Análisis de The Fight: Lights Out (PS3)
Las buenas ideas, no siempre tienen que acabar bien. Muchas veces, se puede tener un gran concepto entre las manos, y este, por un mal desarrollo o planteamiento a la hora de trabajar con ello, puede acabar fallando estrepitosamente. Cuando se presentó en sociedad PlayStation Move, la mayoría de aficionados lo vio como un movimiento de Sony para acercase no solo a la videoconsola Wii de Nintendo, sino a todos los juegos del género conocido como "party games". Dichos juegos, de temáticas y colores agradables, tenían la función de hacer jugar a toda la familia, sentándolos y concentrándolos alrededor del televisor. ¿Sería PlayStation Move simplemente un instrumento para trasladar dichos juegos a PlayStation 3 y a su comunidad de jugadores? The Fight parece responder con un claro y conciso: "No".
The Fight es una de esas ideas, que fueron planteadas desde un principio, y que cautivaron a más de uno en el momento de su presentación. El juego de luchas y peleas callejeras parecía romper con la temática "light" de la mayoría de los títulos presentados junto al PlayStation Move, ofreciéndose así como un alternativa interesante en el catálogo de lanzamiento del mando de control de movimiento, y convirtiéndose en la apuesta más destacable de Sony dentro de los juegos "mature" o "hardcore".
El problema desgraciadamente, es que el resultado, ha terminado estando muy lejos de lo deseable. Así pues, ¿es The Fight una alternativa seria para el jugador de siempre que quiera experimentar con su PlayStation Move?
En el gimnasio de Danny Trejo
The Fight es un juego que no esconde su temática adulta. Su estética oscura y simplista, usando fuertes contrastes entre luces y sombras, nos dejará claro desde el primer momento el estilo de juego y ambientación presente durante todo el título, sin temor a preocuparse hacer concesiones a otro tipo de audiencia más adelante. En The Fight encontraremos fieles recreaciones de los bajos fondos y los barrios más peligrosos, con calles oscuras y sucias, gimnasios roñosos y a punto de derrumbarse o personajes con los que más vale no cruzar ni una sola mirada.
Personajes realistas y bien modelados, buenos efectos de luz, y escenarios bien recreados, aunque delimitados por todos lados (no obstante, es un juego de lucha). Nada más empezar, y tras calibrar ligeramente nuestra PlayStation Eye y nuestro mando de control Move, veremos como una de las caras más familiares para el aficionado del cine de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez (así como de la serie B o el subgénero grindhouse), hará acto de aparición frente a nuestros ojos. Danny Trejo, el popular actor protagonista de películas como las recientes "Machete" y "Predators" o "Desperado", se encargará de darnos las primeras instrucciones (en perfecto castellano), así como de guiarnos por el difícil y complicado mundo de las peleas callejeras, haciendo el rol de entrenador personal a lo largo del juego. Un Danny Trejo, de aspecto amenazante y con cara de pocos amigos (no podéis olvidar el pasado criminal del ahora actor de Hollywood), nos explicará los pormenores de las peleas ilegales por un poco de dinero.
Uno de los primeros pasos en The Fight será el de la creación de nuestro luchador. El editor físico y de aspecto de The Fight no es que sea bastante amplio, pues la creación de nuestro personaje estará perfectamente delimitada por cuatro o cinco opciones, pero ayudará mucho al jugador a la hora de crear su avatar pugilístico. En el editor de The Fight podremos cambiar aspectos como la altura, el peso o la masa corporal, así como la cara o el rostro de nuestro personaje. La cara de nuestro personaje y su bello y pelo también pueden ser modificados, añadiéndole o quitándole barbas, perillas, cortes de pelo… Una vez tengamos nuestro personaje bien calibrado en el aspecto físico, deberemos invertir en sus habilidades.
The Fight es un juego que tiene un marcado componente rolero y de mejora, aunque dicho concepto no termina de despegar en ningún momento, y sus bases, acaban diluyéndose como una opción más entre la presentación de los primeros compases del título. Las habilidades o características de nuestro luchador podrán ser mejorada y aumentadas con una serie de puntos, que iremos ganando conforme avancemos en nuestras batallas en las calles. Al principio tendremos una cantidad de puntos muy limitada, que deberemos invertir sabiamente. Tendremos características y campos como la velocidad, la resistencia o el corazón (que viene a ser algo así como la predisposición de nuestro aguerrido combatiente a la hora de enfrentarse a sus oponentes, su coraje, al fin y al cabo). Cada característica puede ser mejorada hasta ciertos puntos en el gimnasio de Danny Trejo, eso sí, teniendo que invertir una cantidad de dinero conseguida previamente.
El término de la creación de nuestro personaje terminará al poco tiempo de empezar nuestra aventura en The Fight, y es entonces cuando llegaremos al núcleo jugable del mismo. Danny se encargará de comentarnos y aleccionarnos sobre los dos diferentes tipos de control: podremos jugar tanto con dos mandos PlayStation Move, como con un mando de movimiento y un SixAxis en la otra mano. Ambos sistemas de juego son algo inexactos y problemáticos (como es explicaremos más adelante), aunque el segundo, el que tiene como novedad el uso del SixAxis en una de las manos, funciona de una manera más exacta y controlada que el combo de dos PlayStation Move, uno en cada mano.
Antes de ponernos a jugar y a vislumbrar lo que puede ofrecernos The Fight, deberemos calibrar el mando y la PS Eye de nuestra consola PlayStation 3. El paso de calibración puede llegar a ser algo tedioso, no por su duración, sino por la reiteración del mismo a lo largo de nuestra partida. El juego nos obligará, justo antes de cada partida, a una calibración de mando, de posición y de distancia. Además, por si fuera poco, la detección del movimiento no está del todo trabajada (no tanto como debería) y no serán menos las veces que veamos como el juego no nos reconoce, teniendo que estar pulsando el botón del PlayStation Move (círculo) para estos menesteres durante gran parte de nuestros combates.
Y es que el control de The Fight es bastante flojo. Lo que debería haber sido el centro y la base de todo el juego, está realmente mal implementado, costando horrores hacerse con el leitmotiv jugable del título. Aunque se esfuerza por detectar nuestros movimientos, y sabe reconocerlos más o menos con soltura en la pantalla (sabe si estamos dando un golpe de izquierdas o derechas, así como si lo hacemos desde arriba o como un simple gancho), nos encontraremos que la mayoría de las veces, el golpe efectuado no se acaba trasladando con la misma fuerza o potencia con la que lo hemos generado.
El juego diferencia nuestros movimientos, pero entre el retraso o retardo generado en dichos aspectos, y la falta de fuerza o contundencia en algunos de los realizados, la experiencia acaba lastrada enormemente. Se nota un enorme trabajo detrás del juego en el aspecto jugable, pero parece que el sistema no ha sido pulido del todo. No es para nada preciso, y eso que se nos repite y obliga continuamente "no movernos del sitio bajo ningún concepto". Vamos, para que The Fight reconozca nuestros golpes, no debemos mover del sitio ni un centímetro nuestros pies.
Y si a eso le sumamos el problema de reconocimiento de esquiva de golpes gracias al movimiento de nuestra cabeza (el sistema no funciona a no ser que vivamos y juguemos en un sitio extremadamente iluminado), acabaremos viendo que en vez de experiencias jugables agradables, acabaremos teniendo enfados monumentales ante los fallos técnicos de calibración. Además, si hablamos de algunas de las técnicas especiales (el juego tiene una serie de movimientos especiales que pueden ser utilizados en momentos puntuales de nuestros combates, como codazos, cabezazos o golpes en las partes más nobles), la historia se vuelve a repetir.
Un ejemplo: en uno de nuestros combates, justo en el fragor de la batalla, y cuando estábamos a punto de ganar, intentamos esquivar reiteradas veces a uno de los oponentes, para así recuperarnos y lanzar un ataque de derechas definitivo. Cuando todo parecía ganado, el juego acabo con un estrepitoso bug o fallo técnico (una de las manos de nuestro personaje entró en un extraño bucle gráfico) y pidiéndonos que recalibrásemos el mando y la cámara. Es extraño, porque The Fight puede ser jugado "normalmente", pero la experiencia se queda tocada por la falta de trabajo en el aspecto jugable. Es como si se hubiesen preocupado por la superficie jugable del título (detección de movimientos y posiciones), pero se hubiesen acabado olvidando del trasfondo, del peso o la importancia de ciertos golpes. El juego entiende lo que hacemos, pero no lo traslada bien a la pantalla.
Cuando vayamos progresando en nuestra aventura callejera, deberemos enfrentarnos a la calaña más deleznable de los bajos fondos. Y es que uno de los puntos más interesantes de The Fight, aparte de su ambientación, es su modo "carrera" para un jugador. Empezaremos desde lo más bajo, e iremos enfrentarnos a diferentes contrincantes cada vez más fuertes y entrenados. Cada luchador con el que nos enfrentamos (y nosotros mismos, de hecho), tiene varias "barras de vida". Una de ellas, la salud, bajará con cada golpe que le demos a nuestro oponente. La otra de ellas, indicará su energía, que irá descendiendo conforme avance el combate y lo hayamos hecho "sudar" en su enfrentamiento.
Es decir, si ha golpeado varias veces seguidas, o si el combate se está alargando demasiado, veremos como la barra de energía baja y desciende a una velocidad alarmante, haciendo que nuestros golpes o los de nuestro enemigo sean más flojos y con menos fuerza. Si vamos entrenándonos y mejorándonos poco a poco, veremos resultados tangibles en estos combates, al menos en los niveles más básicos. Cada zona o localización tendrá a su propia clase de luchador, siendo algunos escenarios solo aptos para los más diestros. Y es que conforme la dificultad aumenta, también lo hace la frustración del jugador por culpa del mal trasladado control del juego.
The Fight también tiene un modo online y otro a pantalla partida, donde podremos enfrentarnos a cualquier amigo por internet en una batalla uno contra uno. Pero sinceramente, teniendo en cuenta la experiencia contra la CPU, deberíamos estar muy seguros de nuestras habilidades (o encomendarnos a cualquier deidad informática) antes de meternos en dichos modos. Las pruebas realizadas con el modo para dos jugadores a pantalla partida, son poco menos que curiosas. Golpes fantasmas, poco o ninguna intensidad… Los mismos fallos vistos en el modo para un jugador, pero ahora, repetidos por partida doble. Una lástima.
Conclusiones finales: K.O
The Fight se antojaba como uno de los juegos más apetecibles del catálogo inicial disponible para PlayStation Move. Luchas uno contra uno, un apartado gráfico bastante decente, y un sistema jugable, a priori, interesante. De todas las promesas o ideas preconcebidas, ninguna, o casi ninguna, se han acabado cumpliendo. The Fight tiene un modo para un jugador largo, y una serie de aspectos bastante interesantes, como los ligeros tintes de rol en las habilidades de nuestro personaje, su más que correcto apartado gráfico o la facilidad de progresar en las peleas si sabemos cómo hacerlo.
Pero todo acaba tocado y lastrado por un sistema de control poco pulido, una serie de fallos imperdonables, y una calibración obsesiva y constante. Lo que podría haber sido un sustituto en forma de videojuego del conocido "Club de la Lucha" de Pitt y Norton, pero nada más lejos de la realidad: The Fight es una excelente idea, un curioso experimento, lastrado por un nefasto sistema de control. Una verdadera lástima. Eso sí, si la franquicia acaba despegando en un futuro con nuevas entregas, gran parte del trabajo y las bases necesarias para una mejora notoria de todos y cada uno de los aspectos del juego, está ahí. Es cuestión de coger y hacer el trabajo que no se ha hecho para el presente título.