Análisis de Niko: Through the Dream (PC)

Nota: ya que este proyecto ha tenido una estrecha relación con Vandal al estar gestado por miembros de su comunidad, y uno de sus implicados es un redactor de la web, hemos decidido no otorgarle una valoración, para no incurrir en un conflicto de interés.

Gracias al éxito de la escena independiente, la expansión de internet y el abaratamiento de la tecnología, se ha democratizado el desarrollo de videojuegos, y ahora ‘cualquiera’ puede realizar un juego, lo que ha provocado que tengamos más variedad de géneros y propuestas que nunca (y también mucha purrela).

Hemos vuelto a los orígenes de la industria, cuando dos o tres personas en un garaje eran capaces de programar un videojuego, solo que ahora cada uno desde la comodidad de su hogar, y con una gran facilidad para acceder a un montón de documentación y herramientas relativamente baratas y en muchos casos incluso gratuitas.

De esta manera se realizan juegos que incluso no tienen una nacionalidad concreta, como es el caso del genial Ori and the Blind Forest, realizado desde diferentes lugares del mundo, o títulos que sí pertenecen a un mismo país, pero en el que han colaborado personas separadas por cientos de kilómetros. Hoy vamos a hablaros de uno de estos caso, el juego español Niko: Through the Dream, desarrollado por Studio Paint, un pequeño equipo de apenas diez personas que se conocieron en los foros de Vandal, y que decidieron ponerse manos a la obra para crear un juego, algo que pudieron conseguir gracias a una campaña de microfinanciación, con unos números muchos más modestos que los que se barajan actualmente en el archiconocido Kickstarter.

Tras tres años de duro trabajo Niko: Through the Dream ya está a la venta, y lo primero que sorprende es que con unos medios tan discretos hayan podido conseguir un resultado tan bueno, una aventura en primera persona de puzles que no tiene nada que envidiar en apariencia a otras tantas que han aparecido en los últimos años. Siguiendo la estela del exitoso Portal, muchos han querido probar suerte en este tipo de juegos, con diferentes vertientes. Aventuras que se centran totalmente en la resolución de puzles, las que mezclan exploración con narrativa, o las que ofrecen un poco de todo, incluso algo de plataformeo.

Niko: Through the Dream se centra principalmente en los puzles, aunque también ofrece algunos momentos de acción con plataformas, y una historia un tanto enigmática y opcional, que iremos descubriendo a través de algunos coleccionables escondidos en los escenarios. Nos metemos en la piel de la joven Niko, y más concretamente en sus sueños, a través de los que conocemos su misterioso y atormentado pasado. Unos sueños o recuerdos representados en una serie de islas que ofrecen siempre retos diferentes, porque una de las grandes virtudes de este juego es su variedad de situaciones, y tanto visual como jugablemente hablando nunca deja de sorprenderte.

Nota: ya que este proyecto ha tenido una estrecha relación con Vandal al estar gestado por miembros de su comunidad, y uno de sus implicados es un redactor de la web, hemos decidido no otorgarle una valoración, para no incurrir en un conflicto de interés.

Puzles basados en formas, símbolos, colores, sonidos, algún que otro laberinto, nunca un acertijo se repite dos veces, al igual que los escenarios, al principio bañados por un blanco minimalista, para después ofrecer ambientes muy diferentes, con mucha personalidad, y por los que da gusto pasear, contemplando imágenes de mucha belleza. Además de la resolución de rompecabezas, también hay algunas escenas de acción con saltos, o incluso de buceo, y es aquí donde al juego se le ven más las carencias, con un control que no es del todo preciso, al que cuesta acostumbrarse un poco. Otro problema se encuentra en la interacción con los elementos del escenario, activando interruptores, mecanismos o cogiendo objetos, que falla más de lo que debería, y exige demasiada precisión.

Su mayor virtud, esa pasión por querer ser variado en todo momento, se acaba convirtiendo en su mayor enemigo, ya que hay fases que desentonan dentro del conjunto, mucho menos inspiradas que el resto. Pero suponemos que es el precio a pagar por una aventura tan generosa, que siempre te quiere sorprender ofreciéndote algo nuevo, aunque a veces falle en el intento. Las mecánicas de juego, los gráficos, la bonita banda sonora, todo es distinto en cada nivel, y siempre quieres seguir jugando para descubrir qué te vas a encontrar en la siguiente fase, todo un derroche de imaginación. No tanto en los puzles, que pocas veces sorprenden, pero sí en su envoltorio y la forma de presentarlos.

Algo casi inherente a este género es ofrecer una historia enigmática y de libre interpretación, y en eso no falla Niko, pudiendo encontrar unas escenas ocultas bastante bonitas, que nos dan pistas del pasado de la protagonista, y donde podemos "intuir" el argumento. La aventura se puede completar en unas 5 o 6 horas, pero hace falta un poco más de tiempo para encontrar todos sus coleccionables y secretos. Teniendo en cuenta lo que vale, creemos que tiene una gran relación calidad precio.

Tampoco vais a tener problemas para moverlo a 60fps aunque vuestro ordenador sea modesto, ya que gracias al Unreal Engine 3 el juego está muy bien optimizado, y sus gráficos minimalistas no son muy exigentes, lo que no quiere decir que no sean muy bonitos, con algunas imágenes con mucha fuerza, de esas que se te quedan grabadas a fuego. Eso sí, aunque se pueden percibir evidentes fuentes de inspiración, más o menos sutiles, como esos molinos que recuerdan a la obra de Fumito Ueda, ICO, hay otros elementos del diseño artístico que están en la fina línea que separa al homenaje del plagio, sobre todo los inspirados en el cine del Studio Ghibli. Algo que se podía haber camuflado un poco mejor, ya que le da un aire de obra amateur, cuando otros aspectos del juego no tienen nada que envidiar a títulos de mucho más presupuesto.

Como hemos comentado antes la banda sonora acompaña a la perfección a las imágenes que vemos en pantalla, es igual de variada que el resto de la aventura, con nuevos temas para cada nivel, transmitiendo muy bien la sensación de estar en un mundo onírico y siempre cambiante.

Una gran ópera prima

Como casi todo primer trabajo, y más si tiene un origen tan humilde como este, Niko: Through the Dream no está exento de defectos y pequeños errores de diseño, pero estos nunca se apoderan del juego, y al final son mayores sus virtudes y aciertos, dejando un gran sabor de boca. Se nota que está hecho con mucho mimo y cariño, y si eres fan del género, de esas aventuras repletas de rompecabezas con cierta lógica y nunca demasiado difíciles, y te gusta visitar mundos tan extraños como bellos, seguro que te va a gustar este juego.