Análisis de Rainbow Six Vegas (PSP)
Rainbow Six Vegas pertenece a la veterana saga de acción estratégica bajo el paraguas del escritor Tom Clancy. Sus novelas de inteligencia militar han encontrado éxito en sus conversiones tanto a cine como en videojuegos. La última entrega, Vegas, destacó por sus gráficos de nueva generación, y ahora Ubi Soft se propone sorprender a los usuarios de PSP con un juego basado parcialmente en la versión doméstica.
No estamos hablando de una conversión a portátil del juego que vio la luz en Xbox360 y PC (y en poco tiempo, PlayStation 3).
En su lugar, se ha optado por una trama que complementa a las versiones más potentes, lo cual en principio puede resultar interesante incluso para quién ya ha exprimido Rainbow Six Vegas.
El avance del juego se realiza con el pad analógico, y los giros de cámara con los cuatro botones de la parte derecha. No es un control intuitivo y una vez más, se echa en falta un segundo stick, pero la medida no funciona mal y en un título algo pausado como Vegas no resulta engorroso. Los botones de dirección son utilizados para cambiar de armas, el uso de la visión nocturna, la mira telescópica o agacharse, y los gatillos para la mira automática y el disparo. Tras unos primeros encuentros con los enemigos, nos acostumbramos a esta disposición de las acciones.
Como se ha comentado, hay algunos eventos que hacen uso de una tercera persona y que rompen la monotonía del género. Con la espalda junto a la pared podemos abrir puertas con una mano y salir a disparar brevemente, y con la cámara espía (al igual que en la versión doméstica) se nos permite ver que hay tras las puertas cerradas antes de entrar en una nueva habitación. Otros momentos a destacar son los de hackeo de ordenadores o la apertura de cerrojos, funciones que serán indicadas en pantalla en su momento, y que consistirán simplemente en la pulsación de un botón durante unos segundos, momentos en los que estaremos indefensos ante posibles ataques.
El juego es accesible, incluso para los que no están acostumbrados a esta saga. El título permite ir guardando automáticamente las secciones de las misiones (divididas en cinco escenarios, ninguno de ellos directamente en los emblemáticos casinos) en puntos de control, generalmente tras un evento importante o el cambio de personaje. Las diferencias entre los dos protagonistas son interesantes (el arma de francotirador cambia mucho la jugabilidad), y sus avances están relacionados, con algunos momentos en los que hay que hacer de protector del compañero. La elección de uno u otro es automática, por lo que el usuario no tomará parte en esta decisión según sus preferencias.
Era de esperar que Vegas en su versión para PSP simplificase detalles gráficos, pero también lo ha hecho en las acciones disponibles. Ahora el juego pierde parte de realismo, ya que no se permite curar al compañero (que solo encontraremos ocasionalmente en la historia), o recoger armas y munición de los enemigos. Con la ajustada dificultad, no echaremos en falta estas opciones, pero puede causar "encerronas" en una misión; esto ocurre si somos generosos en los disparos o sufrimos daños importantes (los disparos enemigos a corta distancia están muy penalizados) desventajas que arrastraremos a lo largo de esa prueba. Esto añade un toque de sigilo y planificación a tener en cuenta, que puede obligarnos a repetir toda una misión por culpa de malas decisiones pasadas.
La inteligencia artificial de los enemigos no decepciona. Si no detectan nuestra presencia, pasean por rutas tranquilamente, pudiendo ser sorprendidos y eliminados con pocos disparos. Por contrario, una vez descubiertos, buscan coberturas tras esquinas o columnas, que nos obligarán a mejorar nuestra puntería para dispararles en los breves instantes en que ofrezcan blanco.
La libertad de las fases varía según el diseño del lugar. Algunas consisten básicamente en avanzar por túneles, mientras que otras secciones aportan algo de exploración con habitaciones de varias puertas y pisos. Una indicación en pantalla indica la dirección del objetivo, no así el camino hasta llegar a él, que deberemos descubrir nosotros sin mapa alguno.
Además del modo principal, el título cuenta con juego ad-hoc y on-line. Desgraciadamente, solo un máximo cuatro jugadores pueden participar en seis escenarios, y en unos modos no demasiado originales, Supervivencia y Supervivencia de equipos. Algo más esperábamos de un juego es acción estratégica que podría haber explotado las posibilidades multijugador de la consola a fondo.
Rainbow Six Vegas es un buen título que completa el género de los FPS en la portátil de Sony, pero tiene ciertas carencias importantes que habrían hecho del juego más redondo. Por un lado, el modo para un jugador tiene una duración de aproximadamente cuatro o cinco horas, que se antoja a muy poco, a pesar de incluir algunos extras desbloqueables (como ilustraciones) cumpliendo objetivos secundarios marcados, o la posibilidad de jugar directamente en la misión deseada, una vez completado el mapa. Por otra parte, el modo multijugador no ha sido desarrollado de la forma que muchos jugadores desearían, pudiéndose encontrar otros juegos más enfocados a este aspecto como la saga SOCOM.
Sin duda, Rainbow Six Vegas es uno de los mejores shooters subjetivos hoy día disponibles en la portátil, pero el usuario debe tener en mente que no está ante un juego de acción sin freno, de gatillo fácil.
Por desgracia, poco o nada de ello se encontrará en la versión portátil. Pese a llevar el nombre de la versión doméstica, la nueva trama del juego para PSP desvía la atención hacia otros lugares, tales como caserones repletos de terroristas, depuradoras, presas o aeropuertos. Estos lugares, en su mayoría cerrados, no son ningún exponente técnico de las posibilidades de la consola, aunque tampoco encontraremos defectos importantes.
El motor gráfico lleva con soltura las habitaciones y pasillos, generalmente con pocos objetos de mobiliario que ofrezcan complejidad gráfica, así como ciertas zonas más elaboradas y los exteriores. En pantalla rara vez encontraremos más de tres enemigos, cuyos cuerpos desaparecen casi en el instante de caer al suelo. No hay gran variedad (los terroristas visten por igual), y las animaciones cumplen correctamente, sin más.
En la balanza positiva, el sólido framerate y la ausencia de defectos importantes, ayudan a no desmerecer la jugabilidad. Ciertos detalles en la iluminación y algún efecto no mejoran la sensación de un apartado técnico y artístico que ha perdido gran parte de la sorpresa que supuso Vegas en domésticas. Un apartado simplemente correcto, que no llega a la altura de otros títulos de temática similar vistos en PSP hace tiempo, como Syphon Filter: Dark Mirror.
La ambientación musical aparece en pequeñas situaciones, de gran calidad. No obstante, la mayoría del tiempo nos acompañarán los sonidos ambientes, así como las voces (dobladas al castellano) que nos informarán de la marcha de la operación, así como diálogos con el compañero en sus tareas paralelas. Antes de cada misión, también se nos describirán los objetivos y la situación actual de la trama.