Análisis de Life is Strange - Episode 3 (PS4, PC, Xbox One, Xbox 360, PS3)
Muchos de los que escribimos sobre videojuegos hoy en día, al igual que muchos de los que nos leéis, llevamos bastante tiempo en esto. Quizás por eso muchas veces nos chocan los nuevos modelos de negocio y nos mostramos reticentes a cosas como los juegos por episodios, por poner como ejemplo el caso que nos ocupa. Pero si con los juegos de Telltale muchos descubrieron el potencial de este tipo de juegos basados en la narrativa, con Life is Strange nos llega otra oportunidad más que, creemos, es una gran opción para cualquier usuario.
Como cada aproximadamente mes y medio, Dontnod Entertainment –creadores del bien concebido pero no tan bien ejecutado Remember Me– nos trae un nuevo capítulo de esta aventura protagonizada por Max Caulfield, una joven de dieciocho años que por sorpresa descubre que tiene el poder de modificar el tiempo, siempre dentro de unas limitaciones. Nuestro objetivo es desentrañar multitud de misterios que se dan a nuestro alrededor, que van desde la meteorología a las desapariciones.
La calma después de la tormenta
Como siempre, nos mantenemos en nuestro compromiso de no desvelar la historia del juego, por lo que podéis leer tranquilamente este análisis. Obviamente, si habéis jugado los dos episodios anteriores entenderéis mejor algunas referencias. En cualquier caso, Life is Strange - Episode 2: Out of Time terminaba con un final muy contundente. Independientemente de cómo hubiese terminado para vosotros –obviamente, nuestras decisiones modifican la historia–, en Life is Strange - Episode 3: Chaos Theory todo el mundo está todavía de resaca por lo acontecido, lo que condiciona el tono narrativo de este capítulo.
Este nivel comienza introduciendo situaciones "diferentes", entrecomilladas porque no modifican casi nada la jugabilidad. En el inicio tenemos que infiltrarnos en diferentes estancias de Blackwell Academy, por lo que nos moveremos a oscuras intentando pasar desapercibidos y equipados con la linterna de nuestro móvil. En la exploración permanece intacta su propuesta, la cual nos invita a explorar los entornos para conseguir información, objetos o realizar fotografías especiales que funcionan a modo de coleccionables.
En Life is Strange - Episode 3: Chaos Theory la jugabilidad nos ha parecido la más plana de los tres episodios. Tiene algunos momentos de "tensión" bastante sencillos de resolver, pero apenas tiene puzles, más allá de un diálogo a tres bandas en el que tenemos que sonsacar información para nuestro beneficio jugando con el tiempo. Obviamente, las mecánicas de rebobinado siguen estando presentes, y tal como pasó en el pasado capítulo, es posible que la típica decisión que parece totalmente trivial acabe cambiando el desarrollo de la narrativa de manera inesperada. Esto es parte de lo que tanto nos gusta de Life is Strange; un pequeño gesto puede traer grandes consecuencias.
Tal y como indica su subtítulo, en este episodio de explora la "teoría del caos", y si bien no es algo que se hace de manera explícita, es inevitablemente inherente al concepto en el que se basa el juego de Dontnod. Con o sin caos, en este capítulo se profundiza todavía más en la relación entre Max y Chloe, e incluso conocemos bastante más información sobre los personajes secundarios que hasta ahora eran poco más que un nombre, como la desaparecida Rachel.
En cualquier caso, no nos atrevemos a decir cuánto avanza la historia, pero sí que podemos adelantar que es un capítulo con mucha información, que abre más interrogaciones de las que cierra. De hecho, surgen tantas dudas y se platean tantas situaciones difíciles de resolver que no podemos evitar preguntarnos cómo planea el estudio francés poner solución a todo en los dos episodios restantes.
Punto y aparte para comentar un nuevo poder de Max, el cual se presenta de manera repentina y, la verdad, más que un recurso jugable es un recurso narrativo. No sabemos si se exprimirá más como aspecto de la jugabilidad en el futuro, pero sin duda nos ha sorprendido mucho –para bien– y sirve de "excusa" (entre muchas comillas, no nos malinterpretéis) para llevarnos a un nuevo final de episodio que vuelve a hacer bastante larga la espera hasta el cuarto. No pensamos que supere el final del segundo episodio, pero es un cierre genial.
La mayor pega que podemos ponerle a este capítulo es que apenas tenemos el control sobre un par de detalles importantes a nivel argumental, aunque tal y como comentábamos previamente, ya el anterior episodio nos demostró que una pequeña decisión puede tener un gran desenlace a posteriori.
Aspectos audiovisuales
Ya sabemos que el mayor problema de Life is Strange, las expresiones faciales, no van a solucionarse en esta temporada, pero no cabe duda de que el gran trabajo de los actores de doblaje palian esta carencia. Hay algunas voces más acertadas que otras, como siempre, pero en general, la interpretación de los diálogos y las situaciones son más que suficientes para meternos en situación. Sobra decir que el uso de la música vuelve a ser acertadísimo, si bien su rol se vuelve un poco más secundario en este episodio.
En este capítulo, aunque muchos de los escenarios son conocidos, también exploramos algunos entornos nuevos, y si buscamos bien entre ellos encontraremos algunos detalles que nos ayudarán a ir completando líneas argumentales paralelas a la principal. Además, el aura de misterio de la primera sección supone un cambio interesante, aunque sea en lo audiovisual.
La teoría del caos
Cuando Dontnod dijo que Square Enix fue la única editora que no le pidió cambiar nada del juego, te paras a pensar qué habría de malo en el concepto original. Una vez que lo juegas entiendes que no hay nada malo en él, sino en la gente que no es capaz de ver más allá de la/s protagonista/s, y entender que tras dos jóvenes se puede encontrar una historia muy interesante y narrada con mucha fuerza, con decisiones muy duras y esa sensación de que a veces las cosas se te escapan de las manos.
Life is Strange - Episode 3: Chaos Theory es, parcialmente, un episodio de reflexión, y no es para menos después del cierre del segundo. Aun así, por otra parte, es un capítulo en el que suceden muchas cosas, donde se nos da mucha información sobre personajes que hasta ahora habían tenido un rol secundario, y donde, además, profundizamos en la relación entre Max y Chloe. Además, su cierre es ideal para dejarnos mordiéndonos las uñas hasta el cuarto episodio.