posibilidades de producir más reacciones consecutivas. Pero no lo neguemos: Everyday Shooter es un juego endiabladamente difícil, sobre todo as partir del tercer nivel de juego, donde las cosas comienzan a complicarse de verdad. Cada uno de los niveles del título tiene una duración temporal determinada, y deberemos de mantenernos con vida hasta que pase todo el tiempo designado para cada nivel. Y ahí entra en juego el que es realmente el punto fuerte del juego: su banda sonora.

¿Juego de acción o álbum musical?

Cada uno de los niveles del juego cuenta con una banda sonora diferente, muy dentro del estilo del pop-rock independiente, y la duración de cada una de los temas será la que determinará la duración del correspondiente nivel. Así, podríamos decir que nos encontramos ante un álbum de música descargable sobre el que superpone un notable mata-marcianos. Pero, además, cada una de nuestras acciones, sean nuestros disparos al impactar contra los diferentes tipos de enemigo enemigo, sea al producir reacciones en cadena, o sea al perder una vida, producirán sonidos diferentes que, de una manera u otra, se integrarán con la banda sonora de fondo.

Ciertamente, el efecto está muy logrado, y ayuda a resaltar la atmósfera psicodélica que inunda todo el título. No oiremos, de esta manera, ruidos violentos como explosiones o disparos a tutiplén, constituyendo de esta manera una experiencia de juego de lo más relajada. Eso sí, deberemos de mantener nuestra concentración puesta en lo que está sucediendo en pantalla en todo momento, porque el más ligero descuido representará la consiguiente pérdida de una de nuestras vidas. Y, lamentablemente, una vez perdamos todas nuestras vidas, deberemos de recomenzar todo el juego desde el principio, sin ninguna opción de salvado posible.

Una vez hemos probado Everyday Shooter, podemos entender por qué hay casi tantos detractores del juego como fanáticos seguidores: la experiencia de juego, sobre todo al principio, resulta extraña, y tantos colorines y música pueden llegarnos a cansar (aunque la banda sonora no está nada mal). Por otro lado, las instrucciones del juego se nos irán dando sobre la marcha, en unas líneas de texto que vendrán incluidas directamente sobre las imágenes en pantalla durante la acción del juego, como si se tratase de un elemento en pantalla más. Esto, a su vez, resulta ciertamente incómodo a la hora de jugar, ya que no nos deja leer con comodidad los consejos e instrucciones del juego, y puede llegar a despistarnos, aumentando las posibilidades de caer en un error fatal.

Al rico desbloqueable...

Si bien el juego en sí se nos antoja corto, aunque su dificultad no nos dejará avanzar por él tan fácilmente como nos gustaría, contaremos con una gran cantidad de elementos que podremos desbloquear a medida que avancemos en el juego, superando niveles y, sobre todo, mejorando nuestras puntuaciones. Una vez tengamos desbloqueado alguno de los elementos extra del juego, podremos acceder a ellos intercambiando nuestros puntos conseguidos durante sucesivas partidas (los cuales obtendremos recogiendo los puntitos blancos que dejarán nuestros enemigos al ser destruidos) por cada una de las bonificaciones que encontraremos en la sección de Extras.

En esta sección, encontraremos algunas bonificaciones que nos ayudarán en la aventura como la posibilidad de empezar el juego con un mayor número de vidas, así como diferentes modos de juego desbloqueables, como un modo Shuffle en el que podremos jugar a los niveles que hayamos superado de forma aleatoria (como si estuviéramos escuchando un álbum musical), diferentes filtros gráficos, así como la posibilidad de jugar a los diferentes niveles del juego en el modo Single Play, en el que lucharemos en un único nivel que elijamos entre los que hayamos desbloqueado.

Conclusiones

Riff: Everyday Shooter constituye un título complejo en sí mismo, ya que puede encantar y enganchar perdidamente como puede hacer que el jugador se sienta decepcionado y frustrado. Es un título, así, no apto para todos los públicos, y para jugadores que gusten de las experiencias nuevas y frescas, aunque en el fondo, repetimos, no es más que un mata-marcianos con un aspecto renovado y una banda sonora que, como mínimo, vale la pena escuchar un par de veces. Además, por el precio por el que podemos conseguirlo en la tienda virtual de Sony, quizás valga la pena arriesgarse a probarlo...