Análisis de Max Payne 3 (PC)

Nota: Al tratarse del mismo juego que en consolas, en este análisis nos centraremos en las diferencias entre estas versiones, las cuales son especialmente de carácter técnico. Si queréis profundizar en todo lo que el título tiene que ofrecer, os recomendamos que consultéis el análisis que realizamos para la versión de consolas.

La historia de Rockstar con el mundo del PC en esta generación no es precisamente una de amor a primera vista. Los usuarios de compatibles ya están acostumbrados a tener que sufrir retrasos en los títulos multiplataformas, conversiones paupérrimas o que directamente no lleguen los juegos. Como muestras podríamos nombrar Grand Theft Auto IV, uno de los títulos peor optimizados de los últimos años, Red Dead Redemption, el cual nunca llegó a nuestros PCs, o L.A. Noire, que sin ser una conversión desastrosa se pudo hacer mucho mejor.

Pero el caso de Max Payne 3 es bien distinto. Si bien todos estos juegos nacieron en consola, la saga Max Payne vio la luz por primera vez en compatibles, por lo que gran parte de su base de fans siempre se ha encontrado este sector. A sabiendas de esto, Rockstar ya dijo con anterioridad que en esta ocasión que se estaba poniendo un esmero especial en esta versión del juego. La primera sorpresa fue el anuncio de que llegaría tan solo dos semanas después de su lanzamiento en consolas, una diferencia apenas inexistente. Posteriormente se publicaron unos requisitos algo confusos que hicieron saltar algunas alarmas ante lo altos que parecían, aunque no se tardó en aclarar que esos eran los máximos y no los recomendados.

Ahora, y con el producto final ya entre nuestras manos, podemos decir que Rockstar ha cumplido y con nota. Max Payne 3 en PC conserva todas las virtudes de las versiones de consola, tiene un rendimiento más que notable y aprovecha la potencia de la plataforma para convertir la experiencia de juego en algo mucho más disfrutable y espectacular.

Una gran conversión para un gran juego

Resumiendo rápidamente, Max Payne 3 es un juego de acción en tercera persona con un fuerte componente narrativo, un ritmo de la acción muy bien marcado y cuya principal seña de identidad es el bullet time, una técnica que nos permitirá ralentizar el tiempo para esquivar balas y apuntar con mucha más precisión. Además de mantener todo el sabor clásico de la jugabilidad de siempre de la saga, también se han incluido algunas novedades que actualizan su fórmula para ponerlo a la altura de lo que se espera de un juego de este tipo de hoy en día, como la posibilidad de usar coberturas. Y por si fuera poco, como guinda al pastel tenemos un modo multijugador más que notable con el que alargar más que considerablemente la vida útil del título.

A nivel jugable nos encontramos prácticamente con el mismo juego y sin contenidos añadidos, aunque con la diferencia de que tendremos la opción de jugar con teclado y ratón. Gracias a esto, y sin desmerecer en absoluto los controles con mando, la precisión a la hora de apuntar se dispara, algo que agradecerán los habituales de la plataforma y aquellos que quieran dedicarse al juego competitivo. De todos modos, como esto para muchos es una cuestión de gustos, también se nos da la opción de jugar con mando. Se han incluido múltiples opciones de configuración para que ajustemos los controles a nuestro gusto, por si no nos sentimos cómodos con los añadidos por defecto.

Pero como era de esperar, donde nos encontramos los mayores cambios y diferencias es en su apartado técnico. Para empezar, destacar y aplaudir a Rockstar por incluir múltiples opciones para permitirnos configurar a nuestro antojo una gran cantidad de aspectos técnicos, entre los que se incluyen el tipo de teselado, resolución, calidad de texturas y otros efectos, la calidad de la oclusión ambiental, etc. Pero lo más destacable es que en este mismo menú, podremos ver nuestro límite de memoria de vídeo y cuánta está usando el juego según los parámetros gráficos que hayamos puesto. Si nos pasamos del límite nos pedirán que bajemos algunos de ellos. Gracias a este detalle cualquiera podrá ajustar el título a su PC para conseguir el mejor equilibrio entre calidad visual y fluidez, algo que para los menos experimentados a veces puede resultar un problema.

También podremos gozar de una resolución de 1080p nativos, algo que ya de por sí supone una diferencia importante a nivel visual respecto a consolas al mostrarnos el título en todo su esplendor. Además, si tenemos un equipo lo suficientemente potente, podremos sacar partido de algunas de las ventajas de DirectX 11, como el poder activar el teselado de texturas, para que muestren un aspecto más real y voluminoso. También hay que destacar algunos efectos ciertamente impresionantes, como los de calor o humedad. Por ejemplo, en uno de los niveles estaremos rodeados de fuego y mientras avanzamos por él veremos cómo el calor distorsiona la imagen y como Max se va empapando en sudor. La iluminación también se ha mejorado, algo que se hace especialmente notable en ciertos niveles en los cuales iremos viendo cómo el día deja paso a la noche poco a poco o en las propias sombras y cómo estas inciden sobre los personajes y los elementos que vemos en pantalla.

Las excelentes animaciones también salen ganando, ya que ahora podemos jugar a 60 imágenes por segundo en vez de a 30, lo que acaba repercutiendo en una mayor fluidez si cabe en su ejecución y en el propio juego en general. Esto es posible gracias al buen trabajo de optimización que han hecho en Rockstar. A pesar de que sus requisitos mínimos son un procesador Intel Dual Core a 2,4 GHz, 2 GB de memoria de RAM y una gráfica NVIDIA 8600 GT con 512 MB de VRAM, a nivel técnico es un título algo exigente, por lo que necesitaremos al menos un procesador Intel Dual Core 3GHz, 4GB de memoria de RAM y una tarjeta gráfica Nvidia GeForce 450 con 512MB de VRAM para que vaya medianamente fluido. Eso sí, tal nivel de detalle gráfico también trae consigo el hecho de que ocupe una auténtica barbaridad de espacio en el disco duro para lo que estamos habituados. No en vano, serán necesarios 35 GBs libres para poderlo instalar, los cuales en su edición física vienen repartidos en 4 DVDs, aunque luego no serán necesarios para ejecutar el programa.

Retomando el asunto del rendimiento y la optimización, para realizar este análisis hemos usado un PC con un procesador i7 2700k, con una tarjeta gráfica GeForce GTX 570 y con 16 GB de RAM, con el cual hemos sido capaces de hacerlo funcionar con todas sus opciones gráficas al máximo a unos 60 fps constantes y sonantes, sin ningún tipo de caída puntual o tirón destacable. Dado el género al que pertenece, esto es algo que se antojaba esencial y con lo que se ha cumplido sobradamente.

Las físicas siguen siendo tan impresionantes como en consolas, por lo que los cuerpos de los enemigos y el entorno en general reaccionarán según dónde y cómo golpeemos. Eso sí, hemos detectado varios bugs y errores en este sentido, ya que en ocasiones parece como si el sistema de físicas no detectara bien los impactos, mostrándonos por tanto unas animaciones (que generalmente suelen estar asociadas con las muertes de los enemigos) completamente anti-naturales que consiguen despertarnos abruptamente durante unos breves segundos de la ilusión creada por todo el conjunto en general. Suceden muy de vez en cuando y no consiguen empañar en absoluto el enorme número de virtudes con las que cuenta el título, pero están ahí y hay que señalarlos.

Respecto al modo online, el buscador de partidas funciona bien y rápido, con las opciones tanto de chat escrito como de chat de voz bien implementadas. Para este último tendremos un buen número de opciones para configurarlo y ajustarlo con el fin de que cuando lo usemos podamos oírlo todo decentemente. En las partidas que hemos jugado hemos sufrido algún que otro pico de lag de vez en cuando, pero nada realmente reseñable, siendo la norma que estas vayan fluidas y se dejen jugar bastante bien.

En cuanto al sonido poco más que destacar de lo que ya dijimos en su día en el análisis para consolas. Una banda sonora de altísima calidad que incluye tanto temas clásicos de la saga como otros nuevos, unos efectos de sonido ambientales y de las armas de auténtico lujo y un doblaje en inglés tan bueno que nos hace olvidar por completo la ausencia de uno en español. Respecto al polémico tema de los subtítulos, decir que aunque podrían ser más visibles y siguen siendo algo pequeños, en PC se ven bastante bien y no tendremos mayores dificultades para leerlos, ni siquiera cuando pertenecen a los pensamientos de Max, momento en el que se muestran en gris y pierden algo de visibilidad.

Conclusiones

Los fans de Max Payne habituales de PC pueden estar tranquilos. Rockstar ha hecho los deberes y nos ha traído algo más que una simple conversión hecha solo por cumplir. Todas las virtudes y los pocos defectos del título en consolas siguen presente, pero las primeras se han visto potenciadas gracias al esplendor gráfico que se puede llegar a alcanzar con un equipo medianamente potente, a la posibilidad de jugar con ratón y teclado para conseguir una mayor precisión y a la fluidez que aporta el poder jugar a 60 imágenes por segundo. Si os gustan los juegos de acción, el cine negro y vuestra plataforma de juego favorita es el PC ni os lo penséis: Max ha vuelto y en mejor forma que nunca.