Análisis de Beijing 2008 - El Videojuego Oficial de los Juegos Olímpicos (PS3, Xbox 360, PC)
Los Juegos Olímpicos son una de las tradiciones humanas que más ha unido en el mundo. Multitud de atletas de todos los países enfrentados entre sí con la única meta de conseguir la medalla de oro o superar un récord mundial. Considerado como uno de los espectáculos más vistos y seguidos de la historia, los Juegos Olímpicos tal y como hoy los conocemos comenzaron hace ya más de cien años en la antigua Atenas, y, aunque en aquella época no se entregaban medallas a los mejores, sí que se les reconocía como atletas de élite, que ya es mucho. Ahora, bien entrado el siglo XXI, los famosos juegos vuelven, esta vez en forma de videojuego.
No es la primera vez que vemos un videojuego basado en deportes olímpicos. La famosa franquicia de Konami International Track and Fields lleva desde hace varios años compitiendo por el oro en la mayoría de las videoconsolas que han aparecido en el mercado, con una reciente entrega para Nintendo DS. También contamos con mezclas que gustan a muchos y decepcionan a otros pocos, como son la esperada unión de dos de los iconos más famosos del mundo de los videojuegos, Mario y Sonic, unidosen los Juegos Olímpicos.
Ahora, con los juegos de Pekín a la vuelta de la esquina y con la experiencia acumulada de Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos para Wii y Nintendo DS, Sega nos trae la oportunidad de conseguir nuestra propia medalla de oro para las consolas de nueva generación de Sony y Microsoft, aparte de PC, sin emplear el control visto en Wii, que aunque no llegue a la altura del cansancio sufrido por nuestros representantes, sí que es cierto que sudamos la gota gorda si estamos mucho tiempo dentro del campo.
La tensión aumenta a medida que nos acercamos al juego, pocos son los que conseguirán subir al podio y mucho menos los que conseguirán la medalla de oro, es nuestra ocasión para tener nuestro momento de gloria en la vida y presentar al mundo a nuestro equipo, representar a nuestro país y llenarnos de orgullo, aunque solo sea digitalmente.
Una vez hayamos aprendido los conceptos básicos que transmite el juego podremos adentrarnos en los Juegos Olímpicos como Dios manda, enfrentándonos contra la máquina, con amigos en nuestra consola o compitiendo por el oro en Internet. En este sentido, tendremos que escoger las pruebas que deseemos realizar e intentar a toda costa superarlas con el mejor resultado posible. Como os podéis imaginar, las competiciones en red serán de lo más adictivas, pues competir contra jugadores de todo el mundo y vencerles en intensas pruebas es algo que no tiene precio.
Por eso, donde realmente funciona el juego es en los modos multijugador con amigos, pues el pique entre colegas siempre será superior, ya no por ser nuestros propios amigos los que jueguen con nosotros sino por la típica risa tonta que entra a mitad de prueba que nos hace perder las fuerzas perdiendo así todo el trabajo que habíamos conseguido con anterioridad.
Un total de 38 pruebas divididas por categorías y sexo, entre las que encontraremos carreras de obstáculos, de gimnasia rítmica como las barras paralelas, el famoso salto de altura e incluso ping pong, que ya tuvimos la ocasión de jugar en el título de Rockstar Table Tennis. Si no hemos practicado en el modo práctica no hay por qué alarmarse, pues los tutoriales estarán a la orden del día por si no sabemos jugar o simplemente para recordarlo mejor.
A medida que superemos las pruebas diarias iremos obteniendo puntos de atributo. En función a nuestra posición en el podio, dichos puntos servirán para mejorar las habilidades de nuestros atletas como si de un juego de rol se tratase, aunque siempre desde la perspectiva realista. Podremos aumentar la fuerza, la velocidad y la resistencia (entre otros atributos) para que la competición sea un poco menos dura. Si aún así creemos que la dificultad es demasiado o si simplemente queremos hacerlo perfecto, Sega ha optado por ofrecernos un habilidad especial, el tiempo bala o ralentización. Gracias a dicha habilidad, podremos ralentizar el tiempo durante unos segundos para ultimar hasta el último detalle, apurar lo máximo el ángulo deseado o simplemente para obtener un mejor resultado. Tendremos que superar todos los días del calendario y llegar al primer puesto si queremos superar el 100% del juego, cosa realmente difícil pues la máquina no deja tiempo para la duda, siendo letal en numerosas pruebas.
También tendremos la ocasión de personalizar nuestro propio equipo seleccionando los atletas que nosotros queramos de cada país para así obtener lo mejor de cada uno. De todas maneras no hay diferencia plausible entre personajes, por lo que algunos considerarán una pérdida de tiempo escoger personajes si éstos no tienen ningún atributo en especial ni sobresalen del resto. Podremos consultar los marcadores por consola e incluso ver el ránking mundial con tan solo escoger el modo Marcadores, y así ver quién se merece realmente el oro y con qué puntuación lidera la lista.
Un tema importante a tratar es la no inclusión de los atletas profesionales correspondientes a cada país, sino que serán personajes con rasgos característicos los que sufrirán las pruebas de la competición, así que aquellos quienes esperaban ver a nuestros representantes en su homónimo tridimensional se darán un canto en los dientes.
En cuanto al apartado técnico se refiere, el videojuego oficial de las olimpiadas de 2008 cuenta con detalles verdaderamente buenos (aunque no asombrosos) y con otros que son realmente lamentables. Para empezar, el modelado de los personajes es bastante bueno pese a que todos los atletas se tienen un parentesco más que vistoso dejando a un lado la diferencia de sexo. El problema reside en las animaciones de los personajes, que resultan de lo más ortopédicas y sobretodo irreales. Lo peor de todo es que todos los personajes se mueven exactamente igual, realizan los mismos movimientos y apenas tienen una caracterización (ni si quiera por país) que los diferencia más allá de su aspecto externo, dejando que lo único diferenciable de cada equipo sea el nombre del jugador, sus atuendos y su bandera. Aún así, con todo lo visto, la primera vez que probamos Beijing y vemos sus animaciones nos parecen realmente buenas, con unos gestos de impotencia que muestran los atletas que han fallado en una prueba determinada, alegría al conseguir el oro o la rabia por haber perdido por unas décimas que gustan y sorprenden, pero que como decíamos, una vez vistas, si seguimos jugando, volveremos a verlas una y otra vez, sin ningún tipo de variante o cambio mínimo.
Por otra parte, la música del videojuego es bastante marchosa, ideal en este género, aunque el comentarista, que habla en perfecto castellano, pueda parecernos un poco repetitivo y recién salido de un contestador de teléfono cuando canta la numeración pertinente. Pese a todo, el título audiovisualmente no desentona, aunque sí que podría haberse marcado un par de detalles más, como una caracterización más profunda, aún así no está mal para representar los Juegos Olímpicos.
En definitiva, estamos ante un gran título que está a la altura de los juegos que se celebrarán el próximo mes de agosto en la capital de China. Sus opciones jugables y sus competiciones online hacen que el juego sea bastante rejugable y que pique a superar tus records, así como superar el record mundial vigente de cada prueba. Por el contrario, aspectos como las animaciones, que son repetitivas, y el detalle de los atletas profesionales actuales puede afectar al buen nombre del juego. Por último, tanto si contamos con la versión de Xbox 360 como si tenemos Playstation 3, la diversión se multiplica gracias a los retos desbloqueables de cada sistema, los galardonados logros que retarán a más de uno y los actuales trofeos para la máquina de Sony, que acaban de salir del horno.