Cuando parecía que todo estaba perdido y la expansión del sobresaliente World in Conflict iba a quedarse en el limbo tras la fusión de Activision y Vivendi, Ubisoft y Massive Entertainment, creadores de la emblemática saga estratégica Ground Control, anunciaban que Soviet Assault seguía con vida. Tras probar el juego solo podemos dar gracias a Dios por esta decisión. Y es que todos los aficionados al título original, y los que no tuvieron ocasión de probarlo, descubrirán en este juego de acción y estrategia el verdadero significado de la guerra.
Comienza la invasión
En líneas generales, este Soviet Assault no varía nada con respecto a lo visto en el título original. La principal novedad para los aficionados al mismo se encuentra en un nuevo modo campaña que ha sido integrado, de una forma fantástica, dentro de la historia de World in Conflict. Así, ahora, se irán intercalando las misiones vividas con los estadounidenses en el juego original con las nuevas batallas que libraremos dirigiendo a las imponentes tropas soviéticas. Una decisión que nos parece tremendamente acertada, sobre todo porque si ya en el original nos encontramos con una historia verdaderamente sorprendente por lo bien hilvanada que estaba y lo profunda que resultaba en determinados aspectos, este mismo trabajo se mantiene con las tropas soviéticas, que se muestran más humanas que nunca (habrá por tanto nuevos personajes protagonistas). De este modo, por tanto, no será nada raro ver como los altos mandos del ejército soviético mantienen correspondencia con sus familiares y les mantienen al tanto de la guerra (mientras reciben duras noticias acerca de su lugar de origen), o cómo los oficiales arengan y motivan a las tropas antes de una gran batalla.
Como en el original, la espectacularidad es un término que se queda corto a la hora de describir toda la acción que se nos planta ante los ojos. Si hablamos de las secuencias cinemáticas (incluyendo las generadas con el propio motor gráfico del juego), World in Conflict y su expansión parecen una de esas grandes superproducciones del mundo del cine que marcan época. Pero es que también el desarrollo de las partidas nos dejará constantemente con la boca abierta. La misión inicial, de la que no hablaremos para no desvelar nada acerca de la historia del juego, es tan sumamente espectacular que resulta difícil imaginar que todavía no hemos visto prácticamente nada de World in Conflict. Y lo mejor es que es la pura verdad, puesto que progresivamente se nos irán planteando más y más desafíos que podremos sortear con nuevos vehículos, unidades de infantería y recursos de apoyo balístico.
Y ya que hablamos de estos aspectos, cabe hablar de la mecánica de juego de este título. En este sentido, el desarrollo de la acción resulta similar al visto en la citada saga Ground Control, centrándose la partida en las constantes escaramuzas entre grandes contingentes armados. Aquí, no habrá centros de operaciones desde los que reclutar a nuevas unidades ni recursos que recolectar a lo largo de cada escenario. Contamos con unos puntos de prestigio que se ampliarán conforme superemos determinados objetivos, y que nos van a permitir pedir, siempre que queramos (y tengamos puntos suficientes), tropas de refuerzo que nuestros aviones lanzarán sobre las zonas de aterrizaje que establezcamos. Obviamente, deberemos combinar y jugar sabiamente con los distintos tipos de unidades que presentará el juego, puesto que de esta decisión dependerá el éxito o el fracaso de nuestras contiendas con el enemigo (una de las bazas de World in Conflict es saber usar las habilidades especiales de cada unidad).
Por otro lado, no podemos olvidar tampoco el obligatorio uso que de los entornos debemos hacer, ya sea posicionando a las tropas de infantería en los edificios de las ciudades por las que nos moveremos (algo imprescindible y a la vez espectacular por los tiroteos que se pueden montar), ocultándolas en los bosques para ser más difíciles de detectar, o derribando posibles obstáculos para evitar emboscadas y demás (el nivel de interacción es tal que podemos lanzar napalm sobre un bosque para calcinar a todos los enemigos, viendo como además el fuego se expande por toda la zona).Y ya que hablamos de esta opción, hay que remarcar que además de los puntos de prestigio para adquirir tropas, contaremos con un marcador aparte que nos indicará los puntos que podemos invertir en determinadas acciones especiales como pedir un bombardeo sobre un lugar concreto del escenario, que unos cazas ataquen a los blindados de la zona, solicitar apoyo de paracaidistas, lanzar bombas guiadas por láser, e incluso pedir el lanzamiento de una bomba atómica (en esta expansión se incluye la Bomba de Fósforo Blanco).
A partir de aquí, dependiendo de la misión en la que nos encontremos, realizaremos todo tipo de acciones que irán desde la conquista de determinados puntos de control, que después podremos fortificar manteniendo a nuestras tropas sobre la zona durante unos instantes, a la defensa de una posición o la destrucción de varias estructuras enemigas. Igualmente, habrá misiones en las que se dejará un poco de lado la destrucción masiva (porque podremos hacer desaparecer por completo todo un pueblo si lo deseamos) para plantearnos objetivos basados en el sigilo o el combate entre reducias escuadras de infantería; y como no, misiones en las que habrá tantos frentes abiertos que verdaderamente sentiremos estar inmersos en un conflicto bélico de verdad.
En el caso de la versión beta a la que hemos tenido acceso, entre las nuevas misiones que plantea el juego nos hemos encontrado de todo, destacando algunas pantallas como la batalla que libraremos en los campos agrícolas del noroeste de Estados Unidos (imaginad luchar en los entornos idílicos que muestra la película Los puentes de Madison, que podéis apreciar en las capturas que adjuntamos a lo largo de este artículo). En este caso, por ejemplo, nos encontraremos frente a una de esas misiones en las que con un reducido número de unidades de combate deberemos vencer a un importante contingente de tropas rivales; primero arrebatándoles sus posiciones estratégicas, pero después defendiéndolas, eso sí, con ayuda de la artillería pesada que nos cubrirá desde la retaguardia (tendremos la posibilidad de solicitar dicho apoyo). Ésta destaca además por el ritmo de acción que ofrece ya que presentará un inicio de lo más tranquilo con nuestras unidades explorando el entorno, mientras el resto del contingente soviético espera en la retaguardia, para progresivamente sumergirnos en combates más y más intensos hasta llegar al colofón final.
Como decíamos anteriormente, las nuevas misiones complementan a la perfección las ya de por sí increíbles misiones del título original, aunque está por ver si todas mantendrán el alto nivel al que, por otro lado, nos tienen acostumbrados en Massive Entertainment.
Lo que sí parece mejorar con esta expansión es la variedad de entornos de combate, aunque esto ya es algo que destacaba en el título original. Así, lucharemos en entornos urbanos, zonas rurales (ya sean pequeños pueblos o ciudades, o regiones como las de Montana y Wyoming), regiones nevadas, zonas boscosas, etc. Este elemento, unido al fantástico nivel de detalle alcanzado en los escenarios y unidades (la atención por el detalle resulta hasta enfermiza en algunos casos), así como la contundencia con la que se desarrollan los conflictos (el apartado sonoro vuelve a ser de diez), logra que de verdad disfrutemos de lo lindo explorando todos y cada uno de los entornos por los que combatiremos. Valga como ejemplo de nuevo el citado escenario Harvest, en el que basta ver algunas de las capturas que os ofrecemos para darse cuenta del cuidado con el que se están recreando todos los campos de batalla: en esta zona un gran río baña las extensas praderas en las que incluso encontraremos aspersores regando las plantas, girasoles a orillas del río como parte del jardín de una bonita casa, o grandes molinos eólicos cubriendo el horizonte. Pequeñas factorías agrónomas y los clásicos puentes ya comentados anteriormente son otro de los principales atractivos visuales de este entorno. En este sentido, por tanto, World in Conflict promete no solo ser un título tremendamente agradecido a nivel visual, sino ante todo, una de las experiencias jugables más satisfactorias de los últimos tiempos.
Por último, queda por probar la vertiente multijugador de Soviet Assault, que también promete marcar época. No en vano, pensar en las partidas de 8 contra 8 usuarios que nos están esperando nos hace incluso emocionarnos. Además, el juego contará con nuevos mapas multijugador con respecto a los vistos en el original, por lo que los aficionados al mismo tendrán nuevos alicientes para retomar esta vertiente.
En definitiva, World in Conflict Soviet Assault cumple con el guión previsto desde un principio. Y es que si el título original resulta ser una auténtica obra maestra, realmente era difícil imaginarse una expansión que no llegara al nivel del original. Por eso, ningún aficionado al mismo debe estar preocupado puesto que todo parece indicar que Massive Entertainment y Ubisoft tienen entre manos el que sin duda va a ser uno de los grandes juegos del año.
