Análisis de Persona 3 (PS2)

R&D1, los creadores de Nocturne o Digital Devil, ponen patas arriba el mundo de los juegos de ROL en Playstation 2, aunque para disfrutarlo en España hayamos tenido que esperar más de 2 años. De la mano del gran maestro Katsuna Hashino, Persona 3 es el título de ROL en el que más similitudes podemos encontrar entre el mundo real y el mundo del "otro lado". Con unos gráficos a medio camino entre el anime y el realismo gráfico, que rozan el sobresaliente, comparados con los títulos de dentro de su categoría, y un extenso mundo por descubrir en un título cuya jugabilidad va más allá de las 50 horas se ha conseguido crear un título cuyo modo de juego ha sido totalmente renovado pero que pierde importancia debido al tremendo peso de la historia, llegando esta como es habitual en R&D1, ha adquirir tintes dramáticos e incluso filosóficos dando un paso más en las ya comentadas similitudes existentes entre los dos mundos...

Persona 3 nos pone en la piel de un estudiante de 17 años recién llegado a su nuevo instituto, que debido a sus particulares poderes entra a formar parte de un grupo denominado S.E.E.S "Specialized Extracurricular Execution Squad".

Esos particulares poderes y sobre todo su curiosa forma de invocarlos, causaron en su momento una gran polémica, ya que para invocar a su PERSONA el protagonista tiene que simular un suicidio, golpeándose la sien con algo similar a una pistola llamado "Evocador" que no le daña físicamente pero que si le proporciona un estímulo sensorial que hace que su PERSONA aparezca.

La acción del juego transcurre dentro del calendario escolar, lo que vendría a suponer casi un año natural. Aunque el juego carece de tutoriales y zona de aprendizaje, si dispondremos de dos días de nuestro calendario para irnos habituando y ambientando en la que será nuestra casa durante los próximos meses. Aunque el calendario escolar es la principal medida de tiempo, el tempo del juego viene marcado por la luna llena. El protagonista aparece en su nueva ubicación una noche de luna llena y es el espacio entre una y otra puesta de luna el que debemos aprovechar para interactuar con nuestros compañeros, entrenar nuestra PERSONA y luchar y mejorar a través de combates que tienen lugar en el Tartarus, una especia de edificio abandonado que aparece cerca del instituto siempre al anochecer y que alberga en su interior un laberinto de cientos y cientos de plantas creadas aleatoriamente y que deberemos ascender para cumplir nuestro objetivo.

El Tartarus es la zona de combate principal, con un peso bastante significativo dentro de la historia, y en el que siempre se desarrollarán los combates, con excepción de los que tienen lugar las noches de luna llena, los cuales se realizarán en diversas localizaciones. Debido a esto, llega a resultar algo repetitivo e incluso pesado contar con una sola zona de acción en todo el desarrollo del juego y se echa de menos la interacción con otros lugares y localizaciones del juego. La historia del juego y su desarrollo nos enseña dos mundos paralelos y muy marcados que marcarán nuestro porvenir en el juego.

El mundo diurno, con colores alegres y músicas joviales, nos permiten interactuar con nuestros compañeros de clase, ligar, practicar natación e incluso estudiar mientras que el mundo nocturno nos muestra un lugar oscuro con una ambientación tétrica y en el que se desarrollan las fases más importantes y que marcarán nuestra evolución en el juego. La libertad de que disponemos a la hora de manejarnos por el juego nos permite disfrutar y realizar acciones que aunque no son determinantes si que tienen su reflejo en la historia. Así por ejemplo tras un combate podemos encontrar cartas con mejoras para nuestro personaje, comprar en las diferentes tiendas e incluso llegar a la Velvet Room, una habitación donde interactuaremos con un viejo mago y otros personajes que nos encargarán pedidos especiales con los que podremos seguir modificando y mejorando las características de nuestro personaje.

A la hora de los combates, iremos acompañados de nuestra cuadrilla, formados por 3 o 4 personajes según la situación y en el que cada uno actúa de una manera diferente. En esta ocasión nos encontramos con unos compañeros con una IA correcta, aunque a veces no tengamos la percepción de estar dominando todas las facetas del combate, ya que se echa en falta la posibilidad de luchar en equipo aunque podemos predeterminar su actitud en el combate en base a unas ordenes preestablecidas. Debido a la continua, aunque no complicada, repetición de los combates estos pueden llegar a ser un tanto pesados pero para evitar esta situación contamos con la inestimable ayuda del botón triangulo que consigue que los combates sean automáticos. Se da la paradoja de que en estos combates, si nuestro personaje es debilitado hasta el final, volveremos al menú principal aunque el resto de nuestros compañeros se encuentren perfectamente, lo cual es un engorro sobre todo en los primeros momentos del juego.

La banda sonora es excepcional, con una mezcla de acordes fantasmales y melodías japonesas, en las que se deja notar la mano de Shoji Meguro, uno de los grandes compositores de música para RPG’s japoneses. Se trata de una música alegre y jovial, acorde con el desarrollo del juego durante el día y con auténticas obras de arte como "Poem for Everyone's Souls". Las voces, algo realmente crítico y delicado cuando de un RPG japonés se trata, han sido dobladas al inglés con el máximo respeto y cuidado, respetando siempre a la idea original, consiguiendo un resultado sobresaliente. Aunque las voces y los textos no estén en castellano, no es este un impedimento a la hora de disfrutar al máximo de la aventura e incluso comparándola con otras incursiones frustrantes en la traducción de juegos al castellano, se agradece. Los diálogos y conversaciones son realmente brillantes y gracias a ellos nos podremos hacer una idea detallada de la personalidad y utilidad de cada personaje. Persona 3 es un juego sólido gráficamente, aun tratándose de un juego para PS2, en el que encontraremos algunos momentos brillantes que no podremos encontrar en otros juegos de rol

Conclusiones: Sin duda alguna no te arrepentirás de jugar a Persona 3 y se convertirá en un juego que siempre recordarás, si bien puede que no sea por sus maravillosos personajes o por su infinita jugabilidad, sus bastos escenarios o sus novedades en el modo de juego, su deliciosa música o esos impredecibles guiños al mundo anime, pero seguro que siempre recordarás la hora de apretar el gatillo para invocar a tu PERSONA y desencadenar toda una serie de efectos y defectos en el mundo de PERSONA 3. Un juego que merece ser jugado una y otra vez para apreciar los sutiles detalles que se nos escaparán la primera vez, mientras estamos sumergidos en la profundidad de la historia desarrollada. En definitiva un juego que hace honor a todas los grandes nombres que han trabajado en su desarrollo y que no deberá faltar en la juegoteca de ningún aficionado a los RPG’s.