Análisis de Dragon Age: Origins (PC, PS3)
Los amantes del rol no se deben perder este título que glosa lo mejor del rol para ofrecernos una historia potente y un modo conversacional "alucinante".
En el mundo del videojuego hay muchas formas de presentar un producto a la concurrencia. Desde la edición de demos hasta los artículos, los diferentes estudios intentan crear un clima pre estreno que les asegure ventas desde el primer momento.
En cambio hay otros que no tienen que preocuparse excesivamente por ello. La fama del juego y la calidad del estudio y los desarrolladores junto con las ganas de los usuarios por arrancarlo en sus máquinas son el caldo de cultivo ideal que asegura una parte de su éxito inicial.
El caso que nos ocupa es muy especial y representa un gran paso adelante en cuanto a calidad en el mundo del rol. Dragon Age: Origins, que llegará el 3 y 6 de noviembre en Estados Unidos y Europa respectivamente, entra rompiendo desde el primer minuto, muy fuerte tanto en gráficos como en personalización y con una historia – o historias – muy potentes. Las posibilidades serán infinitas y cada jugador dictará su propio futuro. Viéndolo así parece un rol de toda la vida aunque a cada paso que avancemos en nuestra aventura veremos que esto no es así. Cada juego empezará desde un punto diferente y esto no solo dependerá de elegir una raza particular sino del rango que tengamos dentro de esta. Así, escogiendo un enano noble empezaremos dentro de las dependencias de palacio mientras que escogiendo uno descastado lo iniciaremos en medio de un páramo o en un bosque. Lo mismo sucederá con las otras razas a las que tendremos acceso para crear a nuestro personaje al principio del juego: elfos y humanos, que se unirán a los enanos que habíamos presentado anteriormente.
Inicialmente, Dragon Age nos presentará una interfaz de creación de personaje donde podremos personalizar a nuestro héroe. Junto al nombre podremos personalizar la apariencia al completo, pelo, vello facial, boca, ojos, etc. La profundidad a la que llega el juego es destacable ya que podremos personalizar hasta la expresión y voz del protagonista, un hecho que le da un toque más propio e irrepetible. Será muy difícil encontrar otro modelo igual que el nuestro en los juegos de nuestros amigos.
Los mismos creadores han bautizado a Dragon Age como el sucesor natural de Baldur’s Gate. Esto, aparte de atrevido es una señal de lo seguros que están de que el título está preparado para lo que le echen. La mecánica del juego ha sido desarrollada para captar la cantidad de usuarios más grande posible y se ha tratado con gran trabajo hasta el último detalle. Los estudios y la distribuidora creen en este producto y lo dejan ver en cada presentación. Desde sus inicios hasta ahora se ha realizado un gran trabajo de promoción y demostración de escenas. Ahora, poco antes de que todo el mundo pueda poner sus manos en el juego, Dragon Age llega a las manos de unos pocos para poderlo contar a los lectores.
La espera no ha sido en balde
Todo el tiempo de espera que la gran cantidad de fans llevan esperando este título habrá merecido la pena. El juego, que se deja domar desde el primer momento, será accesible para todos y cada uno de los jugadores que quieran iniciarse o sean profesionales del gremio. Este rol no es solo un juego donde matar a diestro y siniestro será el objetivo – aunque si queremos puede serlo – sino que también constará de grandes diálogos donde nuestro personaje podrá ahondar en las mentes de otros ciudadanos. Una de las bazas principales del juego será el modo conversacional.
Si en algunos juegos cada movimiento es crucial, aquí, cada palabra será nuestro futuro inmediato, podemos hacer uso de nuestra verborrea en caso de ser un pícaro de cualquier raza y convencer a nuestro oponente o por el contrario decidir matarlo – si somos ciudadanos de a pié – o que lo maten por nosotros si no nos gusta su respuesta en caso de ser noble. Cada frase no será en balde sino que tendrá un significado que afectará a nuestra historia. Si llega a nuestros oídos que alguien quiere matarnos puede ser un secreto o puede ser una mentira. Nuestra será la decisión de acabar con esta amenaza o dejar que viva y nuestras serán las consecuencias de lo que venga a continuación. La historia del juego, o una de parte importante, fluye de sus diálogos y de los contactos que haremos por el camino. Cualquier conversación, por nimia que parezca, podrá ser la clave para conseguir nuevas misiones y objetos que ayudarán a la misión principal.
La tónica del juego, al margen de cada historia personal, girará en torno a una misión principal y otras secundarias que dependerán de nuestros movimientos y comportamiento. Por ejemplo, si nos unimos a un ejército, la batalla será nuestra misión primaria y nos moveremos en un campamento por donde podremos desarrollar nuestras aptitudes y conocer nueva gente. Estos nuevos "amigos" serán los que nos proporcionen misiones de índole secundaria, que no afectarán directamente a la trama pero variarán de distinta manera el transcurso de la historia.
Un buen ejemplo de misión secundaria serían la búsqueda de algún elemento para magos o adiestradores de perros, que son las más fáciles o también acabar con cierta persona o personas, encargos que aceptaremos si nos vemos en condiciones de atrapar y matar a aquella persona. La versatilidad del juego se mueve también en las misiones ya que podemos llegar a acuerdos o tratar con nuestra víctima y dejarla vivir a cambio de dinero o por el contrario matarla pero antes sonsacarle cierta información que nos servirá en un futuro. Aquí nada se deja al azar y nuestra movilidad por el mundo será toda aquella que podamos imaginar. El más espabilado tiene mucho de ganado ya que sacará partido de todas las acciones.
Dragon Age no es el típico juego donde el que más clica sobre el objetivo más espadazos pega. Usar la pausa para planear el ataque y aplicar nuestros atributos de guerra sobre los enemigos será el movimiento más inteligente, sobre todo si nos enfrentamos a tres guardias fornidos y cargados de metal cuando solo llevamos una túnica y vamos a puños desnudos además de descalzos. Seguidamente trataremos el punto de atributos y formas de conseguirlo y utilizarlo. Esta decisión también será importante para nuestro futuro ya que de esta dependerá que parte de nosotros reforzaremos.
Cabe decir que en este análisis encontraremos algunos ejemplos que sirven como guía pero que en ningún caso se acercan a la totalidad de posibilidades ya que esta es casi infinita. Cada jugador tendrá sus manías y configurará a su personaje como pícaro o guerrero ya le guste más robar y confundir al personal o por el contrario ir de frente y saludar con un buen hachazo. Todas las maneras caben en este título y seremos nosotros los encargados de desarrollarlas sobre nuestros amigos y enemigos.
Gestionando los puntos de experiencia
Será este apartado el que más se parezca a los juegos a los que los aficionados al rol estén más habituados. La repartición de los puntos se realizará conforme los vayamos ganando. Ya sea en batalla, abriendo cofres y puertas o hablando y persuadiendo a los diferentes personajes, nuestro héroe ganará puntos que invertiremos en mejorar nuestros atributos primarios y secundarios.
En primer lugar podremos modificar los atributos principales, que se dividen en Fuerza, Destreza, Voluntad, Magia, Astucia y Constitución. Cada uno obedece a una serie de variables que aumentaremos si damos un punto a su categoría, es decir, si aumentamos la fuerza un punto actuaremos directamente sobre la potencia física o también sobre la cantidad de daño que infringimos sobre nuestro rival. Esta será la principal baza de los guerreros. En cambio, si jugamos nuestras cartas al naipe del "pícaro" el atributo en el que nos fijaremos será la Astucia, con la que ladrones y gente de la misma calaña mejoran sus habilidades de clase, que veremos posteriormente.
Conforme avancemos en nuestro nivel general se nos permitirá escoger una especialización entre cuatro distintas. Podremos acceder a ser un asesino, un Barcdo, un Explorador o un Duelista. Dependiendo de esta elección se mejorará la clase básica de cada personaje y se nos darán bonificaciones conforme vaya avanzando la trama. Si completamos una trama importante se nos dará una especialización como premio aunque también las podemos aprender de otros personajes o encontrando libros y documentos extraños. Los puntos de especialización se conceden, normalmente, en el nivel siete y catorce.
Los atributos de clase, o secundarios, serán los que se denominan talentos, es decir, los que aparecerán según la raza y opción escogida al principio. Si se nos denomina pícaros aprenderemos a andar sigilosamente, atacar de forma rastrera o abrir cerraduras más fácilmente. Cada atributo de estos tiene cuatro evoluciones y llegar a la última significará perfeccionar hasta el límite dicha técnica. La constante en casi todos los personajes será perfeccionar nuestras habilidades secundarias en el combate con dos armas y la arquería. Como en todo juego de rol que se precie, la figura del mago estará muy presente, y tendrá su atributo principal para Magia que afectará sobre la potencia de los hechizos, la efectividad de las pociones y ungüentos que llegue a preparar.
Cabe destacar que el mundo de los magos es otro caso completamente diferente. Las habilidades al inicio del juego son grandísimas y se podrá entrar a escoger, en principio, las habilidades primordiales. Posteriormente, los magos tendrán acceso a la magia de creación, con la que lanzarán hechizos haciendo aparecer objetos, insectos o rejuvenecerá a las tropas, la de espíritu, que permitirá azuzar a los esqueletos de los caídos enemigos contra sus antiguas tropas o la magia de entropía con la que podremos manipular a nuestros enemigos desorientándolos, o maldiciéndolos. Un rango muy interesante que cualquier amante de los juegos de rol no debe dejar de probar. La historia, como mago, empezará dependiendo también de nuestra decisión inicial sobre raza y posición. De todas maneras, la figura del mago es distinta a las otras modalidades de juego ya que el ataque con magia es un poco más complicado al principio para los no iniciados.
Un mundo disponible a nuestro alrededor
El mundo que nos rodea den Dragon Age: Origins es tan vasto como completo. A las miles de criaturas que nos rodean las acompañarán otras miles de opciones de movimiento. Podremos llegar a un punto u otro por muchos caminos diferentes y nuestra será la obligación – o no – de encontrar personajes, casas o páramos escondidos que nos ofrezcan objetos secretos que ayuden a la trama. Igual podemos conseguir un objeto buscándolo durante horas que encontrarlo al matar a un rival despistado que salga a nuestro encuentro. El modo de hacernos nuestro inventario no sería de lo más recomendable en la vida real ya que nos cebaremos con los bolsillos de nuestros enemigos derrotados a los que desplumaremos para aprovechar sus mejores accesorios y revender al mejor postor lo que nos vaya sobrando.
El mundo de los accesorios es muy completo ya que encontraremos desde vestimenta pasando por armamento de todo tipo, hierbas, ungüentos, raíces, documentos, libros, etc. La variedad es tan amplia que nunca estaremos seguros de haber visto todo cuanto el juego ofrece. Por otra parte, otra manera de hacer más grande nuestro inventario será tomando "prestadas" las cosas de habitaciones, arcones, cofres, cajas, etc, que encontremos en las diferentes estancias de un palacio, una casa o en la misma calle, donde también aprovecharemos la capacidad de abrir cerraduras difíciles si es que la poseemos.
En el tema inventario, unos de los que lo tienen mejor para ampliarlo rápidamente son los pícaros. Su habilidad para el robo – si no es que han escogido otra – les permitirá acceder a los jubones de la totalidad de la población (incluidos los amigos) sin que se sean descubiertos por lo que su facilidad para poseer grandes cantidades de accesorios serán superiores. A veces, el hecho de que un personaje al que no podamos vencer diga que posee cierto objeto será suficiente para que el ladrón se lo quite o de la misma forma se active la opción conversacional de persuasión, que variará el resultado de nuestra conversación dependiendo del grado de desarrollo que le hayamos dado en la pantalla de habilidades.
Calidad en gráficos y música
El sector visual y técnico del juego está muy bien resuelto. Nos encontramos delante de un título con buenos gráficos y un trabajo sonoro destacable. El juego de cámaras, que en PC es una delicia nos permitirá tener desde una visión superior en tercera persona hasta la más cercana, donde la cámara se moverá detrás del personaje. En el modo pausa, podremos girar alrededor de este y los gráficos tomarán mucha importancia.
Nos encontramos con un juego que no solo es de exteriores, los interiores tienen mucha importancia dado que los castillos, habitaciones y casas tienen una gran presencia en la trama. Dependiendo de donde comencemos, los túneles también tomaran nuestras pantallas y se convertirán en un decorado muy bien resuelto pese a la dificultad de resolver algunos detalles técnicos. La superpoblación de rivales en algunas escenas y los poderes que se han desarrollado para la ocasión harán que los peceros disfruten más si disponen de una gran máquina aunque con un ordenador medio se puede ejecutar aunque tengamos que retocar ciertos valores. Las opciones en consola las mismas, diversión a raudales para un juego que romperá moldes desde su salida, prevista para el 3 y 6 de noviembre y sobre todo estas navidades, cuando habrá sentado cátedra y será, seguramente, conocido por todos.
Las posibilidades infinitas de Dragon Age no acaban aquí, ya que EA pone a disposición del jugador un interfaz con contenido descargable para el que ya existen dos ampliaciones denominadas "el castillo de los guardas" y "el prisionero de piedra", el acceso a dicho store se realizará desde el propio juego y desde allí controlaremos el progreso de las descargas y el contenido instalado.
Estamos delante de un título que cumplirá las expectativas de los que han esperado tanto. Destaca entre todo este análisis la profunda historia con la que han trabajado los desarrolladores. Los mismos lectores serán los que juzguen una realidad, la de empezar un juego nuevo en cada elección realizada, la de vivir una aventura en cada conversación. La profundidad de estas destaca entre todos los atributos del juego donde podremos modificar nuestra existencia con una simple conversación. La profundidad de las historias y el nivel de detalle de estas junto con la superpoblación de personajes diferentes en el juego hace de Dragon Age: Origins, el juego de rol que presentará batalla a todo aquel que se preste. Se convierte así en uno de los puntales del nuevo rol que logrará enganchar tanto a los que lo esperaban desde hace tiempo como a los neófitos en el tema, que encontrarán un título completo a la par de fácil de manejar aunque con muchos puntos de especialización que son un guiño directo a los jugadores más avanzados. En definitiva, un juego que los amantes del rol no se pueden perder.