Análisis Lost Judgment, la valentía de perseguir la verdad (PS5, PC, PS4, Xbox One, Xbox Series X/S)
Si hay algo que nos ha quedado claro tras las decenas de horas que le hemos dedicado a Lost Judgment es que se trata de un juego valiente, importante e incluso necesario. No estamos hablando solo sobre una fantástica secuela que mejora en absolutamente todo a su predecesor, sino de una obra con un mensaje potentísimo que se atreve a tratar con gran maestría temas delicadísimos, muy reales y que suponen graves problemas sociales, algo a lo que lamentablemente no estamos demasiado acostumbrados en este medio. Precisamente por eso lo nuevo de Ryu Ga Gotoku Studio debe ser reivindicado, ya que es un ejemplo clarísimo de que los videojuegos son un vehículo extraordinario para narrar historias que merecen ser escuchadas y hacen falta más títulos así si queremos que el sector termine de madurar y sea tomado realmente en serio. Y por si esto no fuese suficiente, también es un juegazo.
Videoanálisis
Un caso apasionante
De este modo, nos tocará acompañar una vez más a Yagami, un abogado que ejerce de detective privado, en una nueva aventura en la que tendrá que resolver el misterio que se esconde tras un asesinato, el suicidio de un estudiante de instituto y un caso de abuso sexual, tres hechos que aparentemente no tienen relación alguna entre sí.
A partir de aquí comienza una trama apasionante y escrita como pocas veces hemos visto con multitud de giros muy bien planteados y nada tramposos, un ritmo envidiable, unos diálogos brillantes y unos personajes que desbordan carisma.
Una de las ventajas de las que parte esta entrega es que su elenco de protagonistas ya fue presentado y desarrollado en el título anterior, lo que ha permitido a sus guionistas centrarse por completo en escribir la mejor historia posible sin necesidad de forzar la relación de los héroes con los eventos del caso en cuestión. De hecho, el guion es independiente y puede disfrutarse perfectamente sin jugar a su predecesor, aunque claro, la implicación emocional que tendremos con los personajes no será la misma y nos perderemos unas cuantas referencias. Eso sí, os avisamos que os podéis arruinar una de las mayores sorpresas de Yakuza: Like a Dragon si todavía no lo habéis jugado, pues el marco argumental de Lost Judgment da muchísima importancia a un evento clave que ocurrió en ese juego.
Pero, sin duda alguna, lo que más nos ha sorprendido es cómo se atreve a coger el toro por los cuernos para hacernos mirar de frente a algunos problemas muy graves de nuestra sociedad, como el acoso escolar, las debilidades de la ley y su incapacidad de proteger a los más vulnerables o incluso el suicidio de menores. Lo más interesante es que no se limita solo a plantear estos temas y ya, sino que siempre busca profundizar en ellos y tiene la valentía de explorar a nivel psicológico ciertos comportamientos para encontrar respuestas y soluciones sin olvidarse de hacer duras críticas sociales, lo que es muy poco común en una industria a la que le cuesta mucho transgredir las convenciones narrativas con tal de agradar y no incomodar al jugador.
Superdetective en Isezaki Ijincho y Kamurocho
Centrándonos ya en lo puramente jugable, tenemos que decir que se trata de una aventura que sigue muy de cerca la fórmula del primer juego, por lo que deberemos explorar, participar en minijuegos, combatir a guantazos en tiempo real, resolver casos secundarios y superar varias secciones de investigación con mecánicas únicas. Como veis, no busca revolucionar lo ya establecido, pero sí que hace multitud de esfuerzos por mejorar lo presente, algo que se nota desde el primer minuto hasta el último.
De entrada, cabe destacar que esta vez no nos moveremos solo por Kamurocho, sino que también podremos recorrer Isezaki Ijincho en su totalidad, dos ciudades de ambientes muy distintos que siempre son todo un placer de recorrer. Los combates también están más pulidos gracias al añadido de un tercer estilo de lucha, el de la Serpiente, con el que podremos hacer paradas y llaves para desarmar a los rivales, además de conseguir la rendición instantánea de los enemigos a los que aterroricemos, lo que complementa de maravilla a los estilos del Tigre y la Grulla. Por supuesto, tendremos la posibilidad de realizar nuevos y espectaculares movimientos EX y el escenario sigue siendo un elemento clave durante las batallas, pudiendo usar las paredes para impulsarnos, por no hablar de que casi cualquier objeto que veamos puede ser utilizado como arma, desde pupitres hasta bicicletas. Aquí también conviene destacar la introducción de una maniobra de esquiva y contraataque con las que podremos evitar los movimientos más poderosos y devastadores de los adversarios más duros con los que nos topemos.
Como veis, combatir es mucho más divertido que antes y las cajas de colisiones son más satisfactorias, una fortaleza de la que sus desarrolladores son muy conscientes, lo que se traduce en que las batallas han ganado muchísima presencia a lo largo de toda la aventura, algo que se hace especialmente evidente durante la historia principal, donde casi todo se acaba resolviendo a mamporros.
Si decimos esto es porque al igual que son conscientes de sus puntos fuertes también lo son de sus debilidades, como las mecánicas de investigación de la entrega original. En su afán por diferenciarse de Yakuza, el primer juego nos bombardeó con una serie de tediosas secuencias y minijuegos que se repetían en exceso y que iban desde los clásicos seguimientos de personas evitando que nos detecten hasta persecuciones que eran poco más que un trámite.
En vez de aportar variedad y ayudarnos a romper con la dinámica principal, al final era algo que se acababa volviendo en su contra y lo alejaba del sobresaliente, pues ninguna de estas mecánicas era lo suficientemente buena como para sobresalir. Por suerte, la secuela ha equilibrado todo esto con muchísimo más acierto, relegando la mayoría de estos minijuegos al contenido secundario al mismo tiempo que le han dado una pequeña vuelta de tuerca a los que más potencial tenían para hacerlos más interesantes.
Para que os hagáis una idea, solo hay un único seguimiento en toda la trama principal y las nuevas secciones de sigilo no llegan a sumar entre todas ellas ni 20 minutos de las 25 horas que nos llevará llegar a los títulos de crédito si no hacemos ninguna actividad secundaria. Gracias a esto, las investigaciones nos han resultado mucho más entretenidas y amenas, cumpliendo correctamente su función de salpimentar la fantasía de ser un detective que intenta resolver un caso.
Evidentemente, deberemos escoger nuestras respuestas en los interrogatorios, presentar pruebas cuando toque, perseguir a aquellos que intenten huir de nosotros, disfrazarnos para infiltrarnos de incógnito en determinados lugares y explorar en primera persona ciertos escenarios en busca de pistas, pero no dejan de ser momentos muy concretos que nunca entorpecen ni le restan protagonismo a la historia o a la acción pura y dura. Con esto tampoco os queremos decir que estos minijuegos sean ahora una maravilla, ya que siguen teniendo un amplio margen de mejora y son extremadamente simplones, algo que se aplica también a los nuevos que se han introducido como los de escalada y parkour, pero sí que consiguen sumar al conjunto añadiendo variedad sin llegar a saturarnos.
Mucho por hacer
En lo que respecta al contenido secundario, os alegrará saber que hay muchísimo por hacer. Como podréis suponer, no os van a faltar tiendas que visitar, restaurantes en los que comer, montones de divertidísimos minijuegos (la mayoría conocidos) o recreativas en las que disfrutar con los clásicos de SEGA (ojo con el añadido de Sonic the Fighters). Es más, esta vez contaremos hasta con una Master System con varios juegos desbloqueables y cuya emulación es una auténtica gozada, pudiendo guardar partidas en cualquier momento y hasta alternar entre las versiones japonesas e internacionales de los títulos. La selección de títulos de 8 bits nos parece un tanto mejorable (ya os vamos avisando que no encontraréis ninguno de los juegos del erizo azul que se lanzaron para esta plataforma), pero nunca está de más rememorar viejos tiempos con una partida a Alex Kidd in Miracle World.
Evidentemente, también hay un buen puñado de casos secundarios por resolver, todos ellos muy elaborados y bastante divertidos en los que la comedia suele estar a la orden del día. Además, tienen un desarrollo muy variado y nos enfrentarán a pequeños puzles y pruebas que hemos disfrutado mucho. Lo mejor es que esta vez también tendremos que investigar por nuestra cuenta para encontrar dichas misiones opcionales, algo que nos obligará a patear las calles en busca de rumores y a examinar una aplicación de chat filtrando palabras clave, un proceso muy entretenido y que nos ayuda a sentirnos como auténticos detectives.
Sin embargo, nada de lo que hemos mencionado es comparable a las nuevas Historias Escolares, un entramado de varias misiones secundarias que nos llevarán a "infiltrarnos" en los diferentes clubes de un instituto, donde podremos disfrutar de unos minijuegos elaboradísimos y tremendamente divertidos que van desde el baile hasta el skate mientras seguimos nuevas historias y casos que se van relacionando entre sí a través de un gran misterio. Sin duda, de los mayores aciertos del juego.
Espectáculo audiovisual
A nivel audiovisual tampoco se queda atrás, ofreciéndonos unos modelados de una calidad altísima, unas animaciones geniales, unas secuencias de vídeo extraordinarias y cuidadísimas y unos escenarios que rezuman vida y que nos transportan de lleno a estas ciudades japonesas. Además, en las plataformas de nueva generación puede disfrutarse a 60 imágenes por segundo totalmente estables, algo que le sienta de lujo, y las cargas son casi instantáneas. La distancia de dibujado todavía tiene margen de mejora y la diferencia entre personajes secundarios y principales es muy evidente, pero eso no impide que sea un juego que se ve de auténtico lujo y que entra directamente por los ojos.
Finalmente, el sonido nos regala una gran y variada banda sonora que juguetea con muchos estilos y que se adapta de forma dinámica a todo lo que ocurre en pantalla para reforzar sus momentos más importantes, épicos y dramáticos. Los efectos son de calidad y el doblaje nos llega tanto en inglés como en japonés (nuestro favorito y por mucho) con unos textos estupendamente traducidos al español.
Conclusiones
Lost Judgment es un juego valiente, atrevido y relevante tanto por los temas que trata como por la forma en la que lo hace, pero también es una aventura sobresaliente capaz de regalarnos unos combates divertidos e intensos, una historia apasionante de principio a fin, muchísimos contenidos opcionales de calidad, un apartado audiovisual de primer nivel y unos minijuegos muy elaborados y tremendamente adictivos. Se nota que sus desarrolladores han sido muy conscientes de las fortalezas y debilidades del primer juego, algo que han utilizado a su favor para mejorar en todo a su predecesor y dejarnos con un título memorable, bien equilibrado y con multitud de horas de diversión para cualquiera que se anime a darle una oportunidad. Sí, hay detalles que todavía se pueden pulir y mejorar, como las mecánicas de investigación, pero eso no evita que estemos ante uno de los mejores lanzamientos del año y ante la mejor experiencia narrativa de todo lo que llevamos de 2021.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha facilitado Koch Media.