Análisis de Kingdom Hearts HD 2.5 ReMIX (PS3)

Revisar juegos después de una década es peligroso y quizás no todos los lanzamientos que consideras clásicos mantienen la frescura diez años después. Ahora con tantas remasterizaciones es fácil ver esos fallos de jugabilidad, diseño o ritmo que en su momento se pasaron por alto gracias a unos gráficos deslumbrantes o por ser la novedad. Pero en otros casos también sucede lo contrario: valoras más las virtudes y echas en falta un tipo de aventuras que parecen haberse perdido en el mercado actual. Kingdom Hearts HD 2.5 ReMix es la segunda parte del recopilatorio dedicado a Kingdom Hearts y tiene un poco de ambas sensaciones: los juegos incluidos no son obras redondas pero es imposible no quedar enganchado a su universo.

Dos son los action-RPG jugables de esta remasterización: Kingdom Hearts II en su versión Final Mix de PlayStation 2 y Kingdom Hearts: Birth by Sleep Final Mix de PSP, acompañados de una galería de secuencias, igualmente adaptadas a la alta definición –y ampliadas con nuevos vídeos-, de Kingdom Hearts: Re:Coded de Nintendo DS. Lo comentamos en nuestras impresiones y lo mantenemos: 2.5 ofrece en cuanto a contenido más chicha que 1.5, el cual, a excepción del genial primer Kingdom Hearts en su versión Final Mix, no tenía un acompañamiento tan interesante como lo es ver Birth by Sleep por primera vez en consola doméstica.

Más épica y nuevos mundos

Kingdom Hearts II se ambienta un año después de Kingdom Hearts y para ser más exactos, de Chain of Memories, al que por fin habrás podido jugar en Europa en su versión tridimensional con 1.5 ReMix. La aventura sin embargo no comienza con Sora, y durante las primeras horas descubrimos a un nuevo personaje, Roxas, que vive en la apacible –y aparentemente, casi desértica- Villa Crepúsculo. Esta es sólo la primera parada de la historia, porque como cabe esperar, visitaremos los mundos de Disney que recrean algunas de las películas de animación más conocidas de la factoría, y por primera vez en la saga, también de imagen real. Por tanto, aunque no todas las localizaciones son nuevas –de hecho regresamos a unas cuantas de Kingdom Hearts, expandidas- aparecen otras de la extensa colección de éxitos, cada una con una personalidad muy distintiva y unos personajes increíblemente detallados o animados para una máquina como PS2.

Kingdom Hearts II fue un superventas y estuvo aclamado por la crítica, recordemos que empató a "juego del año" por los lectores de la revista Famitsu junto a Resident Evil 4 y es un imprescindibles en las listas de mejores lanzamientos de la consola. El original había demostrado que la fusión de Final Fantasy con Disney no era sólo un reclamo para los jugadores de los 90 que habían fantaseado con unir dos de las marcas de entretenimiento más potentes de la industria audiovisual, sino que además daba como resultado un título de acción con la dosis justa de rol. Pero además tenía ambición y claras vistas a convertirse en una saga con identidad propia; eso es lo que empezó a desarrollar la secuela, más centrada en crear una mitología nueva que, en ocasiones, ha pecado de ser demasiado enrevesada, culpa en parte de esa dispersión de Kingdom Hearts en múltiples formatos.

Decíamos al inicio que las remasterizaciones son también una oportunidad para ver tanto lo que nos gusta como lo que ha envejecido mal. Las primeras horas de Kingdom Hearts II son un ejemplo de esto, un prólogo excesivamente amplio que deja a los jugadores con bastantes interrogantes mientras participan en minijuegos con un protagonista que no conocen y una aldea poco inspirada que en alta definición queda aún más impersonal que nunca. Mucho se criticó este lento arranque, y no es que la opinión haya mejorado en siete años. En ese sentido, el comienzo del primer Kingdom Hearts en la Isla del Destino funcionaba mejor a todos los niveles y mantenía al jugador enganchado con el trío protagonista. Sí, Roxas es un personaje importante y había que introducir una especie de tutorial, pero no se hizo de la forma correcta. Un punto negro que aparece al principio, pero una vez pasado, descubrimos el auténtico y fantástico Kingdom Hearts II.

Los Kingdom Hearts nunca ha sido unos juegos perfectos, y cuando no eran unas cuestionables fases de naves gumi aparecía la irregularidad en la calidad de los mundos –van de lo sobresaliente a lo corriente-. Lo que no se puede negar es que cuando Kingdom Hearts II da con la tecla, al igual que el primero, superan todas las expectativas. Enormes jefes, momentos épicos, derroche de carisma y nostalgia en cantidades industriales. La jugabilidad a ratos puede dar sensación dura, aunque en este sentido la secuela se orientó más y mejor a la acción, puliendo el control y los combos. Elegir el mejor entre los dos Kingdom Hearts principales no es fácil, es una cuestión de simples gustos: hay que jugar a ambos.

La versión Final Mix añade varias novedades que no estuvieron en la versión PAL, incluyendo dos decenas de jefes, clases de enemigos, modos de dificultad, cinemáticas, modos interfaz, ajustes jugables, accesorios y un nuevo área. El paso atrás que vemos criticable a esta colección es que pierde el doblaje original, en parte explicable por las nuevas cinemáticas y la muy probable imposibilidad de utilizar a los mismos dobladores, pero siempre se podría haber conservado como extra opcional. Eso sí, no se puede negar que los actores originales son fantásticos. La banda sonora, como en 1.5 ReMix, ha sido renovada por una más orquestal.

Birth by Sleep es un gran añadido a la colección definitiva de Kingdom Hearts en PlayStation 3. Es la precuela o el capítulo cero, a nivel argumental tan importante como los episodios numéricos. En jugabilidad trae unas cuantas novedades para el combate, todavía más divertido ahora que se puede disfrutar con el Dualshock y las dos palancas analógicas. Un aspecto novedoso son los tres protagonistas –Terra, Aqua y Ventus-, cada uno ligeramente diferente en habilidades de velocidad, poder y magia, con punto de vista de la historia que alteran el orden de los mundos que se visitan; aunque cada partida es más corta que un Kingdom Hearts tradicional, en total ofrece igual o más horas para tener el puzle completo.

De Birth by Sleep nos gustaron hasta los minijuegos, como el de carreras, uno musical o una arena de combate, si bien en esta remasterización el multijugador se ha perdido y ahora sólo se puede disfrutar en solitario. Uno de los más profundos y entretenidos para perder el tiempo alejados de la historia principal es aquel que simula un tablero, que recuerda –ligerísimamente- al Monopoly por la opción de adquirir casillas. Igual que el Triple Triad de Final Fantasy VIII daba para hacer un juego independiente con algo más de contenido, este minijuego podría ser el origen de un lanzamiento propio, aunque sea en forma descargable.

Hay que ser conscientes de que las mejoras gráficas disimulan muy bien su origen de PSP, pero hay aspectos que delatan que se hizo para un sistema un poco inferior a PlayStation 2, principalmente por algunas texturas y objetos más cuadrados que lo visto en KH y KH II. Los escenarios son también algo más vacíos, hecho que provoca situaciones incómodas como la escena del baile de Cenicienta donde hablan de los invitados –mientras el salón no tiene más que a los protagonistas-, o que por cuestiones de memoria las cargas de zonas son mucho más frecuentes y las animaciones no son tan expresivas o variadas. Era un juego de portátil, y pese a ser de los más trabajados de PSP, le sucede como a Peace Walker en alta definición, gráficamente está un peldaño por debajo de los 128 bits domésticos.

Al tratarse también de la versión definitiva Final Mix hay una serie de novedades inéditas en Occidente, como nuevos comandos, misiones, ajustes en la dificultad, jefes opcionales y un episodio secreto. La disculpa perfecta para un repaso si ya lo has jugado en su momento, y la mejor forma de descubrir esta aventura si no lo habías hecho antes.

Kingdom Hearts Re:coded funciona igual que la galería de secuencias de 358/2 Days que apareció en 1.5 HD, y recoge en vídeo las cinemáticas de ese Kingdom Hearts portátil, remasterizadas para verse bien en una gran televisión. Permite desbloquear fichas de personajes y conocer uno de los últimos eslabones antes de Kingdom Hearts III –queda Dream Drop Distance-, aunque estos juegos de DS y 3DS no avanzan demasiado en el argumento de la saga, mostrando signos de estancamiento que pedían a gritos la tercera parte. Lo ideal habría sido una conversión jugable, por supuesto, así que lo consideramos como un extra informativo para cerrar cabos sueltos previos.

El trabajo de remasterización

La adaptación de KH II a PlayStation 3 es buena, como nos tienen acostumbrados en Square Enix y en general cualquier desarrolladora que actualice un juego propio. Toca lo mínimo en modelados de personajes o texturas para que no desentonen con el material gráfico antiguo y a la vez hace que sea algo más que poner la versión de PlayStation 2 a más resolución. Diferencias que a veces son difíciles de notar sin una comparación directa, pero que surten efecto para los primeros planos, cuando ves texturas de la ropa que claramente han reemplazado a las originales; esto es evidente en los protagonistas que más aparecen en pantalla.

La alta resolución ha hecho un curioso efecto con la ambientación de los reinos en Kingdom Hearts II. Aquellos escenarios de aspecto simple quedan un poco fríos, dejan más visibles sus limitaciones, aunque dado el estilo que imita a dibujo animado –en 3D en este caso- tampoco es una gran queja, mientras que los mundos recargados lucen muchísimo mejor que antes, dejando ver todo el detalle que se perdía en las líneas de las viejas televisiones. Port Royal de Piratas del Caribe y Halloween Town de Pesadilla antes de Navidad son las más beneficiadas por su aspecto ligeramente realista.

La adaptación de Birth by Sleep es parecida y con el mismo tipo de mejoras, salvo que parte de unos gráficos más simples y por tanto aunque puede sorprender que este juego corriese en una portátil, las texturas no modificadas quedan algo borrosas, casi parecen acuarelas. Al igual que se ha comentado con KH II, es un defecto que tampoco tiene un impacto muy negativo por el arte escogido. Lo que sí hemos visto, y es un poco extraño dado que no es tan frecuente en KH II, es algún ligero tirón en la fluidez durante ciertas secuencias o combates –se aprecia en el jefe de Blancanieves-. ¿Quizás las herramientas o la experiencia por adaptar juegos de PS2 a PS3 está más avanzada que de PSP? No encontramos otra explicación.

Conclusiones

Los años no pasan en balde para nadie, ni siquiera para la saga Kingdom Hearts. Kingdom Hearts HD 2.5 ReMix acentúa ciertos defectos de los juegos, pero de alguna manera también todo lo bueno, que es muchísimo, destaca más. Tiene gran mérito realizar una aventura tridimensional con rol ligero sobre la amistad, con personajes Disney, que no resulte nada pedante, capaz de enganchar y mantenerse en el recuerdo de los jugadores, tengan indistintamente 15 o 30 años.

Kingdom Hearts II es la estrella del pack, sin embargo a buen seguro que Birth by Sleep pica el interés de los jugadores que carecen de PSP, o directamente, prefieren revisitarlo con la comodidad de un pad. En total, más de 50 horas de diversión que recomendamos encarecidamente a quien no disponga de los originales, siempre después de completar la que debía haber sido parte indivisible de la colección, 1.5 ReMix.

"¿Y ahora qué?", se preguntarán muchos. Pues la larga espera a Kingdom Hearts III.