Análisis de Star Ocean 3 (PS2)
El estudio Tri-Ace creó para Enix a finales de la vida de Super Nintendo un RPG (juego de rol según sus siglas inglesas) que presentaba uno de los apartados técnicos más sorprendentes de El Cerebro de la Bestia. El cartucho tenía unos muy considerables para la época 48 Mbits que permitió albergar sonido y voces de gran calidad (algo que ya había ofrecido Namco en Tales of Phantasia) en las escenas que iban explicando la historia… a los jugadores japoneses. Era 1996 y el mercado RPG todavía no se había expandido lo suficiente en occidente como para dar salida a productos de este tipo, o al menos eso creían las empresas distribuidoras.
Sea como fuere, ahí se marcó el inicio de una saga de culto entre los amantes de los juegos de rol japoneses. En este primer juego, el joven Ratix, habitante de Clatos, un pueblo de corte medieval, se ve inmerso en una gran aventura al conocer que una ciudad vecina se está viendo asolada por una extraña plaga. El padre de su amiga Milly decide ayudar, pero finalmente cae enfermo, y Ratix, Milly y Dorn deciden iniciar un viaje para poder salvarles que les llevará hasta una nave espacial que se ha estrellado… y a sus habitantes de una civilización mucho más avanzada. A partir de este momento, se abrirá un secreto mucho mayor que deberán descubrir.
Como veis, el elemento de ciencia-ficción fue un elemento característico desde la primera entrega y, por supuesto, tomó más relevancia en Star Ocean: Second Story. Esta entrega salió para PlayStation y, en esta ocasión, llegó también al continente americano. Era 1998 y el juego no dio el salto a las tres dimensiones, optando, en cambio, por unos escenarios preciosistas basados en sprites. En esta ocasión, Claude, nuestro protagonista, seguía el camino de su padre, al unirse a la Federación Terrestre pero al investigar una extraña fuente de energía acaba atrapado en un extraño portal que le transporta a un planeta totalmente desconocido y, en apariencia, con un desarrollo tecnológico bastante inferior al suyo… se abre así toda una nueva aventura que podemos jugar tanto desde la perspectiva de Claude como la de Rena, una habitante de ese planeta.
Y ahora que estamos puestos en antecedentes…
Star Ocean no volvió a dar señales de vida desde 1998 hasta la actualidad. No es una saga con muchas entregas, y ésta es la primera que viene respaldada por el binomio Square Enix, pero igualmente creada por los fantásticos tri-Ace (recordad que ellos nos han ofrecido también Valkyrie Profile y el venidero Radiata Stories). Con sus antecedentes, todo ponía muy difícil su lanzamiento en Europa, pero el mercado, cada vez más grande y, en consecuencia, con posibilidades de dar salida a mayor tipo de productos, y la apuesta de Square Enix por conquistar el mercado del rol con productos que vayan más allá de Final Fantasy han conseguido que nos llegue hasta nosotros.
Eso sí, en estricto inglés (tanto en textos como voces) y con una conversión a nuestro sistema de televisión no muy conseguida (algo a lo que, por desgracia, nos tienen acostumbrados)… que nos lleguen juegos como éste es siempre de agradecer, pero debemos reclamar conversiones dignas para nuestro mercado, muy especialmente en algo tan importante como el idioma y ofrecernos, cuando menos, una traducción de los textos y subtítulos de las escenas de vídeo en perfecto castellano. De todos modos, y a efectos de comentar el juego, dejamos constancia de la barrera idiomática que supone para los que no tengan un buen nivel de inglés, y, por supuesto, esperamos y deseamos que este tipo de cosas vayan mejorando con el tiempo y a la mayor brevedad posible.
En cualquier caso, cabe señalar que el juego llegó a Japón en una edición llena de "bugs" (errores, que pueden producir incluso que se cuelgue el juego o un funcionamiento anómalo en general), lo que motivó cierta polémica en su tierra natal y fue uno de los motivos por los que salió más pronto de lo esperable una segunda edición, la Director’s Cut, que corrigió esos errores y añadió más elementos al juego (pese a los cuatro años de desarrollo que había tenido). En el lado positivo, a nosotros nos ha llegado perfectamente depurada y libre de todo fallo, y es, en consecuencia, esa segunda edición, algo esperable dado todo el tiempo transcurrido desde aquel entonces.
Uno de los elementos más importantes en un RPG es la historia que nos cuenta. Como habéis leído ya, la saga se ha centrado siempre en el futuro, en el mundo de la ciencia-ficción espacial, y no estamos ante la excepción. Empezaremos en el planeta de vacaciones Hyda IV, un lugar idílico, en el que Fayt está de vacaciones con sus padres –unos reputados científicos- y su amiga de toda la vida, Sophia Esteed. Pero todo se trunca cuando el planeta es atacado por la especie belicosa que no había dado señales de su existencia hasta ahora y que no es, por tanto, el enemigo tradicional de la Federación Pangaláctica, el del Imperio de Aldian. Como consecuencia de este ataque inesperado por parte de un enemigo desconocido, se ponen en marcha los protocolos de evacuación… que harán que, por desgracia, Fayt acabe separado de sus padres y Sophia, en una nave que acabará estrellándose en un planeta extraño y primitivo.
Ahora Fayt deberá luchar por sobrevivir teniendo en cuenta la primera directriz: no interferir con las formas de vida locales y modificar su desarrollo tecnológico; pero parece que Fayt no ha sido el único en llegar hasta este planeta llamado Vanguard III. De este modo empieza la historia, situada unos 400 años después de los hechos de Claude, y que será más desenfadada de lo que puede parecer en un momento, alejándose del excesivo dramatismo melancólico de otros videojuegos. Cabe señalar que, por desgracia, el doblaje inglés no es todo lo bueno que podríamos pedir (muchos personajes con el mismo doblador, voces excesivamente planas…), pero hace su función limitándose a ser mediocre, es decir, ni bueno ni malo. El desarrollo de la historia es bastante bueno, mucho más dinámico y ágil que en las anteriores entregas, y aunque al principio puede resultar un poco duro y monótono, según nos adentremos en él conseguirá captarnos más y más. Por supuesto, habrá multitud de giros inesperados, sorpresas, y misterios enormes que desentrañar según avanzamos en el juego.
Sobreviviendo en Vanguard III
Uno de los puntos más sorprendentes y cuidados de Star Ocean Till the End of Time es el sistema de combates que nos propone, que podremos probar, por cierto, en unas máquinas de realidad virtual que hay en el hotel en el que se hospeda Fayt y que nos servirán como oportunísimo tutorial. Ahí descubriremos los principales trucos para poder afrontar los primeros enemigos con posibilidades de victoria y podremos familiarizarnos con uno de los sistemas de combates de un RPG de corte clásico más asequibles y, al mismo tiempo, profundos que podemos encontrar en el mercado. La verdad es que tri-Ace ha hecho un esfuerzo titánico para conseguir que desenvolverse en combate sea algo accesible para todo tipo de jugadores y, al mismo tiempo, dotarle del factor estratégico y gran cantidad de opciones y variables a considerar como para fascinar a los ya habituados a este tipo de juegos.
Además, podremos personalizar nuestras opciones de combate de una manera muy sencilla, ajustando así el esquema de control y las posibilidades que se nos ofrece a nuestro propio estilo… y configurar tácticas de equipo, claro. El conjunto es ágil, dinámico, y apasionante, alejándose de los combates maratonianos y tediosos de otros juegos similares al tener lugar en tiempo real y ofrecernos unos personajes que lucharán junto a nosotros de manera eficaz (es decir, no tendremos que preocuparnos de matar enemigos y hacer de niñera de los otros personajes de nuestro equipo al mismo tiempo), pese a haber tan sólo 6 scripts a los que optar para estas situaciones. Eso sí, los que hay, son eficaces, por lo que tampoco hacen falta más. Cada personaje de nuestro equipo tendrá a su disposición un buen repertorio de armas y tácticas a las que recurrir en combate, y se asignarán movimientos a dos botones; el movimiento que se ejecute variará en función de la distancia de nuestro objetivo, de manera que la automatización es bastante efectiva.
Como extra, a esos ataques, se podrán asignar otros específicos a personajes concretos, como, por ejemplo, una magia para recuperar vida o aumentar la defensa, con ciertas limitaciones, por supuesto, que servirán para obligar al jugador a no olvidarse de cuidar a personajes de su grupo al obtener un par de personajes demasiado buenos en todo. Además, al tener que repartir estas habilidades entre los diferentes personajes, se fomenta el uso de estrategias de grupo, una de las principales razones por las que el sistema de combate es tan sorprendente y ágil, y podremos crear combinaciones entre varios de ellos, pudiendo, así, marcar la diferencia entre lo que parecía una derrota seguro y una victoria aplastante. Hay muchas más opciones y posibilidades, pero sin duda ya os habéis hecho una idea de lo cuidado que está este aspecto del juego y las agradables sorpresas y satisfacciones que nos reportará.
Por cierto, los combates no son aleatorios: veremos a nuestros enemigos en el mapa y los escenarios, por lo que si así lo deseamos podemos, simplemente, esquivarles. Esto nos será útil en algunos momentos del juego, dada la extensión de algunos escenarios, pero hacerlo en exceso conllevará que nuestros personajes no evolucionen lo suficiente como para afrontar los retos venideros con una mínima esperanza, así que en nosotros recae la decisión de qué combates afrontar y cuáles eludir, buscando siempre un más que necesario equilibrio.
Visite Hyda, su lugar de vacaciones
Éste es el primer Star Ocean totalmente tridimensional, y la verdad es que estéticamente tiene momentos de gran calidad por su diseño artístico, pero el nivel poligonal y de texturización no es ninguna maravilla. De hecho, el juego destaca por su diseño, que no por su nivel técnico. Las naves espaciales, los decorados, y la ambientación en términos generales está muy lograda, pero visualmente queda por detrás de otros títulos de la casa. Por ejemplo, en las escenas del juego, falta un poco de resolución en los rostros de los personajes, que se aprecian algo difuminados, y algunos detalles, en general, no son todo lo acertados que podrían, pero el resultado global es bueno.
Siempre se agradece un acabado técnico excelente, pero no cabe duda de que éste tampoco es el género en el que más lucimiento se busca en este sentido; además, para qué engañarnos, ya ha pasado bastante tiempo desde que saliese a la venta en Japón y a día de hoy unos pocos meses ya bastan para provocar la sensación de estar ante gráficos desfasados. No es el caso, pero, de todos modos, se nota que se ha dado mucha más importancia durante su largo desarrollo a todo el sistema de juego y al guión, una decisión muy acertada. La música, en cambio, compuesta por Motoi Sukuraba no logra sólo transmitir esa sensación que se espera de un ambiente futurista, sino que está a una gran altura. Es variada, abarcando distintos géneros, bien adaptada a cada situación y acompaña a la acción con muchísimo acierto… aunque en ocasiones no está bien nivelada con respecto a las voces y ambas se confunden, obligándonos a leer los subtítulos para entender lo que está diciendo el personaje de turno.
Conclusiones
Pese a que puede parecer lo contrario, éste es uno de los RPGs más asequibles que hay ahora mismo en el mercado, ya que gracias a su mecánica de juego hará que tanto los poco dados a estos títulos como los experimentados en los juegos de rol puedan acercarse y hacerse con él fácilmente, adentrándose en su historia mientras buscan la respuesta al gran enigma del juego. Técnicamente no es perfecto, tiene aspectos mejorables, pero esto no desmerece lo más mínimo el trabajadísimo esquema de juego. Tan sólo la barrera idiomática y el no tener un nombre más popular en nuestro mercado juegan en su contra, pues razones no le faltan para ser uno de los grandes.