Análisis de flOw PSN (PS3, PS4, PSP, PSVITA, iPhone)
En los últimos años se están lanzado juegos simples pero con una marcada estética, intentando realizar una fusión entre el videojuego y las tendencias artísticas más minimalistas. Exponentes de este fenómeno son los títulos para Game Boy Advance llamados Bit Generations o, más específicamente, el inclasificable Electroplankton. Entre la experiencia multimedia y el juego, estos títulos han sabido ganarse un mercado entre aquellos que consideran el medio como otro más a la hora de seguir tendencias artísticas.
flOw es otro más de estos títulos, aún teniendo un origen un tanto peculiar que lo aleja de la pura mercadotecnia.
El título es en inicio parte de la tesis doctoral de Jenova Chen para la Universidad de California Sur, y está concebido como una especie de aplicación multimedia en el cual partimos de una pequeña partícula vital que va ingiriendo otras hasta hacer mucho más compleja. Una especie de lección de dawrwinismo microscópico, se podría decir.
El título fue lanzado inicialmente de manera gratuita tanto en versión descargable como en flash, obteniendo una respetable respuesta por parte de los aficionados. Este fenómeno no debió pasar desapercibido para Sony, que ayudó en el desarrollo de thatgamecompany, entidad que ahora publica los juegos de Jenova Chen y Kellee Santiago. En régimen de Second Party para Sony, su primer proyecto es la conversión de este flOw a PlayStation 3.
¿Novedades? Primero, el uso de la tecnología de la consola, dando un toque más suavizado al plancton microscópico y un control más innovador gracias a Sixaxis. Luego, más posibilidades de juego, contando con más transformaciones y un modo multijugador de hasta cuatro jugadores. Todo ello en 1080p, siendo con diferencia el título de PlayStation Network que aprovecha mejor las posibilidades de la consola no tanto en tecnología, sino más bien en representación visual gracias a su minimalista diseño. Esto acompañado de una banda sonora climática muy interactiva y basada en efectos ambientales, lo que recuerda en ocasiones a algunas piezas de The Dig de LucasArts.
El desarrollo nos lleva a seguir la evolución de una pequeña partícula de plancton a través de la absorción de otros elementos de la pantalla. Ésta tiene múltiples niveles, y se puede cambiar a lo largo de ellos tomando plancton con un color distintivo (azul y rojo). La forma de atacar es fagocitar a los enemigos, creando cadenas más complejas. Esta versión PlayStation 3 incorpora más de seis criaturas con distinto tamaño y habilidades. La propia evolución del juego da pie a cambios de escenario – el color de éste cambia – o de reto, siendo todo tan esquemático y minimalista que al jugador le costará en ocasiones entenderlo.