Análisis de Valiant Hearts: The Great War (PC, Switch, Android, PS4, PS3, Xbox One, Xbox 360)

Tras dejarnos a todos boquiabiertos con el bonito y divertido Rayman Origins, hacernos pasar mucho miedo con ZombiU, y ofrecernos una secuela tan buena como Rayman Legends, que conseguía mejorar en casi todo a la anterior entrega, Ubisoft Montpellier vuelve con un juego bien diferente, de un atrevimiento digno de aplaudir, al tratar uno de los episodios más oscuros de nuestra historia reciente de una manera tan original.

Valiant Hearts: The Great War nos lleva a la conocida como Gran Guerra o Primera Guerra Mundial a través del motor gráfico UbiArt Framework, el mismo que utilizaron para los dos últimos Rayman, que consigue que las ilustraciones de los artistas se trasladen de manera rápida y fiel a la pantalla. Con esto consiguen, en este caso, que la sensación sea de estar jugando a un cómic en movimiento, en un juego simplemente precioso, pese a que lo que nos muestra y cuenta no tenga nada de bonito precisamente.

La aventura transcurre durante toda la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, visitando algunos de los escenarios y sucesos reales más relevantes del Frente Occidental, como las batallas del Marne y del Somme o los bombardeos en Reims.

Y nos cuentan la historia de esta guerra tan cruenta sin remilgos, sin renunciar a retratar con todo lujo de detalles su crueldad y dureza, algo solamente suavizado por su delicioso aspecto tipo cómic.

Para ello se valen de cinco protagonistas principales más algunos secundarios, y que representan a algunas de las naciones más afectadas por este conflicto. Un granjero francés llamado a filas, un joven alemán casado con una francesa y con un hijo recién nacido a los que tiene que abandonar para combatir por su país, una enfermera belga que se implica totalmente en el conflicto, un soldado estadounidense alistado en la Legión Extranjera por motivos de venganza, y un perro, un dóberman alemán que se convierte en un compañero inseparable y que ayudará de muchas maneras al resto de personajes.

Antes de entrar a destacar sus mecánicas jugables, algo que nos ha encantado de Valiant Hearts: The Great War es su valor didáctico, lo bien que nos cuenta todos los detalles de esta guerra, de manera amena y ágil, y sin renunciar a ninguna de sus aristas, de un conflicto muy complejo y con multitud de afectados. Este año se cumple el 100 aniversario del estallido de la Primera Guerra Mundial, y el juego ha sido aprobado por Mission Centenaire 14-18, la comisión francesa que dirige el programa conmemorativo y que ha creado la certificación "Centenario", que reconoce los proyectos más innovadores sobre la Primera Guerra Mundial, certificando la exactitud del contenido histórico de Valiant Hearts, en colaboración con los historiadores de la comisión.

A través de breves pero certeras cinemáticas, de unas interesantísimas y amenas fichas que nos hablan de todas de las batallas, las armas, los soldados y de sus duras circunstancias en el campo de batalla, de unos objetos coleccionables que nos dan más y más detalles sobre el conflicto y todos sus implicados, a poco que te interese un poco la historia te va a encantar toda esta información, bien dosificada y al grano, muy entretenida de leer. Tenemos que reconocer con un poco de vergüenza incluso, que gracias a este juego nos hemos enterado de muchos detalles que desconocíamos, de una guerra de la que quizás no se ha hablado tanto como de la Segunda Guerra Mundial, pero que sin duda fue terrible, de una crudeza casi inconcebible y difícil de imaginar.

Una aventura variada y con personalidad

Entrando a hablar de lo que es el juego en sí, que por supuesto no se puede separar de su temática, que es su razón de ser y que impregna la obra por cada poro, estamos ante una especie de aventura gráfica muy variada, con algunos toques de acción. Controlamos a los personajes directamente, y tenemos un botón para interactuar con el entorno, principalmente para coger objetos –solo podemos llevar uno a la vez-, podemos golpear, lo que sirve para destruir ciertas estructuras o derribar a algunos soldados enemigos por la espalda, y también podemos lanzar algunos objetos a distancia, como ladrillos, botellas o granadas, con distintos fines, desde distraer la atención del enemigo, a romper o reventar algunas partes de los escenarios para poder seguir avanzando.

El juego está formado por cuatro grandes capítulos que a su vez están divididos en pequeñas fases, no demasiado largas, en las que vamos alternando el control de los cuatro protagonistas de manera natural, ya que al quinto, el perro, solo le damos órdenes, para coger objetos o activar mecanismos, siendo muy protagonista en la jugabilidad. Tenemos desde niveles que se pueden jugar con calma, en los que nos las tenemos que ingeniar para seguir avanzando resolviendo sencillos puzles, a fases de sigilo, en las que tenemos que evitar ser vistos, a otras de acción en pleno campo de batalla, corriendo y evitando los explosivos y ametralladoras.

Es una aventura bastante variada, y por haber, hay hasta unas fases de velocidad y musicales, un poco al estilo Rayman Legends, que son muy originales, en las que debemos conducir un coche y esquivar los obstáculos al ritmo de bellas y populares melodías de música clásica. También hay unos sencillos quick time events para curar a los heridos cuando estamos en el papel de la enfermera, que no aportan demasiado la verdad, pero que no llegan a ser demasiado molestos.

Pese a que intenta ser variado de principio a fin, al final se acaba abusando de ciertas mecánicas básicas, como buscar un determinado objeto y usarlo en el lugar apropiado, lanzar una granada y romper una estructura, mandar al perro a que recoja algo y active una palanca, etcétera. Pero por suerte no llega a hacerse repetitivo –aunque está a punto-, ya que su razonable duración no da pie a ello. En el tramo final del juego se nota que faltan ideas, y pierde la capacidad de sorpresa de la primera mitad.

Se puede completar en unas 6 o 7 horas y con una gran mayoría de los coleccionables recogidos, si eres un jugador habitual de aventuras gráficascomo es nuestro caso, ya que ninguno de los puzles o retos te van a plantear ningún problema. Pero lo bueno es que es un juego muy accesible para todo tipo de público, y su jugabilidad es tan sencilla que lo puede disfrutar desde un jugón, ya que es una aventura siempre entretenida y tiene su aquel encontrar todos los coleccionables, hasta un jugador no muy habitual, que dispone de un práctico sistema de pistas por si se queda atascado.

Para el jugador experimentado se ha incluido en el menú de opciones el llamado Modo veterano, que desactiva el sistema de pistas y que no destaca los objetos interactivos cuando estás junto a ellos, pero la verdad, esto no cambia de manera significativa la dificultad. En el tramo final de la aventura, y por querer aumentar la dificultad, las escenas de acción caen en el pecado del ensayo y error, pero por suerte hay muchos puntos de control, y nunca llegan a ser frustrantes. Con la multitud de coleccionables que hay escondidos en los escenarios también se corre el riesgo de distraernos del hilo principal, pero al menos estos están bastante a mano, los niveles no suelen ser muy grandes, y tienen cierto sentido, ya que nos dan interesantes detalles sobre la guerra. Además están muy bien organizados, sabemos en cada fase cuántos nos quedan por recoger y hasta su forma, por lo que hacerse con todos es una tarea entretenida.

Y sobre los gráficos qué decir, que no nos cansamos de ver juegos con el UbiArt Framework, tras ambos Rayman y Child of Light, Valiant Hearts demuestra que se pueden hacer cosas increíbles con este motor, y que trasladar un cómic o novela gráfica a un videojuego, tal cual, es posible. Como mucho y siendo un poco exquisitos se podrían criticar algunas animaciones, pero el resultado visual es formidable, además con una enorme variedad de localizaciones y situaciones, con momentos en ciertas batallas muy espectaculares, e ideas visuales muy ingeniosas, utilizando recursos del mundo del cómic para mostrar distintos puntos de vista a la vez. Pocas veces hemos visto tan bien trasladada la estética cómic a un videojuego.

Y como ha ocurrido con los anteriores juegos relacionados con este motor, el apartado sonoro es igual de brillante, con una banda sonora preciosa, muy emotiva y totalmente apropiada para lo que se cuenta, y un gran doblaje al castellano. Los personajes durante la acción no hablan, se comunican con dibujos en bocadillos, pero sí que les escuchamos durante las cinemáticas, al igual que la calidad voz del narrador, muy buena.

Un descargable de muchos quilates

Con un apartado audiovisual delicioso y un trabajo de documentación formidable, contándonos mejor que nunca en un videojuego un conflicto tan complejo como la Primera Guerra Mundial, Valiant Hearts: The Great War es un juego descargable de una calidad que muy pocos títulos han alcanzado en este formato, que en otros tiempos hubiera llegado a las estanterías de las tiendas a precio completo. Una aventura entretenida y variada, con puzles, sigilo y acción, y una historia muy emotiva, que es muy posible que a más de uno os saque alguna lagrimilla. Valiente por contar una guerra tan salvaje como esta sin tapujos, por hacerlo con una "simpática" estética de cómic, y por no temer cumplir una función didáctica, algo con lo que muy pocos juegos se han atrevido. Esperamos que el UbiArt Framework siga dando frutos tan bellos como este en el futuro.