Análisis de Guns, Gore & Cannoli (PC)
Es curioso como algunos juegos, pese a ser grandes éxitos, luego no son excesivamente copiados o plagiados, y cuesta encontrar alternativas de calidad del mismo estilo. Decimos esto porque jugando a Guns, Gore & Cannoli, un modesto título independiente desarrollo por los belgas Crazy Monkey Studios, nos hemos dado cuenta de que no hay muchos clones de Metal Slug, la genial saga de acción de SNK que comenzó en 1996, y que cuenta con siete entregas principales y unos cuantos remakes y spin-off.
Quizás porque han salido tantos juegos de esta serie nunca ha habido necesidad de cubrir este hueco del mercado, pero los que a mediados y finales de los 90 todavía frecuentábamos los entrañables salones recreativos, a esta saga y a este género en particular le tenemos mucho cariño, y no nos importaría ver propuestas del estilo de manera más habitual.
Esto es lo que propone Guns, Gore & Cannoli, un juego de acción en 2D con el espíritu de los arcades de los 90, sin más complicaciones que disparar a todo lo que se mueve, sin un sistema de progresión, puntos de experiencia o nada que se le parezca.
Guns, Gore & Cannoli nos lleva a los Estados Unidos en los locos años 20, en pleno apogeo de la ley seca, poniéndonos en la piel Vinnie Cannoli, un mafioso que tiene que visitar la ficticia ciudad de Thugtown para realizar un trabajito, encontrándose con un apocalipsis zombi en el que por algún extraño motivo solos los gánsteres se han librado de convertirse en estas horribles criaturas. A través de unas breves secuencias cinemáticas se nos va narrando una simpática y sencilla historia, suficiente para un juego de acción cuyas únicas pretensiones son que nos liemos a tiros con todo lo que se mueve.
La premisa como veis es bastante original, eso de mezclar a la mediática mafia de los años 20 con los manidos zombis, y da pie a que nos tengamos que enfrentar a toneladas de enemigos, relativamente variados. Desde todo tipo de criaturas zombis que cumplen a rajatabla con todos los clichés del género, como los lentos, los rápidos, los grandes y gordos que explotan al morir, etcétera, a distintos tipos de mafiosos que usan armas de fuego, e incluso a soldados que han tomado la ciudad para evitar que la epidemia se expanda por todo el país.
Lo más sorprendente de Guns, Gore & Cannoli es su propuesta tan minimalista, ya que en pleno 2015 estamos acostumbrados a que cualquier tipo de juego, ya sea de acción, aventura, rol o plataformas tiene que tener algún tipo de progresión, que los personajes vayan consiguiendo nuevas habilidades, mejoren sus características, nuevas armas, etcétera. En este juego no, tampoco hoy coleccionables u objetivos secundarios, y nos tenemos que limitar a superar las fases eliminando a centenares de enemigos, moviéndonos hacia los lados, saltando, y cambiando entre las distintas armas que vamos recogiendo por el camino.
Escopetas, pistolas, ametralladoras, rifles, lanzacohetes, lanzallamas, granadas, cócteles molotov y hasta un arma especial de rayos que fríe a los enemigos, todo el arsenal a nuestro alcance es útil y hay que aprender a sacarle partido, ya que no sobra la munición, y dependiendo de la situación, que por ejemplo haya más o menos enemigos, o que sean más rápidos o robustos, es conveniente usar un tipo de arma u otra. Al principio puede parecer un juego muy fácil y demasiado sencillo, pero pronto las cosas se complican, con enemigos más variados, abundantes y peligrosos, y en dificultad media, jugando solo, no es precisamente sencillo. Aunque tampoco llega a resultar frustrante, al contar con una serie de puntos de control razonablemente bien colocados.
Si antes comentábamos que es un juego con espíritu arcade, nos referíamos a su jugabilidad, no tanto a otros aspectos, ya que por ejemplo carece de un sistema de puntuación, y tampoco tenemos las clásicas vidas, reaparecemos de manera ilimitada en los puntos de control. Estos detalles traicionan un poco ese espíritu de los salones recreativos y lo alejan de ser un clon de Metal Slug, junto a otros detalles jugables, como el hecho de que no podamos disparar en vertical, solo a izquierda y derecha. Tampoco nos gusta demasiado el golpe cuerpo a cuerpo, una patada no demasiado útil, y quizás hubiera estado bien un cuchillo o algo similar para quitarnos de encima a las decenas de zombis que se nos echan encima.
Hay algunos jefes finales bastante interesantes, se añaden nuevos enemigos a lo largo de la aventura que aportan variedad, y el plataformeo es irrelevante, solo en momentos muy puntuales tenemos que afinar el salto. Es interesante cuando en el ecuador del juego se empiezan a mezclar enemigos humanos y zombis, ya que no todos van contra nosotros, sino que se enfrentan entre ellos también, y se generan situaciones muy divertidas e impredecibles. Aunque no lo hemos dicho hasta ahora, los disparos en la cabeza se premian, pero no es fácil realizarlos, ya que no podemos apuntar con libertad, y solo disparamos hacia los lados.
Se puede superar en unas tres horas aproximadamente, y donde Guns, Gore & Cannoli gana muchos enteros es en su modo multijugador cooperativo para cuatro jugadores, eso sí solo local, no hay juego online. De esta manera el juego se vuelve mucho más caótico y alocado, pero también más divertido, y si planeas jugarlo de esta manera tienes que saber que merece mucho más la pena que si lo vas a jugar solo, donde se hace más repetitivo y plano, aunque también más desafiante.
Gráficamente es bastante chulo, con unos gráficos dibujados a mano que vistos en imágenes pueden parecer demasiado flash -algo que se suele decir despectivamente-, pero que una vez te pones a jugar descubres que cuenta con un apartado visualmente muy elaborado. Unos escenarios trabajados y con muchos detalles que crean una buen ambientación de ciudad norteamericana en plenos años 20, un diseño de enemigos muy variado y simpático, y pequeños "lujos" técnicos como poder explotar coches, algo muy bien realizado.
Son más flojas las animaciones, tanto de los protagonistas como de los enemigos, y algunos tirones en momentos puntuales, cuando se juntan muchos enemigos en pantalla, pueden resultar molestos. El sonido cumple con buenos efectos, las armas suenan contundentes, y la banda sonora aunque no es mala pasa bastante desapercibida, una pena, ya que si algo nos gusta en un buen juego arcade es que tenga melodías pegadizas.
Gánsteres vs Zombis
La mayores virtudes de Guns, Gore & Cannoli son pertenecer a un género no demasiado explotado actualmente, su falta de pretensiones y su buen hacer en líneas generales, ya que aunque ciertos detalles y contenidos le hubieran convertido en un juego mucho mejor de lo que es, se nota que el modesto estudio Crazy Monkey Studios le ha puesto mimo y cariño a su obra. Un juego de acción en 2D de la vieja escuela, simple, directo, simpático y sin adornos, que si piensas jugar en compañía es bastante recomendable, pese a sus carencias.