Análisis de Until Dawn (PS4)
Todos recordarán el impacto que tuvo en su momento Heavy Rain, un "juego" en el que no era tan importante la jugabilidad como la historia que quería contar, las decisiones que podíamos tomar, y los finales que podíamos conseguir. Hoy en día, muchos son los títulos en los que se basan en la narrativa como su principal pilar, pero, curiosamente, ninguno había apostado por mezclarlo con el terror. Hasta ahora, claro.
Supermassive Games, un estudio que hasta ahora había estado en un muy segundo plano, desarrollado juegos para PS Move y ayudando un poco de tapadillo a desarrollar juegos como LittleBigPlanet Vita y Killzone: Shadow Fall, lleva prácticamente desde su fundación en 2008 intentando sacar a este proyecto adelante, y tras algún que otro tropiezo durante su creación, por fin lo tenemos entre nosotros. Llega Until Dawn.
Más que un ‘slasher’
Until Dawn es una aventura interactiva perfectamente comparable con Heavy Rain, en la que la jugabilidad se basa en la exploración, la toma de decisiones y los QTEs.
Queremos dejar claro desde el principio que, dentro de su concepto, es bastante más "juego" de lo que puede parecer en un principio, gracias a unos QTEs bastante exigentes y momentos en los que tenemos que apuntar a zonas determinadas de la pantalla, que son determinantes para decidir qué sucede con nuestros protagonistas.
Es decir, no transmite esa sensación que transmitía Beyond: Dos almas, que te daba la sensación de que si dejábamos el mando encima de la mesa se iba a pasar igual; que podíamos fallar y el personaje saldría airoso de la situación de una manera u otra. En Until Dawn, al igual que en Heavy Rain, tenemos la sensación constante de que un error puede ser letal. Es cierto que por lo "ficticio" de la historia es más difícil empatizar tanto con los protagonistas que en el juego de Quantic Dream, pero al final siempre acabamos estableciendo más afecto con unos que con otros.
En cualquier caso, parte de esta empatía se deriva de que, a ratos, es más que una adaptación de los principales rasgos del cine slasher. Su base está clara: jóvenes listos para unos días de aislamiento eróticofestivo en un lugar donde la ayuda no llega fácilmente, y que se ven envueltos en una pesadilla a manos de un psicópata que no dudará en asesinarlos y ponerlos en las situaciones más extremas; pero hay más.
Until Dawn tiene algunos momentos de aventura muy buenos, y pequeños guiños a los survival horror que le dan más variedad y dinamismo, y que lo hacen salirse puntualmente de las dinámicas de historia, diálogo y corte cinematográfico. De hecho, hay algunas secuencias que, con otro sistema de control, podrían estar perfectamente sacadas de un Silent Hill o un Resident Evil clásico, con cámara más o menos fijas, escenarios tétricos, o la típica necesidad de explorar un escenario para conseguir la típica llave para abrir la típica puerta... Se echan de menos algunos puzles, sí presentes en la versión para PS Move, que lo habrían acercado un poquito más a los juegos de terror, pero al fin y al cabo, su prioridad es la narrativa interactiva.
Antes de pasar a otros aspectos del juego, queremos hacer hincapié en lo variado de su desarrollo –dentro de lo limitado de sus mecánicas–, cómo nos ofrece situaciones diferentes a lo que podríamos esperar si pensamos que es el típico drama de adolescentes –tal le gusta a cual, tú eres más "receptiva" que la otra...–, y cómo siempre intenta mantenernos ocupados, aunque sólo sea explorando, para hacer que nos sintamos parte activa de la experiencia.
Hasta el amanecer
En Until Dawn, nuestro equipo de protagonistas se verá envuelto en una serie de amenazas que, además, se adaptarán a nuestros miedos. Durante una serie de entrevistas con un psiquiatra, al más puro estilo Silent Hill: Shattered Memories, éste nos preguntará por nuestros miedos, y ajustará la experiencia en torno a ellos. En realidad son pequeños, pero son bienvenidos para potenciar el terror de cara a cada jugador.
El tono de la historia está enfocado a jóvenes adultos, con muchas bromas subiditas de tono y una constante tensión sexual. Además, se recurre a multitud de sustos entre ellos, por lo que cuando llega el psicópata, todo el mundo lo recibe con un tono de desconfianza, pensando que es otra broma más. Until Dawn sabe crear muy bien el ambiente que busca, y, lo que es mejor, consigue expandirlo hacia los mencionados territorios aventureros.
Sobre la toma de decisiones, en general tienen un gran impacto en los eventos. Y no sólo nos referimos a las decisiones "explícitas", sino que otras veces simplemente interactuar con un elemento del escenario puede desembocar en un desenlace letal. Hay otras veces que las decisiones son un poco de mentira, y nos dicen: "¿Quieres ir al punto A o al punto B?", respondemos: "Al B", y nos dicen: "¿Al B? Anda, ¡nos vamos al A!". Esto no es lo más habitual, pero cuando pasa resulta un tanto chocante. Eso sí, nuestros actos no siempre tienen una consecuencia clara, y a veces, en función de cómo establezcamos relaciones con otros personajes veremos situaciones más o menos diferentes.
Con respecto al argumento del juego, ni queremos ni podemos decir nada, pero os podemos contar que está bastante bien llevado, con varios giros de guión, alguna que otra sorpresa, y una explicación para todos los acontecimientos, que ya nos gustará más o menos. Además, es posible conseguir que casi todos sobrevivan, y si nos los proponemos, que todos mueran. Siempre que queramos podemos volver a rejugar cualquier capítulo completado para tomar decisiones diferentes o intentar completar con éxito un QTE en el que hayamos fallado, por ejemplo.
¿Un nuevo paso en el fotorrealismo?
Técnicamente, Until Dawn es un juego muy, muy competente. Algunos momentos rozan el fotorrealismo, aunque la imagen es tan limpia que expone la simpleza de algunos modelados o texturas. De hecho, creemos que con algún que otro filtro o efecto de postprocesado, Until Dawn podría ser mucho más cercano a la realidad. Eso sí, no cabe duda de que el mayor esfuerzo de Supermassive ha pasado por intentar conseguir las mejores expresiones faciales hasta el momento.
Los rostros de los protagonistas son prácticamente humanos si los vemos quietos, pero cuando están en movimiento se acercan al llamado "valle inquietante". El trabajo realizado en los rostros es excelente, con un detalle sensacional, pero todavía falla algo en las expresiones. Eso sí, no deja de ser sorprendente cómo se han cuidado los detalles más sutiles, o cómo los personajes mueven sus labios en ciertos gestos que rara vez habíamos visto antes en un videojuego. Sin duda, el detalle de los personajes está entre los mejores que hemos visto nunca, y junto a la captura facial y la captura de movimiento nos ofrece unas actuaciones geniales.
El precio a pagar es una tasa de imágenes por segundo un tanto inestable, que suele rozar las 30 imágenes por segundo. Nos guste o no, decir que las 24 imágenes por segundo son "cinematográficas" es un hecho, independientemente de que nos parezcan adecuadas para un juego. El problema es que Until Dawn funciona generalmente a 25-30 imágenes, pero a veces, en determinados momentos, puede irse a las 40 o incluso superarlas, y romper todo el "cinematografismo" que había creado y justificado. Esto se solucionaba con algo tan fácil como limitar las imágenes a la tasa que quisieran, y si bien no es un problema grave, sí que pensamos que si un estudio apuesta por lo cinematográfico, hay que ser coherentes.
Ya que hablamos de lo audiovisual, sus valores de producción no se quedan cortos tampoco en el sonido. La banda sonora es cinematográfica a más no poder, y una perfecta acompañante para la aventura. Los efectos son muy, muy contundentes, y no dudarán en derrochar decibelios para darnos un buen susto. Por su parte, el juego nos llega doblado al castellano con voces profesionales y reconocibles que hacen un buen trabajo, aunque si podéis jugar en inglés –lo podéis hacer con subtítulos–, las interpretaciones originales nos parecen más inmersivas.
Una gran fusión de géneros
Until Dawn nos ha sorprendido. A pesar de que ya lo habíamos probado y sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, el juego nos ha mostrado un componente aventurero que no nos esperábamos, algún que otro momento muy survival horror y una historia competente. Además, tiene una duración más que decente –completar la historia una vez nos ha llevado unas 10 horas, explorando los escenarios–, rejugable, y encima con extras que nos cuentan la creación del juego, o la posibilidad de permitir que la PlayStation Camera grabe nuestros sustos.
Probablemente, ya sabes si Until Dawn es un juego para ti o no. Si te gustó Heavy Rain y te gusta pasar miedo, es una compra obligada; si eres de los que se muestra un tanto reticente a las aventuras interactivas pero tiene curiosidad en ellas, puede ser una buena opción para debutar en el género, ya que es un título que intenta hacerte partícipe constante de la acción, y que te da la sensación de "juego", en el que puedes ganar o perder, y en el que eres un elemento clave de la experiencia. En resumen, el debut por la puerta grande de Supermassive no decepciona; si acaso, sorprende y para bien.