Análisis Moons of Darsalon, una aventura con alma de Commodore 64 (PC)

Para hablar de Moons of Darsalon antes debemos hacerlo de Dr. Kucho Games, un estudio formado principalmente por Daniel "Dr. Kucho!" Manzano, productor y DJ de música electrónica con experiencia en sistemas retro como Spectrum, Commodore 64, Amiga y PC (8086) que, según sus palabras, quedó algo decepcionado con estos sistemas porque no podían alcanzar la calidad de los recreativos de la época. Esto por supuesto cambiaría décadas después y en 2014 decidió crear su primer juego gracias a la tecnología de Unity.

Tras varios proyectos, entre los que se encuentra Pilots Of Darsalon, una precuela-spin-off de Moons of Darsalon, Dr. Kucho Games lanzó su juego más ambicioso, un proyecto que definido como una mezcla entre Lemmings, Oddworld y Worms en fantasía de Star Trek. Puede sonar un poco loco, pero efectivamente es lo que tenemos en este juego de acción, plataformas y puzles envuelto en una estética retro -pantallas de carga tipo C64 incluidas- que triunfó en Speed Press de Elzerouno.

¡A escoltar a los darsanautas!

La premisa de Moons of Darsalon es bastante sencilla: rescatar a una serie de "darsanautas" perdidos en misiones mineras a lo largo de lunas del planeta Darsalon. Pero no esperes que sea una tarea sencilla, porque estos supervivientes son un poco cortitos –aunque no hasta el extremo de los suicidas vistos en Lemmings, por suerte- y necesitarán toda nuestra ayuda: el objetivo es encontrar a estos personajes e indicar la dirección o acción que deben tomar para alcanzar la meta.

¿Fácil? No siempre. El recorrido nos irá planteando algunos obstáculos como puzles en los que debes cooperar con uno de estos compañeros o despejar el camino para que puedan avanzar sin miedo –ya sea colocando cajas para convertirlas en plataformas o iluminando una oscura gruta-. Gracias al sistema de conversaciones tipo Abe’s Oddysee podemos dar pequeñas órdenes a uno o a todo un grupo sobre la dirección que deben tomar, si nos deben seguir o quedarse quietos, con cuidado de no enviarlos contra un peligro que les dañen.

Una cosa es superar la misión y otra hacerlo con toda la tripulación intacta y en el mejor tiempo posible. ¡No querrás dejar un reguero de tumbas por el camino! Además, el sistema de estrellas te obligará a jugar bien para desbloquear nuevos niveles.

Este gameplay va añadiendo complejidad según avanzamos, con niveles más enrevesados, trampas e incluso zonas en las que podemos destruir el escenario –de ahí el guiño a Worms- o modificarlo en nuestro beneficio con uno de los ingenios más interesantes de su propuesta, una pistola que construye terreno allí donde hace falta para que los darsanautas puedan sortear barrancos o desviar agua. Esto da lugar a que muchos de los desafíos de la orografía o iluminación se puedan resolver con creatividad: todo vale para cumplir el objetivo.

Y por supuesto, enemigos. No es que Moons of Darsalon encaje en la definición de shooter frenético, pero en muchos momentos deberás adelantarte a tu grupo para eliminar esos molestos alienígenas que ponen en peligro a los darsanautas o incluso tu vida, porque incluso con las ayudas que se nos dan –el jetpack, los vehículos- que transforman el gameplay y abren nuevas estrategias, a veces será inevitable sufrir algunas bajas. El humor que derrochan estas criaturas, con comentarios sobre su estado, lo bien –o mal- que lo hace el jugador y los mensajes que rompen la cuarta pared son constantes, se agradecen mucho porque es algo que se echa de menos en la mayoría de lanzamientos actuales.

Como podrás imaginar, este gameplay da lugar a algunas situaciones un poco frustrantes porque los darsanautas son incapaces de caminar a oscuras pero en cambio no tienen problema en lanzarse contra objetos dañinos si así se lo indicamos por error –aunque como hemos mencionado, no se tiran por un precipicio y pueden huir despavoridos de los enemigos-. Sin embargo no es una crítica muy dura porque esta es parte de la gracia del juego y en lo que se basa el diseño de puzles en unas fases suficientemente breves y adictivas como para que puedas completarlas en pocos minutos una detrás de otra.

Si las tres decenas de fases –que nos entretienen durante unas 10 horas- te saben a poco, Moons of Darsalon incluye la opción de crear nuestros niveles y descargar los de la comunidad. La mala noticia es que no se trata de un editor sencillo dentro del juego, como podría ser el de LittleBigPlanet o un Mario Maker, sino que es un proyecto externo que requiere unos conocimientos de Unity, aunque básicos, que probablemente muchos no estarán dispuestos a aprender.

Inspiración retro

Moons of Darsalon no funciona con las limitaciones de un Commodore 64 –debajo del capó hay iluminación dinámica, físicas realistas en objetos y líquidos, mezcla de sprites y modelados 3D- aunque su imagen nos recordará inmediatamente a los juegos 2D de mediados de los 90, sobre todo aquellos que empezaban a utilizar gráficos prerrenderizados en sus escenarios. Para completar la inspiración, la paleta, uso de tramas y los diferentes efectos gráficos aumentarán la sensación de estar jugando en una pantalla CRT, pero naturalmente incluye una serie de opciones para ajustar o eliminar la distorsión, la aberración cromática y líneas horizontales si lo consideramos "demasiado" retro.

Por una parte, estos gráficos son muy apropiados para lo que busca el creador, y seguro que provocan alguna lágrima entre los jugadores más veteranos. Por poner alguna queja, esta dirección artística ha sido olvidada y por una razón: a veces peca de recargada hasta el punto de hacer el diseño confuso –algo que se podría decir de juegos hoy consagrados, como Earthworm Jim-. Con el paso de las horas terminaremos por acostumbrarnos a la decoración y reconocer aquello realmente importante e interactuable, pero eso no quita que prefiramos la imagen más nítida y clara de otras producciones indie modernas. En cualquier caso, en Moons of Darsalon está justificado por lo que se busca.

La banda sonora acompaña al apartado visual gracias a que se basa en el chip MOS 6581 (SID). Y es buena, no esperábamos menos de un creador con experiencia en el ámbito musical. Además, no deja pasar la oportunidad de utilizar las características voces sintetizadas de la tecnología de hace 30 años o más.

Conclusiones

Moons of Darsalon es mucho más que la simplificación de "Abe’s Oddysee en el espacio". Recoge un poco de los juegos sistémicos y las mecánicas conocidas –pero poco explotadas- de comunicación con personajes con una ejecución envidiable y un aspecto audiovisual lleno de personalidad, aunque entendemos que puede chocar a los jugadores más jóvenes. En definitiva, una producción indie que no ha hecho demasiado ruido en el mercado y que sin embargo con el tiempo podría convertirse en un clásico moderno; si crees que lo que ofrece es de tu gusto, no lo dudes ni un instante y prueba al menos su demo. Seguro que te sorprenderá.

Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Jesús Fabre.