Análisis de Naruto Shippuden: Kizuna Drive (PSP)
Los fans de Naruto difícilmente pueden quejarse de la oferta de su personaje favorito en PSP. Son numerosos los juegos basados en el popular personaje de manga y anime, como la saga Ultimate Ninja Heroes, que llegan a portátil y con un nivel de calidad más que aceptable, considerando que este tipo de adaptaciones no suele gozar de atractivo suficiente fuera del círculo de seguidores más acérrimos. También en consolas domésticas el joven ninja ha disfrutado de buenos lanzamientos con Ultimate Ninja Storm de CyberConnect2, capaz de atraer las miradas de todo tipo de jugadores. En los últimos años la obra de Masashi Kishimoto ha tomado la delantera en el mundo de los videojuegos, incluso por delante de la vaca sagrada de Akira Toriyama, Bola de Dragón.
En esta ocasión, el último título lanzado es Naruto Shippuden: Kizuna Drive, un tanto especial porque no basa sus acontecimientos en el argumento de alguno de los otros medios. Los lectores de Naruto no van a revivir de manera jugable capítulos ya conocidos, y se presenta una historia que por lo tanto va a pillar por sorpresa a expertos en el personaje como a los novatos. Generalmente estas aventurillas un tanto intrascendentes no gozan de buena fama por formar capítulos de relleno que estiran una trama principal, pero en el caso de un videojuego, no lo vemos con malos ojos.
La situación temporal en la que se enmarca es tras el rescate de Kazekage y antes de las historias de Sasuke y Sai, y cuenta el incendio y destrozo de un pueblo. Sus habitantes no tardarán en culpar al héroe que da título al manga, pero se trata de una trampa, así que descubrir qué ha sucedido realmente y demostrar nuestra inocencia será el objetivo de Naruto y sus amigos, enfrentándonos a los varios tipos de villanos que nos granjearemos y la fauna del lugar, como lobos. Hay muchos cameos de personajes conocidos pero también algunos nuevos, creados exclusivamente para el juego. Una historia tan válida como cualquiera otra y que agradecemos sea independiente y poco profunda, que no comience dando por sentado que el jugador sigue al día las peripecias del personaje y todos sus colegas.
Como era de esperar, es un juego basado principalmente en lo que mejor sabe hacer Naruto y los tres amigos que lo acompañan en las partidas en todo momento: las luchas. En este sentido, funciona tal y como esperaríamos de este tipo de juegos; tras elegir el modo historia –también hay uno de misiones libres-, se nos explica mediante secuencias animadas y cinemáticas generada con el motor del juego la situación, y entramos en una batalla multitudinaria en un área cerrada. El escenario puede tener límites visuales naturales, y si no, se utilizan "muros invisibles" para acotar la zona de combate y que no sea difícil buscar a los rivales.
Dada la dimensión de la arena, huir tampoco es una opción viable, vale más esquivar con buenos reflejos. La cámara se controla con los gatillos, puede ser inevitable recibir algún golpe desde fuera de la pantalla, pero basta con tener controlados mentalmente las posiciones de los personajes para evitar una emboscada. Tras derrotar a varios enemigos, pueden aparecer más oleadas, o quizás un jefe más poderoso.
Los movimientos básicos para Naruto son una fugaz huida justo al recibir un impacto, utilizar ítems, golpes y un ataque especial para rematar los combos que consume barra de chakra –en ocasiones es difícil ejecutar este ataque y lo lanzamos al aire-. Esta barra se puede recargar mediante concentración en unos segundos, en los que nos encontramos totalmente indefensos y quietos, por lo que no es buena idea realizarlo en el centro del escenario o cuando algún enemigo nos tenga enfilado. Suele haber obstáculos, que se pueden destruir, como rocas y otros objetos dependiendo del lugar que sirven de parapeto para estas acciones. Otra opción disponible es la de pedir ayuda a compañeros, por ejemplo, para recuperar vitalidad. Al final de los combates y según cómo lo hayamos hecho, recibiremos pergaminos para mejorar los valores de los personajes.
Un ataque curioso y coordinado entre todos el grupo se activa cuando dejamos inconsciente al enemigo. Si nos acercamos a él en este estado, activamos un minijuego de pulsación de botones en el que los cuatro amigos se lanzan al rival como si se tratase de una pelota. El orden es aleatorio, así que no sabemos cuándo nos tocará; cuando va dirigido hacia nuestro personaje, tenemos la opción de rematar el ataque y darlo por terminado, o pasarlo a un compañero con otro golpe, para seguir el combo y aumentar el daño acumulado más y más –la velocidad aumenta con cada golpe-. Pero cuidado, sólo podremos pasarlo a uno de entre dos amigos –al tercero no-, y como cambia en cada momento, hay que fijarse bien en las opciones y no pulsar el botón equivocado. Si fallamos, se nos castigará con algo de vida y el ataque se terminará, y con él la posibilidad de causar un daño fuerte, especialmente útil contra los enemigos especiales. Es divertido arriesgar cuando tenemos ya suficiente experiencia en el minijuego.
Si elegimos jugar en solitario, Kizuna Drive peca de repetitivo y ser algo limitado dentro de su propuesta. Los movimientos no son excesivamente variados, aunque podemos cambiar de personaje y olvidarnos de Naruto y optar por Shikamaru, Sakura, Kakashi, Choji, Sasuke o cualquiera de los otros muchos secundarios disponibles, y aunque no exista un mundo de diferencia en jugabilidad, es algo diferente. La inteligencia artificial es algo regular, funcionando de manera aceptable en las luchas más sencillas, donde hacen lo que pueden -que es golpear si por casualidad les cae un rival cerca-, pero su comprensión para las estrategias es casi nula.
Ahí tenemos por ejemplo al principio del juego al primer enemigo especial, que va bien armado y protegido frontalmente; si, no tardaremos en darnos cuenta que su punto débil es la espalda, y así nos lo dejarán claro los compañeros en diálogos pero, vaya, ellos mismos no entienden que situarse frente a él es mortal, haciendo que todo el trabajo duro lo tengamos que realizar nosotros. No nos quejamos de ello, es preferible jugar a que nos lo den todo automático, pero entonces nos preguntamos si realmente ayudan los compañeros o son sólo unos espectadores.
El punto interesante y que realmente ofrece algo nuevo frente a otros muchos Naruto es la posibilidad de jugar en cooperativo en modo adhoc. El juego mejora bastante porque las luchas se hacen más dinámicas y contra enemigos fuertes las citadas estrategias funcionan mejor. Seguiremos machacando el botón de combos como antes, pero al menos los compañeros no serán tan pasotas como cuando los controla la CPU. Además, el minijuego del ataque coordinado contra enemigos aturdidos cobra aún más gracia, intentando aguantar el mayor número de combos entre todos e intentando no ser el jugador que falle. En general se nota que este Naruto está más pensado para cuatro jugadores humanos que en solitario, donde demuestra su auténtica gracia y la experiencia es mucho más satisfactoria que confiar a la errática inteligencia artificial, que en ocasiones falla nuestras peticiones de auxilio.
Kizuna Drive está traducido al castellano, y se agradece que exista la opción de escuchar las voces en inglés, que están bien, o en japonés, para los más puristas acostumbrados a estos actores. Las músicas y sonidos, siguen la ambientación del manga, sin nada más que destacar.
En cambio los gráficos nos han sorprendido y para bien. Era difícil esperar un apartado cuidado en una adaptación en principio "menor", pese a que el personaje siga siendo muy exitoso, pero la fluidez del motor, capaz de mostrar nuestro bando de cuatro héroes más un puñado de enemigos, es notable. También lo es la casi desaparición de dientes de sierra y que la estética escogida, similar al cel hsading, que queda muy bien. Hay variedad de escenarios, siempre relacionados con el universo Naruto: bosques, aldeas, entornos naturales como riachuelos, todos bastante agradables a la vista. Lo único que quizás está algo por debajo son las animaciones de los personajes, un tanto acartonadas o secas, sin la plasticidad de la serie Ultimate Storm en consolas domésticas de alta definición, pero no vamos a pedir dichos resultados en portátil.
Respecto a las secuencias de animación, la introducción por ejemplo es muy espectacular y con la misma calidad que la serie. Durante el juego son diferentes, parecen más siluetas animadas en tiempo real que quizás no son vídeos grabados. Nos damos cuenta de ello porque por ejemplo, los personajes no mueven la boca al hablar. Un tanto extraño, aunque tampoco queda mal del todo.
Conclusiones
Naruto Shippuden: Kizuna Drive no ofrece nada realmente nuevo sobre la mesa jugado en solitario. Sólo la buena factura gráfica y la variedad de personajes, con los que disfrutarán los seguidores del personaje, dan algo de interés a un sistema de combate sencillo pero demasiado repetitivo en todo su desarrollo. Por suerte el cooperativo adhoc mejora la situación y las batallas multitudinarias ganan mucho, y si vas a explotar esta característica, sin duda este título se convierte en la mejor opción disponible entre todos los lanzamientos basados en el personaje en PSP, que no son pocos.