Análisis de Cloudbuilt (PC)

Ya lo hemos dicho alguna que otra vez en los últimos meses. El parkour es una nueva moda en los juegos, que esta vez parece que despegará con más fuerza que cuando lo intentaron Mirror’s Edge y Free Running. Lejos de simplemente aprovechar una moda, Cloudbuilt nos ofrece una experiencia original, divertida y sólida, que ya debería estar en el radar de los aficionados más acérrimos a las plataformas clásicas.

En nuestras anteriores impresiones sobre el juego, concluimos intentando hacer un desglose de las fuentes que lo formaban, y señalamos que "Cloudbuilt toma el concepto de Mirror’s Edge, y lo mezcla con inspiraciones que llegan de juegos como Mega Man o Zone of the Enders". Creemos que cualquiera que conozca estos juegos puede hacerse una idea de lo que nos espera, pero por si acaso, lo detallamos a continuación.

Un objetivo ‘sencillo’

En Cloudbuilt nos trasladamos hasta un extraño futuro, en el que controlamos lo que parecen los recuerdos o la proyección de una soldado herida. Nuestro objetivo es tan "sencillo" como llegar al final de un circuito abierto un tanto complejo, suspendido en el aire, mientras pasamos por una serie de puntos de control. Para ello tendremos libertad total, y seremos totalmente libres de decidir qué ruta tomar o, incluso, si buscarnos la nuestra propia.

La clave para ello es que contaremos con propulsores que nos permiten saltar más alto, realizar un doble salto, correr a toda velocidad –por el suelo o por las paredes– y cualquier cosa que consigamos combinándolos. Además, tenemos una pistola, con un disparo sencillo que podremos cargar, y que deberemos usar para eliminar los peligros que amenacen nuestro progreso por el escenario. La gracia de todo esto, es, por supuesto, lo más rápido posible, lo que nos invitará a superar una y otra vez cada fase para mejorar nuestro tiempo.

Plataformas y precisión

Aunque completar los primeros niveles de Cloudbuilt es razonablemente accesible, no tardaremos en descubrir que hacerlo rápido pasará a un segundo lugar, y nuestro objetivo primario será, simplemente, llegar a la meta. Poco a poco cada nivel nos exigirá más pericia a los mandos, y nos obligará a controlar las diferentes variables que afectan a la partida, como la potencia restante del jetpack, cada tipo de enemigo y su estilo de ataque, etcétera.

Así, nos iremos familiarizando con la experiencia, y si nos atrae el reto, podremos sumergirnos en el nada despreciable desafío de intentar completar cada nivel en el menor tiempo posible. Si para el mero hecho de llegar a la meta, como decimos, ya es importante la habilidad, para hacerlo a toda velocidad, necesitaremos una precisión casi absoluta. Sobra decir que ésta es la razón por la que los que busquen un buen desafío se encontrarán con un juego de lo más adictivo, y rejugable hasta límites insospechados.

Controles

Ya que hablamos de la precisión, el tema de los controles nos ha dejado un tanto confusos. Por una parte, Cloudbuilt está diseñado para jugar con teclado y ratón, y esto nos parece una experiencia totalmente lógica, ya que poder controlar la cámara con esta libertad será un soplo de aire fresco en muchas ocasiones, aunque a veces hemos echado de menos ese mayor rango de control en el movimiento del personaje que nos ofrece un mando, más amplio que el de las teclas WASD, como por ejemplo, para movernos ligeramente en una plataforma determinada.

La confusión que comentamos llega por parte de la compatibilidad con el mando. Conectando un mando de Xbox 360 al ordenador es posible jugar, pero la implementación está como a medias. No podemos navegar por los menús ni seleccionar nada, por lo que tenemos que estar alternando obligatoriamente entre teclado y ratón y mando si queremos jugar con este último. Luego, las opciones de configuración del ratón –sensibilidad, inversión del eje vertical y horizontal– afectan al mando, pero la del eje se desconfigura cada vez que cambiamos de nivel.

Por esto, y hasta una hipotética actualización, queremos advertir a los usuarios que tengan en mente jugarlo con mando, especialmente si usan algún eje invertido. Como decimos, es posible jugar con él, pero tendremos que estar usándolo en combinación con el teclado y el ratón, algo que puede ser bastante molesto si, por ejemplo, tenemos que levantarnos del sofá para acceder a ellos.

Un diseño tan atractivo como el propio juego

Otra de las principales claves de Cloudbuilt es su diseño artístico. Imitando unos trazos a lápiz y colores propios de acuarela, personajes y escenarios se darán la mano para crear unos entornos muy atractivos, que nos parece que encajan a la perfección con la propuesta que nos ofrece. Además, sus requisitos son bastante razonables –con un motor diseñado por el propio estudio–, y funciona sin problemas en cualquier ordenador medianamente capaz.

De igual modo, la música y las animaciones acompañan muy bien, y sin ser particularmente destacables, aportan su grano de arena a un conjunto artístico que, como decimos, se convierte por méritos propios en una de las claves del juego. En lo que respecta a la duración, puede durar desde un par de tardes a muchas semanas, teniendo en cuenta que dependerá de nuestra habilidad y de cuánto tiempo queramos invertir mejorando nuestras puntuaciones. Además, el diseño "ramificado" de los niveles nos permite elegir el próximo escenario entre varias opciones, algo muy de agradecer, sobre todo, si nos quedamos atascados en alguno.

Una gran opción para los amantes del desafío, aunque con alguna que otra cosa por pulir

Cloudbuilt es una propuesta bastante original y atractiva, que bebe de varias y grandes fuentes, pero que resulta ser un producto bastante único con un notable regusto a clásicos. Es accesible –apenas se controla con tres botones–, sabe convertirse en un desafío, y enganchar a los jugadores con, dentro de sus limitaciones, muchas posibilidades. Todo ello, además, con un diseño artístico de lo más acertado, y que es igual de elogiable que el concepto de juego.

El aspecto algo más negativo es que sus 20 niveles pueden quedarse algo cortos si no tenemos intención de rejugarlos en busca del mejor tiempo, y la parcial implementación del mando en un juego al que le habría sentado genial. Esperamos también ver un editor de niveles de la comunidad en algún momento, algo que extendería sensiblemente la vida útil del juego. De todos modos, a poco que os gusten las plataformas, Cloudbuilt se merece mucha atención y al menos, una oportunidad.

Nota del redactor: Tras la publicación de este análisis, el estudio desarrollador nos confirmó que trabaja en ofrecer compatibilidad completa con el mando.