Análisis Inscryption, una de las grandes sorpresas indie del año (PC, PS5, PS4, Switch, Xbox One, Xbox Series X/S)
Inscryption es uno de esos juegos que nos gustaría recomendaros que juguéis sabiendo lo mínimo posible sobre él. De hecho, os aconsejaríamos incluso que dejéis de leer este análisis en este mismo momento y confiéis en nuestra palabra cuando os decimos que se trata no solo de uno de los mejores indies del año, sino también de una de las experiencias más sorprendentes, locas y retorcidas que hemos jugado en los últimos tiempos. Cuanto mayor sea el salto de fe que deis al adentraros en la nueva creación de Daniel Mullins (a quien muchos conoceréis por esa extravagancia que fue Pony Island), más disfrutaréis de su propuesta.
Un retorcido juego de cartas
Si, a pesar de todo, seguís aquí con nosotros porque necesitáis más información antes de terminar de decidir su compra, decir que nos encontramos ante lo que se nos presenta como un roguelite de construcción de mazos.
Su premisa argumental nos lleva hasta una oscura y misteriosa cabaña en la que una extraña figura nos invita a jugar a un truculento juego de rol en el que los combates se resuelven con partidas de cartas. Como podréis suponer, perder tendrá fatales consecuencias y nuestro objetivo no será otro que el de sobrevivir y encontrar la manera de escapar.
De esta manera, deberemos avanzar por un tablero mientras escogemos la ruta que queremos seguir y vamos participando en diversos eventos y combates. Los primeros nos suelen dar la oportunidad de obtener nuevos naipes, potenciar los que ya tenemos e incluso transferir habilidades entre ellos, así como conseguir otro tipo de ventajas que llegan a ser tremendamente útiles.
Por su parte, los duelos se desarrollan con un sistema muy simple que esconde una profundidad jugable muchísimo mayor de lo que en un principio podría parecer. El resumen rápido sería que hay un tapete con dos líneas de cuatro cartas cada una y, tal y como podréis suponer, en una podremos colocar nuestras tarjetas, mientras que en la otra nuestro rival hará lo propio. Cada naipe tiene un valor de ataque y otro de vida, lo que nos indica cuánto daño puede hacer con un golpe y cuánto puede aguantar antes de ser derrotado y eliminado de la partida. Así pues, nos tocará bajar cartas para bloquear las ofensivas enemigas, destruir las criaturas contrarias y, finalmente, abrirnos hueco para herir directamente a nuestro adversario.
Cada punto de daño que reciba nuestro oponente sumará un contador en su parte de una balanza, aunque si somos nosotros los que sufrimos heridas ocurrirá lo mismo en nuestro lado, por lo que si queremos ganar deberemos asegurarnos de hacer ataques que sean lo suficientemente potentes como para que el plato del rival acabe tocando fondo.
Por supuesto, muchos naipes cuentan con útiles habilidades pasivas que pueden desencadenar multitud de efectos distintos, algo que añade mucha estrategia tanto a las batallas como a la propia construcción de los mazos, aunque lo más llamativo es su peculiar mecánica para colocar cartas sobre la mesa.
En vez de apostar por un sistema de maná tradicional, aquí deberemos sacrificar a nuestras criaturas activas para poder utilizar las que tengamos en nuestra mano. Cuanto más poderosa sea la tarjeta que intentamos bajar, más sacrificios requerirá, algo con lo que debemos jugar constantemente si queremos ganar. Además, cada vez que muera uno de nuestros esbirros (da igual que haya sido sacrificado o eliminado por el rival), recibiremos sus huesos, un recurso que también es necesario para poder invocar a determinados naipes. Esto, a su vez, tiene una incidencia en el sistema de robo de cartas del mazo, ya que al principio de nuestro turno nos pedirán que decidamos entre robar una tarjeta de nuestra baraja o recibir una ardilla a la que poder sacrificar.
Eso sí, os avisamos que nuestros oponentes no juegan sometidos a estas reglas y que nos sacarán cartas a diestro y siniestro sin necesidad de realizar sacrificios de ningún tipo, aunque siempre nos dejarán ver cuál será su siguiente movimiento para que podamos actuar en consecuencia y planificar nuestras acciones. Esto es especialmente cierto a la hora de encarar a sus jefes, quienes hacen gala de unas mecánicas muy únicas y con cierto truco que deberemos explotar para derrotarlos, lo que convierte estos enfrentamientos en una especie de puzle que debemos resolver.
Evidentemente, esto es supuestamente un roguelite, así que morir equivale a empezar desde el principio, aunque el título se las apaña para sorprendernos con nuevas mecánicas, locuras y giros en nuestros siguientes intentos, lo que ayuda a mantener siempre fresco el bucle, animándonos a continuar jugando y a seguir intentándolo.
Más allá de las apariencias
Como veis, hasta aquí lo que tenemos es, en teoría, un roguelite de construcción de mazos muy bien diseñado y bastante adictivo con unos cimientos jugables muy sólidos, pero que no parece diferenciarse demasiado de otros tantos títulos similares que hay en el mercado. Sin embargo, Inscryption es mucho, muchísimo más que un simple y retorcido juego de cartas. No en vano, podemos levantarnos de la mesa en cualquier momento de la partida para explorar la cabaña en la que estamos atrapados, donde encontraremos montones de inteligentes e interesantes puzles para resolver dignos de un buen Escape Room.
Lo mejor de todo es la sinergia que se produce entre las partidas de cartas y los acertijos, pues existen rompecabezas que nos obligarán a hacer cosas concretas mientras jugamos, como colocar ciertos naipes de un modo determinado o usar un objeto específico, y resolverlos suele recompensarnos con nuevas tarjetas que nos serán extremadamente útiles para sobrevivir a los duelos que nos esperan.
Si esta mezcla no os parece todavía lo suficientemente extraña debéis saber que solo estamos describiendo una porción diminuta de lo que es realmente el juego en sí, ya que no queremos destriparos ninguna de las muchas sorpresas que esconde su historia. Y sí, existe una historia con su principio y su final, por lo que no esperéis un roguelite al uso de rejugar infinitas veces, pues no es eso lo que nos quiere proponer.
De hecho, si algo nos ha conquistado de esta obra es el tremendo ejercicio narrativo que supone a la hora de utilizar el lenguaje del videojuego para romper la cuarta pared y sorprendernos con giros realmente demenciales que serían imposibles de reproducir en cualquier otro medio audiovisual. Es un título en el que nada es lo que parece, en el que no paran de ocurrir fenómenos extraños e inquietantes y que siempre consigue que queramos avanzar para desentrañar los enigmas que lo rodean, lo que habla muy bien del trabajo que tiene detrás.
Para que os hagáis una idea del alcance de lo que os estamos comentando, no podemos hablaros libremente sin caer en spoilers ni de su apartado gráfico más allá de lo bien que funciona su ambientación y dirección de arte, especialmente durante las primeras horas, sumergiéndonos en lo que recuerda inevitablemente a una inquietante película de terror barato antes de que todo se desmadre. Lo mismo podemos decir del sonido, cuyos efectos y temas buscarán incomodarnos todo lo posible y ayudan a acrecentar esa aura extraña y "malrrollera" que lo impregna todo.
Conclusiones
Inscryption es una experiencia indescriptible que hace un uso muy especial y único del lenguaje del videojuego para ofrecernos una aventura tan extraña como fascinante en la que nada es lo que parece. Un título que siempre está probando nuevas ideas, retorciendo sus propias reglas y experimentando con las posibilidades del medio para desconcertarnos y jugar con nosotros y nuestras expectativas, una jugada muy arriesgada que trae consigo algunos giros más o menos discutibles que quizá no terminen de convencer a todos por igual, pero sin los cuales perdería mucho impacto.
Si algo podemos decir de la nueva obra de Daniel Mullins es que no hay nada como ella, así que no os dejéis engañar por su manida carta de presentación de roguelite de construcción de mazos, pues es muchísimo más que eso. Si estáis cansados de las fórmulas habituales, tenéis la mente abierta a nuevas experiencias y buscáis algo diferente y que os sorprenda de verdad, no dudéis en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha ofrecido Cosmocover.