Análisis de Company of Heroes 2: Ardennes Assault (PC)
Se agradece que pese a pertenecer a THQ desde 2004 y tras la bancarrota de esta pasar a los brazos de Sega en enero de 2013, los canadienses Relic Entertainment, unos maestros de los juegos de estrategia en tiempo real, se mantienen fieles a sus principios, y una vez lanzado un juego le siguen dando apoyo con actualizaciones y expansiones con el paso de los años. Lo hicieron con los dos Warhammer 40.000: Dawn of War, lo volvieron a repetir con el primer Company of Heroes, y su secuela está volviendo a seguir el mismo camino desde que se lanzó en junio de 2013, aunque de una manera un tanto diferente.
Este pasado mes de junio llegó la primera expansión, Company of Heroes 2 - Los Ejércitos del Frente Occidental, que nos situaba en un nuevo escenario y se centraba en ampliar el modo multijugador, añadiendo dos nuevas facciones. Y ahora nos llega Company of Heroes 2: Ardennes Assault, una expansión que consiste en una campaña totalmente nueva para un jugador, y que trae tantas novedades que es independiente, no hace falta tener el título original, Company of Heroes 2, para poder jugarla. Esto es algo a destacar ya que su precio no es precisamente barato, casi 40 euros, y en otras sagas sí tienen por costumbre sacar expansiones igual de caras o más y exigir la entrega principal para poder disfrutarlas.
Este nuevo capítulo de la saga nos lleva hasta la Batalla de las Ardenas, uno de los enfrentamientos más decisivos y sangrientos de la Segunda Guerra Mundial, con más de 35.000 muertos y 80.000 heridos entre ambos bandos, unas cifras tan desorbitadas que nos sirven para hacernos una idea de lo horrible que fue esta batalla, y de cómo ambos bandos se esforzaron al máximo dada la importancia de este enclave en el devenir de la guerra. Se trató de una gran ofensiva alemana entre diciembre de 1944 y enero de 1945, a través de los bosques y montañas de la región de las Ardenas de Bélgica, en un intento desesperado de dar un giro radical al rumbo de la guerra, que se estaba diciendo a favor del bando aliado.
Para hacer frente a esta gran ofensiva, el juego nos pone al mando de tres compañías distintas: la aerotransportada, la infantería mecanizada y la unidad de apoyo pesado, cada una capitaneadas por un oficial único, con personalidad propia y con una forma diferente de entender el conflicto, que entre misiones a través de unos documentos nos van dando sus impresiones y reflexiones sobre la guerra, bastante interesantes y que dotan de alma a esta expansión. Además de estas tres compañías por defecto hay una cuarta, los ranger, que obtendrán los que hubieran reservado el juego o pasando por caja, 4 euros, un feo detalle el hecho de sacar el juego desde su primer día con un DLC tan importante. Antes de empezar tendremos que elegir tres de estas cuatro compañías, ya que no se puede jugar con todas.
Cada compañía tiene sus propios objetivos y unidades, sus fortalezas y debilidades, y tendremos que afrontar una campaña no lineal y muy rejugable, en la que hay un claro objetivo final, repeler al ejército alemán de la región, pero para conseguirlo tendremos multitud de formas o caminos que varían entre cada partida. Esto se debe al nuevo al metamapa estratégico, la gran novedad de esta entrega, que cambia por completo la manera de entender un Company of Heroes.
Ahora hay una continuidad entre misiones y lo que hayamos hecho en la primera tendrá su reflejo en la última, todos nuestros aciertos y errores se mantienen durante toda la campaña, y tal es así que no podemos guardar partida en mitad de una batalla y volver a intentarlo de nuevo. Tenemos que apechugar con las consecuencias de nuestras acciones, para bien y para mal, lo que es muy interesante, ya que se multiplican las emociones jugando, lo haces con mucha más tensión, y cuando aparece un objetivo secundario en mitad de una misión, tienes que evaluar bien el riesgo y si compensa acometerlo.
Hay 18 escenarios completamente nuevos, con once misiones y siete enfrentamientos inspirados en los acontecimientos reales de la Batalla de las Ardenas, y tenemos que ir moviendo a las compañías por el metamapa, como si se tratara del juego de tablero Risk, teniendo en cuenta por ejemplo que cuando nos movemos por territorio enemigo para dirigirnos a una batalla, las casillas rojas, perdemos tropas por el camino. Los resultados y la salud general de una compañía se mantienen de una misión a otra, y la veteranía obtenida –una especie de puntos de experiencia- aumenta la eficacia de nuestros soldados, así como las unidades perdidas afectan a su salud general.
Cada compañía cuenta con cuatro habilidades únicas con seis mejoras diferentes, en un total de 72 niveles de mejora entre todas las habilidades, y tenemos que evaluar muy bien cómo evolucionamos las compañías y con cuál afrontamos cada misión, ya que cada una tiene sus pros y sus contras, e incluso sus propios objetivos. Por ejemplo la aerotransportada puede utilizar potentes bombardeos aéreos, y lanzar paracaidistas en distintos puntos estratégicos del mapa, por ejemplo a la espalda de los enemigos.
La infantería mecanizada tiene potentes tanques a su favor como gran baza, imprescindibles en algunas de las batallas más duras, y la de unidad de apoyo pesado puede utilizar bazucas y todo tipo de artillería antitanque muy útil para acabar con los vehículos enemigos, especialmente los terribles Panzer alemanes, con los que tendremos auténticas pesadillas. Hay que jugar con equilibrio y usar con cabeza cada una de ellas, ya que si nos centramos en utilizar una sola y en mejorarla al máximo, nos acabaremos encontrando con una misión en la que no es muy útil, y a las otras dos las hemos dejado de lado y no son lo suficientemente buenas.
Como hemos dicho antes todas nuestras acciones tienen sus consecuencias, incluso el orden en el que afrontamos las misiones es importante, ya que cuando obtenemos una victoria en una misión, las tropas enemigas que han sobrevivido refuerzan las posiciones más cercanas, y lo que antes era una misión sencilla puede que después se haya convertido en una más complicada. Por eso no hay dos partidas iguales, ya que dependiendo de la compañía que hayas utilizado en cada misión, de cómo las hayas mejorado en los árboles de habilidades, de los objetivos secundarios que cumplas, y del orden en el que afrontes las misiones, todo cambia por completo.
Estamos ante un juego realmente difícil, y no te extrañe que empieces una campaña y después de haberle echado muchas horas llegues a un punto de no retorno, y tengas que volver a empezar desde el principio. Algo que no es malo, ya que desde el comienzo nos dejan muy claro que estamos ante un juego de estrategia muy rejugable. Esto se cobra un pequeño precio, ya que quizás no vivimos momentos tan espectaculares o guionizados como en anteriores Company of Heroes, pero la verdad es que en términos jugables nos parece mucho más interesante, una experiencia más rica que hará las delicias de los mayores amantes y expertos de la estrategia en tiempo real, sobre todo de aquellos que quieren grandes desafíos.
El único tirón de orejas que tenemos que darle es que ya que se vende de manera independiente y no hace falta tener Company of Heroes 2 para poder jugarlo, podían haber aprovechado la ocasión para atraer a nuevos jugadores a la serie, y más teniendo en cuenta su original enfoque, y la verdad es que no hacen apenas nada para explicar sus mecánicas o conceptos básicos, ni los antiguos ni los nuevos. Es un tanto hostil para el jugador novato en la saga, y ni en la misión prólogo explican demasiado, ni los vídeo tutoriales reciclados de las anteriores entregas nos parece muy amables o prácticos, ya que no explican bien todo el potencial del metamapa, los nuevos árboles de habilidades y todo lo que contiene este nuevo tipo de campaña, bastante compleja si quieres tener buenos resultados.
El apartado gráfico no ha evolucionado respecto a Company of Heroes 2, sigue siendo igual de bueno, sobre todo para tratarse juego de estrategia en tiempo real, que puede lucir espectacular si tienes un equipo muy potente –excesivamente potente quizás-, pero que se puede jugar en un equipo bastante modesto si bajas lo suficiente la calidad de los gráficos, algo que no importará demasiado a un amante de la estrategia. El sonido también vuelve a ser muy bueno, con una gran banda sonora, cuidados efectos de sonido y un correcto doblaje al castellano.
Más allá de la simple expansión
Company of Heroes 2: Ardennes Assault es una excelente vuelta de tuerca a lo que habíamos conocido hasta ahora en la saga, y en vez de limitarse a añadir nuestras tropas, escenarios y misiones, han cambiado por completo la manera de afrontar la campaña para un jugador. Todo lo que haces desde el principio hasta el final afecta al resultado de la partida, y no puedes enmendarlo cargando partidas, ya que ni siquiera se puede guardar en mitad de una batalla. Rejugable, difícil y muy completo, si quieres un buen juego de estrategia en tiempo real esta ‘expansión’ es una opción excelente, que bien podría haberse titulado Company of Heroes 3 dada la manera tan radical en la que cambia la manera de jugar.