Ojo, que el parkour viene pisando fuerte. Este deporte urbano va a ser uno de los temas que más van a resonar en los primeros títulos de la nueva generación, con juegos como Sunset Overdrive, Dying Light o, por supuesto, Mirror’s Edge 2, nos llevarán a agilizar nuestros movimientos para desplazarnos por los escenarios, cada uno desde una propuesta diferente. Antes de que lleguen éstos, tenemos un título que ha pasado bastante más desapercibido, pero que se merece también toda nuestra atención.
Hablamos hoy de Cloudbuilt, un juego que, más allá de permitirnos desplazarnos con agilidad parkouresca por los escenarios, poco tiene que ver con los mencionados juegos.
Obra de los suecos de Coilworks, este título nos lleva a un extraño futuro, en el que, a través de unas peculiares técnicas, nuestra protagonista –postrada en la cama de un hospital– explora con un avatar diferentes escenarios a medio camino entre lo futurista y lo onírico.
Caminante no hay camino...
El planteamiento de Cloudbuilt es sencillo, directo y clásico en la mayoría de sus sentidos. Aunque cuenta con una historia que podemos ir descubriendo según progresamos, esta es totalmente prescindible, y podemos centrarnos en la acción. Desde el mencionado hospital, y tras superar un accesible tutorial que nos introduce tanto la propuesta jugable como la argumental, podemos comenzar a elegir nivel, en un menú ramificado que nos permite ir progresando en diferentes direcciones, algo muy de agradecer si nos quedamos atrapados en alguna fase.
Pero centrémonos en la jugabilidad. En el título de Coilworks tendremos que llegar al final de cada escenario, literalmente, como podamos. Cada nivel está compuesto por diferentes rutas, las cuales son más o menos accesibles, y más o menos directas. No hay caminos mejores o peores, y casi no hay caminos totalmente predeterminados. Si pensamos que podemos llegar a aquella plataforma intentando un movimiento determinado, la única manera de saber si lo conseguiremos o no, es probando.
...se hace camino con el jet-pack
Para ello, nuestra protagonista puede saltar, correr por las paredes –tanto en vertical como en horizontal– utilizar un propulsor. Este propulsor será determinante, ya que tiene un tiempo de uso limitado, por lo que tendremos que dosificarlo o elegir cuidadosamente nuestra ruta para evitar que se nos acabe y nos precipitemos al vacío. El propulsor se puede recargar mientras lo usamos recogiendo unas cápsulas repartidas por el escenario, algo que condicionará cómo nos enfrentamos al siguiente tramo de plataformas.
Aunque en un primer momento esto pueda parecer confuso, lo cierto es que Cloudbuilt es tremendamente accesible. Tardaremos unos minutos en aprender a combinar las habilidades –básicamente, a saber aprovechar el propulsor junto a los saltos, las carreras y las escaladas–, pero más pronto que tarde estaremos realizando lo que antes nos parecían recorridos imposibles, con movimientos casi imposibles, esquivando trampas y acabando con nuestros enemigos.
Conoce tu entorno
Espera, espera. ¿Que hay enemigos? ¿Y trampas? Pues sí. Los enemigos pueden ser destruidos, así como algunas trampas, gracias a la pistola que lleva nuestra protagonista. Su funcionamiento es sencillo, aunque la posibilidad de cargar el disparo para, por ejemplo, acabar con varios enemigos a la vez. Obviamente, si apostamos por una ruta con más trampas, lo lógico será que encontremos un camino más directo a la meta, mientras que si apostamos por uno más despejado, necesitemos más tiempo. En nuestra mano está –nunca mejor dicho– si merece la pena tomar el riesgo o no, algo que generalmente se traduce en la confianza que tenemos en nuestras habilidades.
Previamente señalábamos que el objetivo era llegar al final del escenario, pero no habíamos mencionado la clave: hacerlo rápido. La idea es completar cada fase en el menor tiempo posible, superando una serie de tiempos predefinidos, así como los de nuestros amigos. Es por esto que Cloudbuilt nos animará a repetir cada nivel una y otra vez, a explorar nuevas rutas, a memorizar las mejores y, en definitiva, a mejorar nuestra habilidad, como si de un juego clásico se tratase.
Multitud de bondades
En lo visual, Cloudbuilt también resulta sorprendente. No es un derroche técnico, pero lo cierto es que su estilo de dibujo animado o cómic, un tanto borderlandesco, le sienta genial. Además, el diseño artístico, futurista y onírico a la vez, como indicamos previamente, termina de ponerle la guinda a lo visual. Además, desde el estudio nos informan que las animaciones se mejorarán antes de su lanzamiento, por lo que esperamos que sea incluso más sólido en este aspecto.
Lo más importante es que nos ha parecido original y divertido, y aunque todavía las funciones online no están implementadas –nos darán la posibilidad de comparar puntuaciones y enfrentarnos a los fantasmas de nuestros amigos–, puede guardar muchísimas horas de diversión, ya que conocernos los niveles será clave para exprimir cada carrera.
Cruzamos los dedos también porque, aunque no sea de lanzamiento, Coilworks considere introducir un editor de niveles, con el que la comunidad pueda crear sus fases y compartirlas por internet, dándole ya vida casi infinita al juego, ya que, si no, puede llegar un punto en el que no podamos exprimir más su contenido original, compuesto por "más de 20 niveles".
Una promesa de diversión
Cloudbuilt toma el concepto de Mirror’s Edge, y lo mezcla con inspiraciones que llegan de juegos como Mega Man o Zone of the Enders para ofrecernos una propuesta accesible y sencilla, pero que requiere habilidad para dominarla. Promete ser un título adictivo y rejugable al máximo, muy atractivo en lo visual, y aunque nos preocupa que pueda quedarse algo corto de contenido, es sin duda un juego que merece que nuestra atención. Si estás cansado de propuestas un tanto genéricas, te recomendamos que le sigas la pista, porque puede ofrecer algo diferente y con un importante regusto clásico que muchas veces echamos de menos. Se espera que esté disponible en Steam dentro de unas semanas.
