Análisis de El Señor de los Anillos: La Batalla por la Tierra Media (PC)
Antes de iniciar este análisis nos gustaría resaltar un punto que debe quedarle claro a todo lector que se disponga a leer este texto. Al tratarse de un juego que engloba las tres películas de El señor de los anillos, debéis tener claro que aquí se hablará de bastantes acontecimientos que se da por sentado se han visto en las películas. Todo aquel que no las haya visto, lo mejor que puede hacer es no leer el análisis. Dicho esto, pasemos a lo que realmente importa.
Estas son las primeras navidades –desde hace tres años- en las que no hemos podido disfrutar de una nueva entrega de las películas de Peter Jackson. Aún así, en EA no han querido perderse la campaña navideña y aquí nos traen este impresionante título de estrategia en tiempo real, o por lo menos, así es como nos lo quisieron vender porque profundizando en él, descubriremos que es más un juego de acción que de estrategia.
Y esto no lo decimos de manera peyorativa; La Batalla por la Tierra Media es un gran juego que seguro divertirá a más de uno. Pero no podemos olvidarnos de los seguidores de la estrategia más pura y seguramente, se sentirán decepcionados ante lo que van a ver. Por lo tanto, iremos comentando poco a poco todos los apartados que conforman esta nueva producción de Electronic Arts.
En todo momento conoceremos los movimientos enemigos, llegando a saber, por ejemplo, cuándo asaltarán el Abismo de Helm o Minas Tirith. Por éso debéis tener claro que en casi todo momento tendréis la opción de seleccionar al ejército y la misión que queráis completar, pero también deberéis cumplir ciertas misiones que serán obligatorias. También será importante el seleccionar sabiamente las misiones que vamos a afrontar ya que todas tendrán una recompensa que ofrecernos: mejoras en la recolección de recursos, puntos para comprar nuevos poderes, etc...
Tras esta breve explicación, volvamos a Moria para continuar hablando sobre el sistema de juego. Y es que en esta misión se podrá ver con claridad lo que hemos comentado al principio del análisis. Aquí controlamos a todos los héroes que conforman la comunidad del anillo. Cada uno de estos personajes posee habilidades especiales que se irán desarrollando conforme vayan subiendo de nivel. Como si fuera un juego de rol.
Gandalf, por ejemplo, podrá lanzar a los enemigos por los aires con sus poderes mágicos mientras que Legolas, con su arco, podrá exterminar a los orcos con una gran rapidez. La gestión de recursos y la construcción de asentamientos desaparecen por completo para dar paso a una sucesión de enfrentamientos con tropas enemigas hasta llegar al monstruo final, el Balrog. Y aquí, nuevamente, cabría resaltar que los programadores nos permiten cambiar el curso de los acontecimientos y evitar, entre otras muchas muertes, la de Gandalf ante esta terrible criatura del mal.
Completada esta misión, entramos en otra en la que debemos construir un asentamiento. Primeramente, debe quedar claro que no podremos construir edificios donde nos de la gana. Básicamente, tenemos la opción de construir en las parcelas que aparecen al construir un centro de mando –que los hay de varios tipos-, o en varios puntos repartidos por el mapa. Como decimos, habrá varios tipos de centro de mando: los pequeños, donde podremos construir unas pocas edificaciones. Los medianos, donde tendremos una pequeña muralla y torres de defensa; y en el que habrá más parcelas. Por último, tenemos las fortalezas, donde tendremos un poco más de todo lo comentado antes y sobre todo, un gran portón que sellará la entrada a nuestra base de operaciones.
Estas edificaciones, como es lógico, las emplearemos para construir los ejércitos. En ellas encontraremos también mejoras que después deberemos ir aplicando en cada uno de los batallones que vayamos comprando.
Por último, tenemos el tema de la micro gestión de recursos, que variará un poco según el bando que escojamos: en Rohan simplemente deberemos crear granjas para ir obteniendo recursos. Con las fuerzas de Gondor, podremos comprar granjas y herrerías, donde obtendremos lo necesario para comprar edificios y unidades. En cambio, los orcos podrán construir aserraderos con los que talar árboles y obtener de ahí los preciados recursos. Como podéis observar, es un sistema de juego sencillo y directo, muy encaminado a la acción. Y decimos esto porque en la gran mayoría de misiones deberemos construir un gran ejército para lanzarlo a las bases enemigas. Da igual cómo comienza la batalla, al final, deberemos formar un gran batallón y lanzarlo contra las posiciones enemigas.
Eso sí, tampoco penséis que aquí gana el que más tropas maneja. Es muy importante equilibrar los ejércitos ya que cada una tiene sus puntos fuertes y sus debilidades: la caballería no tiene nada que hacer ante un escuadrón de piqueros en posición defensiva. Si alguien tiene la magnífica idea de comprar solo caballería, está claro que no hará nada ante un enemigo listo con un buen escuadrón de piqueros y arqueros. Claro, hay un ejército en especial que basa, casi exclusivamente, su potencial en la caballería. Las tropas de Rohan se dividen en arqueros y caballería –ya sea con arqueros o con espadachines-. Por eso, con éste ejército habrá que desarrollar tácticas de ataque muy distintas a las que se podrían desarrollar con la apabullante fuerza destructiva de las fuerzas de Saruman, o las organizadas tropas de Gondor.
También existen unidades más poderosas que deberán combatirse con tácticas especiales; hablamos, como os podéis imaginar, de los trolls, olifantes o ents. Por norma general, los arqueros serán nuestra mejor arma contra ellos; pero muchas veces nos tocará combatirlos sin flechas y entonces descubriremos lo útiles que pueden llegar a ser los héroes y los hechizos especiales.
Todos los héroes tienen habilidades especiales que van desde conjuros, por parte de los magos, a arengas para subir la moral a las tropas por parte de los capitanes. Utilizándolos sabiamente conseguiremos salir con vida en la gran mayoría de enfrentamientos. Pero habrá muchas otras ocasiones en las que la situación nos desbordará y será entonces cuando deberemos emplear nuestros conjuros más poderosos.
Cuando hablábamos del mapa general, comentábamos que había misiones que nos otorgaban puntos como recompensa. Estos puntos los deberemos utilizar para comprar unos conjuros que podremos emplear en cualquier momento de las batallas. Eso sí, tienen su tiempo de carga por lo que no nos podemos poner a lanzarlos cada dos minutos. Pues bien, como decíamos, estos conjuros nos salvarán la vida en más de una ocasión: desde invocar ents y Balrogs, pasando por crear tormentas que paralizan a los rivales. Cada uno de los dos bandos posee un buen repertorio de hechizos que deberán ser explotados sabiamente para obtener las victorias.
Con todos estos elementos, ya os podéis hacer una idea de cómo se desarrollará toda la acción en La batalla por la Tierra Media. La gran mayoría de misiones consisten en aniquilar a los ejércitos rivales aunque habrá algunas que serán simplemente espectaculares. Gracias al potente motor gráfico del juego podremos ver ejércitos de cientos de unidades luchando entre sí. Si nos situamos en el Abismo de Helm, podremos ver como los orcos avanzan con sus escalas y sus catapultas hacia las murallas de la fortaleza mientras nosotros, con bastante miedo, les esperamos pacientemente con todos nuestros arqueros en las murallas. A lo largo de treinta minutos vemos como los enemigos atacan y atacan sin cesar. Nuestras tropas no resisten más y los enemigos han conseguido abrir brecha.
La única esperanza que nos queda es replegar a las fuerzas en la fortaleza y rezar para que no consigan destrozar las puertas. Todo esto, mientras esperamos que lleguen los refuerzos que consigan poner fin a esta matanza. La representación de las batallas es espectacular en todos los sentidos: desde lo entornos fielmente recreados hasta los efectos de luces que veremos. Hay algunos hechizos como el de la explosión de Gandalf que nos dejarán boquiabiertos –todos los enemigos cercanos a él saldrán volando por los aires-. También es impresionante ver a los trolls avanzando ferozmente hacia los enemigos, cogerlos y lanzarlos por los aires para aplastar a otros tantos enemigos que huían despavoridos.
Y es que hay criaturas que no solamente nos darán miedo a nosotros, sino que también nuestras tropas reaccionarán como lo haría cualquier persona. Ante el vuelo rasante de un Nazgul, lo único que se puede hacer es correr. Y correr es lo que hacen nuestros soldados. Lo malo es cuando el enemigo consigue su objetivo y asesina, en pocos segundos, a un batallón completo de jinetes. Y nuevamente debemos resaltar el gran parecido con todo lo que ocurre en las películas. Sin duda, el apartado gráfico es todo un espectáculo para nuestros ojos aunque, como suele pasar, no todo iba a ser bueno y aquí nos encontramos ante un título que necesita de una maquina muy potente para moverlo con soltura. Y aún así, las ralentizaciones serán constantes en las batallas más multitudinarias.
También nos gustaría resaltar el sencillo interfaz que nos permitirá controlar a los ejércitos sin muchos problemas, aunque algunas veces será complicado atinar en los hechizos debido al frenetismo en las batallas. El mini mapa nos mostrará siempre las posiciones enemigas y si acorre algo importante –que nos ataquen, la construcción de nuevos edificios, etc.- se nos avisará con destellos. También está muy bien el hecho de que en ciertos puntos, podremos ver en la ventana del mini mapa escenas extraídas directamente de las películas: la llegada de los orcos a Minas Tirith o el retorno de Aragorn a Gondor.
En cuanto al apartado sonoro, solo tenemos buenas palabras. Los chicos de EA han utilizado todas las melodías de las películas para acompañar la acción. Las voces de los personajes, en su gran mayoría, serán las mismas que las de los actores que doblaron las películas. Y como no, los efectos de las armas, las explosiones y el caminar de las unidades, serán casi idénticos a los que pudimos escuchar en las grandes confrontaciones de las películas. Sin duda, todo un apartado de lujo.
Si nos ponemos a hablar de la inteligencia artificial de las unidades, debemos decir que tiene sus momentos de brillantez, con otros no tan buenos. Las unidades suelen atacar sabiamente, lanzando oleadas de ataques mientras las catapultas disparan desde otra posición. Así se consigue dividir las defensas. Pero estas maniobras son muy escasas y la gran mayoría consistirán en atacar sin sentido. Da igual que sean arqueros; se abalanzarán contra los inmensos trolls sin pararse a disparar, como haría cualquier persona con dos dedos de frente. La caballería también tiende a lanzarse contra todo enemigo que ve, por lo que suelen romper siempre la línea defensiva.
Con todo esto, solo nos queda decir que La batalla por la Tierra Media es un juego de estrategia muy "light". Hay un poquito de gestión de recursos, hay creación de bases y tácticas de combate pero en general, es un juego con muy pocos elementos estratégicos. Aún así, sigue siendo muy divertido de jugar, y tenemos ante nosotros un gran número de misiones. Cuando terminemos con la gran campaña en los dos bandos, podremos continuar disfrutando con las batallas rápidas y si tenemos una buena conexión a Internet, las batallas multijugador serán otro elemento muy a tener en cuenta. Por tanto, todos los que disfruten con la estrategia sin muchas complicaciones, disfrutarán muchísimo con este juego, y más si se es fan de El Señor de los Anillos.
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