Análisis de Patrician 3: El Imperio de los Mares (PC)
FX Interactive se caracteriza por sacar juegos de muy buena calidad a precios muy asequibles. Se embarcaron en el género de las aventuras gráficas y les fue muy bien con The Longest Journey. También cosecharon un gran éxito en el género de la estrategia en tiempo real con Imperivm. Ahora FX se decanta por la estrategia comercial y por lo que hemos podido ver, no les ha ido nada mal.
Patrician fue desarrollado por Ascaron. El juego tuvo mucho éxito y poco tiempo después apareció una secuela. A lo largo de estos años, Ascaron ha ido añadiendo mejoras al juego. Los usuarios han aportado su granito de arena dando sugerencias a los desarrolladores.
Ahora podemos disfrutar de una versión muy mejorada de Patrician II. Además de las mejoras añadidas a lo largo de estos años, Ascaron ha desarrollado un nuevo motor gráfico denominado PIII. Patrician III también posee nuevas campañas que alargarán muchísimo la vida del juego.
Los expertos en el género de la estrategia comercial no tendrán muchos problemas a la hora de jugar. Pero si eres nuevo en este estilo de juego, será mejor que le eches una ojeada al completo tutorial que viene en Patrician. Puede que, al principio, tantas opciones y posibilidades abrumen al jugador más inexperto, pero después de unas cuantas horas comenzaremos a entender la mecánica del juego. Para facilitar las cosas, FX ha incluido un mapa en el que se nos muestra los productos que se fabrican en las diferentes ciudades del mar del norte. También incluye un listado de mercancías. En la lista podremos ver: el precio base de los objetos, la cantidad máxima que deberemos pagar por la mercancía y el precio recomendado de venta.
Una vez iniciamos Patrician III, aparecerá un menú muy cuidado con los diferentes modos de juego. Estos modos se dividen en: aprende a jugar, campañas, un jugador y varios jugadores. También podremos cargar las partidas guardadas y acceder a las opciones del juego. Para la gran mayoría será obligatorio pasar por el tutorial. Es un tutorial bastante largo y en él se nos enseñará lo básico. Como ya he comentado al principio del análisis, nada más empezar andaremos un poco perdidos, pero poco a poco le iremos pillando el "truco" al juego.
Una vez completado el amplio tutorial, tendremos que elegir entre jugar el modo campaña o jugar misiones sueltas. Es preferible jugar aunque sea la primera misión del modo campaña, pues nos enseñará más sobre Patrician. Las misiones del modo campaña son muy diversas: mejorar nuestro estatus social, aumentar nuestra fortuna, etc. Una vez estemos metidos de lleno en el juego, empezaremos a descubrir la maravillosa jugabilidad de Patrician. Sin duda, éste será su punto fuerte, ya que nos mantendrá pegados al ordenador durante horas. Siempre tenemos algo que hacer: podremos aumentar nuestra flota, conseguir licencias en distintas ciudades para montar nuevas oficinas comerciales, construir fábricas, etc. Todo es muy sencillo de utilizar –una vez entendemos la mecánica del juego- gracias a la interfaz que aparece a la derecha de nuestra pantalla. Pero explicar el funcionamiento de Patrician III es muy complicado, por lo que dividiremos el análisis en diferentes apartados.
Las ciudades: Los centros neurálgicos del juego. Empezamos la partida en una ciudad, que será nuestra ciudad natal. Por norma general tendremos un barco y un poco de dinero. Nuestro objetivo es aumentar nuestra reputación en la ciudad. Para ello, tendremos que realizar algunas de estas acciones: comerciar y abastecer a la ciudad, donar dinero a la iglesia, construir hogares, e, incluso, casarnos con alguna mujer adinerada. Cada ciudad produce algún tipo de mercancías, lo mejor será averiguar qué es lo que más necesita la ciudad, e ir a buscarla por las otras ciudades que pueblan el mapa. También podremos construir fábricas y casas, así mantendremos a la población feliz. Podremos acceder siempre que queramos a nuestra ciudad natal, pero si queremos ver las otras ciudades tendremos que ir con un barco. Si aumentamos mucho nuestro prestigio en las otras ciudades, llegará el momento en que nos concedan una licencia para construir una oficina comercial, a partir de ese momento podremos ver también esa ciudad sin necesidad de llevar un barco. Los marineros se podrán contratar en la taberna. También podemos conceder el control de un navío a un pirata, en ese momento el barco navegará buscando botines. En las ciudades hay diferentes edificios públicos que nos darán información. Está la ya mencionada taberna donde contratar marineros y conseguir información, tenemos la lonja donde veremos los productos que más se demandan e incluso hay unos baños en los que podremos conseguir algo de información siempre y cuando paguemos una buena suma de oro.
El comercio: El mundo de Patrician III se rige por la ley de la oferta y la demanda. Cuanto más se necesite un producto, más oro nos pagarán. También recibiremos poco oro cuando el producto que vendemos se encuentre disponible en grandes cantidades. Para tenerlo todo bien controlado, disponemos de un almacén. En él, podemos dejar las mercancías y utilizarlas cuando realmente sean necesarias. Si queremos aumentar nuestra reputación en las ciudades, tendremos que ofrecerles lo que están buscando, por lo que tendremos que buscar el mejor sitio para comprar y el mejor sitio para vender. Por ejemplo, en la ciudad de Aalborg se fabrica carne, pero necesitan sal. Nosotros podemos comprar sal en Rostock, venderla en Aalborg y llevarnos una buena cantidad de carne para vender en otra ciudad. Las mercancías ocupan espacio en los barcos, tenemos las que solo ocupan una sola unidad –barriles- y las que ocupan diez espacios –bultos-. Hay que pensar muy bien qué mercancías vamos a necesitar porque una mala jugada nos puede costar mucho dinero.
Al principio realizaremos pequeños negocios, pero pasado un tiempo y con una buena cantidad de dinero será obligatorio el poseer una buena flota de barcos. Para facilitar un poco las cosas: podremos crear rutas comerciales entre ciudades, abrir nuevas oficinas comerciales, contratar administradores, etc. También podemos convertirnos en piratas y saquear barcos. Cada uno decide su destino.
Cuando tengamos una gran fortuna deberemos construir fábricas y talleres para que nos creen los materiales con los que comerciar. De este modo, no tendremos que ir a comprar a otras ciudades. También tenemos la opción de crear expediciones para ir en busca de nuevas territorios con los que comerciar.
Las batallas: En Patrician III también habrá combates. Tenemos las batallas terrestres y los combates marinos, siendo estos últimos los más habituales. En los combates hay que tener muy en cuenta el viento. Tendremos que utilizarlo para huir o para dirigirnos hacia los enemigos. Podemos asaltar los barcos –si estamos cerca- o lanzar cañonazos. Al principio, nuestros barcos no están adaptados para llevar cañones. Tendremos que mejorarlos y después comprar los cañones en los arsenales. Si un barco está repleto de cañones, su capacidad para transportar mercancías se verá mermada. Los combates podrán ser automáticos o manuales. Cada vez que vayamos a disputar uno, el juego nos dará la opción de elegir.
Esto es, a grandes rasgos, Patrician III. Un juego muy adictivo, en el que siempre tendremos que hacer algo y las partidas siempre serán distintas. Podemos pasarnos meses jugando al juego y no aburrirnos nunca. Eso sí, no esperéis encontraros un apartado gráfico impresionante, pues Patrician III posee unos gráficos muy simples. Esto no quiere decir que el juego tenga malos gráficos, ya que cumplen muy bien con su cometido. Durante la partida nos encontraremos con dos localizaciones muy distintas. Por un lado, tenemos el mapa del mundo. Con él podremos ver todas las ciudades y saber qué producto es el más demandado en cada una de ellas. Los barcos han sido muy bien representados. Veremos los daños ocasionados por batallas, tormentas y demás improperios del mar. Y por otro lado, tenemos las ciudades. Muy cuidadas, repletas de detalles y llenas de vida. Veremos a la gente pasear por la calles, pescadores con sus barquitos, el herrero trabajando el metal, etc. A pesar de no ser impresionantes, los gráficos son bastante bonitos. Los efectos climatológicos también están muy conseguidos. En ocasiones, la ciudad se verá muy mal por culpa de la niebla y habrá días en los que todas las casas estén cubiertas por la nieve.
El apartado sonoro también cumple muy bien. Las melodías son escasas, pero bastante alegres y pegadizas. Con un estilo medieval, la música acompaña a la acción del juego a la perfección. Patrician III también posee una gran variedad de sonidos FX: podremos escuchar a la gente hablar en las ciudades, escucharemos como se trabaja en los talleres, también oiremos como crujen las maderas de los barcos, etc. Son sonidos muy variados que dan muy buena ambientación al juego.
Estamos ante un juego que ningún aficionado a la estrategia comercial debería perderse. Es un juego larguísimo, muy variado y sobre todo, muy divertido. También es un juego muy sencillo de jugar, los que nunca hayan probado este tipo de estrategia deberían probarlo porque seguro les encantará. También me gustaría animar a FX Interactive para que siga así. Nos ha "regalado" un juegazo traducido y doblado al castellano. Patrician III posee un manual a todo color y un mapa que nos ayudará a la hora de comerciar, y todo esto por solo 19’95.