Un clon de Tony Hawk en la nieve
Desde el lanzamiento de Tony Hawk’s Pro Skater hace dos años, el enfoque que se le ha dado a los juegos de deportes extremos ha cambiado mucho. Sé que lo digo siempre en todos mis artículos sobre juegos de deportes extremos, pero se trata de una de mis creencias más arraigadas: Tony Hawk cambió los juegos de deportes extremos. Desde entonces, hay dos claras vertientes: aquellos que siguen el modelo "antiguo", consistente básicamente en carreras, y aquellos que siguen el modelo Tony Hawk, que consiste en cumplir diversos objetivos en un nivel no lineal. Activisión ya exportó este sistema a Matt Hoffman’s Pro BMX, y Acclaim hizo lo propio con su Dave Mirra. En su línea de juegos "extremos" O2, Activision tenía dos deportes más: el Snowboard y el Surf. A falta de que veamos como resulta ser Kelly Slater’s Pro Surfer (juego que ha pasado de un grupo de programación a otro como si fuese la bolita esa que hacía explotar un globo de agua al cabo de un tiempo), Shaun Palmer’s Pro Snowboarder ya está en las tiendas del mundo occidental, lo cual incluye a España.
Un fallo garrafal que arruina el juego
El resultado es el esperado: Han tomado el modelo Tony Hawk y lo han adaptado al Snowboard. Pero como habréis adivinado, aquí hay un gran problema, lo cual hace que un juego muy bueno técnicamente y que prometía bastante se vuelva desesperadamente aburrido en ocasiones: En la nieve no hay vuelta atrás. Tony Hawk está pensado como un juego no lineal, lo cual significa que no tienes que seguir una ruta establecida, o al menos que puedes volver atrás. En Shaun Palmer, naturalmente, no se puede ir hacia atrás, porque la base del snowboard está en la ley de la gravedad. Aunque queramos ir cuesta arriba no podremos, ya que nuestro snowboarder está sujeto a la tabla con los dos pies, y no hay ningun movimiento para clavar los brazos en el suelo y arrastrarnos mordiendo el hielo hacia la cima de la montaña. El grupo de programación intenta solucionar esto, sin apenas éxito, estableciendo unos "puntos de retorno" a lo largo de los niveles y al final de los mismos, de forma que si nos hemos perdido algo solo tendremos que ir hacia allí y por arte de magia apareceremos unos metros más arriba. Sin embargo, con estos puntos de retorno pasa lo mismo que con todo lo demás. Si no los vemos a tiempo, o nos caemos, es decir, si no los alcanzamos, tampoco podremos volver atrás.
¿Qué viene a significar este problema? Uno de los objetivos típicos es atravesar los carteles de "Slow" que hay en las pistas. Obviamente tenemos que romper los cuatro para cumplir con el objetivo, pero si se nos pasa uno, simplemente tendremos que volver a comenzar. Estos se agrava con el hecho de que las pistas son anchas, tan anchas que la pantalla no podrá abarcarlas por completo y cabe la posibilidad de que cuando vayamos por el lado izquierdo lo que nos interese esté en el lado derecho, nos lo perdamos, y se acabó. Este error, por obvio y estúpido que parezca, no lo tuvieron en cuenta los muchachos de la japonesa UEP Systems, que tras muchos juegos de snowboard (la saga Cool Boarders, el Snow Surfers de Dreamcast y este Shaun Palmer), ahora están en quiebra (y no vamos a ensañarnos en este aspecto); y este error, por si hacía falta decirlo, se carga el juego por completo. Una lástima.
Los modos de juego
Para aquellos que aún se quieran aventurar por el peligrosamente exasperante modo de un solo jugador (llamado Carrera), consta de ocho niveles, cada uno de los cuales tiene nueve objetivos. Tres de estos objetivos consisten en tres puntuaciones por piruetas, uno consiste en recoger los logos del escenario en cuestion, otro en encontrar "el esponsor secreto", otro en concluir la pantalla antes de cierto tiempo y con una determinada puntuación y los tres varían. Aparte del modo "carrera" tenemos el modo Freestyle el cual nos deja circular libremente, sin ataduras de tiempo, por los niveles. Está el modo de crear un skater propio, y por último el modo para dos jugadores que sí resulta bastante divertido.
Gráficamente notable
En el aspecto gráfico Shaun Palmer’s Pro Snowboarder no tiene ninguna carencia grave. Niveles con bastante detalle y muy extensos, framerate estable, efectos de luz conseguidos y animaciones decentes. Sólo podría faltar algo más de realismo en el comportamiento de la nieve, y una mayor sensación de velocidad –aunque esto entra, más bien, en el apartado de la jugabilidad-.
Una banda sonora compuesta de rock
La banda sonora de Shaun Palmer’s Pro Skater está compuesta de rock, rock duro y heavy metal, con nombres famosos como Papa Roach o Alien Ant Farm. La mayor pega que se le puede poner a la música es la falta de variedad; todas las melodías están en la misma línea cañera, y al que no le guste este tipo de música tendrá que aguantarse. Los efectos de sonido están por lo general un buen nivel, con unas colisiones con la nieve bastante fiables dentro de lo que cabe.
El mismo control de Tony Hawk
Aquellos aficionados a THPS no tendrán ningún problema para hacerse con el control de Shaun Palmer’s Pro Snowboarder. Funciona de la misma manera; con el triángulo se grinda, con el círculo se hacen Grabs, con el cuadrado Flips y con la X se salta. Existen algunas novedades en este sentido, pues pueden hacerse ollies normales, grandes y muy grandes dependiendo de si pulsamos hacia arriba la cruceta; los Flips no son iguales que en el Tony Hawk, ya que en ningún momento nos separaremos de la tabla, por lo que podremos hacer un flip y un grab a la vez, aumentando los puntos. Se pueden hacer también los reverts de THPS3 e incluso manuals (¿?). Algo que cambia respecto a Tony Hawk es la forma de girar con los botones superiores y una mayor dificultad a la hora de aterrizar, ya que la orientación de la tabla será tomada mucho más en cuenta.
Sin embargo, la jugabilidad posee los garrafales fallos que he comentado más arriba, lo cual verdaderamente disminuye la diversión que aporta el título. El juego es demasiado parecido a Tony Hawk, lo cual podría ser bueno en un juego de Skate pero no en un juego de Snow por lo que hemos comentado antes.
El diseño de los niveles tampoco llega a la altura de los de THPS, acaban resultando demasiado lineales por la falta de libertad, y las "trayectorias de trucos" son demasiado obvias.
Un juego del montón
Lo que parecía una gran promesa hace unos meses se ha convertido por méritos propios en toda una decepción. No estaba mal la idea de exportar las dinámicas de la saga Tony Hawk al Snowboard, pero teniendo en cuenta la naturaleza de este deporte, cosa que no se ha hecho. Ese enorme defecto al cual le he dedicado tantas líneas es precisamente lo que trunca las aspiraciones de Shaun Palmer’s Pro Snowboarder. Finalmente acaba resultando un juego del montón, que a base de ahínco y de paciencia podrás pasarte y que resulta divertido en el modo de dos jugadores, pero quien espere algo parecido (en calidad, me refiero) a Tony Hawk’s Pro Skater, se llevará un buen chasco.