Análisis de Call of Duty: Black Ops III (PS4, PS3, Xbox 360, Xbox One, PC)

Esta misma semana supimos que todavía hay 12 millones de jugadores al mes que disfrutan de Call of Duty: Black Ops II (2012), lo que sirve para hacerse una buena idea del tremendo éxito del anterior juego de Treyarch, que ni Call of Duty: Ghosts (2013) ni Call of Duty: Advanced Warfare (2014) han sabido replicar en la nueva generación de consolas. Tres años después nos llega la tercera entrega de esta saga, Call of Duty: Black Ops III, un juego de acción muy cuidado y repleto de contenidos, que cumple con todo lo que esperábamos del regreso de Treyarch.
Una completa campaña cooperativa para cuatro jugadores, con nuevas y arriesgadas ideas dentro de la saga, además de un sinfín de pequeñas sorpresas y modos de juego secretos, un modo zombis más elaborado que nunca, con una personalidad única y mucha diversión, y un modo multijugador terriblemente adictivo y espectacular, sin duda donde más brilla el producto. El mejor Call of Duty desde Black Ops II, y en cuanto a calidad y cantidad de contenidos, uno de los mejores de toda la saga.
La guerra más futurista que nunca
Ahora que se han puesto tan de moda los juegos de acción en primera persona que prescinden del modo historia o campaña para un jugador, Call of Duty saca pecho y nos presenta una de las campañas más elaboradas de toda la saga, en longitud y sobre todo en historia. Esto no quiere decir que nos haya terminado de convencer del todo, por ciertos problemas que ahora explicaremos, pero sin duda se nota el esfuerzo y el compromiso de Treyarch por este modo de juego, que en esta ocasión podemos disfrutar entre cuatro jugadores de principio a fin.

La guerra da un nuevo salto al futuro, esta vez transcurre en 2065, y esto sirve para traer todo tipo de novedades a la campaña, desde superpoderes a nuevos tipos de gadget, armas y enemigos, ya que combatiremos contra todo tipo de drones y robots. Sin entrar en detalles sobre el argumento, que está lleno de giros y sorpresas como le gusta a Treyarch, estamos ante una historia que complacerá a los amantes de la ciencia ficción, sorprendentemente elaborada, tanto que en nuestra opinión esto se acaba convirtiendo en un problema.
Hay demasiadas cinemáticas y diálogos, y esto afecta demasiado al ritmo de un juego de acción, en el que puede estar bien algún que otro respiro entre tanto tiroteo, pero creemos que se han excedido un poco con tantas pausas. Lo que ha ganado en prescindir del abuso de scripts de otras entregas, lo ha perdido con tanta interrupción por motivos argumentales, algo especialmente grave cuando estás disfrutando de la campaña junto a unos amigos.
Aunque a veces nos movemos por escenarios bastante amplios y apropiados para cuatro jugadores, las situaciones que proponen no terminan de aprovechar demasiado el juego cooperativo, no invitan a cooperar y compenetrarse, y en muchas ocasiones da la sensación de que la campaña no fue diseñada desde un principio para ser cooperativa, y que es algo que se ha añadido un poco con calzador. Especialmente grave es cómo se han gestionado los cambios de escenario o la introducción de las cinemáticas, ya que cuando uno de los jugadores de la partida llega al siguiente punto de avance de la historia, el juego teletransporta de manera brusca al resto de jugadores, sin dar unos segundos de cortesía para que lleguemos, e incluso te muestran la cinemática de turno cuando ya han transcurrido dos o tres segundos de la misma.

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