Análisis de Company Of Heroes: Opposing Fronts (PC)
Con el lanzamiento de Company of Heroes a finales del pasado año, Relic Entertainment demostró una vez más que a día de hoy continúan siendo uno de los grandes referentes dentro del género de la estrategia en tiempo real. Y es que este título ambientado en la Segunda Guerra Mundial, tomando como base el anterior y exitoso trabajo de este estudio, Warhammer 40.000: Dawn of War, nos sumergía de lleno en un impresionante campo de batalla totalmente interactivo en el debíamos comandar con cabeza a diversas clases de combatientes con tal de sobrevivir a las intensas escaramuzas en las que nos veíamos involucrados una y otra vez.
Ahora, prácticamente un año después desde el lanzamiento del original, Relic regresa con esta especie de expansión (puede disfrutarse de la misma sin necesidad de disponer del original) que incorpora dos nuevas facciones, los británicos y la Panzer Elite alemana, que se suman a las ya vistas en el original en dos intensas campañas bélicas basadas en la toma de Caen y la Operación Market Garden que nos pondrán las cosas más difíciles de lo habitual.
Como en el original, cada entorno por el que nos moveremos se encontrará fragmentado en diversas zonas estratégicas capitalizadas por unos puntos de control que deberemos tomar para hacernos con dicha región, y que además serán los encargados de proporcionarnos los tres tipos de recursos que necesitaremos para fortalecer nuestro frente armado y las líneas defensivas de nuestro centro de operaciones. Lógicamente, la toma de estos puntos de control y su posterior defensa será un objetivo prioritaria en el transcurso de las contiendas, ya que cuantos más controlemos mayor será el índice de recursos que obtendremos por minuto. El problema, como os podéis imaginar, es que la mayoría de estas zonas estarán fuertemente protegidas por los rivales, lo que nos obligará a combatir sin descanso por el control de dichos puntos estratégicos para posteriormente tratar de protegerlos de las constantes acometidas que sufriremos. En este punto, como ya ocurriera en el anterior proyecto del estudio, podremos fortificar estas posiciones para evitar que los rivales las tomen con demasiada facilidad, y de paso mejorar así la cantidad de recursos obtenidos por minutos.
En lo referente a las materias primas con las que nos encontraremos, como decíamos tendremos tres tipos distintos de recursos a usar: el poder, que nos servirá para poder construir nuevos edificios y conseguir nuevas unidades; la munición, que nos permitirá equipar a las unidades con armas especiales o hacer uso de las distintas habilidades presentes en el juego; o por último, el combustible, que nos servirá para mejorar edificios y construir nuevos vehículos. Con esto, aparte de poder comprar una gran variedad de combatientes en los centros de mando, de los que hablaremos a continuación, podremos levantar todo tipo de estructuras con las que proteger nuestras posiciones, mejorar nuestra potencia de fuego, así como adquirir nuevas tropas y blindados, aunque este aspecto quedará relegado a un segundo plano en comparación con la importancia que tendrán las batallas.
Y es que en Company of Heroes, y por ende en Opposing Fronts, los jugadores se encontrarán ante un título enfocado casi por completo a los combates en el que el uso del entorno y las habilidades de las unidades resultará fundamental para salir con vida de cada situación en la que se vean envueltas nuestras tropas. Además, el hecho de contar con ejércitos no excesivamente numerosos nos permite hacer uso al máximo de sus distintas habilidades, que como decíamos consumirán munición, pudiendo así ordenar a nuestra infantería que lance granadas sobre una posición determinada, que los francotiradores pasen desapercibidos con su camuflaje, o que nuestros especialistas en morteros lancen bombas de humo para cubrir nuestros avances. Aparte de este hecho, esta obra de Relic también destaca sobremanera por la enorme interacción con la que nos encontraremos con los entornos, y que como explicábamos resultará vital para sobrevivir a los ataques enemigos.
Así pues, aparte de encontrarnos con diversos tipos de terreno y elementos que nos proporcionarán un mayor o menor índice de cobertura, también disfrutaremos de unos entornos que sufrirán las inclemencias de la guerra modificando por completo su aspecto. Por lo tanto, podemos estar disfrutando de una posición con un enorme grado de cobertura, como una barricada formada por cajas y sacos de arena, y tras el impacto de un obús quedarnos sin toda esa cobertura por haber sido destrozada por la brutalidad del impacto. En ese momento, todas nuestras tropas quedarán al descubierto y deberemos actuar rápidamente en consonancia para volver a ponerlas a salvo en otra posición desde la que puedan continuar abriendo fuego.
Por último, en cuanto a las habilidades de todas nuestras unidades, como indicábamos habrá una serie de habilidades innatas a cada una de nuestras unidades como el citado lanzamiento de granadas por parte de la infantería, o la posibilidad de reparar vehículos y edificios por parte de los ingenieros, que activaremos de forma continuada en el transcurso de las contiendas. Sin embargo, a éstas debemos añadir también una serie de habilidades especiales que podremos adquirir invirtiendo unos puntos de habilidad que obtendremos en el transcurso de las partidas. Este tipo de opciones, que activaremos desde la sencilla interfaz de la que hace gala el juego, nos permitirán por ejemplo pedir bombardeos sobre determinadas posiciones, mejorar opciones defensivas de nuestra infantería o blindados, e incluso pedir refuerzos como paracaidistas que lanzaremos en zonas muy concretas.
En el caso de la Panzer Elite, esta sección del ejército nazi (distinta a la que ya se encontraba en el original) basará toda su potencia en su velocidad, en el carácter sorpresivo de los ataques que llevarán a cabo, convirtiéndose en los auténticos exponentes de la guerra relámpago. Y esto queda reflejado en detalles como la posibilidad de esprintar con nuestras unidades de infantería, e incluso forzar los motores de los vehículos para alcanzar las posiciones indicadas en el menor tiempo posible; el tener vehículos de exploración capaces de hacerse con los puntos de control sin necesidad de mejorar ninguna habilidad, e incluso llegar al extremo de poder plantar todo tipo de trampas que causarán estragos entre las filas enemigas. Además, a todo esto debemos añadir el carácter móvil de este ejército, llegando al extremo de contar con lanzadores de morteros que dispararán sus cargas desde un vehículo, o que la infantería pueda reparar todos los vehículos sin necesidad de estar cerca de un centro de mando, desde el que habitualmente reabastecemos a nuestros pelotones (al menos con las tres facciones restantes). Por lo tanto, todo aquel que decida comandar a este ejército deberá tener en cuenta todas estas características para sacarles el máximo provecho posible.
Lógicamente, con los Panzer Elite deberemos iniciar la partida tratando de conquistar el mayor número posible de puntos de control para plantear una potente línea defensiva que sorprenda a los rivales. También podemos aprovechar su velocidad para atacar por los flancos y la retaguardia a los rivales, o visitar una zona, deshabilitar los puntos de control para que nadie se pueda beneficiar de los mismos, y plantar de paso una serie de trampas incendiarias que sorprenderán posteriormente a todo aquel que se atreva a adentrarse en los edificios escogidos para tal efecto. Por supuesto, también podemos usar a nuestros pelotones de infantería para recoger o utilizar armas de gran calibre con las que defender una zona o atacar con mayor contundencia, o especializarles en distintos tipos de combate con la posibilidad de entrenar a determinados soldados para que hagan uso de algún arma concreta (un pelotón de infantería con unidades anticarro, por ejemplo).
Pero como decíamos, este es un ejército destinado sobre todo a los veteranos, puesto que todas estas virtudes, si queremos aprovecharlas, nos obligan a estar constantemente encima de nuestras unidades. Tenemos que decidir sin descanso qué tipo de actitud deben asumir, si defensiva u ofensiva, jugando con la cobertura que ofrece el entorno, con el apoyo que pueden ofrecer nuestros vehículos, y la propia forma de afrontar el conflicto: siempre hay que tratar de atacar por sorpresa, caer sobre los enemigos sin darles tiempo reaccionar.
Frente a este sorprendente poder ofensivo nos encontramos también con los británicos, que serán la facción que mejor planteará sus líneas defensivas. Sobre todo gracias a sus ingenieros que podrán construir emplazamientos de artillería pesada en las posiciones que nosotros decidamos, o a la posibilidad de cavar trincheras con la infantería, lo que lógicamente nos permite establecer las líneas defensivas cerca del frente de batalla. Además, también su enorme potencia de fuego, con unas piezas de artillería absolutamente demoledoras, convierte a esta facción en una magnífica opción para todos aquellos usuarios que disfrutan machacando a los rivales mientras le van comiendo poco a poco todo el terreno.
Y es que a diferencia del resto de ejércitos, donde la movilidad es una pieza clave en el desarrollo de las partidas, los avances de los británicos pueden llegar a ser realmente lentos, plantando sin descanso diversas líneas defensivas estáticas que nos permitirán aguantar todas las acometidas rivales, pudiendo castigar desde esa posición a todo aquel que se atreva a acercarse a nuestra zona. Además, con el apoyo de la artillería pesada nuestra infantería podrá ir apoderándose de las posiciones enemigas sin excesivas complicaciones, algo muy de agradecer en escenarios urbanos como Caen, donde lucharemos calle a calle por hacernos con el control de toda la zona.
En este sentido, ambas campañas destacan por mantener la intensidad y emoción vivida en el original, presentándosenos a nuevos soldados que vivirán las penurias de la guerra (destaca sobre todo la posibilidad de liderar a los nazis y ver cómo vivieron el conflicto) de una forma francamente realista. Además, de nuevo las misiones destacarán por ser de lo más variadas, volviendo a encontrarnos con una serie de objetivos imprevistos que nos obligarán a adaptarnos a las condiciones del campo de batalla conforme se van desarrollando los acontecimientos: podemos empezar la misión atacando unas posiciones concretas para luego tratar de defenderlas usando toda la artillería y elementos del entorno para protegerlas. En este tipo de situaciones se nos obligará lógicamente a hacer uso de las habilidades de estas dos nuevas facciones, lo que como os podéis imaginar nos permitirá hacernos con su control a la hora de dar el salto al juego en línea, que volverá a ser uno de los principales atractivos del juego. Y es que pese a que en la vertiente monojugador, incluyendo los clásicos escenarios de batalla, resultan de lo más divertidos gracias en parte al gran trabajo llevado a cabo por Relic en lo referente a la inteligencia artificial de nuestros enemigos (es increíble ver como las tropas enemigas se replegarán si ven que no tienen nada que hacer contra nosotros, o como buscan posiciones estratégicas para causarnos más daño), el disputar este tipo de combates contra usuarios reales nos ofrece una experiencia de juego mucho más desafiante y por supuesto emocionante.
Con respecto a esta vertiente, pese a que como decíamos no resulta indispensable disponer del original para disfrutar de Opposing Fronts, sí resulta recomendable esta opción puesto que de este modo se nos permitirá controlar a los cuatro ejércitos disponibles en la serie, logrando así disputar partidas mucho más variadas y sorprendentes dada la ya comentada diferenciación existente entre las cuatro facciones. Además, dejando a un lado las clásicas escaramuzas contra el resto de usuarios, esta modalidad de juego en línea destaca sobre todo por mantener la misma intensidad en los combates como en su vertiente de juego en solitario, presentando otra modalidad en la que deberemos controlar diversas zonas del escenario de batalla que lógicamente serán el centro de atención de todos los jugadores. Por lo tanto, ya os podéis hacer una idea de la ferocidad en los ataques con la que nos encontraremos.
Pero sin duda, de nuevo vuelve a destacar por encima de todo este envoltorio gráfico el impresionante trabajo llevado a cabo en el sistema de físicas que presenta el juego, no ya solo por su espectacularidad, sino también porque es un elemento que como indicábamos con anterioridad marcará de forma considerable nuestra forma de jugar: cualquier elemento del escenario es susceptible de sufrir las consecuencias de la guerra, de ser derribado, destrozado parcialmente. Pero es que además, los vehículos reaccionarán de una forma igualmente espectacular, pudiendo ver como tras unos disparos el piloto de un jeep pierde el control y su coche se estrella contra un edificio tirando la pared al suelo; o como las piezas de los blindados saltan por los aires de forma realista. Además en esta ocasión, dado el tiempo transcurrido desde el lanzamiento del original, los requisitos del sistema necesarios para disfrutar del juego con todo lujo de detalles no resultan tan prohibitivos como antaño, lo que también es un punto a su favor.
En cuanto al apartado sonoro, volveremos a encontrarnos con unos temas musicales muy adecuados que se adaptarán a la perfección a las distintas situaciones en las que nos veremos envueltos, destacando sus tonos épicos que lógicamente nos sumergirán de lleno en la acción. Además, cada una de las facciones contará con su propio repertorio musical, algo muy de agradecer. Del mismo modo, los efectos sonoros resultarán francamente buenos, con unos disparos y explosiones contundentes que explotarán al máximo los sistemas de sonido envolvente. También se mantiene el buen doblaje al castellano del original, algo muy de agradecer dada la importancia que se le da a los diálogos entre soldados.