Análisis de Battlefield 2: Modern Combat (PS2, Xbox 360)
Los simuladores bélicos llevan de moda unos años y, aparte de la aclamada saga Medal of Honor, Electronic Arts también lanzó Battlefield 1942, un juego de guerra mucho más orientado al modo multijugador, donde había varios tipos de soldados, que pronto obtuvo un gran éxito, secuelas e incluso clones, siendo el más popular de ellos el Star Wars: Battlefront. Era cuestión de tiempo que el juego aterrizase en consolas, aunque el lanzamiento estaba inicialmente previsto para finales del año pasado. Pero EA, sabiamente, tomó la decisión de retrasarlo un año para incluir un completo modo para un solo jugador, y no pudo obrar mejor: Battlefield 2 es un completo juego de acción multijugador con un modo campaña para un solo jugador con gran duración, profundidad e innovación.
El juego, pese a llevar el dos en su título, no es ni una secuela ni una conversión de Battlefield 2 para PC, sino un juego completamente nuevo que, con la coletilla Modern Combat, nos indica que no se trata del enésimo juego de guerra basado en la Segunda Guerra Mundial. En cambio, lucharemos en tiempos actuales en una guerra entre la OTAN (principalmente los Estados Unidos) y China, desatada por una situación conflictiva en la antigua república soviética de Kazajstán.
En el juego no controlaremos siempre al mismo bando, sino que iremos alternando el control, y esto permite además que se nos muestren cinemáticas por parte de ambos bandos, partes de guerra, propaganda, viendo el punto de vista demagógico de cada uno de ellos.
Aquellos aficionados a los juegos de PC quizás se pregunten cómo se ha adaptado la jugabilidad de Battlefield, tan de trabajo en equipo y de distribución de roles, a la consola, y el resultado es bastante interesante. Nosotros siempre controlaremos a una unidad y, con la pulsación de un botón y apuntando hacia otra que esté a nuestro alcance, podremos cambiarnos, como si fuésemos un espíritu que fuese poseyendo a esos bots controlados por inteligencia artificial; de hecho, el movimiento de cámara que se produce nos da esa impresión. Esta dinámica de cambio constante entre roles es promovida por el juego (nos otorga más estrellas cuanto más trabajemos en equipo), y de hecho beneficiosa; no hay duda de que nosotros dispararemos mejor que la inteligencia artificial, ¿o no?.
Las misiones del modo para un solo jugador de Battlefield 2: Modern Combat nos propondrán objetivos como el control y la defensa de áreas, el asalto de bases o la destrucción de submarinos, todas ellas estructuradas por objetivos que se van sucediendo según eliminemos a todos los enemigos o cumplamos los objetivos ya propuestos. Al final de cada misión el juego nos evaluará y nos concederá un cierto número de estrellas que nos harán ir subiendo de rango y, paulatinamente, recibir mejoras como nuevos tipos de armas para nuestras unidades. Para calcular nuestra destreza el juego tiene en cuenta el número de puntos que hagamos, el tiempo que tardemos en completar la misión, la precisión de nuestros disparos, el trabajo en equipo y (negativamente) el número de bajas que tengamos. Cuando nos maten perderemos 5.000 puntos y pasaremos a otro soldado cercano.
Las misiones para un solo jugador funcionan bastante bien, pero el problema radica en que su diseño está demasiado inspirado en las partidas multijugador, por lo que hay numerosas e inexplicables "generaciones incoherentes" de enemigos, ya sea detrás de áreas que ya hemos controlado, o en puntos donde antes no había nada y, de repente, vemos que aparece de la nada un enemigo sin llegar de ninguna parte. Este diseño tan de respawns hace bastante daño a la experiencia de juego, no solo porque resulta menos realista sino también algo frustrante cuando de repente vemos que a la espalda nos están acribillando cuando ahí no podía haber nada.
La inteligencia artificial es, sin embargo, bastante buena, y los enemigos harán todo lo posible para acabar con nosotros y mantenerse a salvo, ya sea buscando cobertura, escondiéndose para emboscarnos o rodeándonos para acribillarnos sin piedad. Nuestros soldados tampoco les irán a la zaga, y se comportarán con bastante eficacia y precisión. El modo para un solo jugador de Battlefield 2: Modern Combat no es perfecto ni mucho menos pero cumple muy bien con su función y tiene tanto ideas interesantes como el cambio de soldado, como situaciones pocas veces vistas en juegos de consola, como descender en paracaídas en el escenario enfrentándote con los enemigos y moviéndote mientras tanto, o el control de tan numerosa gama de vehículos.
El punto fuerte del juego ha de ser, aparentemente, el juego online, y de hecho así es. Soporta hasta 24 jugadores tanto en PlayStation 2 y Xbox, y corre de manera bastante fluida, sin que se note demasiado retardo en cualquiera de las dos versiones. Cuenta, sin embargo, con solo dos modos de juego, capturar la bandera (conocido por todos) y Conquista, donde tendremos que mantener el control de ciertas áreas de los mapas. Estos son bastante grandes para tratarse de un juego de consola pero no tanto si observamos lo habitual en los últimos juegos del estilo en PC.
El modo multijugador es muy divertido pero no ofrece tantos alicientes en PC debido al peculiar sistema de apuntar, con gran facilidad en esta versión de consola, que hace que cueste mucho menos hacer blanco que en la versión original. Sin embargo, resulta una experiencia divertida, pocas veces vista en consola.
A nivel gráfico Battlefield 2: Modern Combat luce muy bien, con una gran ambientación y diseño de los escenarios tanto en multijugador como en un solo jugador (aunque aquí abusan de las barreras para hacerlos más lineales), buen modelado de soldados y buenos efectos especiales, y como defectos la desaparición repentina de cuerpos y vehículos hechos chatarra. El juego se mueve con gran fluidez, sin ralentizaciones, y con buenas escenas cinemáticas con una notable producción detrás. El apartado sonoro cuenta con uno de los mejores doblajes que hemos podido escuchar últimamente, con voces muy conocidas de la televisión y el cine haciendo bien su papel. Los FX son variados, contundentes y realistas, mientras que la música ambienta muy bien con ese toque a medio camino entre la marcha militar y la épica.
En conclusión, Battlefield 2: Modern Combat es una compra recomendada para los amantes de los juegos de acción, en especial los que cuenten con una conexión a Internet y la usen para jugar online en cualquiera de las dos plataformas. Es cierto que no llega al nivel de la versión para PC por las limitaciones técnicas de las máquinas y ciertas decisiones como el autoapuntado, pero cuenta con un interesante modo historia para un solo jugador (aparte de otros extras y minijuegos), y con un modo online muy orientado al trabajo en equipo que puede ofrecer muchas horas de diversión. Esperemos que en la próxima generación se logre adaptar sin pérdida respecto al PC un juego de este tipo en consola.