Análisis de Transformers: Devastation (PS4, Xbox One, PS3, Xbox 360, PC)

Los icónicos robots transformables de Hasbro tienen la suerte de ser una de las licencias mejor tratadas de todas las que Activision tiene en su haber, aunque tampoco se han librado de protagonizar algunos juegos a los que difícilmente podríamos aprobar. Sin embargo, Transformers: War for Cybertron y especialmente Transformers: Fall of Cybertron, supieron darnos a los fans esos juegazos que tanto tiempo llevábamos esperando basados en una de las series que más marcó nuestras infancias.

Ahora, y tras el decepcionante y olvidable Transformers: Rise of the Dark Spark, nos llega Transformers: Devastation, un título que se anunció durante el pasado E3 y que supo sorprendernos a todos cuando se desveló que estaba siendo desarrollado por PlatinumGames, motivo más que suficiente como para esperar un gran juego o, como poco, muy divertido y adictivo. Y sí, nos alegra comunicaros que no nos equivocábamos lo más mínimo.

El eterno conflicto entre Autobots y Decepticons

Lo primero que tenemos que decir, es que nos encontramos ante un hack and slash que sigue la fórmula de PlatinumGames al pie de la letra, con todo lo bueno que ello conlleva. Por lo tanto, su desarrollo, resumido de forma simple y escueta, se basa en avanzar por escenarios más o menos lineales (aunque con matices, como más adelante comentaremos) mientras nos pegamos de tortas con todo lo que se nos ponga por delante.

Su historia es sencilla, aunque resulta sorprendentemente entretenida, manteniendo todo el encanto de la licencia y de los guiones de sus cómics. De hecho, el juego no se anda con rodeos y nada más le demos a iniciar una nueva partida ya nos meterán de lleno en una escena en la que Megatron, el temible líder de los Decepticons dice haber encontrado "algo" debajo de una ciudad, por lo que todo su ejército se encuentra asediándola mientras los Autobots luchan por impedir que sus eternos enemigos alcancen su objetivo.

A partir de ahí se desarrolla un guion que nos devolverá directamente a nuestras infancias para hacernos disfrutar como cuando nos pasábamos las tardes delante del televisor durante la hora de la merienda viendo las épicas luchas de estos robots. Muy simple, pero efectiva y con todo el carisma de sus protagonistas intacto (mucho ojo a la recreación que se ha hecho del Grimlock de G1). Aquí nos gustaría destacar también el hecho de que se trata del prólogo de Prime Wars Trilogy (siendo más concretos, la precuela de su primer capítulo: The Combiner Wars), un gigantesco proyecto de Hasbro para unificar cómics, juegos, series y juguetes en una única historia transmedia que durará entre tres y cuatro años.

A nivel jugable tenemos un sistema de combate basado en la combinación de dos botones, lo que nos permite realizar una buena cantidad de combos bastante espectaculares desde el minuto uno, aunque dominar todas sus mecánicas a la perfección es algo que nos llevará nuestras buenas horas de juego. Además, las combinaciones variarán considerablemente según el arma que tengamos equipada y en determinados momentos de la secuencia de golpes veremos cómo nuestro personaje emite un destello azul, indicándonos que podemos pulsar el botón de esquiva para realizar un ataque transformados, una acción que suele servirnos para reiniciar el combo y empezar a castigar a nuestro rival con uno nuevo.

Ya que mencionamos el botón de esquiva, tenemos que destacar la tremenda importancia que tiene, ya que además de para realizar golpes transformados y de cambiar de forma al mantenerlo pulsado también nos servirá para activar el modo concentración. Si esquivamos un golpe justo en el momento en el que nos va a impactar, veremos cómo el tiempo a nuestro alrededor se ralentizará, permitiéndonos atacar sin que los Decepticons puedan defenderse. Esta es una de las grandes claves del juego, ya que nos obligará a aprendernos los ataques de los rivales y le da mucho dinamismo a la acción. Y ya os avisamos que con la cantidad de enemigos que suele haber en pantalla y con la amplia variedad de ataques de los que disponen, os llevará un tiempo aprender a esquivar a la perfección.

Además de las armas cuerpo a cuerpo, también disponemos de otras de largo alcance, muy útiles a la hora de acabar con los escurridizos enemigos voladores. Si bien al principio puede parecer que no son demasiado útiles, lo cierto es que una que se les pilla el "tranquillo" permiten hacer cosas bastante espectaculares, como esquivar, activar el modo concentración y en mitad de la esquiva pegar unos cuantos disparos (muy al estilo Vanquish). Para rematar todo esto, también disponemos de un botón para realizar agarres, acción a la que Grimlock le saca bastante más partido que el resto.

Al final lo que tenemos es un sistema de combate tan accesible como profundo que consigue hacer que todos los enfrentamientos sean duelos muy frenéticos, espectaculares, ágiles y divertidísimos. Y lo más importante de todo: que cada uno de nuestros golpes se sientan tremendamente satisfactorios. No todos los juegos de acción consiguen que algo tan básico como golpear sea divertido, algo en lo que Transformers: Devastation aprueba con un sobresaliente (como el 95% de los juegos del estudio).

En lo que respecta al desarrollo de los niveles, estos siguen el clásico esquema de avanzar destrozándolo todo, ya sea en arenas de las que no podemos salir hasta que acabamos con todos los enemigos (al finalizarlas se valorará cómo lo hemos hecho para darnos un rango u otro) o haciendo frente a los enemigos que hay repartidos por los escenarios. Aunque no os equivoquéis, que aquí no os vais a limitar únicamente a combatir, ya que en PlatinumGames han hecho un gran esfuerzo por imprimir variedad a la aventura, incluyendo persecuciones, minijuegos, secuencias en las que la cámara cambia de posición para parecer un juego de vista cenital, mucha exploración, minijuegos muy bien implementados, una amplia variedad de enemigos, objetivos secretos y hasta momentos con mucho plataformeo.

Y por supuesto: jefes de todo tipo. Si bien no nos han parecido de lo mejor que ha hecho el estudio en este sentido, saben plantear batallas muy espectaculares, variadas y que captan a la perfección la esencia de los enemigos a los que nos enfrentamos, con algunas realmente memorables como los duelos que tenemos contra Devastator, Soundwave o Menasor.

Los niveles también esconden una gran cantidad de coleccionables ocultos y secretos, como modelados de los personajes y bocetos, que entraréis de formas muy distintas, ya sea destruyendo banderas Decepticon, derribando espías enemigos o atrapando una serie de pequeñas criaturas. Todos los secretos están muy bien ocultos y os obligarán a dar una buena cantidad de vueltas explorando hasta el último rincón. A esto se le saca mucho partido en la primera mitad del juego, donde nos moveremos por una ciudad con multitud de caminos, rutas y alturas, mientras que en la segunda parte todo se vuelve muchísimo más lineal.

En lo que respecta a su dificultad, os recomendamos que empecéis a jugar directamente en Comandante, que es el nivel más alto que os encontraréis desbloqueado cuando comencéis a jugar por primera vez, ya que en normal y fácil os resultará extremadamente sencillo. Completar la aventura en difícil es algo que os llevará entre seis y ocho horas de juego, pero como todo juego de PlatinumGames, se trata de un título extremadamente rejugable que nos invita a desbloquear dos dificultades adicionales (la última de todas ya os avisamos de que solo es apta para los jugadores más expertos), a mejorar y potenciar al máximo a nuestros personajes, a conseguir el máximo rango en todos los niveles y a obtener todos sus secretos.

Y por si todo esto fuera poco, también tenemos un modo desafío con 50 misiones que pondrán a prueba nuestros reflejos y habilidades con el mando, enfrentándonos a unas arenas de combate bastante complicadas y exigentes. No en vano, nos atreveríamos a decir que en su máximo nivel de dificultad encontraréis algunos de los retos más difíciles jamás creados por este reputado estudio japonés (lo que no es decir poco).

Antes hemos hablado de mejorar personajes, y esto se debe a que el juego incluye un entretenido sistema de progresión basado en armas. Cuando estemos en el Arca podremos seleccionar a cualquiera de los cinco personajes jugables que tendremos disponibles (Optimus Prime, Bumblebee, Sideswipe, Wheeljack y Grimlock), destacando lo bien diferenciados que están unos de otros en cuanto a estilo de juego.

Aquí podremos seleccionar las cuatro armas que queremos llevar a la batalla (cambiamos de una a otra simplemente pulsando en la cruceta a su dirección correspondiente, algo que podemos hacer incluso en mitad de un combo), mejorarlas mediante la fusión de las mismas, invertir dinero en subir de nivel las estadísticas de nuestros Autobots (ojo con esto, que es importante para los niveles de dificultad más avanzados y se nota bastante), comprar y vender objetos o equipo, y desarrollar unos chips que mejoran a nuestros personajes.

El único problema que hemos encontrado aquí es que la gestión de las armas es extremadamente engorrosa, ya que a lo largo de los niveles obtendremos muchísimas que son pura basura y solo nos servirán para venderlas o mejorar las que más usemos. Lo malo es que solo podemos sintetizar un arma cada vez (usas una de base y esta obtiene experiencia y habilidades al "consumir" la otra), por lo que el proceso es lentísimo y no serán pocas las veces que nos dedicaremos a venderlo casi todo por no estar sintetizando armas una a una, ya que para hacerlo hay que repetir el proceso paso a paso desde el principio.

Otro de los aspectos que más hemos echado de menos en el juego es la presencia de los Decepticons como personajes jugables, por lo que no habría estado de más algún capítulo adicional jugando con ellos o una campaña dedicada a los villanos de la función. Además, a pesar de lo bien diferenciados que están, cinco Autobots nos han parecido pocos (aunque los que están no podrían ser más icónicos) y nos hemos quedado con las ganas de jugar con algunos de nuestros favoritos.

En cuanto a su apartado gráfico, si bien no oculta su origen como un juego intergeneracional, lo cierto es que luce muy bien gracias a su diseño artístico centrado en recrear G1 con la mayor fidelidad posible, aunque ojo, porque no todos los diseños son los de la serie original, ya que también nos encontraremos con algunos robots en su versión de Combiner Wars, como Menasor. El modelado de los Transformers es sensacional y es todo un gustazo verlos moverse gracias a lo mucho que se han cuidado todas sus animaciones. Los escenarios podrían ser algo mejores, ya que a veces pecan de poco interactivos y de ser demasiado simples, aunque eso no impide que a nivel visual consiga transportarnos con mucho acierto a una época muy querida por muchos de nosotros.

Finalmente, el sonido nos trae una banda sonora con muchos guitarreos que consigue meternos de pleno en la acción y hacer subir la adrenalina, unos efectos de sonido extraídos directamente de la serie (el ruido que hacen los robots al transformarse es inconfundible) y un fantástico doblaje inglés capitaneado por el legendario Peter Cullen, quien vuelve a prestarle su voz a Optimus Prime. Los textos están en español, así que no tendréis demasiados problemas para enteraros de lo que se dice si no domináis la lengua de Shakespeare.

Conclusiones

Transformers: Devastation no es solo un ejercicio de nostalgia para resultar atractivo a todos los que nos criamos jugando con estos juguetes transformables y viendo sus aventuras por televisión, también es un gran juego de acción que luce con orgullo el sello de calidad de PlatinumGames para ofrecernos una odisea muy divertida, variada, frenética, fiel a la licencia en la que se basa y con muchas horas por delante si nos proponemos sacarle partido más allá de su historia principal. Tanto si sois fans de Transformers como si no, a poco que os gusten los buenos hack and slash, aquí tenéis una compra muy recomendable que probablemente nos os querréis perder.