Análisis de Sonic Mania Plus (PS4, Switch, Xbox One)
Si algo estamos viendo estos días en la industria es la fuerza de la nostalgia. Hay grandes sagas que se quedaron en el olvido o que dejaron de ser grandes, y queremos volver a disfrutarlas con los gráficos de ahora. O incluso los gráficos de entonces. Éste último es el caso de Sonic Mania, la última aventura de la mascota de Sega que recuperaba la esencia clásica de la saga sin apenas tocar su estilo visual.
Ahora, unos meses después de su lanzamiento, nos llega Sonic Mania Plus, una versión ampliada disponible como contenido descargable para la versión original y como versión definitiva que, finalmente, estará disponible también en formato físico en PS4, Xbox One y Switch.
¡Otra, otra!
Sonic Mania Plus es, básicamente, la aventura que conocemos que se amplía con dos personajes nuevos, un modo nuevo (que incluye más contenido nuevo del que pensábamos) y la ampliación del competitivo hasta cuatro jugadores. Vamos a empezar centrándonos en el principal añadido, el modo Encore, traducido al castellano como modo Bis.
Aquí vamos a volver a vivir la aventura original con algunos cambios. El primero y más notable, es la implementación de los cinco personajes jugables. Se acabaron las vidas tradicionales. Los monitores de vidas ahora tienen personajes, y podemos acumular un máximo de cinco, es decir, a Sonic, Tails, Knuckles, Mighty y Ray. Eso sí, sólo podemos tener dos activos, pero podremos alternar entre estos dos en cualquier momento.
Aunque parezca una tontería, creemos que cambia mucho la jugabilidad. Lo primero es que nos obliga a usar a todos los personajes, dándole la oportunidad a muchos jugadores que quizás no disfrutan tanto rejugándolo de experimentar los escenarios con diferentes habilidades.
También tiene su puntito de estrategia. Para una fase o para un jefe nos puede venir mejor uno u otro personaje, así que podemos intentar mantenerlo en nuestro equipo titular hasta ese momento. Encontraremos monitores que cambiarán entre los dos personajes activos y los inactivos, y si morimos, uno de los personajes inactivos pasará a formar parte del dúo que controlamos.
Este sistema de personajes en lugar de vidas también permite que, si morimos, no tengamos que volver al último punto de control. Simplemente un nuevo personaje se une a nosotros y seguimos jugando. Obviamente, hay excepciones donde tendremos que volver al último punto de control, pero en general nos ofrece una experiencia más fluida. ¿Si mueren todos los personajes, os preguntáis? Tenemos los míticos continue.
Esto nos lleva a las nuevas fases de bonus, que recuerdan inevitablemente a las de Sonic Spinball, y donde conseguiremos esos continue. Estas fases son a las que accedemos cuando pasamos por un punto de control con más de 50 anillos, y nos permiten jugar en una mesa de pinball dividida en diferentes zonas. Al pasar cada zona tenemos un brevísimo minijuego al estilo UFO Catcher donde tenemos que bajar las pinzas en el momento adecuado para coger una bonificación, que puede ser más anillos, un escudo o un nuevo personaje.
Las otras fases especiales, a las que accedemos a través del anillo gigante oculto por los escenarios, mantienen la misma estructura del original, aunque son más complicadas. Ahora, el ovni que escapa con nuestra esmeralda va mucho más rápido y hay nuevos obstáculos en nuestro camino.
Nuevos personajes, ¿nuevos escenarios?
Las dos adiciones jugables son, como ya sabéis, Mighty el armadillo y Ray la ardilla voladora, dos veteranos de la saga que no habían tenido mucho protagonismo hasta el momento. Cada uno tiene sus habilidades especiales. Mighty puede saltar y luego caer violentamente contra el suelo, además de poder resistir un impacto de pinchos y hacer que los proyectiles reboten en su caparazón. Ray, por su parte, puede planear en el aire, de manera muy similar a lo que hacía Super Mario con su capa en Super Mario World.
Su jugabilidad está muy bien integrada en los escenarios, que son revisiones de los escenarios de Sonic Mania. Tan sólo hay uno nuevo, Angel Island (otro clásico de la saga), que sirve de introducción al modo Bis. El resto de escenarios lo recorremos en diferentes horas del día, por lo que los descubriremos con nuevas paletas de colores. Veremos así Green Hill Zone al atardecer, u Oil Ocean Zone de día y con sol.
Además, los cambios en el diseño de niveles son notables, y aunque algunos difieren más de los originales que otros, siempre dan la sensación de algo nuevo. Ya sea la estructura del nivel como tal, dónde se ocultan los secretos o la posición de los enemigos, tenemos mucho que descubrir en Sonic Mania Plus.
Sobra decir que el juego sigue siendo una preciosidad, con unas animaciones cuidadas hasta el más mínimo detalle, con melodías increíbles y respetando lo que sería el hardware de Sega Saturn. Es un derroche de amor por los Sonic clásicos a través de un equipo que los entiende a la perfección.
Un sueño que finalmente podemos tocar
Sonic Mania era un sueño hecho realidad, y Sonic Mania Plus es un sueño que ya podemos tocar. El lanzamiento de una edición física es algo que llevábamos pidiendo mucho tiempo, pero los nuevos contenidos son la guinda del pastel. Tan divertidos como siempre, modificando la fórmula sin perder la esencia, y continuando con el homenaje que Sonic se merecía.
Si tienes el juego original, actualizar a Plus por cinco euros es casi obligatorio. Si no lo tienes todavía, ahora puedes disfrutarlo tanto en digital como en físico, con una edición muy nostálgica que incluye carátula reversible al estilo de Mega Drive y un librito de arte. Como fans de Sonic, a nosotros nos ya enamoró en su lanzamiento, y Sonic Mania Plus nos ha vuelto a enamorar ahora.
Hemos realizado este análisis en Switch con una copia final proporcionada por Koch Media.