Análisis de The Legend of Zelda: Four Swords Anniversary Edition DSiW (NDS)
Cuando la veterana Game Boy Advance recibió su adaptación del clásico de Super Nintendo A Link to the Past lo hizo con una agradable sorpresa en el cartucho: Four Swords, una vertiente multijugador de la saga (por primera vez en su historia) que buscaba aprovechar la conectividad a cuatro bandas de la portátil para ofrecer una experiencia diferente en la serie. Los requisitos para poder jugarlo (cuatro consolas, cuatro juegos, y todo el cableado) posiblemente lo dejaron fuera del alcance de muchos jugadores, pero sentó las bases para una divertida entrega de GameCube.
Así, en GameCube, anterior consola doméstica de Nintendo, nos llegó Four Swords Adventures, que podía jugarse perfectamente en solitario, pero tenía toda la salsa en el multijugador, que se basaba en que cada usuario tenía su propia pantalla… usando las consolas Game Boy Advance como mando.
Una vez más, el coste hizo que posiblemente la experiencia real del juego no pudiera ser disfrutada por la mayor parte del público potencial.
Llegamos al mundo de la doble pantalla de Nintendo DS, del mando remoto de Wii y de -ahora ya- las 3D de Nintendo 3DS y nos encontramos con muchas nuevas entregas de la saga, pero ninguna ha apostado de nuevo por ese componente multijugador. De este modo, nos parece estupendo que Nintendo utilice la excusa del 25º aniversario de la serie para ofrecernos el original de GBA, ligeramente revisado, y pensado para ser jugado en Nintendo DS o 3DS gracias a la distribución digital de DSiWare. Además, es gratis hasta febrero, así que sea cual sea tu opinión del juego tras leer estas páginas, ve a descargarlo ahora mismo.
En esencia, nos encontramos con una adaptación casi directa del original de GBA, aunque luego descubriremos algunos contenidos adicionales que le han sentado muy bien. Además, como el multijugador es sin cables, resulta mucho más cómodo jugar en compañía pero hay una cuestión que nos parece capital: ¿por qué no se ha incluido multijugador en línea? La ausencia del multijugador en línea nos parece un error flagrante. Si el juego se baja por distribución digital ya sabes que todo el que lo tenga tiene conexión a internet regularmente u opción de tenerla, sabe usarla, y, qué diablos, posiblemente tiene ganas de usarla en un juego que se basa -casi- por completo en el multijugador.
De esta manera, nos quedamos con el modo local, que está bien pero desde luego queda muy lejos de lo que deberíamos esperar de un título centrado en la experiencia entre varias personas hoy en día. La experiencia, en este caso, resulta competitiva y cooperativa al mismo tiempo, como en el original. Esto significa que hay que colaborar para poder avanzar en el juego pero, al mismo tiempo, competir para conseguir la cantidad máxima posible de rupias para ser el vencedor en las mazmorras que recorremos durante el juego.
A los niveles del original, cuatro mazmorras que nos llevan por entornos tradicionales de Zelda para concluir en el castillo en los cielos de Vaati, debemos sumar aquí entornos inspirados en los diseños más clásicos de la saga, sumando dos zonas más (cada una con sus correspondientes tres niveles). Los diseños de los niveles se basan en una serie de puzles que deben resolverse trabajando en equipo, como pulsar interruptores simultáneamente, juntarse para mover una piedra gigante o combinar los ítems diferentes para poder generar un pasillo. Esa combinación de ítems es clave también para luchar contra muchos de los enemigos más duros del juego.
Las nuevas fases del juego son el Desafío del Héroe y el Reino de los Recuerdos, dos nuevas secciones que, al ser superadas, nos reportarán importantes ventajas: el clásico ataque circular de Link y la mítica Espada Maestra. El primero se ha creado con ambientaciones extraídas de otros entornos de este juego, pero el segundo nos lleva a ambientaciones inspiradas en el The Legend of Zelda original, A Link to the Past de Super Nintendo y Link's Awakening de Game Boy.
Los niveles están preparados para la cantidad de jugadores (desde dos hasta cuatro), por lo que no hay problemas asociados al diseño de los niveles y la cantidad de jugadores. Si estamos solos, nos acompaña un Link adicional, pudiendo hacer que nos siga o bien alternando el control entre uno y otro usando los botones laterales (L y R) para escoger cuál queremos manejar en cada momento. Hubiese sido mejor contar con un sistema de formaciones y poder jugar con cuatro Links en pantalla como en la entrega de GameCube, pero entendemos que eso podía implicar unos cambios muy profundos para una propuesta que, al fin y al cabo, se sustenta en ofrecer la revisión gratuita de un componente adicional de un videojuego de GBA.
Al jugar solos debemos tener en cuenta que habrá situaciones en las que nos interesará coger el mismo ítem para cada Link y otras en las que será mejor usar ítems diferentes. Los personajes pueden llevar solo un ítem al mismo tiempo (la espada está siempre a nuestra disposición): escudo, un imán, las botas, el arco, una pluma… cada uno con un efecto muy importante. Por ejemplo, podemos encontrar enemigos con protección metálica casi imposibles de dañar, pero si un Link usa el imán y se la quita podremos atacar con contundencia.
El control del juego es tradicional, respondiendo bien al pad circular de Nintendo 3DS si optamos por ese control, pero nos da la sensación de que la disposición de los botones y las funciones disponibles podrían haberse adaptado mejor a la mayor cantidad de botones de la consola con respecto a GBA. La pantalla inferior se emplea para ofrecer información útil, como los potenciadores que hemos conseguido, las rupias acumuladas, etc., lo que nos irá muy bien en determinados momentos.
En el aspecto técnico, el juego no deja de ser un juego de GBA, pero lo cierto es que se veía muy bien su momento y sigue luciendo bien hoy en día gracias a su colorido y estilo, que ya presagiaba la línea visual que veríamos en Minish Cap algún tiempo más tarde. La música, por su parte, es poco variada, pero ya lo era en el original. Eso no significa que no haya buenas melodías; de hecho, suenan muy bien, pero no son muchas ni muy extensas.
Conclusiones
Divertido y muy gratificante en su desarrollo, The Legend of Zelda: Four Swords Anniversary Edition se centra en el componente multijugador, como en su encarnación original, pero ofreciendo ahora la opción de jugarlo en solitario, un añadido fantástico. Mucho menos gratificante es ver que no se ha introducido juego en línea en un título precisamente centrado en el componente multijugador, una nueva oportunidad perdida para Nintendo en este terreno. Eso sí, al menos es una descarga gratuita para celebrar el aniversario de la saga, por lo que esas ausencias notables y falta de ambición resultan más fáciles de perdonar.