Análisis de Dragon Ball Xenoverse (PS4, PS3, Xbox 360, Xbox One, PC)

En el siguiente enlace podéis ver múltiples vídeos capturados directamente del juego: Vídeos de la jugabilidad

No son pocos los años que han pasado ya desde que Shenron decidiera escuchar por última vez nuestro deseo de poder disfrutar de un buen juego basado en Dragon Ball. Tras el estreno del magnífico Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3 en el lejano 2007, lo único que hemos podido saborear los seguidores de Goku y compañía ha sido una decepción tras otra a ritmo anual, con unas últimas entregas muy por debajo de lo que se merecen estos carismáticos saiyans.

Los motivos de este errático rumbo que ha seguido Bandai Namco con los juegos basados en la obra maestra de Akira Toriyama escapan a nuestra comprensión, especialmente teniendo en cuenta que ya habían dado con la fórmula ideal y con el tipo de contenidos que los aficionados llevábamos demandando prácticamente desde que descubrimos la serie, pero por suerte, parece ser que alguien ha decidido reunir las Dragon Ball para que el Dragón Sagrado ponga de nuevo a Goku en el buen camino dentro de sus adaptaciones al mundo del ocio electrónico.

El resultado ha sido Dragon Ball Xenoverse, un juego que si bien está repleto de carencias y aspectos a mejorar, nos ha transmitido la sensación de estar ante un título con muchísimo potencial para ser explotado en las más que posibles secuelas. Esto no significa que lo que tengamos ahora entre manos sea un producto fallido, ya que como fans de este mítico manga y anime lo hemos disfrutado y ha sabido darnos muy buenos momentos reviviendo sus combates más memorables, colaborando con otros jugadores y evitando que el curso de la historia de Dragon Ball se vea alterado.

El camino hacia el futuro

La premisa de Xenoverse es bien distinta a lo que venimos viendo desde hace años en los últimos juegos de Dragon Ball, aunque toma prestados muchos elementos de títulos como el extinto Dragon Ball Online o Dragon Ball Z: Battle of Z. En vez de encontrarnos con un juego de lucha al uso, lo que tenemos aquí apunta más hacia lo que proponen juegos como Monster Hunter o un MMORPG.

De esta forma, y tras jugar un espectacular prólogo, lo primero que nos tocará hacer será crearnos un personaje. Podremos escoger entre cinco razas distintas (Saiyan, Monstruo, Raza de Freezer, Namekiano y Humano), cada una de ellas con sus propias estadísticas y características únicas, y con un editor podremos personalizar su aspecto para dejarlo a nuestro gusto. Las opciones que tenemos para ello no son demasiado amplias, pero raro será si no creáis algo que parezca diseñado por el propio Toriyama, por lo que la integración de nuestro héroe dentro del universo de Dragon Ball es total y muy natural.

Una vez hecho esto, Trunks (en su versión del futuro, es decir, el que viajó al pasado en la serie principal para avisar a Goku y a los demás de que aparecerían los androides) nos contará que hemos sido invocados por Shenron para ayudar a proteger la historia de la serie. Una fuerza malvada está provocando extraños cambios en los hechos que todos conocemos, y tal y como era de esperar, eso está afectando al futuro y a la estabilidad del mismísimo universo, por lo que nos tocará viajar a esos momentos para ayudar a que esos cambios no se produzcan y enderezar la historia.

Como veis, el punto de partida es muy interesante, ya que por un lado nos permite volver a revivir muchos de los combates más míticos del manga, aunque aportando suficientes novedades como para conseguir sorprendernos y mantenernos interesados en una trama que ya no es tal y como la conocemos. Eso sí, también es cierto que se nota en ella mucho reciclado de lo visto en Dragon Ball Online, como los villanos principales (que son los mismos), a pesar de seguir un camino muy diferente. De todos modos, como nunca pudimos disfrutar por estas tierras de dicho juego, este es un detalle que pasa a un segundo plano.

En líneas generales, la historia creada para el juego es muy simple y básica, aunque tampoco desentona demasiado respecto a lo que podríamos esperar de un especial o película de la serie, por lo que llega a disfrutarse sin mayores problemas y a hacerse muy entretenida, algo a lo que también ayudan las buenas dosis de fan service en forma de momentazos que viviremos. Además, algunas de las anomalías que nos tocará corregir nos han parecido muy acertadas, como las que se producen en la batalla contra las Fuerzas Especiales de Ginyu, que estamos seguros de que os sacarán más de una sonrisa.

El problema es que el juego da por sentado que el jugador se conoce bien la historia de Dragon Ball, por lo que nos va llevando de un momento a otro sin darnos prácticamente ninguna explicación de lo que está pasando. De hecho, dentro de una misma saga muchas veces tendremos que usar nuestra memoria para saber lo que ha ocurrido, ya que todo está contado de una forma muy precipitada y algo errática (al menos en lo que se refiere a los hechos de la serie original, ya que la trama nueva sí está bien explicada).

Tanto es así que no será raro que mueran personajes sin que nos enteremos de cuándo ha pasado o que de una escena a otra aparezcan héroes o villanos que antes no estaban (en cierto punto de la saga de Bu y de la llegada de los saiyans a la Tierra se hace muy evidente). Y todo esto hablando de escenas con una supuesta continuidad y no de saltos temporales. Además, los momentos que reviviremos son muy concretos y se dejan gran parte de la serie sin explorar (por ejemplo, de la saga de Cell solo jugaremos la parte del torneo), dejando las puertas totalmente abiertas para una secuela que parece más que probable, especialmente considerando la escena que se esconde tras los créditos del juego.

Por último, decir que el argumento nos ha dejado con la sensación de que podría haber arriesgado mucho más aprovechando la temática de los viajes temporales, ya que la saga secreta que desbloquearemos tras pasarnos la trama principal es la única que nos plantea una serie de situaciones realmente diferentes, totalmente inesperadas y que de explotarse en una segunda parte podrían dar mucho juego (y hasta aquí podemos decir, que no queremos arruinaros la sorpresa).

Luchando para ser el mejor

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, tendremos una ciudad a modo de sala principal donde pasaremos la mayor parte del tiempo. En ella podremos realizar todo tipo de actividades, como relacionarnos con otros jugadores (con frases predefinidas y gestos), crear grupos con ellos o desafiarles a diversos duelos, embarcarnos en misiones, encontrar maestros para que nos enseñen sus técnicas, visitar tiendas para comprar objetos, equipo o accesorios, etcétera.

Además, desde aquí también podremos acceder a los modos competitivos tanto online como local. De todos modos, si preferís jugar solos también tendréis dicha opción disponible, por lo que no tendréis que estar conectados necesariamente. Un detalle muy de agradecer es que si optáis por esto último, los personajes de otros jugadores aparecerán en vuestra partida como NPC a los que podréis reclutar para que os ayuden durante las misiones secundarias, aunque ya os avisamos que la IA aliada de este juego es nula e inexistente, lo que probablemente os lleve a más de un momento de pura frustración por su culpa.

En lo que respecta al desarrollo del juego, nuestro objetivo será hacernos más fuertes para poder cumplir misiones cada vez más complicadas. De esta forma, tras cada batalla ganaremos experiencia que nos permitirá subir de nivel, así como dinero para gastar en las tiendas. Con cada nivel recibiremos unos puntos que podremos repartir entre nuestras estadísticas, dándonos la posibilidad de que configuremos el estilo de juego de nuestro héroe a nuestro gusto.

Para darle más profundidad todavía, tenemos una ingente cantidad de posibles habilidades que podremos aprender, aunque estamos limitados a cuatro técnicas básicas, dos definitivas y una evasiva, por lo que nos tocará escoger con mucho cuidado cuáles son las que queremos e intentar buscar cierta sinergia entre ellas.

El equipo también es muy importante, ya que las ropas con las que nos equiparemos no son solo decorativas, sino que también nos aportarán diferentes estadísticas (a excepción de los accesorios). Los huecos que tendremos serán pecho, pantalones, botas, guantes, accesorio y Alma Z. Esta última es clave, ya que nos dará unos beneficios muy concretos que se activarán bajo ciertas condiciones. Hay muchas de ellas, no son fáciles de conseguir (especialmente las mejores, que nos pedirán que combinemos varias de ellas) y complementarán el estilo de juego de nuestro personaje para terminar de definirlo.

De misiones por el Dragon World

Tal y como estáis pudiendo comprobar, el desarrollo y evolución de nuestro patrullero (o patrullera) temporal es uno de los ejes principales del juego, ya que además nos será necesario para superar las misiones más complicadas, tanto secundarias como de la historia principal. Hablando de estas últimas, decir que las pertenecientes a la trama principal solo las podremos jugar en solitario y únicamente con nuestro avatar, mientras que las opcionales sí que nos darán la oportunidad de colaborar hasta con otros dos jugadores más y seleccionar el personaje que queramos de entre los que tengamos ya desbloqueados.

Destacar que estas escalan su dificultad en relación al número de personajes que haya en juego, de forma que, por ejemplo, los enemigos tendrán menos vida cuando las juguemos solos y sin que ningún bot o jugador nos ayude (aunque esto también os llevará a ser superados en número con casi total seguridad).

Mientras que las misiones de historia nos permitirán avanzar en la trama y desbloquear nuevos personajes jugables (empezamos con apenas tres para seleccionar, pero no tardaremos en incrementar su número), las secundarias nos darán la oportunidad de desbloquear equipamiento, habilidades, almas Z y objetos. La lista de recompensas posibles de cada misión la podremos consultar antes de aceptarlas, y todas ellas tienen un determinado porcentaje de probabilidades de caernos o no, por lo que preparaos para repetir multitud de veces los encargos que den las cosas que os interesen.

Para complicar todavía más las cosas, todas las misiones secundarias tienen un objetivo adicional que tendremos que descubrir por nosotros mismos, ya que este permanecerá oculto hasta que lo cumplamos por primera vez. Si hacemos esto, aparecerán nuevos enemigos adicionales a los que tendremos que derrotar. En el caso de que los venzamos, las recompensas serán mejores (aunque si fracasamos en este punto no contará como derrota). De hecho, muchas de ellas solo se podrán obtener de esta forma.

El diseño tanto de las principales como de las opcionales suele ser muy similar: vencer a uno o varios enemigos bajo ciertas circunstancias, a la vez que evitamos que algún personaje controlado por la IA sea derrotado (en el caso de que lo haya). La diferencia la tenemos en que los mapas de las secundarias suelen estar formados por varios escenarios distintos entre los que podremos movernos gracias a unos portales. Además, en estas últimas también puede aparecer el personaje de otro jugador para desafiarnos a un combate y si le derrotamos tendremos muchas posibilidades de obtener una Dragon Ball. Al igual que en la serie, si juntáis las siete podréis pedirle un deseo a Shenron, como personajes secretos, nuevo equipamiento, dinero, un reinicio de vuestros puntos de estadística, un rediseño de la apariencia de vuestro personaje, etcétera.

Por lo general, las misiones son divertidas y entretenidas de cumplir, especialmente si jugamos con un grupo de amigos e intentamos sacar la máxima puntuación posible y los objetivos adicionales, aunque si decidimos recurrir a los bots para ayudarnos con ellas pueden acabar por convertirse en una experiencia infernal, especialmente en las más avanzadas y en las que haya que defender a alguien (no nos cansaremos de repetir lo tremendamente inútil que resulta la IA aliada de este juego).

Kame... Hame... ¡Ha!

Pero pasemos a lo que sea probablemente una de las cosas que más os interesen de este juego: su sistema de combate. Tal y como ya veníamos avisando desde hace unos meses, estamos ante un título muy sencillo y simple a nivel jugable. Para realizar combos nos bastará con combinar dos botones y estas combinaciones son las mismas para todos los personajes, por lo que una vez que deis con las más efectivas de cada uno lo más probable será que los acabéis repitiendo una y otra vez.

A pesar de estos combos predeterminados, también se nos da la oportunidad de alargar nuestra cadena de golpes con un movimiento desvanecedor que podremos realizar con el botón X (en el caso de PlayStation 4, que es la versión que hemos jugado) a cambio de gastar una porción de nuestra barra de resistencia. Este medidor es muy importante, ya que si bien lo podemos utilizar para alargar nuestros combos, también nos permitirá escaparnos de los ataques enemigos para teletransportarnos detrás de ellos y contraatacar, por lo que administrar con cabeza nuestras reservas de resistencia será fundamental para alzarnos con la victoria.

Un detalle que nos ha llamado mucho la atención es que los personajes no pueden recargar Ki por defecto (necesario para ejecutar las técnicas especiales y definitivas) y este solo se irá rellenando con las paradas perfectas que consigamos hacer (pulsando el botón de defensa en el momento justo en el que vayamos a recibir un ataque) y con los golpes que consigamos conectar o que recibamos... a menos que nos equipemos con una habilidad que sí nos permitirá recargar como en anteriores juegos de la saga, aunque esto equivale a perder uno de los cuatro huecos que tendremos para tal fin.

También hay que destacar que algunos golpes de los combos se pueden cargar para romper la defensa del enemigo, aunque esto tarda tanto que lo más probable será que el rival se dé cuenta y os contraataque antes de terminéis de acumular la energía necesaria. Para terminar nuestro repertorio de habilidades también tendremos un ataque para lanzar por los aires al contrario, la posibilidad de lanzar bolas de energía y un agarre, así como la evidente capacidad de volar, tanto de forma lenta como a toda velocidad.

Jugando uno contra uno los combates se hacen demasiado simples y no tardan en volverse algo aburridos y repetitivos, pero jugando por equipos, ya sea en dos contra dos o tres contra tres, la cosa mejora muchísimo, ya que las batallas ganan en estrategia al tener que decidir a quién atacar y cuándo, y nos obligarán a cooperar para derrotar a nuestros rivales mientras defendemos a nuestros compañeros. Incluso tendremos la posibilidad de revivir a un aliado si cae en combate, aunque esto nos llevará un tiempo que no siempre nos cederán los enemigos. De todos modos, aunque no podamos ayudarle, el jugador que haya quedado KO siempre tendrá la oportunidad de apoyar a su equipo cediendo su Ki desde el suelo para que puedan acabar el combate por él.

En cuanto a las transformaciones, destacar que solo se ha incluido la de Super Saiyan, de forma que esta es la única raza del juego capaz de transformarse, algo que también se aplica a personajes como Freezer o Cell, cuyas diferentes formas cuentan como luchadores independientes al no existir un sistema que les permita pasar de una a otra en mitad de un combate.

Su funcionamiento difiere bastante de lo que venía siendo habitual en los últimos juegos, ya que esta vez no es permanente. Una vez nos transformemos en Super Saiyan, nuestras técnicas no consumirán nada y nuestra barra de Ki comenzará a disminuir a toda velocidad, además de darnos un considerable incremento de nuestras estadísticas. Eso sí, una vez nuestro medidor llegue a cero, perderemos la transformación y toda la resistencia que tuviéramos, por lo que tenemos que tener cuidado de cuándo usar este recurso. Comentar también que dicha transformación la tenemos que equipar como habilidad definitiva, por lo que solo nos quedará un hueco para otra de este tipo.

Finalmente, decir que no nos ha gustado nada lo poco que se han trabajado los diseños de Super Saiyan para los avatares que creemos, ya que solo se volverán rubios y con los ojos azul verdosos, sin que su peinado cambie lo más mínimo, lo que transmite una sensación de dejadez bastante decepcionante. Sin duda, podrían haber tomado nota de Dragon Ball Online, ya que en este sentido estaba mucho más cuidado.

Compitiendo por la gloria

En lo que se refiere a la vertiente competitiva del juego, tenemos un título algo limitado y que prácticamente se basa en partidas puntuadas y sin puntuar. Las primeras son las más interesantes para los jugadores más dedicados, ya que iremos ganando y perdiendo puntos según nuestras victorias y derrotas, lo que nos permitirá subir y bajar de rango mientras nos vamos haciendo un hueco en los marcadores online.

Las partidas las podemos configurar a nuestro gusto, para que sean por equipos, duelos de uno contra uno, etcétera, siempre y cuando seamos nosotros lo que abramos la sala, ya que si buscamos una y decidimos unirnos a otro jugador tendremos que acatar sus reglas. Pero sin duda, el modo que apunta a convertirse en uno de los grandes atractivos del juego es el Gran Torneo Mundial de las Artes Marciales.

Este tendrá lugar en tiempo real, como en la serie, y podremos apuntarnos a él para participar e intentar ganar o ver los combates de otros jugadores como espectadores. Estos torneos se celebran de forma periódica a modo de evento y por desgracia no hemos tenido la oportunidad de disputar ninguno todavía, por lo que no podemos detallaros mucho más sobre lo divertido o aburrido que resulta, aunque desde luego, la idea nos encanta.

Ya que hablamos de la parte más online del juego (aunque también podemos disputar combates de forma local contra otro jugador o contra la IA), decir que el código de red nos ha parecido que funciona bastante bien. La gran mayoría de jugadores con los que nos hemos encontrado eran de Japón y Estados Unidos y el medidor de la calidad de conexión con ellos no estaba precisamente en su punto más alto, pero incluso así no hemos tenido casi ningún problema de lag más allá de algún que otro combate puntual en el que sí que hemos notado algo de retraso en la respuesta de nuestro personaje (por suerte para realizar combos no necesitamos nada de timing, así que tampoco fueron casos demasiado graves que arruinaran totalmente nuestra diversión).

Para terminar con el apartado jugable, nos gustaría comentar que la plantilla de personajes nos ha resultado muy decepcionante y escasa, con una selección de héroes y villanos muy cuestionable, con grandes ausencias e incluso faltando muchas de las formas de luchadores tan importantes como Cell o Freezer. Para rematar, existe un gran desnivel entre ellos, por lo que al final optaremos por subir a nuestro avatar a nivel máximo, personalizarlo y equiparlo a nuestro gusto para usarlo contra el resto de usuarios, ya que esto nos aportará los combates más equilibrados y competitivos.

Dragon Ball de ¿nueva? generación

Uno de los grandes atractivos de Dragon Ball Xenoverse es que se trata del primer juego de nueva generación basado en esta serie, estrenándose por primera vez en PlayStation 4, Xbox One y PC, además de en las veteranas PS3 y Xbox 360. Por este motivo, esperábamos un salto de calidad mínimamente cualitativo en su apartado gráfico, algo que, por desgracia, no ha sido así. De hecho, más bien lo contrario, ya que no hemos visto nada aquí que nos haga pensar que estamos jugando a un juego de las nuevas consolas.

El diseño y modelado de los personajes es simplemente correcto. Todos son muy reconocibles, están bien animados y cuentan con unas expresiones faciales muy trabajadas, pero sus diseños no terminan de convencer del todo y tienen unos brillos extraños que consiguen que el conjunto se sienta incluso inferior a los juegos de Naruto que pudimos disfrutar en PlayStation 3.

Los escenarios por su parte son muy amplios, variados (hay una gran cantidad de ellos) y tienen muchos más detalles de lo que viene siendo habitual en los juegos de la saga, por lo que aquí sí que hemos apreciado una cierta mejora. Eso sí, los efectos de destrucción dejan muchísimo que desear. No solo están mal hechos, sino que encima veremos cómo todos nuestros impactos sobre los mapas se regenerarán por arte de magia nada más los provoquemos.

Al menos los efectos de las técnicas sí que están muy bien recreados y añaden un toque de espectacularidad al juego muy bien recibido, aunque no se puede decir lo mismo de algunas conversaciones que presenciaremos durante la historia en la que los personajes ni siquiera mueven los labios. A pesar de nuestras quejas por su discreto apartado gráfico, también tenemos que admitir que el título se ve "bien" y capta sin problemas el estilo de Toriyama, por lo que no desagrada a la vista.

El sonido sigue la misma tónica, con la banda sonora de la serie desaparecida en combate a cambio de unas melodías nada inspiradas, repetitivas, machaconas y que llegan a hacerse incluso molestas, aunque por suerte suelen quedar en un segundo plano ante el despliegue de gritos y efectos que se producen durante las batallas, que no son otros que los habituales del anime que todos conocemos ya. Finalmente, el doblaje nos vuelve a dar la opción de escoger entre el inglés y el japonés, y probablemente no haga falta deciros lo mucho que os recomendamos el segundo sobre el primero, ya que la diferencia de calidad entre ambos es enorme.

Conclusiones

Si hacemos balance de todo lo que nos ofrece Dragon Ball Xenoverse, en la parte positiva tenemos lo siguiente: una historia interesante y entretenida que nos invita a revivir los mejores momentos de la serie desde otra perspectiva, la posibilidad de crearnos a nuestro propio héroe, múltiples opciones de personalización, muchísimas horas de juego tanto jugando solos como en cooperativo y competitivo, y unas batallas por equipos que saben divertir. Y por supuesto, poder lanzar Kame Hame Has con Goku.

En cambio, en el otro lado de la moneda nos encontramos con que la historia, a pesar de su interés, deja con la sensación de que se podría haber aprovechado más, una plantilla de personajes decepcionante (que se verá incrementada por medio de contenidos descargables de pago...), un sistema de combate muy simple y con poca profundidad, y un apartado audiovisual por debajo de lo esperado.

Como ya hemos dicho varias veces a lo largo de este análisis, no cabe duda de que Bandai Namco por fin ha acertado con el rumbo que deben tomar los juegos de Dragon Ball, lo que nos hace mantener muy altas las expectativas de cara a una segunda parte que si pule y mejora todo lo que ha fallado en esta ocasión, podría acabar traduciéndose en ese juegazo de Bola de Dragón que llevamos tantísimos años esperando. De todos modos, si sois fans de esta inolvidable serie, haríais bien en darle una oportunidad a Xenoverse, ya que ofrece buenos momentos y sabe divertir cuando se lo propone. ¿O acaso vais a permitir que alguien modifique a su antojo una de las historias más grandes y épicas jamás contadas cuando Goku necesita vuestra ayuda?