Análisis de Risen 2: Dark Waters (PC)

El primer Risen fue uno de esos juegos que a pesar de padecer de una serie enorme de bugs, de problemas graves de rendimiento y de un sistema de combate bastante pobre, consiguió convencer al público, proponiendo una aventura de rol de fantasía épica medieval con muchas posibilidades y donde nuestras decisiones importaban de verdad y moldeaban la historia. Dado su éxito, el anuncio de una secuela no nos pilló demasiado desprevenidos.

En esta ocasión Pyranha Bytes ha decidido cambiar de ambientación para continuar la historia de nuestro particular héroe sin nombre proponiéndonos una aventura pirata llena de leyendas, maldiciones, vudú, tesoros enterrados y mucho ron.

Sin embargo, tal y como iremos viendo, todos los errores y lacras del original se vuelven a repetir, arruinando la experiencia bastante más de lo deseable.

La vida pirata

Precisamente uno de los mayores aciertos de este Risen 2: Dark Waters lo encontramos en su cambio de ambientación. La temática pirata le sienta como anillo al dedo y apenas se ha explotado como dios manda en un juego de rol, por lo que se siente como algo fresco y bastante atractivo.

El argumento hace uso de todos los tópicos habidos y por haber en este tipo de historias, donde un Kraken gigantesco proveniente de las profundidades está acabando con todos los barcos que se adentran en altamar y sólo un héroe elegido puede acabar con él. Al poco de empezar, se nos informará de que el conocido capitán pirata Steelbeard anda tras la búsqueda de un arma legendaria que se dice que podrá dar muerte al Kraken, por lo que nuestra primera tarea real será conseguir unirnos a su tripulación.

A partir de aquí nos espera una aventura que a pesar de no tener un guión demasiado original, cumple con su cometido perfectamente y que nos presenta las cosas lo suficientemente bien como para que nos interesemos por todo lo que nos cuenten y queramos saber más. En cuanto a su desarrollo volveremos a disfrutar de una historia muy moldeable, donde podremos hablar con cualquier personaje que nos encontremos, tomar decisiones que tendrán consecuencias, etc. Nosotros marcamos el ritmo y el camino. Podemos ir directos a la trama principal o investigar más a fondo para descubrir todos los misterios que rodean a las islas que visitemos mientras charlamos con todo el mundo y decidimos a quién ayudar y a quién no.

Además, tenemos nuevamente la posibilidad de escoger cómo resolver una misma situación de muchas formas diversas, ya sea sobornando, intimidando, convenciendo con nuestra labia o con nuestra espada, ayudando con algo que nos pidan, investigando más a fondo para buscar una ruta alternativa, etc. Esto añade un componente rejugable muy apetecible a un juego bastante largo ya de por sí y con muchas horas por delante. Eso sí, lo que nunca se nos permitirá es matar a los personajes que puedan darnos misiones, limitándonos un poco en este sentido.

A diferencia de la gran mayoría de títulos de hoy en día, donde se nos da todo mascado y nos indican con pelos y señales nuestros objetivos en el mapa y en el diario de misiones, en Risen 2 nos encontramos con que estas herramientas tan habituales no nos muestran siempre hacia dónde ir, por lo que estar atento a toda la información que nos den en las conversaciones será fundamental. Esto les hace ganar peso, ya que si vamos cogiendo misiones a lo loco como si de un MMO se tratara para luego ir de X en X en el mapa, aparte de perdernos gran parte de su atractivo no tendremos muy claro lo que hacer en más de una ocasión. Para algunos esto será algo molesto, pero a nosotros nos ha parecido algo bastante acertado, ya que la sensación de inmersión aumenta e incentiva la exploración.

El sistema de combate vuelve a ser unos de los grandes lunares de esta entrega. Se basa principalmente en la esgrima, el uso de armas de fuego y en la magia vudú. El sistema de fijación de objetivos es demasiado caótico y nos dará más de un disgusto, los combos y movimientos que tenemos a nuestra disposición son extremadamente simples y en su ejecución no terminan de sentirse naturales, y algunos movimientos especiales como las paradas o los contraataques presentan unos timings muy erráticos que nos harán sentir como si nunca lo controláramos del todo. Para animarlos un poco se ha intentado imitar el estilo de lucha que usaría un pirata con la introducción de los llamados "trucos sucios". Se tratan de ciertas habilidades que nos permiten hacer cosas como coger arena del suelo y tirársela a la cara del enemigo o lanzar a nuestro loro contra ellos para distraerlos. Son divertidos de usar, pero no consiguen paliar lo aburrido y frustrante que suele ser combatir.

En cuanto a la progresión de nuestro personaje, tal y como es habitual iremos ganando experiencia al matar enemigos o cumplir misiones para subir de nivel algunas de las ramas de talentos y habilidades que tenemos disponibles, como armas de filo, armas de fuego, resistencia o astucia. Lo interesante es que la subida de nivel de estas ramas nos servirán para poder aprender habilidades, pero solo por subirlas no las obtendremos. Para ello tendremos que buscar a alguien que nos enseñe estas artes, por lo que una vez más el hecho de hablar con la gente vuelve a cobrar importancia, ya que hay muchos personajes que pueden enseñarnos cosas, pero solo relacionadas con sus especialidades. Por ejemplo, un maestro pirata curtido en grandes batallas podrá enseñarnos nuevos trucos con la espada, mientras que una prostituta puede mejorar nuestro nivel de persuasión.

Eso sí, todo esto tiene un precio, por lo que estad preparados para desembolsar buenas cantidades de oro para aprender nuevas técnicas. Gestionar bien nuestro dinero será bastante importante, ya que este nos servirá para sobornar, comprar armas, equipo, provisiones y aprender habilidades y no siempre tendremos para todo. Por tanto, si queremos ir bien preparados, el realizar tareas secundarias para conseguir algo de oro será una opción bastante apetecible.

La maldición de la optimización

Por lo que llevamos hablado hasta ahora Risen 2 es un juego de rol bastante completo y con una ambientación muy atractiva a pesar de su deficiente sistema de combate. Sin embargo ahora nos toca entrar en el apartado donde el título hace aguas por todos lados hasta el punto de hundirlo prácticamente.

Empezaremos comentando el terrible trabajo de optimización que se ha hecho. Hemos probado Risen 2 en tres equipos distintos, siendo el más potente de ellos un i7 2700k, con una tarjeta gráfica GeForce GTX 570 y 16 GB de RAM (los requisitos recomendados son un procesador Dual Core con 3 GHz, 4 GB de RAM y una tarjeta gráfica GeForce GTX 260), y en todos ellos hemos padecido de los mismos problemas de rendimiento, ya aumentáramos o disminuyéramos sus opciones de configuración gráfica, con una tasa de imágenes por segundo que bajaba rápidamente hasta mantenerse entre los 15 y 20 fps tras unos diez minutos de juego.

Esto tiene como consecuencia un impacto bastante negativo en su disfrute y en la propia jugabilidad, ya que en ningún momento va realmente fluido y el hecho de que funcione medio a tirones agota bastante y llega a quitar las ganas de jugar. No es que sea algo injugable, pero por ejemplo el ya de por sí complicado timing de las habilidades se verá afectado y nos costará más todavía reaccionar a imprevistos, y eso sin contar lo horrible que resulta ver a un juego funcionando en estas condiciones.

A nivel visual, el título en una imagen estática luce bastante bien, pero cuando empezamos a verlo en movimiento e independientemente de su rendimiento, empezamos a ver fallos técnicos constantes. Aunque tengamos la distancia de dibujado al máximo sufriremos constantemente de un molesto popping bastante acusado, al igual que ocurre con ciertos dientes de sierra por mucho que subamos el AA. Además, existe un extraño efecto de vegetación "mutante", y según nos acerquemos o alejemos veremos cómo se expande o se contrae y cómo cambia de forma. Esto es el doble de notorio si tenemos en cuenta que la gran mayoría de escenarios que recorreremos consisten en junglas y selvas repletas de vegetación. A esto también hay que sumarle que no tienen ninguna clase de físicas, por lo que "atravesaremos" todo tipo de hierbas y arbustos como si no hubiera nada.

Otro punto y aparte son los personajes y sus animaciones. Tanto sus modelados como sus movimientos parecen sacados de hace varias generaciones. Parcos en detalles, con unas texturas muy pobres (solo hay que fijarse el pelo para darnos cuenta de ello, ya que parecen casi de plástico), sin expresiones faciales y con una animaciones muy ortopédicas y antinaturales (ojo a la de salto). De hecho, esto último es tal que así que en las conversaciones nos parecerá que estamos viendo el show de los Teleñecos en vez de una épica aventura pirata.

A su favor mencionar que los escenarios al menos son bonitos, tienen buenas texturas y los efectos de iluminación están realmente conseguidos. Ver los primeros rayos de sol filtrándose entre las hojas de los árboles mientras amanece un nuevo día en la selva es toda una experiencia. Sin embargo, si a todos los problemas anteriormente descritos le sumamos una ingente cantidad de bugs y errores de programación, obtenemos como resultado uno de los apartados técnicos más lastrados con los que nos hemos topado últimamente.

Finalmente, en cuanto al apartado de sonido nos encontramos con una banda sonora con buenos temas musicales que están muy acordes con lo que se ve en pantalla y que incluso varían su instrumentación según la hora del día. Sin embargo, su repertorio es bastante escaso y poco variado, por lo que no tardarán en acabar por volverse bastante repetitivas. El doblaje por su parte nos llega en inglés y cumple su cometido sin más y no llega a brillar especialmente en ningún momento. Respecto a los FX brillan especialmente los efectos de sonido ambientales, los cuales nos hacen sentir que estamos realmente en una selva.

Conclusiones

No sabemos si las prisas por lanzarlo ya han tenido algo que ver, pero viendo el resultado final quizás lo más deseable habría sido que Risen 2: Dark Waters se hubiera retrasado un par de meses para pulir todos los problemas técnicos que padece y optimizarlo para que su rendimiento fuera óptimo, al igual que ha ocurrido con la versión para consolas. Viendo sus virtudes a nivel narrativo, de contenido y de desarrollo, podríamos haberle perdonado su irregular apartado gráfico, sus bugs e incluso su pobre sistema de combate, pero su optimización pone la puntilla y acaba por dinamitar un juego que podría haber sido bastante notable.

Solo queda esperar que de aquí a su lanzamiento, previsto para este viernes 27 de abril, Pyranha Bytes se decida a lanzar alguna actualización de urgencia que arregle sus problemas de rendimiento. Si esto acabara ocurriendo en algún momento, podéis subirle perfectamente un punto a la puntuación final que le hemos dado. Pero de momento las cosas están así, de modo que solo os podemos recomendar su compra si sois muy fans de las películas de Piratas del Caribe, os gustan los juegos de rol completos y profundos, y os veis capaces de pasar por alto su sistema de combate y todos sus problemas de técnicos.