Análisis de ICO & Shadow Of The Colossus Classics HD (PS3)

PlayStation 2 fue la consola más popular de su tiempo, conocida por todo el mundo, y en su extensísimo catálogo de juegos hubo muchos magníficos, de los que disfrutaron todos los jugadores, desde los Grand Theft Auto, Metal Gear, Gran Turismo o Final Fantasy hasta los primeros "juegos sociales" como Singstar o Buzz, pasando por la edad dorada de Pro Evolution Soccer. Pero si se hace una encuesta entre los más jugones para saber sus preferidos, Ico y Shadow of the Colossus, que en ventas y en popularidad no se pueden comparar con los anteriores, estarían entre las primeras posiciones.

Las dos primeras creaciones del estudio de Sony liderado por Fumito Ueda se convirtieron en clásicos instantáneos en su lanzamiento, pero hubo muchos jugadores que no pudieron catarlos, ya sea por desconocimiento o por la limitada distribución, especialmente en el caso del primero (y de su reedición años después). Este recopilatorio HD es una oportunidad perfecta para todos los jugadores de PlayStation 3, ya sea para los que nunca han oído hablar de estos dos juegos, para los que los conocieron pero nunca los jugaron, o para los que los consideran obras maestras.

Esta remasterización de los dos títulos se ha hecho con mucho cuidado, y eso se nota. No solo lleva los dos juegos a la alta definición y les añade imagen 3D, también tiene cuidado en respetar el formato de original, incluyendo la opción de preservarlo o adaptar la imagen a la anchura panorámica. Preserva incluso su sistema de guardado, limitado a diez partidas (sin usar el interfaz de PlayStation 3 para crear diferentes archivos). Pero cuenta con un considerable lavado gráfico que, sin hacer que estos juegos parezcan hechos desde cero para PS3, sí que actualiza muchas de sus facetas a los tiempos actuales.

Ico

Ico fue un juego tremendamente sorprendente e inesperado cuando salió en el año 2002. Se trataba del primer proyecto de un equipo interno de Sony Japón, dirigido por el desconocido Fumito Ueda, que se convirtió en uno de los juegos más impresionantes de su momento, tanto por su potencial técnico, de lo más vistoso que se había visto en PlayStation 2, como por su original planteamiento. Nosotros encarnábamos a Ico, un chico que va a ser sacrificado a los dioses por tener cuernos, pero que milagrosamente se salva y aparentemente libera a una princesa llamada Yorda. Tendremos que escapar de un gigantesco castillo evitando que unos espectros vuelvan a atrapar a la princesa, y asegurándonos de que ésta nos acompañe, teniendo que resolver todo tipo de puzles para que ambos podamos avanzar.

Combinando acción y plataformas para plantearnos puzles y retos, en Ico tendremos que allanar el camino de la princesa mientras intentamos que los espectros no se la lleven. A veces nos encontraremos con los espectros directamente, al entrar en una parte del mapa, pero otras aparecerán cuando menos lo esperamos, cuando estamos a punto de tender el puente que permitirá que la princesa cruza, y nos encontramos con que los espectros están a punto de sumergirla en la oscuridad. Estos momentos de acción y frenetismo, cuidadosamente medidos, se combinan con la naturaleza pausada, incluso bucólica, que predomina durante el resto del juego.

Yorda trae cola, y es uno de los personajes más carismáticos y, al mismo tiempo, desesperantes, que ha habido en el mundo del videojuego. La princesa solo puede dar saltos cortos y escalar pequeños objetos, y está completamente indefensa ante los ataques de los enemigos. Tendremos que ayudarla para dar grandes saltos horizontales o verticales ofreciéndole nuestra mano para que se agarre, aparte de salvarla de la muerte innumerables veces, todo ello pulsando el botón R1 del mando, con el que también podremos llamarla para que venga, o llevarla de la mano cuando estemos corriendo y tengamos prisa. Pero, al mismo tiempo, su indefensión y sus limitaciones son lo que da sentido a todos los puzles del juego.

Junto con su innovadora jugabilidad, que otros juegos han intentado emular después (Prince of Persia de 2008, Enslaved), el apartado gráfico del juego es fantástico, de una gran belleza, y la sensación de que estamos en un mundo mágico y desconocido se potencia por las voces ininteligibles de los personajes, y por el desconcierto de no saber qué está pasando exactamente, quién es Yorda, y por qué estamos envueltos en esa situación.

Quizás los que jugaron al original no cojan el juego con tantas ganas como los que nunca lo conocieron, porque el primer Ico no destacaba por ser excesivamente rejugable, y esta remasterización es exactamente igual. Revivir la huida de Yorda e Ico tiene sus beneficios, sin embargo, ya que la remasterización ha mejorado las animaciones de los dos personajes, dándoles un aspecto visual más cercano al dibujo animado, y los espectaculares escenarios también se han beneficiado de un buen lavado de cara.

Shadow of the Colossus

Shadow of the Colossus no tiene nada que ver con Ico en planteamiento, salvo por el aire enigmático del mundo del juego que, al igual que en el anterior, está completamente desierto salvo por pájaros, pequeñas alimañas y... dieciséis colosos que tendremos que derrotar. Wander, nuestro héroe, tendrá que cabalgar sobre su caballo, Agro, para salvar a su amada, derrotando a los colosos que pueblan un mundo desolado.

Hay una especie de voz celestial que nos indica cuál es nuestro próximo enemigo, y que nos dará consejos cuando estemos atrancados en la lucha, y la jugabilidad siempre repite el mismo ciclo: comenzamos en el templo, que se ubica en el centro del mundo del juego, y tendremos que orientarnos con nuestra espada para saber hacia dónde cabalgar. Al levantar nuestra espada, un haz de luz nos indicará hacia dónde se encuentra el coloso, por lo que moviéndonos hacia los lados sabremos la dirección que tomar, recorriendo los laberínticos desfiladeros del mundo para llegar hasta donde se encuentra el enemigo.

Los enfrentamientos con los colosos son el núcleo del juego, y son luchas épicas en las que tendremos que combinar habilidad con el mando e inteligencia. Para acabar con ellos tendremos que trepar por sus gigantescos cuerpos, pero primero tendremos que saber cómo. Habrá que estudiar el comportamiento del enemigo y lograr que haga algo que nos permita escalarlo, y luego aguantar sus sacudidas para evitar salir despedidos. Un elemento clave para esto es un medidor de aguante, que disminuirá cuando estemos agarrados al coloso. Para lograr mantener el equilibrio y llegar hasta los puntos débiles del enemigo, tendremos que evitar que el medidor agote su energía, para lo que habrá que calcular los momentos en los que no tengamos que estar agarrados para no caernos.

Los colosos tienen varios puntos débiles que habrá que acuchillar, agarrándonos al coloso con una mano y clavando nuestra espada con la otra, mientras nuestro gigantesco enemigo intenta que nos quitemos de encima sacudiendo su cuerpo, haciendo que en ocasiones estemos boca abajo, solo sostenidos por la fuerza de un solo brazo, mientras vemos cómo el medidor de energía va agotándose. Momentos estresantes y épicos al mismo tiempo, a lo que ayuda la impresionante banda sonora del juego. Cada coloso es una pequeña aventura, un reto que nos dará una enorme satisfacción superar, gracias a lo medido de la curva de dificultad del juego y a lo diferente que resulta cada enfrentamiento con cada uno de ellos, inspirados en criaturas como caballos, anguilas o águilas.

Shadow of the Colossus era espectacular en PlayStation 2, llevaba la consola de Sony a sus límites, y es, de los dos juegos del recopilatorio, el que más se beneficia del paso a la alta definición. La iluminación y las texturas se han mejorado considerablemente, pero donde más se nota el paso a esta generación es, obviamente, en los colosos. En su momento, impresionaba verlos en una PlayStation 2, y aunque en el salto a las HD se nota que los modelos poligonales no son de PS3 (siguen siendo muy "cuadrados"), detalles como las texturas y, sobre todo, el pelo de los colosos, ganan mucho con las mejoras que han hecho, y resisten la comparación con muchos juegos producidos en los últimos años.

Sin duda, de los dos juegos, el que más capacidad tiene para volver a enganchar al jugador que los ha disfrutado en su momento, y el que más impresionará a los que no conociesen ninguno de los dos títulos. La mecánica de luchar contra un coloso solo se ha visto, por el momento, en el Castlevania del año pasado, en el que Gabriel Belmont luchaba de forma similar contra unos titanes, más como homenaje a esta obra maestra por parte de este juego que como intento de emularla. La sensación de desolación, la enormidad de los colosos y las épicas secuencias de lucha siguen sin tener parangón en el panorama actual del videojuego.

Imprescindible para los apasionados de los videojuegos

Esta remasterización HD es diferente. Las que hemos visto hasta ahora, y más que llegarán, cogen grandes juegos del pasado, les dan un lavado de cara gráfico, y resultan muy interesantes para los fans de los originales, pero de algún modo resultan algo ya visto, juegos que triunfaron en su género pero que a día de hoy han sido superados por sus secuelas, o por otras sagas que han llegado después. Lo curioso de Ico & Shadows of the Colossus HD es que no han envejecido, y si se lanzasen hoy como nuevos juegos, con apartados gráficos hechos desde cero, estarían entre los mejores del año. Hayas o no jugado a los originales, son juegos tan especiales, únicos, que aunque han sido emulados u homenajeados por otros títulos, siguen siendo obras maestras que no han sido superadas. Una compra obligada para todo el que se considere un apasionado de los videojuegos.