Análisis de Dota 2 (PC)
Ya han pasado dos años desde que comenzó su beta, y a pesar de que parecía que no iba a llegar nunca de forma oficial, Valve nos sorprendió esta semana con el imprevisto lanzamiento final de DOTA 2. A pesar de que se trataba de una fase de pruebas cerrada, la compañía de Steam había repartido tantísimas invitaciones entre sus jugadores que probablemente todos los que estuvierais interesados en el juego ya llevéis jugándolo desde hace meses, por lo que poco podremos deciros sobre él que no sepáis a estas alturas.
Para los rezagados que por algún motivo no llegasteis a probarla o que estabais esperando a que se lanzara la versión final del título, decir que DOTA 2 es un divertidísimo MOBA lleno de posibilidades destinado especialmente a los jugadores más dedicados y competitivos, ya que cuenta con algunas mecánicas y particularidades respecto a sus competidores más directos que lo hacen un juego mucho más complejo y difícil de dominar.
Una secuela muy continuista
Si alguien esperaba grandes cambios respecto al juego original (el cual surgió como un mod para WarCraft III), ya os avisamos que aquí no lo encontraréis. Más bien todo lo contrario, ya que a efectos prácticos estamos ante el mismo título, aunque con un más que evidente lavado de cara gráfico y con las opciones de comunidad ampliamente mejoradas.
Por lo tanto, volvemos a encontrarnos ante un juego que enfrenta a dos equipos de cinco jugadores cuyo único objetivo consiste en destruir la base del rival. Evidentemente, esto es mucho más fácil de decir que de hacer, ya que para ello tendremos que avanzar por tres calles distintas, las cuales están protegidas por unas torres que nos tocará demoler. Y todo ello mientras evitamos que el equipo rival haga lo mismo.
Una de las grandes claves para alzarse con la victoria radicará en conseguir toda la experiencia que podamos para subir de nivel (lo que nos permitirá mejorar nuestras estadísticas y habilidades) y en amasar grandes cantidades de oro para comprar equipo con el que mejorar a nuestro personaje. Si conseguimos hacernos más poderosos que los miembros del equipo enemigo marcaremos una diferencia que inclinará la balanza hacia nuestro favor, por lo que gran parte del resultado final dependerá de esta "carrera de poder" entre ambos bandos.
Para conseguir experiencia nos bastará con matar o estar cerca de donde se producen las muertes de creeps (unas criaturas que se generan en nuestra base y avanzan incansablemente en grupo por las calles del mapa) o de los monstruos que habitan la jungla que hay entre cada una de las calles. En cambio, si queremos conseguir oro tendremos que ser nosotros mismos quienes les demos el golpe de gracia. Esto hace que tengamos que calcular con mucho cuidado cuándo atacar para asegurarnos de que nos llevamos el oro de cada uno de los creeps que avanzan por las líneas.
Lo interesante de todo esto, es que podremos "denegar" nuestros propios creeps matándolos nosotros mismos para así poder evitar que el enemigo se lleve el oro de ellos, por lo que no nos bastará con quedarnos quietos mirando cómo baja la vida de las criaturas para hacer click en el último momento, ya que si hacemos eso probablemente nos lo acaben denegando todo. Esto hace que los primeros compases de la partida sean realmente interesantes y muy tensos, con ambos bandos buscando denegar al mismo tiempo que se preocupan por intentar dar el golpe de gracia, lo que da lugar a todo tipo de fintas y amagos que nos llevará un tiempo aprender a dominar con soltura. Esto también se aplica con las torres y hasta con los héroes, por lo que si vemos que un aliado va a morir irremediablemente por algún motivo, quizás sea buena idea sacrificarle.
Esto último lo decimos porque si un enemigo nos mata, nos hará perder oro y él se llevará una buena cantidad del mismo, así como una jugosa suma de experiencia. Por otro lado, considerando que el tamaño del mapa es bastante grande y que se tarda un buen rato en recorrer cada una de las líneas, os podéis hacer una idea de todas las ventajas que supone matar a un héroe rival. Todo el tiempo que pierda en reaparecer y en volver a la zona de combate, será experiencia y oro que no gane, mientras que nosotros seguiremos haciéndonos más fuertes y con menos molestias.
Otra característica que tenemos que tener muy en cuenta es el tema de las tiendas. En DOTA 2 existen dos tipos distintos de tiendas: la normal, que puede encontrarse en las bases y en los extremos del mapa, y las secretas, las cuales se sitúan en dos puntos determinados de la jungla. La diferencia es que en estas últimas podremos comprar piezas de equipo que no se venden en las primeras. Además, no podremos realizar las reservas si no mandamos al animal de carga a una de ellas. Reservar los objetos que queramos en cuanto tengamos el dinero necesario para comprarlos es algo muy importante, ya que así nos los aseguraremos aunque nos maten y nos hagan perder oro.
En el párrafo anterior hemos mencionado al animal de carga, gracias al cual podremos evitarnos las pateadas hacia las tiendas para que recoja nuestras reservas y venga a entregárnoslas. Por este motivo será necesario que alguien del grupo (generalmente el que cumpla el rol de apoyo) compre uno y se encargue de mejorarlo, ya que este podrá ser usado por todos los integrantes del equipo, aunque cuando esté haciendo una entrega a alguien tendremos que esperar a que quede libre para poder solicitar sus servicios.
Otro de los elementos que ayudan a dar un mayor interés a las partidas son las runas, las cuales aparecen cada cierto tiempo en los extremos del río central que atraviesa el mapa de juego de punta a punta. Estas podrán usarse al instante o guardarse en una botella para usarlas posteriormente y nos darán diversos beneficios, como invisibilidad, clones de nuestro personaje o una mayor generación de vida, por lo que saber usarlas en el momento correcto puede salvarnos la vida o ayudarnos a realizar una emboscada. También tenemos que mencionar que existe un ciclo de día y noche que va algo más allá de lo meramente estético, ya que hay algunos héroes que se fortalecerán y ganarán diversas ventajas según esté el sol o no.
En cuanto a los personajes, el título cuenta con más de 100. Todos ellos son muy diferentes entre sí y aprender a dominarlos es algo que nos llevará un tiempo, ya que cuentan con características muy concretas y particulares que nos obligarán a "estudiarlos" primero si no queremos lastrar a nuestro equipo. Pero no nos bastará con saber manejar a nuestro héroe, ya que conocer lo que puede hacer el rival es casi tan importante como saber movernos, de forma que podamos contraatacarles y adaptar nuestras estrategias en función de ello, por lo que el proceso de aprendizaje ya os avisamos que será bastante largo.
Compitiendo en equipo hasta el final
DOTA 2 es ante todo un juego de equipo, por lo que la comunicación y la coordinación con nuestros compañeros será fundamental para alzarnos con la victoria, ya sea para avisarles de un posible peligro o para realizar una emboscada que nos permita eliminar a algún que otro héroe enemigo. De hecho, si uno o dos integrantes de nuestro equipo fallan y mueren más de la cuenta o decidan ir a su aire, lo más probable es que dicha partida acabe en derrota.
También hay que señalar que se trata de un título extremadamente competitivo que no hace concesiones a los jugadores más casuales, a pesar de los intentos de Valve por suavizar la barrera de entrada con un dinámico y entretenidísimo tutorial en el que nos explicarán todo lo que necesitamos saber antes de entrar en una partida real. Eso sí, una vez saltemos al ruedo no tardaremos en darnos cuenta de lo poco que nos ha servido.
Esta apuesta por lo competitivo se traduce en cosas como la ausencia de una opción para rendirse, por lo que tendremos que jugar hasta el final por muy perdida que parezca la partida. Muchos pensarán que esta es una forma de alargar innecesariamente una derrota y otros lo verán como una oportunidad para poder darle la vuelta a la tortilla y no dar nada por perdido hasta que la base caiga (estas remontadas son especialmente satisfactorias). Se trata de un punto muy subjetivo y que generará una opinión distinta a cada jugador, por lo que en vuestras manos queda decidir si esto es un defecto o una ventaja frente al resto de MOBAs actuales.
Algo que nos ha gustado mucho es el hecho de que todos los jugadores siempre cuentan con las mismas posibilidades en cada partida. Aquí no existe un sistema de progresión que nos permita comprar mejoras para los personajes ni nada similar. De hecho tendremos a sus 100 héroes desbloqueados desde el principio, por lo que siempre podremos escoger al que más nos guste o mejor se adapte a las necesidades del equipo. Esto consigue que al comienzo de una partida, un jugador que tenga un perfil de nivel 20 empiece con las mismas posibilidades que uno de nivel 1 y solo la experiencia de juego y la habilidad con el teclado y ratón de cada uno marcarán la diferencia entre ellos, algo básico en un juego tan competitivo como este. Eso sí, el sistema de emparejamientos y búsqueda de partidas suele funcionar bastante bien, por lo que lo habitual será que nos enfrentemos a jugadores con un nivel de experiencia similar al nuestro.
La importancia de la comunidad
Si hay algo en lo que IceFrog se ha esforzado, es en dar una gran importancia a la comunidad de DOTA 2. Por ejemplo, nos encontraremos con un elaboradísimo modo espectador que nos permitirá ver partidas en directo (con un retraso de unos pocos minutos para que no se puedan hacer trampas) o repeticiones de otras ya jugadas con todo lujo de detalles y estadísticas de la misma.
Por otro lado, se ha incluido una opción gracias a la cual podremos construir nuestras propias builds para usarlas como "borrador" en las partidas o compartirlas con el resto de jugadores a través de Steam Workshop. Valve tampoco ha querido dejar de lado a los modders, quienes podrán diseñar sus propias piezas de armadura para los personajes. Si estos son aprobados por la comunidad, pasarán a formar parte de la tienda del juego para que todo el mundo que quiera comprarlas pueda usarlas.
Renovación gráfica
Gráficamente, DOTA 2 no es un juego que vaya a poner precisamente a prueba vuestros equipos, aunque cuenta con una buena dirección artística, con personajes muy detallados y bien modelados, unas animaciones realmente conseguidas y buenos efectos gráficos, especialmente en cosas como el agua del río o los efectos resultantes de casi todas nuestras habilidades. Lo realmente importante es que pueda jugarse de forma fluida en casi cualquier PC, y eso es algo en lo que cumple de manera excepcional gracias a lo bien optimizado que está.
Finalmente, en lo que respecta al sonido, comentar que la banda sonora no es ninguna maravilla y a pesar de que cumple bien su función de ambientar, queda relegada a un segundísimo plano, por lo que raro será que lleguemos a prestarle atención, aunque tampoco es que vayamos a tener tiempo para ello. Los efectos de sonido sí que son bastantes buenos y muy variados, y el doblaje en inglés para cada uno de los héroes está muy conseguido, con una selección de voces que reflejan muy bien sus personalidades. Eso sí, los textos están en español, aunque no todos están traducidos.
Conclusiones
DOTA 2 es un magnífico juego que sabrá tener pegados a la pantalla a los jugadores más dedicados y competitivos durante horas y horas gracias a su compleja y profunda jugabilidad. Habrá quien se queje de que a nivel jugable poco o nada ha evolucionado respecto al título original, pero dada lo refinada y equilibrada que estaba ya la fórmula de aquel, poco más podía hacerse sin que perdiera su esencia. No es un juego que vaya a gustar a todo el mundo dada su dificultad inicial, ya que muchos preferirán la diversión rápida, directa y sin complicaciones que ofrecen otros títulos, pero si lo que buscáis es competir al más alto nivel en cada partida que juguéis, DOTA 2 sabrá recompensaros ampliamente.