Análisis de Pineview Drive (PC, Switch)
Los juegos de terror están de moda, y eso hace que veamos algunos títulos que intentan recuperar el género, así como otros que únicamente intentan incorporar el elemento del "miedo" a su propuesta. Éste es el caso de Pineview Drive, que disfrazado como un juego de terror, nos ofrece una aventura de exploración en una mansión ¿encantada? Os contamos qué nos espera en este título independiente para ordenador, en el que el misterio y la tensión son una constante.
La búsqueda de Linda
Pineview Drive nos cuenta la historia de un hombre que perdió a su mujer hace 20 años, cuando ésta se desvaneció cerca de una extraña mansión abandonada.
Tras dos décadas sin noticias de ella, nuestro protagonista decide volver a la casa, donde espera, al menos, descubrir alguna pista que dé algún detalle sobre la extraña desaparición.
Aparentemente, una leyenda local asegura que nadie puede sobrevivir más de 30 días en la mansión desde que Linda, nuestra mujer, desapareciese, y nuestro objetivo es descubrir qué hay de verdad en ese rumor. Nuestro objetivo, consecuentemente, es pasar un mes "virtual" –es decir, no treinta días naturales– en la mansión sobreviviendo a lo que quiera que sea que la habita… si es que la habita algo, claro.
La llave es la clave
Cuando tomemos el control del personaje –dicho sea de paso, únicamente con teclado y ratón–, nos adentraremos en una aventura en primera persona en la que tendremos que buscar llaves para abrir puertas, abrir puertas para encontrar objetos, y repetir hasta encontrar pistas que nos aclaren algo sobre la desaparición de Linda. Todo ello, por supuesto, aderezado por sustos inteligentemente generados por la ambientación del juego, ya que rara vez veremos algo "explícito".
La clave de Pineview Drive es que genera una ambientación muy propensa a asustar, sobre todo por la omnipresente oscuridad y un muy buen equilibrio a la hora de intentar que demos un bote de la silla. En lugar de abrumarnos con ruidos del averno, nos deja explorar tranquilos para cuando menos nos lo esperamos, soltar un ruido o golpe que nos vuelva a poner en tensión.
La clave es la repetición
Independiente de lo que nos vendan y de lo que acabe siendo el juego, Pineview Drive falla en sus mecánicas, repetitivas hasta decir basta. Treinta días recorriendo el mismo escenario, abriendo casi siempre las mismas puertas, con una historia que no termina de atrapar… Pensamos que podría haberse intentado exprimir un poco más el concepto, ya que hemos vivido algunos momentos bastante aburridos durante las siete u ocho horas que nos ha durado el juego.
Si queréis poner énfasis en el elemento del terror, os animamos que juguéis con el volumen fuerte y las luces apagadas, porque de otro modo es muy probable que terminéis la aventura sin llevaros ni siquiera un susto. Además, la historia no es demasiado siniestra, y su final es un tanto… poco resolutivo, digamos. Queremos dejar bien claro que no es un juego de miedo, sino un juego de buscar llaves, abrir puertas, buscar más llaves y abrir más puertas con un ambiente predispuesto a mantenernos en tensión.
Aspectos audiovisuales
Gráficamente, Pineview Drive es un juego bastante normalito, algo que hace que nos extrañe los problemas de rendimiento que hemos experimentado. No hemos jugado en un ordenador de la NASA, pero sí en uno lo suficientemente potente para mover este título sin problema, y para nuestra sorpresa hemos sufrido constantes tirones sin razón aparente. No han sido lo suficientemente constantes para estropear la experiencia de juego, pero sí más de lo que nos hubiese gustado.
El diseño de la mansión y su patio, por su parte, está bien, claro y conciso, y que nos permite ir progresando con bastante agilidad según nos vamos conociendo la distribución de las habitaciones. Eso sí, sólo recorreremos los mencionados mansión y patio, por lo que no os esperéis demasiada variedad de entornos, si bien es cierto que los que encontramos están bien cuidados.
La iluminación y el sonido son los dos que van de la mano para añadir el componente de terror, siendo, quizás, los dos aspectos más a destacar. Podremos apagar y encender luces, hacer lo propio con las velas e iluminar nuestro camino con una linterna –algo imprescindible–, mientras el sonido se encargará de generar la tensión que nos guíe hasta el susto.
El miedo a lo desconocido
Pineview Drive –repetimos, para los que se hayan saltado el resto del texto– no es un juego de terror como lo imagináis. Es un juego de exploración con sustos. Sustos bien cuidados gracias a un inteligente apartado sonoro, pero sustos después de todo. No os esperéis una historia macabra, enemigos salidos de vuestras pesadillas o esa sensación de sobrevivir, ya que en Pineview Drive nuestra preocupación principal es encontrar la llave adecuada para abrir la puerta correcta.
Las mecánicas de este título se resumen en eso, buscar la siguiente llave o el siguiente objeto que nos permita progresar a través de los treinta días virtuales que tendremos que sobrevivir en la casa. Obviamente, al que busque otro tipo de juego este sistema le parecerá el tedio puro, e incluso los que sí que busquen un título de exploración han de saber que la propuesta es bastante repetitiva y que nos tendrá recorriendo el mismo entorno una y otra vez, algo que se acentúa cuando tenemos todas las estancias de la casa desbloqueadas.
Si buscas un juego de exploración que te asuste, pues probablemente Pineview Drive dé de lleno en la diana. Si buscas un juego de terror, o uno de exploración, tienes mejores opciones.