Análisis de WRC 3 (PS2)

Todo empieza con una súbita descarga que siente el cuerpo, que se tensa en un reflejo primario como si sintiera que se avecina un desastre. Todos los sentidos se ponen alerta, funcionando al máximo. Se abren las espitas de las glándulas que producen la adrenalina y la preciosa sustancia, el equivalente fisiológico de un rayo, se esparce por el sistema circulatorio. La respiración se acelera inundando de oxígeno la corriente sanguínea. Los
capilares se dilatan, los ojos también, los músculos se tensan y se empieza a percibir una divina sensación al ver que todo lo que te rodea se disuelve en un frenético espejismo pasajero. Es algo adictivo, algo que quema a los que no podemos sentirlo, a los que no podemos correr libres como el viento, a los que no tenemos máquinas de mas de 300 cv y nos hace sentirnos atrapados en una vida vivida a cámara lenta... suplicando por probar esa
sensación al menos una vez, sentirnos libres a 250 km/h. Eso es la VELOCIDAD, eso es WRC3.

Decir que es, gráficamente, el mejor juego de rallies para cualquier consola no es exagerar en absoluto. Desde el primer momento el juego deja patente su calidad con una intro mezclando imágenes reales del campeonato del mundo de rallies con otras animadas. El diseño de los menús es parecido a su antecesor, permitiéndonos una navegación clara e intuitiva.

Como punto negro para el apartado gráfico hay que decir que no incluye la opción 60 Hz, y aunque el juego discurre a su velocidad original ya que está hecho en Europa, la velocidad de refresco de la pantalla no es la misma a 50 que a 60 Hz y disponer del juego en formato NTSC permitiría ver la pantalla con algo mas nitidez.

Como en las anteriores entregas todas las pistas y los paisajes están realizados en 3D, aquí no hay una foto de una montaña al fondo que siempre se mantiene del mismo tamaño. Los bosques, las montañas, las dunas, todo parece estar vivo, todo está en armonía con el entorno y es porque todas y cada una de las pruebas del campeonato se encuentran recreadas en el juego tal y como son en la realidad. Montones de elementos pueblan los tramos, desde una mayor afluencia de público hasta helicópteros o animales pululando por nuestro recorrido, en un número bastante mayor que en cualquier otro juego del género, la gravilla saliendo disparada con los en cada derrape, las nubes de polvo en las llanuras de Kenia, lo que aumenta el realismo del que hace gala WRC 3. Algunos tramos duran más de diez minutos y a medida que avanzas ves como ese risco que se observa desde la línea de salida se va haciendo cada vez mas grande. Los efectos gráficos son buenísimos, atención al deslumbramiento del sol cuando nos lo encontramos de cara, destacando además las nubes de polvo o la gravilla que va soltando el coche en cada derrape.

Las texturas en general son buenas, sin embargo, hay pequeños defectos en las mismas y es que a veces dan la sensación de ser algo repetitivas y un poco faltas de detalle, tal vez por el contraste que hace con las perfectas texturas de los coches, aunque si nos paramos analizar el tramo donde corremos nos daremos cuenta que es normal que las texturas se repitan ya que por ejemplo en una zona de roca escarpada todo el paisaje es prácticamente igual. También se echa en falta algo más de detalle en las texturas ya mencionadas, de las zonas de nieve, no por el hecho de la repetitividad de las mismas, sino por que da la sensación de no ser demasiado realista.

Otro defecto es la parición en determinadas zonas de algo de "popping", algunos elementos como señales de tráfico o pequeños árboles aparecen de forma repentina, aunque para nada afectan a la jugabilidad y que probablemente son debidos a la alta resolución a la que se ve el juego.

Si a veces las texturas de los tramos son defectuosas, con los coches ocurre todo lo contrario, sin duda los mejores coches que ha visto la consola de Sony, incluyendo a los vistos en el reciente Need for Speed o en el todopoderoso GT 3. Las texturas son realistas al cien por cien y los coches están recreados con las medidas oficiales, destacando el hecho de que al contrario que en la anterior entrega, donde para que el coche se rompiera tenías que tirarte varias veces por un precipicio, ahora los coches se deforman al más mínimo golpe, como debe ser, porque un accidente a mas de 150 km/h sea contra lo que sea dejará el coche bastante hecho polvo. El menú del juego nos permite explorar el modelo en 3D de cada uno de los coches, desmontando el mismo en piezas y pudiendo apreciar con gran nivel de detalle tanto el interior como el exterior. Los pilotos como siempre son los oficiales del campeonato del mundo, recreados esta vez con gran nivel de detalle aunque las animaciones como viene siendo habitual son bastante robóticas. Podemos observar como gesticulan o giran la cabeza bruscamente en cada curva que da el coche.

Además de los coches oficiales del campeonato del mundo, podremos desbloquear sus evoluciones a base de correr muchos rallies con cada uno de los iniciales. Las evoluciones como su propio nombre indica mejoran las características de los coches iniciales. Además también están los coches concept que son auténticos cohetes sobre rueda, y por lo tanto dificilísimos de manejar.

Resumiendo el apartado gráfico es de auténtico lujo, destacando por encima de todo el modelado de los coches, sus deformaciones y los efectos gráficos como la gravilla saltando, las nubes de polvo y la recreación del sol, y aunque tiene pequeños defectos para nada empañan el resultado general.

La música es buena sin llegar a sobresalir en ningún aspecto, temas pegadizos para amenizar los menús y las repeticiones. Su presencia pasa desapercibida en la mayoría de las ocasiones, lo que no deja de ser normal en este tipo de simuladores, aunque la inclusión de algún tema famoso como se hizo en GT2 con "My favourite game" de The Cardigans no hubiera estado mal.

Llegamos al punto fuerte de este apartado, el doblaje y los efectos sonoros. El doblaje es magnífico .Los que somos aficionados al Campeonato Mundial de Rally reconoceremos inmediátamente que el comentarista es el ofical de campeonato y como no podía ser de otra manera el copiloto es Marc Martí que para los despistados diré que es el copiloto de Carlos Sainz desde que este ingresara en Citroën y dejara a Luis Moya. Las voces del copiloto están perfectamente coordinadas con las curvas, chicans y demás accidentes del terreno de los que nos avisa, es decir , que aquí no pasa como en otros juegos en los que el copiloto te avisa de la curva cuando ya nos hemos estrellado. Al comienzo de cada rally podemos ver un video generado por ordenador referente a dicho rally en cuestión, en el que el comentarista, antes mencionado, nos explica las características de la superficie y el país donde tiene lugar la prueba.

Y si el doblaje es bueno los efectos no son para menos, todo está perfectamente llevado al juego tal y como es en la realidad, los golpes de las piedras contra la carrocería, el turbo rugiendo cuando fiera ansiando escapar de su cautiverio, las explosiones del tubo de escape...

Solamente escuchando el sonido de los diferentes coches del juego, sin mirarlos, notarás que se diferencian perfectamente unos de otros. El sonido del motor se ha reproducido tal y como es en la realidad, cada coche tiene un motor diferente que explosiona de una manera distinta.

Los golpes del coche contra los diferentes elementos del terreno, la gravilla que sale despedida al contacto con unas ruedas que giran a más de 200 km/h, el chirriar de los neumáticos en el asfalto, el agua de los charcos, todos y cada uno de los sonidos del juego se reproducen con total fidelidad a la realidad.

Estamos ante un apartado sonoro prácticamente perfecto, destacando por encima de todo la cantidad y calidad de los efectos, que hacen que este juego sea el mas realista es este aspecto de cuantos juegos de rallies hay en el mercado.

En una palabra simulación, en su sentido más estricto. Mucho se ha criticado sobre el "poco peso" de los vehículos en la saga WRC, pero como aficionado al deporte de motor en general, debo romper una lanza a favor de la jugabilidad de WRC. Un coche de rally no responde de la misma manera que cualquier otro coche del deporte del motor, ni los de campeonatos de GT, ni Formula 1 ni cualquier otro, cada uno tiene una forma de conducir específica. Los coches de rally son mucho mas sensibles a la dirección que un turismo normal, aunque no tanto como un Formula 1. Debido a esto es comprensible que a muy poco que se intente girar el coche gire bastante. Lo del "poco peso" de los coches también tiene su explicación; cuando en el juego conducimos sobre asfalto seco el coche se agarra como una lapa, es como si condujéramos por una autovía, sin embargo al conducir sobre tierra o gravilla ya varía el comportamiento del vehículo. Sobre tierra o gravilla el coche es imposible que tenga el mismo agarre que sobre asfalto, si a esto añadimos que muchas de las curvas tienen lugar sobre cambios de rasante más o menos pronunciados, cuando tomamos una curva el coche tenderá a dejar alguna de sus ruedas en el aire, perdiendo tracción y por consiguiente la estabilidad del mismo. Algunos dicen que el coche se va mucho en las curvas, pero después de pasar horas jugando a este juego os puedo decir que todo es cuestión de práctica, en la realidad es así, un vehículo a una velocidad de mas de 150 km/h sobre terrenos tan irregulares como los que presenta un tramo de un rally es normal que sea de difícil manejo, si fuera fácil todos seríamos pilotos de rallies. Por eso hablamos de simulación, para muchos será un defecto tener un control tan exigente como el de WRC3, pero para los amantes de la simulación será la mayor de las virtudes. En el rally tu enemigo es el tiempo, nadie te cerrará en una curva nadie te embestirá por detrás en una apurada de frenada, solo cuenta tu habilidad al volante, tu destreza para mantener el coche sobre la línea, siempre al límite, tu y el reloj cara a cara, si te sientes capaz de vencer al tiempo inténtalo y no te arrepentirás.

La sensación de velocidad es perfecta, tanto que da miedo lo rápido que vas porque no sabes cuando vendrá esa curva que te arrastre de manera inexorable fuera de la pista, que te saque de la carrera, no tendrás tiempo de pestañear por que si cierras los ojos cuando los vuelvas a abrir talvez sea demasiado tarde para frenar a tiempo, toda la concentración es poca, deberás poner los cinco sentidos en el juego, especialmente esforzarte por hacer tus dedos tan sensibles al tacto como una partícula de humo que se evapora con solo mirarla.
Se han corregido los errores de la entrega anterior en la que a veces daba la sensación de que el coche tenía tendencia a irse contra la valla y los accidentes están mucho más conseguidos. Ya no pasa que cuando te dabas contra las vallas el coche se pegaba el contado entero a ellas, ahora el coche rebota igual que lo haría uno real y como ya he dicho antes la física de los accidentes está mucho más lograda.

El comportamiento de los coches en cada tipo de pista está claramente diferenciado y cada uno destaca sobre otros en determinadas pistas, Los coches como el 207 o el Xaara que pesan menos responden mejor sobre asfalto y el Lancer o el Impreza los hacen mejor sobre tierra o gravilla debido a su mayor peso. Por supuesto es cuestión de gustos pero a mi parecer el coche mas equilibrado es el Xsara.

Por el contrario hay que decir que las opciones del configuración de los coches han disminuido de forma sensible y no entendemos bien porqué, ya que esto disminuye el grado de personalización del vehículo y el realismo de poder configurar el coche a nuestro gusto. Este nos ofrece nueve posibles configuraciones posibles mientras que el anterior mas de veinte, con que las hubieran mantenido como estaban hubiera sido suficiente. Por otro lado, se ha aumentado la información referente a los coches, pilotos, historia de la escudería etc, mostrando gran cantidad de videos explicativos, que si bien no repercute en la jugabilidad, se agradece su inclusión.

Respecto a los modos de juego si alguien esperaba el prometido modo online que se vaya despidiendo pues no existe a pesar de haber dicho el año pasado que la tercera entrega lo incorporaría, también ha desaparecido el Reto WRC, donde podías competir con tus tiempos a través de internet y ver lo bueno o malo que eras en el juego. Se mantienen como modos de juego los mismos de siempre, carrera rápida, Contrarreloj y el modo para dos jugadores a pantalla partida. Igual que siempre el modo estrella es el Campeonato donde podremos correr los rallies individualmente o el campeonato completo donde elegiremos un coche y progresaremos en el campeonato mundial de rallies en el mismo orden y con los mismos tramos que en la realidad. Al principio podremos elegir entre dos niveles de dificultad, principiante y profesional, yo recomiendo el directamente el profesional si se os da bien esto de los rallies por que a la larga es mas divertido ir mas apurado para conseguir el título final que ganar todos los rallies prácticamente sin oposición.

En esta tercera parte se han esforzado por mejorar la simulación, aunque a costa de hacer el juego un poco más difícil debido a las sensibilidad de giro que presentan los coches, esto no es malo en absoluto sino todo lo contrario, se han corregido los fallos de la segunda parte mejorando la física del coche y tanto el apartado gráfico como sonoro presenta una calidad intachable además de haber mejorado las colisiones y los desperfectos, sin embargo los pequeños defectos en el apartado gráfico, la no inclusión del modo online y la rebaja en la posibilidades de configuración del vehículo hacen que no sea el número uno absoluto. En ningún momento he mencionado a Collin McRae 04, pero por todos es sabido que estas son las alternativas mas claras dentro del catálogo de PS2. El juego de Codemaster tiene un control mas asequible y un acabado gráfico casi tan bueno como este , pero no cuenta con las licencias. La elección es tuya si prefieres la simulación total elige WRC3 sino quédate con el Collin. Pero antes lee la conclusión y comprenderás lo que es el Campeonato del Mundo de Rally.

Imagínate que estás en algunos de los países mas hermosos del mundo, los bosque nevados de Escandinavia, la sabana africana azotada por el sol, las montañas de sudamérica que se pierden entre las nubes. Ahora imagínate que pasas por ahí como un rayo en un misil guiado por dos hombres, una tonelada de acero y aleación, combustible y aire, carne y hueso, 2000 centímetros cúbicos, 300 cv, tracción a las cuatro ruedas, el ruido de las piedras que rebotan contra la carrocería, el turbo rugiendo bajo el capó, tu corazón que se te sale del pecho. Esto es el Campeonato Mundial de Rallies, catorce rallies en cuatro continentes, una de las competiciones más duras del deporte del motor, para ganar a tus rivales primero debes ganar al reloj, en una lucha contra el tiempo y los elementos cada segundo cuenta. Desde temperaturas bajo cero hasta un calor asfixiante, tienes que ir al límite y mas allá, como se resume todo: WRC.