Análisis de The Collider 2 (PC)
El The Collider original fue uno de los primeros juegos realizados por ShortBreak Studios, la rama de juegos de móviles de Techland, los desarrolladores de juegos como Dying Light, Dead Island o Call of Juarez. Lo que es más sorprendente es que, poco después de un lanzamiento en móviles bastante humilde (menos de 5.000 descargas en Google Play), el juego apareció en ordenadores, y para sorpresa de propios y extraños, funcionó bastante mejor, no sólo a nivel de ventas, sino de satisfacción de usuarios.
Esta acción ha animado a Techland no sólo a lanzar otros juegos de móvil en PC (con no tan buenos resultados), sino también a crear una secuela que aprovecha mucho mejor una plataforma con muchos más recursos, que es la que nos encargamos de analizar ahora.
A diferencia del primer The Collider, un juego claramente pensado en dispositivos móviles donde la gracia es tocar la posición en pantalla por la que tenemos que colarnos, en este segundo juego todo está pensado desde el inicio para que la experiencia sea mucho más completa, si bien se sigue notando el origen no sólo del juego, sino también del estudio desarrollador encargado de realizar este título.
Este The Collider 2 nos pone a los mandos de varias naves espaciales (al principio una, posteriormente podemos ir desbloqueando el resto) en una desbocada carrera por conseguir llegar al núcleo de la nave espacial que amenaza con destruir la tierra merced a un poderoso rayo láser. Sí, las referencias a Star Wars son numerosas en este título, desde la intro del juego a algún que otro tema musical que comentaremos posteriormente.
Una vez nos metemos en faena tenemos dos modos, un modo niveles, donde vamos superando fase tras fase, y un modo endless que desbloquearemos al superar el octavo nivel. El modo principal es el modo niveles, y son fases cortas, de menos de un minuto de duración de media, donde según lo bien que los superemos recibiremos de una a tres estrellas. Esto os sonará a lo de los usos típicos de móviles a los que nos referíamos al comienzo del artículo.
Así, en cada fase tendremos una serie de objetivos a cumplir (por ejemplo, destroza tantos objetos, acaba la fase antes de que se acabe el tiempo) que tendremos que cumplir para hacerlo lo mejor posible. Para ello, podemos jugar con el ratón, lo que se parece más a la experiencia original de pantalla táctil, con dispositivo de realidad virtual, que aunque sea bastante cansado es una experiencia interesante, o con un mando, lo que al principio se disfruta bastante, pero que posteriormente se vuelve absolutamente imposible.
The Collider 2 es un juego que requiere, básicamente, de dos o tres habilidades por parte del jugador: memoria, para saber dónde están los obstáculos, rapidez, para dirigir nuestra nave rápidamente a la posición correcta para esquivarlos, y precisión, porque aunque las cajas de colisión dejan algo de margen, tampoco podemos poner la nave donde se va a estampar.
Además es un juego que castiga con vehemencia al jugador, de manera que si fallamos una vez y vamos a toda velocidad, la nave no frena, permitiendo al jugador tener una especie de segunda oportunidad en ese tiempo, sino que al revés, puede que la nave hasta siga acelerando, de manera que entre el efecto del golpe, el intento de haberlo esquivado, y el volver a darnos cuenta de donde estamos, el jugador tiene muy poco tiempo para volver a esquivar el siguiente obstáculo, y lo normal es que vuelva a chocarse.
Pues con un mando todo esto es más difícil, ya que el control es muy de juego de naves espaciales estilo Star Fox, y aquí necesitamos más bien un control más rápido (lo más que se puede hacer es cambiar la sensibilidad, pero a costa de perder precisión), así que se nota mucho el cambio a ratón.
De hecho lo mismo podemos decir sobre la cámara, ya que de origen podemos ver una fantástica cámara en tercera persona (os ponemos otra vez el ejemplo de Star Fox para hacer la comparación), pero al final la que mejor funciona es la cámara en primera persona, haciendo al juego más parecido al primer The Collider.
Como posibilidad de superar un nivel a base de tozudez en lugar de habilidad, tenemos ítems que aparecen en pantalla cada cierto tiempo, y su función no está prefijada por el diseño de niveles, sino que unas veces nos pueden tocar unos, y otras veces otros. Así que si tenemos suerte, y en una pantalla difícil nos toca el escudo, podemos avanzar golpeándonos sin demasiados problemas durante un tiempo limitado, aunque os aseguramos que ésta no es la mejor de las tácticas.
Y resulta una pena que un juego con un apartado gráfico tan atractivo se acabe viendo lastrado por este tipo de problemas, ya que es evidente que al final lo que está pidiendo es que casi ni miremos la pantalla, sino que sintamos "el flow" de lo que han creado los diseñadores de niveles, a una velocidad tan elevada que podrían ser gráficos como los del primer The Collider, que no nos molestarían. En este caso, podemos decir que luce especialmente bien, con unas naves muy bien modeladas, con todo tipo de efectos, y funcionando todo a una velocidad y suavidad tremendas. El motor de Techland ya ha demostrado varias veces su valía, y este es un nuevo ejemplo.
Y lo mismo podemos decir del aspecto sonoro, una mezcla de canciones que recuerdan a la banda sonora de Star Wars con efectos de sonido que enfatizan la necesidad de correr lo más posible. Un apartado realizado con habilidad y profesionalidad, pero que a la vez no resulta especialmente diferente, lo que provoca que seguramente lo olvidemos al poco de jugarlo.
Conclusiones
En resumidas cuentas, este The Collider 2 sí que es un juego pensado especialmente en máquinas con más potencia y recursos, como ordenadores, pero en el fondo tiene un alma de juego de móvil bien metida en su ADN. Es ideal para partidas cortas, para gente que quiera echar varios intentos a superar fases pequeñas, pero seguramente se acabe disfrutando más en un móvil o tableta potente del futuro.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Dead Good Media.