Análisis de WRC 3 (PS3, PSVITA, Xbox 360, PC)
Barro, nieve, tierra, hielo…. ¿se os ocurre algún plan mejor para el fin de semana? Por fin se acabaron los tristes recorridos en circuito, y vuelve el apasionante mundial de rallyes a nuestras consolas. Un campeonato espectacular, pero que desgraciadamente no pasa por sus mejores momentos de popularidad y seguimiento. Reducciones de presupuesto y huida de patrocinadores contrastan con espectaculares imágenes de público agolpándose en las cunetas, jugándose la vida, al paso de estas increíbles maquinas. El curso prácticamente ha acabado con el noveno título consecutivo del dúo mágico Loeb y Citroën, y el anuncio de su retirada parcial para el año que viene. Un año próximo trascendental, gracias al nuevo patrocinio de Red Bull, y la entrada de nuevos equipos y pilotos, que por fin podrán luchar por el campeonato.
Estamos en un momento ideal para revivir este campeonato, gracias a la tercera entrega del simulador oficial, WRC 3, de los italianos Milestone, unos auténticos expertos en juegos de velocidad tanto en dos ruedas, con los juegos de Superbikes, como en cuatro. Aunque hace unos años, cuando se anuncio que se iban a hacer cargo de la licencia, crecieron las expectativas de muchos aficionados de volver a un gran juego, que al menos estuviera a la altura de aquellos grandes clásicos de la PS2 desarrollados por Evolution Studios, la realidad es que sus dos entregas anteriores no han llegado a compensar por completo esas expectativas.
Hay que reconocer que son juegos divertidos para los que nos gusta la conducción, pero a los que les falta mucho, prácticamente en todos los aspectos, para ser considerados de los grandes. Pese a que las críticas y las ventas así lo demostraron y su paso por las estanterías de las tiendas fue prácticamente anecdótica durante estos años, lo cierto es que también han conseguido crear un grupo bastante nutrido de fieles que siguen jugando día a día, y es relativamente fácil encontrar partidas en multijugador, incluso para el juego del 2010, en estos días, uno de los indicadores más factibles hoy en día para calibrar el éxito de un juego.
Tercer intento, primer scratch
Milestone ha dado un paso al frente, y tras presentar dos entregas muy similares, ha cambiado sensiblemente este año para mejor. Ya se sabe que los cambios siempre gustan a algunos, y puede que no gusten a otros, pero al menos demuestran que siguen involucrándose en el desarrollo y lanzamiento de la licencia. Un cambio que notamos desde el mismo arranque, donde los sobrios y pobres menús de otros años, han dejado su lugar a otro con un aspecto mucho más sencillo, juvenil y desenfadado, repleto de música electrónica muy moderna.
En un principio las únicas opciones de juego se limitan a tres apartados: WRC Experience, Road To Glory y multijugador. Dentro de WRC Experience, encontraremos las opciones típicas para correr etapas separadas, rallyes sueltos o campeonatos, totalmente personalizados a nuestro gusto, en duración y dificultad, incluyendo también la opción de jugar con amigos con la modalidad hot seat, por turnos.
Road To Glory
Road To Glory, es a priori el modo más interesante y consiste en empezar nuestra carrera en el mundo de los rallyes desde la parte más baja del escalafón, hasta conseguir llegar a ser el número uno. Este modo, que en las otras entregas pecaba de ser bastante aburrido, y largo, ha sido completamente rediseñado y ahora es un poco más variado, sin olvidarnos de que estamos en un juego de rallyes, en el únicamente tenemos que recorrer un circuito con un coche y contra el crono.
Este año nos olvidamos de crear nuestro propio equipo y estar todo el día pendiente de los créditos/dinero. Ahora todo es más sencillo, y los coches, mejoras, vinilos, y patrocinadores se irán desbloqueando según avancemos en las pruebas, y no tendremos que hacer nada más que usarlos a continuación. Los patrocinadores no aportan nada, y simplemente podemos escogerlos a la hora de diseñar nuestra montura.
El camino al triunfo está dividido en siete áreas geográficas más una gran final, empezando, por ejemplo, en la zona mediterránea, en la que únicamente tendremos pruebas en Cataluña y Portugal. Las pruebas de cada área serán etapas sueltas, rallyes sueltos o campeonatos, de diferentes grupos y épocas, según vayamos avanzando en el modo, cada una con varios objetivos que cumplir. Dependiendo de esos objetivos, y de nuestra forma de conducir, de que no dañemos el coche y no usemos rebobinados ni reapariciones, obtendremos un número de estrellas que se sumarán a nuestro perfil, y nos permitirán desbloquear nuevas pruebas, coches, modificaciones, o pinturas. Al principio de cada prueba nos ofrecerán los coches que tengamos desbloqueados para ese grupo, sin tener que comprarlos, y podremos personalizarlos con diseños, pinturas, y aplicarles mejoras, sin ningún coste.
Otras formas de ver el rally
Dentro de cada área encontraremos un piloto local al que tenemos que derrotar en esas batallas finales que nos anunciaron hace unas semanas, y que nos hicieron temblar de incertidumbre, pero que simplemente por regla general se traducen en etapas súper especiales, uno contra uno. También encontraremos dentro de las pruebas de cada área, los nuevos desafíos, unos tipos de pruebas inéditas hasta ahora en la saga, y que añaden algo más de variedad al juego.
Algunas de estas pruebas ya nos sonarán de otros juegos como crash & run, donde tendremos que ir golpeando cajas por el suelo, para obtenernos puntos, o drift donde tenemos que derrapar dentro de una zona señalada, pero también encontraremos algunas novedosas como por ejemplo, gate conquest, que es una versión de crash & run, en la que veremos todas las cajas rojas, y justo al acercarnos, una se pondrá en verde, teniendo que orientar el coche hacia ella para no perder tiempo. Survival es una carrera contra el crono mientras buscamos kits de reparación para que nuestro coche no se destruya, y school rally nos presenta un trazado lleno de conos por el que tenemos que pasar.
Aunque es cierto que los seguidores más puristas de los rallyes no verán con buenos ojos la presencia de este tipo de pruebas, y que nosotros nos asustamos al ver su anuncio, lo cierto es que una vez que las hemos jugado, os podemos decir que son pruebas muy divertidas, y añaden algo de variedad al juego.
Multijugador
El modo online no presenta ninguna novedad destacable respecto a la última edición, y nos permite participar en etapas clásicas, rallyes o campeonatos, o en etapas súper especiales en las que nos enfrentamos contra otro piloto, en circuitos especiales, cada uno por su carril. El número de jugadores es ya elevado, y no tendremos ningún problema a la hora de encontrar partida.
Circuitos y garaje
WRC nos presenta el que ha sido el calendario oficial de este año 2012, y en el que destaca sobre todo, la vuelta el pasado mes de febrero del mítico Rally de Montecarlo, con el asfalto helado del Col de Turini, incluido. Una vuelta al mundo en 13 rallyes, en los que por última vez veremos tramos que mezclen distintas superficies en el mismo, asfalto, gravilla o nieve, ya que esta posibilidad que tantos quebraderos generaba a los pilotos ha sido eliminada para el mundial del año que viene. Casi todos los tramos se han creado nuevos para esta edición, y en general, son bastante espectaculares, y complicados.
Sin duda, uno de los apartados que más nos interesa en un juego de coches es precisamente la cantidad y calidad de vehículos que vamos a poder tener a nuestra disposición. Aunque en otros tipos de juegos presumen de tener centenas y miles de ellos, no es éste nuestro caso, ya que principalmente tampoco existen tantos coches de rally. WRC 3 nos acerca a nuestro mando/volante una gran colección de vehículos tanto actuales como clásicos.
La clase reina, WRC, únicamente está compuesta por tres vehículos, el Citroën DS3, el Ford Fiesta RS, y el Mini WRC de Dani Sordo, a los que Milestone ha añadido el nuevo Wolkwagen Polo R WRC, que debutará el año que viene. Está es prácticamente la única novedad jugable, ya que el resto de los vehículos son de sobra conocidos por los aficionados. En la Class 2 encontraremos los coches que antes conocíamos como Super 2000 como el Skoda Fabia o el Fiesta S2000, y el desconocido Proton Satria, mientras que en la ahora denominada Class 3, están los llamados Grupo N, con predominio de modelos de marcas japonesas como Subaru y Mitsubishi.
En el apartado histórico nos encontraremos con una amplia representación de la historia de los rallyes, desde el Citroën C4 y el Focus, de hace un par de años, al Renault 5 y Peugeot 205, de los 80’, pasando por aquellos inolvidables Toyota Celica y Lancia Delta, que conducía nuestro querido Carlos Sainz en los años 90’.
Manejo
El control de los mismos es sobre todo divertido, estando a mitad de camino entre el arcade y la simulación, dando a la simulación más pura ya por olvidada en consolas. Los coches, en configuración normal, responden bien, sin excesivos nerviosismos, tanto al mando como al volante, y son relativamente fáciles de conducir entre los sinuosos trazados que nos proponen sobre las distintas superficies. En la parte negativa hay que reconocer que existen pocas diferencias, salvo las obvias de potencia, entre los distintos modelos, factor éste que no gustará demasiado a los jugadores más exigentes, pero al que no darán mayor importancia el resto de jugadores.
El juego sigue teniendo multitud de opciones de configuración para que cada jugador se encuentre a gusto. Podremos modificar el nivel de los rivales, el impacto de los daños que suframos o el número de "rewind", es decir, las veces que podremos rebobinar en el tiempo unos segundos atrás para evitar un problema, así como activar ayudas en la frenada y en la estabilidad. Tanto si simplemente quieres dar un paseo viendo el paisaje, como si quieres intentar "emular" a Loeb, cualquier jugador puede calibrar su configuración ideal.
También podremos meternos a mecánico modificando diferentes parámetros del coche como la suspensión delantera y trasera, la relación de marchas, la distribución de la frenada, el radio de giro, o simplemente la altura de la carrocería, aunque en esta ocasión será a ciegas, ya que no tendremos un tutorial ni un ingeniero que nos indique cómo va a afectar al vehículo, como si suele haberlo en otros juegos de carreras.
Aspecto
Uno de los aspectos que más se criticó de los dos primeros juegos fue su pobre apartado técnico, más duro todavía sí lo comparábamos con la otra gran saga de rallyes, DIRT. Durante estos meses hemos visto multitud de tráilers y videos donde veíamos una franca mejoría, y ahora ya con el juego en las manos podemos decir que Milestone nos ha hecho caso. Su nuevo motor, Spike Engine, creado por ellos mismos, nos proporciona unos gráficos notables de gran calidad, que sí bien todavía no llegan al nivel casi foto-realista que alcanza el Ego Engine que Codemasters utiliza en sus F1 y DIRT, sí que por fin, se pueden llegar a comparar.
Los escenarios han crecido en calidad de una forma asombrosa sea el entorno que sea en el que nos movamos. Los bosques parecen de verdad, y los efectos de iluminación al entrar dentro de la vegetación son asombrosos, pasando de la claridad a la sombra en unos instantes. Las zonas rocosas y las montañas presentan un aspecto seco, peligroso y rudo, que hará que nos pensemos mucho el acercarnos a ellas, así como la tierra, parece que va a desaparecer bajo nuestras ruedas, cuando pasamos por ella a toda velocidad.
Los coches también han mejorado en detalles, y al igual que el motor de daños visuales, mucho más real y duro, que en las otras entregas. Únicamente podemos criticar una percepción que ocurre sobre todo en las pruebas de asfalto, y que hace que el coche parezca demasiado grande para la pista, como si no estuviera bien dimensionado.
El sonido, en cambio, no ha mejorado mucho, y todos los coches suenan de una forma bastante similar, incluyendo esos modelos clásicos, que sabemos que no sonaban igual que los coches actúales. El juego está perfectamente doblado y traducido al castellano.
Conclusión
Sí te gustan los rallyes, o simplemente quieres hacer tus pinitos en este divertido y complicado deporte, WRC 3 es tu juego. Los italianos Milestone consiguen con esta tercera entrega una significativa mejora dentro de su saga. No es el juego perfecto que todos deseamos, y por mucho que nos pese, deja de lejos la simulación más pura, pero ante todo es un juego realmente divertido, y completo. Multitud de etapas y rallyes, muchos coches de todas las épocas, y una conducción y dificultad totalmente personalizable hacen que sea recomendable para cualquier jugador que quiera dejar un rato los circuitos para pasearse por el campo más salvaje.