Análisis Scars Above, un shooter con aroma de Ridley Scott (PS5, PC, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One)

Scars Above es el videojuego que todo fan de Prometheus y Alien: Covenant querría jugar. Sendos largometrajes de Ridley Scott son considerados, a día de hoy, como los peores de la saga de Alien. El cineasta a cargo de Gladiator se llevó bastantes palos por esas obras que buscaban explorar los orígenes de la humanidad y los Xenomorfos desde un punto de vista alejado de la Tierra. Para ello, rescató a la bestia gigantesca que vimos por primera vez en El octavo pasajero, que apenas tuvo recorrido en dicho filme quedando como una anécdota, y mostró a toda su especie: los Ingenieros, unos seres blancos como la nieve de aspecto humanoide con un tamaño y fuerza increíbles. Durante nuestro recorrido por el título de Mad Head Games, no ha habido ni un solo instante que no estuviéramos pensando en los dos proyectos mencionados de Scott. No es que la compañía haya ejecutado un estilo artístico similar al de H.R. Giger para dar forma a su puesta en escena (para eso ya tenemos a Scorn), más bien ha rescatado parte de esos conceptos planteados por Scott y ha escrito su guion con ello.

Una historia muy Ridley Scott con unos rasgos parecidos a los soulslike

Mad Head Games ha apostado fuerte por este AA escribiendo una historia compleja que rara vez se suele ver en este tipo de entregas. No es que con esto queramos decir que Scars Above presenta una narrativa extraordinaria capaz de vérselas con otras obras de mayor calibre. A lo que nos referimos es que la experiencia de juego se siente mejor, de forma más inmversiva, gracias a esa historia que nos están contando paulatinamente a medida que vamos desbloqueando áreas y completando objetivos. El juego va al grano, en el sentido de que no nos hace deambular durante horas por un extenso mapa repleto de objetivos secundarios (lo cual se agradece muchísimo en esta era donde los mundos abiertos pueden llegar a abrumar un poco), y eso hace que la trama avance más rápidamente y la sintamos más próxima a nosotros. La trama es la de siempre: un equipo de científicos termina estrellándose en un planeta desconocido y este está habitado por criaturas jamás vistas por el hombre. A partir de ahí, toca abrirse paso a balazos para descubrir cómo sobrevivir y volver una pieza a casa. En esta ocasión, encarnamos a Kate Ward, quien por cosas del destino termina siendo la responsable de intentar resolver todos los enigmas de este rompecabezas espacial.

A grandes rasgos, la historia es bastante predecible y, grosso modo, puede leerse incluso antes de que se desarrolle si se tiene cierta experiencia en el género, pero lo bueno viene con el trabajo que hace Mad Head Games para conseguir atrapar al jugador aun teniendo en cuenta que a sus códigos narrativos se les pueden ver las costuras a la legua. El third person shooter de la compañía no deslumbra por ofrecer nada nuevo. Scars Above posee una fórmula similar a los Dark Souls (o soulslike, como prefiráis) con pilares en vez de hogueras y una serie de áreas plagadas de enemigos que se pueden derrotar fácilmente si aprendemos cómo son sus puntos débiles. Mad Head Games combina los tiroteos con el uso y combinación de elementos. Nuestra arma no dispara balas estándar, sino proyectiles cargados con electricidad, fuego, hielo y otras sorpresas que no vamos a desvelar. Cada enemigo que nos topamos tiene una debilidad: uno puede quemarse muy fácilmente debido a su pelaje, otro se congela en un santiamén y hasta hay otros que no pueden ver la electricidad ni en pintura. Si descubrimos qué es lo que le hace mayor daño a cada uno y damos en esos puntos flacos, los enfrentamientos pueden acabar en cuestión de segundos, y no os exageramos.

Buena variedad de escenarios, aunque con fórmula repetitiva si somos de los que aprendemos rápido

Eso se extiende también al escenario. Podemos utilizar los elementos de nuestra arma para, por ejemplo, hacer estallar partes del mapa a nuestro favor. O, por ejemplo, abrir boquetes en el hielo para que nuestros enemigos caigan al agua congelada que hay bajo sus pies. Y la mejor: electrocutar enemigos que estén húmedos o en contacto con el agua. Hay mucha variedad de escenarios, y eso hace que Scars Above sea más aceptable y hace que la experiencia de juego sea muy variada. Tenemos pantanos, parajes helados, cuevas oscuras repletas de seres terroríficos, prados de tamaño generoso... Todo para que saquemos el máximo potencial de nuestra arma y sintamos esto como una auténtica aventura y no como simplemente un viaje lineal en el que solo hay que avanzar en línea recta por una puesta en escena más o menos idéntica. Sí, el juego es lineal en el sentido de que ofrece poca exploración (podemos perdernos un poquito por cada nivel) y solo hay un camino correcto para poder continuar adelante, pero por lo menos nos cambia de ubicación en varias ocasiones. No obstante, el ritmo al que avanzamos viene marcado siempre por una cosa: el dominio que tengamos sobre la curva de aprendizaje.

Scars Above puede ser un desafío hasta que se aprende cómo cargarse a cada bicho, hasta los jefes de zona tienen truco y pueden ser fáciles (de hecho, en este caso hay pocos y no son nada del otro mundo). Eso tiene su parte buena porque hace, durante las primeras horas, lo pasemos en grande aprendiendo cómo acabar con cada monstruo. Sin embargo, la parte mala es que la variedad de enemigos no es que brille especialmente por ser muy abundante, lo que hace que el juego termine siendo un paseo sin ningún tipo de gracia. A ello hay que sumar la cantidad de gadgets y artefactos que tenemos disponibles en el inventario y que facilitan un montón poder acabar con según qué enemigos. Eso sí, a poco que sepamos usar un par (sobre todo un ítem que tiene que ver con la gravedad y que no desvelaremos por aquello de los spoilers) apenas gastaremos siquiera munición. No es que la jugabilidad sea mala, porque en lo que respecta a su gunplay es una entrega muy sólida y su tosquedad a la hora de esquivar o intentar huir de los enemigos funciona a modo de castigo por no haber visto venir qué elemento debíamos usar para prevenir según qué cosas. Pero el problema es que no hay demasiada curva de aprendizaje y se hace repetitivo al poco tiempo, y eso que es una aventura que se puede completar en unas ocho horas yendo muy tranquilamente.

No todo son disparos: también hay puzles y algo de exploración "imprescindible"

Las fases de acción se combinan con pequeños puzles que debemos resolver a modo de detective. En varias ocasiones, debemos analizar cadáveres, máquinas o criaturas para poder continuar. No son enigmas ni acertijos extremadamente complicados. Es más, casi se solucionan solos, pero vienen genial para relajar un poco la mente después de algún que otro combate intenso que nos ha dejado un poco secos de munición. Esto, por otro lado, también es interesante, porque aunque es complicado quedarse sin "recargas" de los diferentes proyectiles que tenemos en nuestra arma principal (disponemos de una cuerpo a cuerpo que se usa nada y menos) sí es necesario gestionar bien nuestros recursos para poder curarnos o eliminar estados de envenenamiento, por ejemplo. Esos objetos se usan con una moneda de cambio muy particular que no se encuentra demasiado, por lo que habrá que jugar con cuidado y estudiar bien cada situación. La vida de Kate no se recupera sola y podemos morir hasta de hipotermia si no tenemos cuidado, de modo que hay que controlar bien nuestro víveres y explorar un poco cada nivel para ver si podemos rascar alguna cura extra.

En lo que respecta a sus apartados gráficos y técnicos, Scars Above se queda un par de peldaños por debajo. La entrega de Mad Head Games no brilla especialmente por ofrecer unos rostros muy bien detallados ni tampoco unos escenarios pulidos. Se limita a cumplir con una puesta en escena que podría encajar mejor en la pasada generación y con unas cinemáticas escasas que aparecen en los momentos más importantes de la historia. Cierto es que el título no busca reinventar ninguna rueda y posee planos sin nada que envidiar a productos cinematográficos de alto nivel en lo que respecta a composición de planos y montaje. Pero aun así, hay secuencias que se hacen un poco cuesta arriba debido, sobre todo, a la poca expresión que tienen los personajes principales (cuesta un poco conectar con ellos debido a eso). Lo bueno es que si se tiene ese background con la ciencia ficción y, como os decíamos, se es seguir de la obra de Ridley Scott, entonces todo mejora un poquito más gracias a esa sensación constante de estar dentro de una especie de spinoff de Prometheus. Las similitudes entre juego y película no son pocas, ya lo descubriréis vosotros mismos.

Conclusiones finales

Scars Above es ideal para los amantes de la ciencia ficción que quieran perderse durante unas pocas horas por una aventura lineal con una jugabilidad que invita a plantear estrategias para sobrevivir constantemente. Ahora bien, es un third person shooter que no reinventa nada y tampoco luce espectacular en lo que respecta a sus apartados gráficos. Se limita, en ese aspecto, a cumplir con la representación de un mundo repleto de criaturas que quieren acabar con nosotros a la primera de cambio. A veces, eso sí, sienta bien poder hincarle el diente a una obra así que no busca nada más que entretener a sus jugadores; sin grandes apartados técnicos y sin una jugabilidad complicada ni novedosa con unos controles que ya conocemos sin necesidad de tutorial ninguno. Es un AA entretenido, sí, pero limitado en muchísimos aspectos. Puede que en más de los que quisiera.

Hemos analizado en su versión de PS5 con un código proporcionado por Plaion.