Análisis de World in Conflict: Soviet Assault (PC)

Hablar de World in Conflict es hacerlo de uno de los mejores juegos de estrategia de los últimos tiempos. Massive Entertainment, creadores también de la clásica saga Ground Control, lograron con este título aunar de una forma espectacular la estrategia y la acción para brindarnos la oportunidad de vivir, como nunca, un conflicto bélico devastador. Ahora, y tras un periodo de incertidumbre que puso en peligro su llegada, podemos disfrutar de la primera expansión del juego.

Una nueva perspectiva

World in Conflict: Soviet Assault se mantiene extremadamente fiel al título original, volviendo a sumergirnos en un conflicto bélico entre las tropas de la OTAN y la Unión Soviética. La diferencia es que ahora, Massive Entertainment nos da la oportunidad de vivir este conflicto desde el punto de vista de los soviéticos, quienes en el título original únicamente jugaron el papel de villanos. Por lo demás, como decimos, el juego no varía nada. De este modo, de nuevo volveremos a encontrarnos ante un título de estrategia en tiempo real enfocado por completo en los combates entre reducidos contingentes de unidades (al menos en lo que se refiere a las tropas que controlaremos a la vez) en los que no solamente deberemos jugar bien nuestras cartas dirigiendo a las mismas, sino también, usar con cabeza los recursos militares con los que contará nuestro ejército: ataques de artillería pesada, bombardeos, lanzamiento de napalm sobre una zona concreta, ataques con bombas de racimo, etc.

Gracias a los puntos de prestigio, que iremos ganando conforme abatamos a los enemigos y cumplamos los diversos objetivos que nos marcarán, podremos pedir refuerzos para sustituir a las tropas que podamos haber perdido en conflicto, o simplemente traer nuevas tropas para ampliar nuestras opciones estratégicas. No en vano, dependiendo del tipo de unidades con las que contemos, las formas de superar cada escaramuza variarán notablemente, por lo que bien podemos usar a nuestros tanques para arrasar con todo lo que se encuentren a su paso, usar unidades de artillería para castigar una zona antes de asaltarla con el resto de tropas, o hacer uso de la infantería para acosar a los rivales desde el interior de los edificios u ocultas desde zonas frondosas. En este sentido, los puntos de prestigio que invirtamos en estas tropas se irán recuperando conforme éstas mueran, lo que obviamente nos da pie a participar de una forma constante en la guerra (aunque lógicamente los puntos se nos concederán poco a poco para evitar que combatamos a lo loco).

Aparte de todo lo comentado, como indicábamos anteriormente, también contaremos con la posibilidad de hacer uso de diversos movimientos ofensivos especiales procedentes directamente del Alto Mando de nuestra facción. Así, invirtiendo una serie de puntos determinados (depende del tipo de ataque que queramos desencadenar, y las proporciones del mismo), podremos solicitar el apoyo de la aviación para que termine con un gran contingente de blindados enemigos, pedir que nuestra artillería en la retaguardia lance fuego de precisión sobre una posición fortificada por los enemigos, e incluso lanzar una bomba atómica para terminar rápidamente con la vida todos los contrarios.



Hasta aquí, como comprobarán los aficionados al título original, todo se mantiene intacto, quedando la inclusión del bando soviético de forma jugable como la única novedad destacable. Así pues, como ya os contamos en las primeras impresiones del juego que os ofrecimos recientemente, ahora tendremos ocasión de disfrutar del conflicto desde otra perspectiva formando parte de la invasión iniciada por los soviéticos. Una experiencia verdaderamente gratificante ya que, del mismo modo que en el original, aquí tendremos la oportunidad de disfrutar del lado más heroico y humano de los enemigos, quienes se nos presentarán como personas normales que discutirán entre sí cuando vean que algo no funciona como debería, que recordarán los buenos tiempos en paz con sus familias, etc.

Las misiones de los soviéticos, que se intercalarán con las misiones del título original, son además verdaderamente espectaculares, empezando por el asalto a Berlín, que ya dejará claro lo devastadora que va a ser la guerra que vamos a desencadenar, para terminar con las heroicas y emocionantes misiones de escolta que viviremos, o las batallas que libraremos en lugares emblemáticos de Estados Unidos. Todo, como en el original, continúa siendo increíblemente divertido y espectacular, siendo por tanto una de las experiencias jugables más destacables del momento.



El problema es que solamente son seis las nuevas misiones que se incluyen con esta expansión, lo que obviamente se nos antoja algo escaso. Igualmente, el hecho de que estas misiones se intercalen con las del modo historia del título original resulta todo un acierto a nivel narrativo porque las secuencias cinemáticas (diez nuevas con una duración de unos 15 minutos) entre misiones son espectaculares y están tremendamente bien hilvanadas entre sí, pero no habría estado de más que se diera la oportunidad a los jugadores (pensamos en los que completaron el título original) de disfrutar de ambas campañas por separado. Eso sí, queremos remarcar de nuevo que estas misiones resultan de lo más espectaculares, y en ningún momento decepcionan puesto que mantienen el increíble nivel de las vistas en el título original; pero obviamente, cuando disfrutas tanto de algo, lo que menos deseas es que termine tan pronto.

De todos modos, bien es cierto que World in Conflict tampoco presentó un extenso número de misiones en su modo campaña, ya que éstas eran 14 en total (ahora el juego cuenta con 20), por lo que como decimos, esto tampoco debería convertirse en un impedimento para que los aficionados al original disfruten de Soviet Assault. Máxime si tenemos en cuenta que también se han incluido nuevos mapas multijugador (gratuitos para todos los que tuvieran el título original) que ampliarán considerablemente la vida del juego.

Un espectáculo sin paliativos

Ya a finales de 2007 World in Conflict se convirtió en uno de los títulos más espectaculares del momento. Ahora, lo sigue siendo. Y resulta sorprendente si tenemos en cuenta el tiempo transcurrido entre el lanzamiento del original y esta expansión; pero es así. Por tanto, volveremos a disfrutar de unos escenarios de enormes dimensiones, ahora más variados que nunca gracias a los nuevos frentes que se abren con el ejército soviético, en los que nada estará a salvo del fuego y las bombas. Al respecto, el nivel de interacción con el entorno resulta tan sorprendente que incluso veremos cómo los árboles, al caer las bombas a sus alrededores, se moverán de un lado a otro por la onda expansiva de las explosiones (pueden igualmente arder o caer de forma brusca). Lo mismo ocurrirá con edificios y demás elementos del entorno, que sufrirán de una forma realista los daños provocados por los intensos combates que se vivirán en el juego.

Si hablamos del modelado de las tropas, éste también resulta increíble, no ya solo en los blindados y unidades aéreas, sino también en la infantería, teniendo la sensación de estar más ante un juego de acción que frente a un título de estrategia. Por otro lado, los efectos de partículas y luces rayan a un nivel fantástico, potenciándose la espectacularidad gracias al constante empleo de todo tipo de armas de destrucción masiva que lograrán crear un auténtico infierno bajo los pies de nuestros enemigos. Infierno que llegará incluso a ensordecernos si disponemos de un buen equipo de sonido y decidimos disfrutar al máximo de la experiencia sonora que presenta el juego: explosiones que nos hacen vibrar desde la distancia, disparos por todos los lados, grandes estallidos que nos ensordecerán durante instantes… Todo a nuestro alrededor estará sometido a la guerra, y es algo que los desarrolladores no nos harán olvidar en ningún momento (miremos donde miremos, siempre hay unidades disparando, explosiones, zonas que desaparecen bajo el fuego, etc.).

Se agradece en este punto el buen trabajo llevado a cabo a nivel de inteligencia artificial, ya que los enemigos y nuestros aliados, que combatirán junto a nosotros en un gran número de misiones, se comportarán de forma creíble, planteándonos los suficientes retos como para mantenernos en tensión durante las partidas.

¿Merece la pena?

Resulta difícil valorar un título como Soviet Assault. Para todos aquellos que no disfrutaron World in Conflict, ésta es una compra imprescindible ya que pocos títulos pueden igualar la espectacularidad y el genio que desprende esta obra de Massive Entertainment. Pero si hablamos de los aficionados que tuvieron el placer de jugar a World in Conflict la cosa cambia ya que las novedades que se incluyen en esta expansión no son tantas. Como decíamos, todo se reduce a seis nuevas misiones para el modo campaña y varios mapas multijugador. Aún así, pese a este detalle, consideramos que al precio al que se vende el juego, y teniendo en cuenta que el original (más caro) ofrecía poco más del doble de misiones, igualmente continúa siendo un título imprescindible, aunque sí es cierto que la desarrolladora podría haber incluido más novedades o, al menos, introducir más misiones en el modo campaña.