Análisis de Ninja Gaiden Dragon Sword (NDS)
La saga Ninja Gaiden es una de las franquicias de títulos de acción que más fama ha obtenido en la presente generación de consolas. Comparte nombre con una vetusta saga de la época dorada de los ocho bits, aunque poco más tienen ambas en común. Del plataformeo puro y duro de aquélla (por otro lado, género predominante en aquellos tiempos en los que las tres dimensiones en el videojuego eran poco menos que un sueño, con algunas tentativas muy ingeniosas que suplían la escasez de medios de por aquel entonces), la actual saga ha pasado a convertirse en una serie de títulos de aventura y acción en los que la espectacularidad y la violencia de sus escenas son elementos indispensables. Con un mismo protagonista como nexo de unión entre ambas sagas, el guerrero ninja Ryu Hayabusa, Ninja Gaiden entró por la puerta grande en el terreno tridimensional a través de su primer título para la XBox original, seguido por Ninja Gaiden Black para la misma plataforma. Ya dentro de la actual generación de consolas, contamos con un título exclusivo para la PlayStation 3, Ninja Gaiden Sigma, adaptación del título original para XBox, y con una secuela del mismo, recientemente desarrollada para la Xbox 360.
Lo que nadie esperaba fue el anuncio de un nuevo título de la saga para la portátil de doble pantalla de Nintendo. Visto lo visto en las anteriores entregas de Ninja Gaiden para consolas domésticas, sorprendió mucho el hecho de que la compañía Tecmo (y, en particular, el equipo de desarrollo de la saga: el Team Ninja) decidiera sacar un nuevo título de una de sus sagas más importantes (y más espectaculares) en un sistema portátil de evidentes limitaciones técnicas, tanto a nivel gráfico como sonoro. Pero Tecmo tenía en mente la creación de un título muy diferente a todo lo visto hasta ahora, un título de acción revolucionario en todo lo referente a la jugabilidad y el sistema de juego.
Un juego que hace uso de las características más propias del sistema (la doble pantalla, la función táctil y el micrófono, exclusivos de la portátil) para crear una experiencia jugable diferente de todo lo visto hasta el momento en el género. Un diamante con todas sus caras, aunque con algunas asperezas menores que, lamentablemente, no permiten elevarlo a la categoría de obra maestra. No obstante, una joya es una joya, a pesar de todo, y Ninja Gaiden Dragon Sword es una joya de gran calibre dentro del catálogo de la portátil de Nintendo.
La leyenda de la Espada del Dragón.
En tiempos remotos, los humanos vivían en paz y armonía junto a los dragones. Pero uno de estos terribles seres, el Dragón Negro, decidió sumir a la humanidad en las tinieblas, con el único objetivo de dominar a los hombres y, finalmente, exterminarlos de la faz de la tierra. El resto de los dragones decidió dar el poder a la humanidad para enfrentarse a tan temible ser, y entregaron su vida y esencia para la creación de la Espada del Dragón, el único arma capaz de acabar con la vida del demoníaco ser.
Pudieron destruir al Dragón Negro, pero de sus huesos nació la Hoja del Dragón Negro, una espada imbuida del poder mágico y maléfico del derrotado demonio, que fue confiada al Linaje del Dragón, familia de poderosos guerreros. Ryu Hayabusa, el héroe de esta historia, es el último descendiente de este linaje. Cuando la Hoja del Dragón Negro fue robada por unos malignos seres, con la intención de resucitar el poder del Dragón Negro, Ryu hubo de enfrentarse a ellos con la Espada del Dragón y destrozar en mil pedazos la Hoja, con tal de que la misma no pudiera ser utilizada nunca más para hacer el mal.
Pero en esta ocasión la situación es grave. Seis meses después del incidente de la Hoja del Dragón Negro, la compañera de combate y amiga de Ryu, Momiji, ha sido secuestrada por unos maléficos personajes, cuyo principal objetivo parece ser la poderosa Espada del Dragón. A través de mil y una aventuras, derrotando a los grandes Dragones Elementales y a toda una horda de maléficos y peligrosos seres, Ryu Hayabusa deberá conseguir las Esferas del Dragón para encontrar a los malvados demonios que tienen presa a Momiji y, finalmente, enfrentarse a demonios de poder indescriptible para mantener a salvo la Espada del Dragón y a todos aquellos a los que debe proteger.
Sistema de juego.
Como ya mencionábamos al inicio del análisis, Ninja Gaiden Dragon Sword saca partido de las características más definitorias del sistema portátil de Nintendo, esto es, la doble pantalla, las funciones táctiles de la pantalla inferior y el micrófono. Para empezar, deberemos de coger la consola de manera que quede orientada verticalmente, como ya hubimos de hacer en otros títulos de la consola como Hotel Dusk: Room 215 o los sempiternos Brain Training. Durante el juego, la pantalla que quedará a nuestra izquierda nos mostrará los mapas de los escenarios en los que nos encontremos en cada momento, mientras que la pantalla táctil nos presentará la acción del juego propiamente dicha. Manejaremos todos los movimientos de nuestro personaje a través de diferentes pulsaciones y trazos con el lápiz táctil, tanto para desplazarnos por los diferentes entornos como para atacar a nuestros enemigos. Por otra parte, pulsando cualquiera de los botones de nuestra consola realizaremos un movimiento de bloqueo que nos servirá para reducir el daño de los impactos del enemigo. De esta manera, la postura aparentemente más idónea para coger la consola es desde abajo, pulsando con el dedo pulgar la cruceta para bloquear, o sosteniendo la consola con toda la palma de la mano, utilizando los gatillos laterales para los movimientos defensivos.
Teniendo en cuenta que el control del juego radica, fundamentalmente, en el uso del lápiz táctil, resulta todo un detalle de cara al jugador el hecho de que haya sido implementada una función para el manejo por personas zurdas: al quedar la pantalla de la izquierda relegada a funciones puramente informativas o narrativas, según el caso, podría haber resultado algo molesto controlar con la mano izquierda los movimientos del personaje. Los desarrolladores del juego han tenido en cuenta este factor, y por ello han permitido que en el apartado de opciones podamos jugar con la pantalla táctil a la izquierda, volteando la imagen en ambas pantallas, para un mejor control en caso de ser zurdos.
Nos desplazaremos por las diferentes pantallas del juego arrastrando el lápiz táctil en la dirección en la que deseemos que se mueva nuestro protagonista. Por otro lado, si pulsamos en un punto concreto de la pantalla, nuestro personaje se moverá automáticamente hasta ese punto. Si deslizamos el lápiz en sentido vertical hacia arriba sobre la pantalla, ejecutaremos un salto; si en mitad de un salto realizamos otro trazo similar, nuestro personaje realizará un doble salto, muy adecuado para acceder a posiciones especialmente elevadas.
El repertorio de ataques y técnicas de nuestro personaje es amplio y diverso. El ataque más sencillo lo realizaremos con nuestra espada al trazar una línea en cualquier dirección sobre un enemigo. Dependiendo del sentido de nuestro trazo, nuestro héroe asestará mandobles en diversas direcciones. Concatenando trazos simples a cierta velocidad sobre un enemigo, ejecutaremos diferentes combinaciones de golpes que acabarán con el más pintado. Por otro lado, podremos realizar diferentes técnicas aéreas, realizando ciertos trazos desde el aire, después de un salto: en caso de que el trazo sea en vertical hacia abajo, nuestro personaje asestará un potente mandoble en el suelo que dañará a los enemigos que se encuentren cerca nuestro; en caso de realizar un trazo horizontal, nos lanzaremos desde el aire a toda velocidad en la dirección que indiquemos.
Contaremos también con una técnica especial de agarre, en la que elevaremos a un enemigo y lo estamparemos contra el suelo, así como un ataque energético que afectará a todos los enemigos de la pantalla y que realizaremos frotando con el stylus a toda velocidad sobre la pantalla. Podremos hacer uso de diversas armas arrojadizas, como shurikens o diferentes tipos de arcos y flechas que obtendremos según vayamos avanzando en la aventura, las cuales podremos lanzar pulsando brevemente sobre la pantalla táctil en el punto hacia el que deseemos lanzar el ataque. Y, finalmente, contaremos también con un importante movimiento evasivo, el cual realizaremos bloqueando primero y posteriormente deslizando el lápiz táctil en la dirección en la que queramos realizar el movimiento. Cada uno de los movimientos que necesitaremos durante la aventura se nos explicará con pelos y señales durante el desarrollo de la misma. Por otra parte, el primer nivel del juego está dispuesto a modo de un extenso y detallado tutorial, en el que se nos mostrarán los movimientos y ataques básicos de nuestro personaje.
Como ya es habitual en los títulos de la serie, nuestro personaje irá recogiendo diferentes esferas de diversos colores, que representarán el Chi de nuestro héroe y que conseguiremos a medida que vayamos eliminando a los diferentes adversarios contra los que nos enfrentemos durante el juego. Las esferas azules recuperarán nuestra salud; las amarillas nos servirán para comprar ciertos objetos al buhonero que encontraremos en nuestra aldea, aparte de ayudarnos a cargar más rápidamente nuestro ataque energético; y, por último, las esferas rojas alimentarán nuestro karma, el cual nos permitirá utilizar técnicas ninja especiales de gran poder destructivo, entre las que encontraremos bolas de fuego, torbellinos en miniatura y otros poderes elementales. Estas técnicas deberemos conseguirlas adquiriendo el correspondiente pergamino en el transcurso de la aventura, o comprándolo al mencionado buhonero. Una vez poseamos una o varias de ellas, un icono esférico aparecerá a la izquierda de nuestra barra de salud, en la parte superior de la pantalla. Pulsando sobre él accederemos a un minijuego en el que deberemos seguir el trazo del kanji representativo de la técnica que deseemos, previa selección de la misma. Huelga decir que contaremos con un tiempo limitado para todo ello y, en caso de agotarse el mismo, fallaremos en nuestro intento de realizar la técnica en cuestión.
En algunos momentos del juego utilizaremos el micrófono de la consola para descubrir algunos secretos, así como para interactuar en algunos momentos de la aventura con algunos escenarios o con determinados personajes aliados. Eso sí, la implementación del micrófono en el título no deja de ser meramente anecdótica: es un añadido que otorga variedad al conjunto, pero sin llegar a ser esencial (aunque requeriremos del mismo, queramos o no, para superar algunas escenas de la aventura).
En general, la sensación que nos dará la acción del juego en general, y especialmente la tendencia de todo jugador a abusar de las técnicas más poderosas de Ryu Hayabusa, es que frotando rápidamente la pantalla, o dando mandobles a diestro y siniestro en todas direcciones podremos superar los entuertos más complicados de la aventura, incluyendo entre ellos a los jefes finales de cada nivel, lo cuales, a pesar de gozar de una espectacularidad gráfica sin parangón en la portátil, acaban por ser demasiado predecibles y excesivamente sencillos en los niveles de dificultad normal y, por supuesto, fácil (el cual desbloquearemos en caso de morir repetidas veces en el modo normal de juego). Esto no resultará así en el modo difícil de juego, desbloqueable una vez hayamos superado la aventura en el modo de dificultad normal.
En el modo difícil deberemos ser mucho más cuidadosos con nuestras estrategias de combate, teniendo en cuenta que cada técnica tiene sus ventajas y sus desventajas, ya que cada una de ellas deja algunos puntos de nuestro personaje desprotegidos al atacar, debilidades éstas que nuestros enemigos aprovecharán sin dudarlo. Por otra parte, el juego cuenta con una miríada de puntos de guardado en todos los escenarios (casi demasiados) que, además, recuperarán la salud y el karma de nuestro personaje. En definitiva, el juego acaba por ser relativamente sencillo en el modo de dificultad normal, y un pelín corto, en general (apenas seis horas de juego para acabar la historia completamente). Eso sí, en caso de acceder al modo difícil de juego, nos encontraremos con un reto que realmente pondrá a prueba la pericia con el stylus de los más osados.
Si algo puede realmente achacársele, a pesar de lo dicho, a Ninja Gaiden Dragon Sword es la absoluta linealidad de su acción. Si bien al inicio de la aventura los escenarios y mapeados son mínimamente laberínticos, con un componente de exploración ínfimo pero suficiente para los estadios iniciales del juego, posteriormente el juego se convierte más y más en largos pasadizos y enormes estancias repletas de enemigos contra los que deberemos aplicar las mismas técnicas de combate una y otra vez. La dinámica del juego es buena, sin duda, y no deja de ser un título de acción muy divertido, pero sí que es cierto que puede llegar a resultar un poco pesado debido a la linealidad de su acción y la constante repetición de técnicas y golpes. A pesar de todo, la interacción con algunos personajes del juego, así como algunos pequeños puzles que deberemos solucionar en algunos momentos de la aventura, dan un soplo de aire fresco al constante vapuleo de ninjas y monstruosos seres con el que nos obsequiará el juego. Por otra parte, contaremos con más de un extra dentro de la misma aventura, además de con varios elementos desbloqueables que nos obligarán a jugar el juego en repetidas ocasiones para conseguir la totalidad de los mismos.
Apartado técnico.
El apartado gráfico del juego es, sencillamente, uno de los mejores que hayamos visto en un título para Nintendo DS. Los modelos de los personajes, tanto de nuestro protagonista y sus aliados, como de los enemigos que encontraremos por doquier en todos los escenarios del juego, son en tres dimensiones, con un tamaño que varía según los juegos de cámara (estática para cada una de las pantallas en las que entremos), pero perfectamente visibles, muy notablemente desarrollados, y con unos colores y texturas tratados excelentemente. Por otra parte, los entornos y escenarios del juego son de una belleza digna de elogio, si bien el diseño de los mapas, como ya hemos dicho, puede llegar a resultar algo lineal. La combinación de escenarios estáticos y personajes tridimensionales dan un aspecto fabuloso al conjunto, utilizando un efecto óptico del que el Team Ninja ha sabido sacar mucho provecho, dando la sensación de encontrarnos en tres dimensiones reales, cuando en realidad es una combinación de juegos de cámara, personajes en tres dimensiones y entornos pre-renderizados.
Otro cantar son las escenas de enfrentamiento contra los jefes finales de cada nivel, en los que la cámara pasa a centrarse en el enemigo y rotar entorno a él a medida que nos movemos (cosa que, por otro lado, puede provocarnos algún que otro problemilla al realizar ciertas técnicas mediante el stylus). Los escenarios en estas escenas pasan a ser totalmente tridimensionales, y las proporciones descomunales del enemigo en cuestión hacen que el mismo inunde toda la pantalla. Estas seguramente son las escenas visualmente más espectaculares del juego, junto a las secuencias cinemáticas previas a la aparición de dichos jefes finales.
La narración de la historia del juego vendrá dada a través de una serie de secuencias de imágenes en un estilo claramente inspirado en la animación japonesa, acompañadas de sus correspondientes textos, en los que se nos relatarán los sucesos que van ocurriendo a medida que avanzamos en la aventura, además de ponernos en precedentes históricos en todo lo que respecta a la Espada del Dragón y el incidente del Dragón Negro, del que oiremos hablar desde el mismísimo principio del título. Estas escenas narrativas contarán con excelentes ilustraciones que harán que estemos aún más pendientes, si cabe, de aquello que se nos está relatando.
En lo que respecta al apartado sonoro del título, el juego cuenta con temas inspirados en la música tradicional japonesa, además de la tradición musical propia del cine oriental. Veremos muchos clichés dentro de la misma, y reconoceremos muchos guiños a tópicos típicos de las grandes bandas sonoras de la imaginería fílmica oriental, pero sin demasiados alardes, la verdad. Podremos disfrutar mejor de la música y los efectos de sonido (entre los que se encuentran algunas voces digitalizadas con expresiones cortas por parte de nuestro protagonista y sus aliados) en caso de utilizar auriculares y seleccionar la opción de jugar con auriculares en el menú de opciones del juego. Aún así, la banda sonora, como hemos dicho, aunque notable, no deja de ser meramente funcional, sin resaltar especialmente dentro del conjunto. Por último, los efectos sonoros son correctos, aunque acaban por hacerse excesivamente repetitivos a medida que transcurra la acción del juego.
Conclusiones
Con un apartado gráfico espectacularmente bien realizado y una jugabilidad novedosa y rompedora, Ninja Gaiden Dragon Sword se establece como uno de los mejores juegos de acción para la portátil de doble pantalla de Nintendo. Si bien cuenta con fallos más o menos importantes, como la linealidad de su acción y su corta duración, así como la poca dificultad que ofrecerá a los jugadores más experimentados, al menos en el modo de dificultad normal, no deja de ser un gran título dentro del catálogo de la Nintendo DS, y un juego merecedor de las más sinceras alabanzas, tanto por su elaborado desarrollo como por lo rompedor y original de su experiencia jugable.