Análisis de World of Warships (PC)
Wargaming ha desplegado ya sus tres ejércitos: el de tierra está firmemente asentado en todo el mundo con World of Tanks, mientras que World of Warplanes no acaba de despegar, y ahora acaba de levar anclas World of Warships, que recupera barcos de la primera mitad del s. XX en batallas muy estratégicas en las que se enfrentan online dos equipos de 12 jugadores.
Tanto el aspecto e interfaz del juego como su jugabilidad son muy parecidas a World of Tanks.
Wargaming sabe que ha dado con la gallina de los huevos de oro y sabe sacarle partido a una forma de jugar bastante intuitiva, vistosa y directa que utiliza el modelo de negocio free to play en el que no hace falta gastarse dinero para llegar a los niveles más altos, siempre y cuando uno tenga todo el tiempo del mundo para lograrlo.
Antes de entrar en combate, los barcos que tienes se muestran en el puerto, vas mejorando los navíos mediante módulos o añadiendo habilidades en el comandante y tienes un árbol tecnológico en el que está cada nave con una pequeña descripción y las condiciones para conseguirlo. Todo ello a base de créditos que consigues combatiendo o comprando con dinero real doblones.
Hay cuatro clases principales de barcos, cada uno con características muy diferentes y que deben combinarse para dominar la mar. Los destructores son rápidos, con buena maniobrabilidad y van armados con armas rápidas y torpedos, pero tienen poca armadura. En teoría los destructores pueden también ejercer misión de escolta de portaaviones de apoyo a los acorazados, pero en las partidas lo que prima es hacer daño al enemigo y es una misión que probablemente quede para los clanes. Los acorazados son resistentes pero con una cadencia de disparo baja y lentos al maniobrar. Los cruceros ocupan una posición intermedia entre las dos clases mencionadas y combinan capacidad de maniobra con un armamento eficiente, lo que les confiere versatilidad.
Mención aparte merecen los portaaviones, que llevan la guerra a una altura superior, a los cielos. Su papel es similar a la artillería de World of Tanks aunque nos ha resultado más satisfactoria. Desde tu navío despegan cazas (para detectar enemigos y, sobre todo, proteger barcos aliados y tus demás unidades aéreas), bombarderos y torpederos, todo controlado desde un mapa estratégico, aunque también puedes ver la acción casi al borde del agua. La actividad que el portaaviones despliega es intensa ya que también debe combinar situarse en una posición segura pero lo suficientemente cerca de la acción para que los aviones puedan repostar sin perder mucho tiempo.
En el mar hay pocos sitios donde esconderse
A la hora de levar anclas es cuando el juego marca las diferencias con los demás ejércitos de Wargaming. Al disparar al enemigo hay que tener en cuenta la distancia a la que está -y, por tanto, la trayectoria que seguirá el disparo y su velocidad. Los mismo sirve para moverse, ya que los barcos responden al cambio de velocidad y de rumbo más despacio que los vehículos terrestres o los aéreos. Si no estás pendiente de los torpedos, no podrás esquivarlos cuando se acerquen a tu posición.
El combate en el mar es a tumba abierta, porque en alta mar hay pocos sitios donde esconderse, aunque hay islas repartidas por los mapas, pero los barcos con poca capacidad de maniobra suelen moverse más por aguas abiertas. Por esta razón, es una idea excelente incluir para todos los barcos (no sólo los portaaviones) un mapa estratégico en el que puedes en cualquier momento ver todo el campo de batalla.
No está mal la cantidad de mapas, unos diez, aunque algunos están disponibles sólo para los tiers más altos. La diferencia entre ellos está en la cantidad de islas y su disposición. Los hay que van desde los que tienen pocas islas pero juntas, como Islas Salomón, formando un desfiladero de agua en el que se producen intensos combates, a otros como Nuevo Amanecer, con numerosas islitas desperdigadas por todo el mapa, lo que supone un problema para los acorazados.
Entender cómo funciona el juego es probablemente menos sencillo de lo que Wargaming pretendía, y la carencia del mínimo tutorial contribuye bastante a ello. En los primeros combates el jugador puede participar sólo en luchas cooperativas en las que un equipo de jugadores humanos se enfrenta a bots. Con todo, aprendes sobre la marcha que hay fuego amigo y que, por esta razón, hay que mirar muy bien alrededor antes de lanzar un par de andanadas de torpedos.
El entrenamiento con bots sirve para familiarizarte con el movimiento de los cruceros, los primeros barcos disponibles y acostumbrarte a cambiar entre el minimapa, la visión desde el barco y la de binoculares para apuntar con más precisión, así como a cambiar el rumbo y la velocidad para intentar esquivar los disparos enemigos, ya que son tus únicas posibilidades defensivas, aparte de usar las islas como barreras.
Desde luego no es tan intuitivo como subirte a un tanque, pero en un par de horas estarás acostumbrado a todas estas mecánicas. El control es muy sencillo, con las teclas WASD para el movimiento básico y Q y E para virar todo a babor o todo a estribor. Con el ratón disparas una bala, todas a la vez o en sucesión y con los números eliges la munición.
Hemos esperado para analizar el juego a que llegase el primer refuerzo de barcos con los destructores rusos y los cruceros alemanes, y hemos visto que cada una de las cuatro ramas (Japón, EE.UU., Rusia y Alemania) tiene una forma de jugar diferente.
Las diferencias entre los barcos de las dos naciones que protagonizaron el segundo conflicto mundial en el pacífico se perciben en cada uno de los cuatro tipos de embarcaciones , pero no son tan evidentes como en las recién llegadas naves europeas: Los barcos alemanes tienen un rango alto de tiro y alguno como el Dresden de Tier II se asemeja a una ametralladora disparando con cadencia sus 12 piezas de artillería, mientras que los destructores soviéticos llevan potentes torpedos, pero tienen -sobre todo en los tier más bajos- que estar a corta distancia del objetivo.
Idóneo para los amantes de los barcos de guerra
Meterse en las profundidades estratégicas del juego ya es harina de otro costal porque World of Warships es adecuado para los jugadores a los que les guste la estrategia e idóneo para los amantes de los barcos de guerra del siglo XX, porque cada modelo del árbol tecnológico tiene sus peculiaridades, velocidad, armamento y puntos fuertes y débiles. Para cada uno será adecuada una munición diferente.
Aquí Wargaming saca músculo y logra que tanto la operación de preparar el barco con los distintos módulos y las habilidades del comandante como la de enfrentarse a cada uno sea sencilla de entender y manejar, aunque para llegar a la máxima profundidad estratégica sea necesario bucear en las páginas de comunidad del juego y en las características de cada embarcación.
Cada batalla depende de tantos factores que todas son únicas, como debe ser en un MMO. Si llevas un barco lento y te vas al principio por un lado del mapa en que no hay enemigos podrás estar tres minutos dirigiéndote a donde está la acción, lo que puede resultar algo aburrido, y lo mismo se puede decir de algún 1 contra 1 en el que ambas naves daban vueltas intentando alcanzarse durante varios minutos, pero han sido más las partidas en las que, tras esos momentos iniciales en que el equipo se organiza, la acción era constante, con emboscadas y enfrentamientos emocionantes.
Fidelidad visual a los modelos de barcos que existieron
Aunque algunos de los que hay en el árbol tecnológico hacen referencia a series de navíos, muchos hacen referencia a uno concreto y lo reproducen con bastante fidelidad (al menos, en los que hemos comprobado) hasta tal punto que, por ejemplo, el acorazado japonés Fuso muestra el aspecto que tenía antes de 1935 cuando se modificaron su aspecto y las funciones. Wargaming presume de fidelidad visual a los modelos reales y tiene motivos para hacerlo.
A falta de campos o edificios que permitan al juego lucirse gráficamente, tenemos los detallados modelados, un mar bien plasmado (lástima que no haya oleaje, pero probablemente alteraría demasiado la jugabilidad) y, sobre todo, un cielo muy vivo, ya esté despejado, con ligeras nubes que se mueven por la acción del viento, en un bello atardecer o totalmente encapotado y lleno de matices.
Las animaciones cuando el barco se hunde no están todas a la misma altura, aunque sí logran despertar cierta desazón al ver que sólo queda una mancha de combustible donde antes estaba tu navío. Frente a esta calidad visual nos encontramos con unos tiempos de carga muy altos, sobre todo cuando vuelves al puerto, y algunas caídas leves de frame rate.
En un juego donde estás al descubierto es básico estar pendiente de cualquier sonido, y este aspecto también ha sido muy cuidado por Wargaming: un ataque, los torpedos, el peligro de colisión con una isla... todo te llega por el oído además de por la vista, y es muy útil si estás en la vista de binoculares o en el minimapa. Las voces están en inglés, pero se puede jugar con la versión de los textos en español.
La música , con composiciones corales y la influencia de distintas épocas consigue convertirse en una banda sonora atemporal ya sea acompañándote en los primeros instantes de la batalla, cuando los jugadores deciden qué rumbo toman, como si estás en el puerto preparando la flota para el siguiente encuentro.
World of Waships forma parte de una estrategia completa de Wargaming de unificar sus tres ejércitos bajo una misma cuenta para que el jugador pueda entrar indistintamente en cualquiera de sus juegos de II Guerra Mundial. A los aviones les queda todavía rodaje para funcionar, y los tanques están muy bien situados. Ahora los barcos completan el panorama con una forma de jugar que es, al mismo tiempo, conocida y diferente dentro de los juegos de Wargaming, acondicionada a las peculiaridades de la lucha marina, y lo suficientemente intensa, emocionante y profunda como para que compense levar anclas.