Análisis de Mafia III (PS4, PC, Xbox One)

Mafia es una saga muy querida por los jugadores y siempre levanta gran expectación con cada nuevo lanzamiento. En esta ocasión, el trabajo corre a cargo de Hangar 13, un nuevo estudio californiano que, apoyado por 2K Cezch (responsables de las dos primeras entregas de la saga), ha creado una aventura de acción y mundo abierto en tercera persona situado en la Louisiana a finales de los años 60. Sin duda, los puntos fuertes del título son su impecable ambientación, su fluida narrativa cinematográfica y su diversión jugable, sin embargo, pese a sus bondades, presenta importantes problemas gráficos y una gran cantidad de elementos demasiado habituales en este tipo de videojuegos.

Hombre a hombre, distrito a distrito…

Lo primero que debemos saber es que Mafia III nos sitúa en el año 1968 en la ciudad norteamericana de New Bordeaux (el equivalente en el juego a la auténtica New Orleands). Esta importante ciudad de Louisiana vive momentos de agitación social debido al racismo, la prostitución, la aparición de nuevas drogas o, el mayor de los problemas, la descarnada lucha entre mafias que está acabando con la ciudad. En esta situación, asumimos el papel de Lincoln Clay, un joven afroamericano que perteneció a las fuerzas especiales de los Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam y que ahora pretende aliarse con otros socios para dominar la ciudad.

Partiendo de esta realidad, queda claro que el punto fuerte de Mafia III, y por el que podemos "perdonar" muchos de sus errores, es su excelente ambientación y su gran narrativa. El videojuego comienza con un prólogo arrollador y deja muy claro que la trama principal va a tener un corte muy cinematográfico. Con flashbacks y flashforwards nos irán mostrando la realidad social de la época y las consecuencias de una etapa clave en la historia norteamericana. Además, los personajes están muy bien construidos y tienen personalidad, lo que consigue armar una trama que nos enganchará rápidamente. Finalmente es importante remarcar que la violencia física y la crudeza social estarán muy presentes, incluyendo momentos realmente desgarradores.

El problema, es que la historia principal es solo una parte del gran entramado narrativo y jugable que encontramos en Mafia III. Como en todo videojuego de mundo abierto vamos a tener misiones secundarias, coleccionables y acciones voluntarias que, aunque por momentos presentan cierta originalidad, se van diluyendo con propuestas jugables muy conocidas y carentes de la energía que ofrece la trama principal. Acosar a confidentes, colocar micros por la ciudad o acabar con los líderes de los barrios, serán las tareas en las que más tiempo invirtamos y, aunque es divertido sentir cómo aumenta nuestro poder, se crea la típica sensación de recadero que tantas veces hemos visto en los videojuegos de mundo abierto.

Porque sí, nuestro objetivo es dominar la ciudad barrio por barrio e ir ganándonos el favor de los diferentes socios para conquistar New Bordeaux. De esta forma, cada barrio nos ofrecerá misiones que debilitarán al líder rival hasta el punto de tener que enfrentarnos directamente a él para ver quien se hace con el distrito. Después de conquistarlo, según el socio para el que trabajemos, deberemos otorgarle la zona y ganarnos su favor. Estos socios, que serán el eje principal de la narrativa, pondrán a nuestra disposición una serie de servicios que irán mejorando cuanto más trabajemos para ellos.

Entre los servicios vamos a encontrar una furgoneta que nos trae armamento y munición al lugar que le indiquemos, una persona que viene a recoger nuestro dinero para no perderlo en caso de morir o, por ejemplo, un conductor que nos facilita un coche para movernos con facilidad. Estos servicios, así como otros que iremos desbloqueando posteriormente, no solo irán mejorando según nuestra afinidad, sino que también valdrán para desbloquear nuevas armas, vehículos y habilidades personales. Otro punto importante es que estos socios pueden ofrecernos ayudas puntuales que pagaremos con favores. Dichos favores nos permitirán, por ejemplo, llamar a un grupo armado de mafiosos en caso de enfrentarnos a una misión complicada.

En definitiva, el sistema de dominio de barrios y asociación con mafias está bien construido, ofrece una gran variedad de opciones y se siente realista, el problema es que después de varias horas las mecánicas de juego tienden a repetirse y la trama principal, aunque goza de mucha fuerza y espectacularidad, se resiente al no avanzar al ritmo que debería.

Sigilosamente agresivos

Para conseguir dominar la ciudad tendremos que ser nosotros mismos los que realicemos la mayoría de las acciones, y es por ello que Mafia III presenta un control muy preciso y dinámico. Lo primero que llama la atención es que se ha creado un sistema de control orientado al sigilo que reacciona perfectamente en todo tipo de situaciones. Podremos andar agachados, utilizar las coberturas para movernos sin ser detectados y realizar silenciosas ejecuciones. Además, Lincoln cuenta con habilidades y objetos para llamar la atención de los guardias, lo que añade un elemento estratégico divertido a la propuesta.

Intentando facilitar nuestra experiencia jugable, se ha incluido un indicador visual para saber si estamos llamando o no la atención de los enemigos, algo muy útil si queremos realizar un trabajo limpio y con clase. De igual forma, se añade la Visión Inteligente, una ayuda que, al más puro estilo Assassin´s Creed con la vista de águila, nos permitirá detectar a los enemigos incluso a través de las paredes y ver con claridad los objetos importantes del escenario. Esta ayuda, aunque es muy útil, rompe completamente con el realismo y la inmersión jugable.

Si queremos superar las misiones sin ser detectados tendremos que usar las coberturas y la iluminación para ocultarnos de los enemigos, además de plantear una buena estrategia de acción, ya que Mafia III ofrece varios puntos de acceso y caminos posibles, lo que aporta variedad a las misiones. Sin embargo, si preferimos ser más directos y agresivos, el título también ofrece la posibilidad de adentrarnos en divertidos tiroteos donde el control se muestra igual de ágil y preciso.

Para ello se han creado una gran cantidad de armas, todas ellas perfectamente diseñadas a nivel estético y con un comportamiento y una contundencia tremendamente realistas. Para elegirlas tendremos la clásica ruleta de selección y los atajos rápidos. Ametralladoras, pistolas, escopetas o cócteles molotov, serán algunas de las armas disponibles, aunque podremos ir adquiriendo más con el dinero que ganemos y con el favor de nuestros socios. En este sentido, Hangar 13 ha incluido tres modos de control: Sin ayuda, lo que nos permite manejar libremente el arma; Baja ayuda, lo que proporciona un pequeño acercamiento de la retícula al apuntar a nuestros enemigos, y finalmente Alta ayuda, un control con auto apuntado que facilitará mucho los tiroteos.

Aunque las sensaciones jugables son geniales, la inteligencia artificial de los enemigos no está a la altura de lo esperado. Comportamientos muy predecibles, mala búsqueda de las coberturas y, aunque intentarán flanquearnos y trabajar en grupo, no será raro ver a enemigos avanzar en línea recta mientras les vaciamos un cargador en el pecho. Buscando adaptar la experiencia a todos los jugadores, Mafia III ofrece tres niveles de dificultad: Fácil, Normal y Difícil, siendo este último el más recomendado para disfrutar de unas sensaciones más realistas y de un reto más exigente.

Conduciendo libres…

La conducción en un videojuego de estas características siempre es muy importante, y Hangar 13 ha invertido muchos recursos y dedicación en hacerla lo más realista posible. Todos los coches han sido perfectamente recreados a nivel visual y de rendimiento, ofreciendo un control divertido y exigente a partes iguales. Sin embargo, buscando adaptar el manejo al gusto de todos los jugadores, Mafia III incluye dos estilos de conducción: Simulación, con unas físicas más realistas y un control más exigente; y Arcade, donde la diversión premia por encima del realismo. Sin duda, el control de los coches se comporta como debería, las físicas son bastante consistentes y la ubicación de la cámara (aunque se echa en falta una vista interior) permite disfrutar de un apartado bien diseñado.

Otro reto al que tendremos que enfrentarnos de manera recurrente será la policía. El cuerpo de seguridad de New Bordeaux refleja perfectamente la situación de la época ya que, aunque siempre actúan con efectividad, serán mucho más rápidos cuando el delito se esté cometiendo en uno de los barrios ricos de la ciudad, pudiendo incluso unirse a los mafiosos de la zona si estamos en los barrios bajos. La policía también tendrá un indicador azul para determinar si estamos llamando o no su atención y, aunque podremos hacer muchas locuras al volante antes de que empiecen a perseguirnos, una vez dé comienzo serán implacables.

La policía activará una zona roja de búsqueda que podremos ver en el minimapa y, si durante este tiempo somos localizados, no dudarán en disparar antes de preguntar. Si evadimos la persecución inicial, la policía pasará a una zona azul de vigilancia mucho menos agresiva que acabará por desaparecer si no somos encontrados. La inteligencia artificial del cuerpo sigue sin ser todo lo efectiva que debería y, pese a ofrecer un comportamiento realista a nivel estratégico, no supondrán un reto complicado.

Bienvenidos a New Bordeaux

Un elemento clave de cualquier videojuego de mundo abierto es la ciudad, y aquí Hangar 13 ha hecho un excelente trabajo. New Bordeaux presenta un ambiente que encaja a la perfección con la época: cuenta con barrios bien definidos según sus características sociales, coches, armas y vestimentas son un fiel reflejo de los reales, las zonas naturales tienen una gran belleza, existe una enorme cantidad de pequeños detalles muy bien recreados y la extensión es amplia, sin embargo, también ofrece una ciudad demasiado vacía y carente de vida. No hay mucha población, las carreteras están muy poco transitadas y, en definitiva, aunque sentimos muy creíble la ciudad a nivel audiovisual, deja una sensación de soledad y poca interactividad.

Buscando pulir esa impecable ambientación, Hangar 13 ha realizado una selección de temas musicales tan brillante, que muchas veces vamos a esperar en el coche a terminar una canción antes de comenzar la misión. Artistas como The Animals, Sam Cooke, Johnny Cash, Rolling Stones o Aretha Franklin estarán presentes en las diferentes emisoras de radio, con más de un centenar de temas soul, funk o rock que también adjetivarán de manera genial las brillantes cinemáticas de Mafia III.

No es oro todo lo que reluce…

Todo este minucioso trabajo de ambientación, incluyendo coleccionables como las revistas originales de Playboy de la época, se ve perjudicada por un apartado gráfico que por momentos no está a la altura de lo que Mafia III llega a ofrecer a nivel audiovisual y jugable. El título presenta graves problemas de popping (aparición repentina de objetos) que se hacen aún más evidentes durante la conducción. Por ello, no será raro ver aparecer coches, árboles o personas a apenas unos metros de nosotros. Durante la conducción también sorprende la imagen del retrovisor que, además de ser un elemento poco útil a nivel jugable, presenta un acabado gráfico y un nivel de popping que recuerdan a títulos de hace una década.

Pero los problemas visuales no terminan aquí, Mafia III presenta dificultades con la iluminación global en espacios abiertos; es por ello que vamos a encontrar luces raras, texturas que reaccionan de formas poco realistas y lo peor de todo, un sistema dinámico día/noche y climático muy poco creíble. Nubes que avanzarán tapando el sol para, a continuación, retroceder rápidamente, efectos de luz solar nada realistas, texturas demasiado simples y una buena cantidad de bugs son algunos de los problemas gráficos más evidentes.

Lo sorprendente en este apartado es que el videojuego cambia por completo en estancias cerradas y todos esos problemas desparecen, disfrutando entonces de una iluminación mucho más acertada. Tonalidades muy conseguidas, iluminación global que interactúa perfectamente con su entorno y lo más importante, la sensación de estar en una localización creíble. Hay que recordar que Mafia III funciona a 30 fps en PlayStation 4 y Xbox One, mientras que en PC se ha lanzado un parche para llegar a 60 fotogramas por segundo o más. La tasa de fps se mantiene estable la mayor parte del juego, aunque en los momentos de más acción o en fases de conducción muy concurridas, podremos detectar bajadas de fps.

Sin duda, aunque Hangar 13 ha hecho un trabajo excepcional de ambientación, las sensaciones que deja el título, sobre todo en estancias abiertas, es de que el apartado gráfico está poco trabajado y mal optimizado para los estándares actuales. En este sentido, la desarrolladora ya ha confirmado que muy pronto mejorarán el rendimiento de la versión de PC y, según las últimas noticias, la versión de PlayStation 4 Pro presentará un mejor acabado visual.

En lo relativo a la sonorización, Mafia III presenta un excelente doblaje al castellano de todas las líneas de diálogo, lo que permite una experiencia mucho más inmersiva. Es importante remarcar este aspecto ya que, al contrario de lo que sucede en los juegos de mundo abierto sin doblar, en esta ocasión es muy sencillo prestar atención a las subtramas que pueden surgir mientras conducimos un coche o realizamos una misión, eso sí, teniendo que renunciar al idioma y acento originales.

No es todo lo que esperábamos

Desde el primer momento, Mafia III deja muy claro que su mayor valor es la sublime ambientación y la brillante narrativa sobre la que se ha construido. Su enfoque cinematográfico, la perfecta recreación de los personajes principales y una trama solvente, consiguen una gran inmersión. Por otro lado, Mafia III ofrece una jugabilidad muy divertida que nos permite utilizar el sigilo o la violencia directa, aunque la IA enemiga presenta problemas para desarrollar un comportamiento realista. En lo relativo a la conducción, el control de los vehículos es muy satisfactorio y, al igual que las armas, se sentirán muy creíbles. Mención especial merece la banda sonora que, con una selección de temas apoteósica que ambienta perfectamente la acción y nos deja momentos para el recuerdo.

Sin embargo, pese a todas estas bondades, a nivel jugable las tareas secundarias tienden a repetirse con patrones muy conocidos por los fans del género y elementos poco inspirados, además, el acabado visual dista mucho de lo esperado y es que, aunque en espacios cerrados ofrece un gran resultado, en mundo abierto muestra una iluminación poco realista y problemas de estabilidad. Sin duda, se esperaba más de esta tercera entrega de la saga Mafia y, aunque los fans del género y los que se sientan atraídos por su excelente ambientación van a disfrutar de una jugabilidad divertida, una narrativa fantástica y muchas horas de juego, aquellos que no sean seguidores del género o que no les atraiga la ambientación, van a encontrar una propuesta que se difumina jugablemente después de unas horas, debido a su obvio parecido con todos los títulos que ha dado el género durante los últimos años.

Hemos realizado este análisis con una copia final de la versión de PS4 que nos ha proporcionado 2K Games.